La sanidad pública es privada

Cuando Pablo Echenique intenta sacar rédito político cacareando las bondades de la sanidad española se retrata. Nadie en su sano juicio, ningún médico, haya o no jurado por Hipócrates, ningún transeúnte que pasaba por allí ni siquiera ningún taxista o vendedor de caramelos, negarían todo lo que tuvieran al alcance de su mano y su conocimiento para salvar la vida a sus semejantes, en una situación de riesgo como la de un parto prematuro. Hace falta ser ruin para negar eso a nadie, sea la sanidad gestionada por quien sea.

Esperar 5 meses para un diagnóstico definitivo, como es mi caso, o año y medio para una operación, son ya harina de otro costal. Eso pasa en la sanidad pública. Médicos quemados que cobran miserias por salvarnos la vida. Eso también pasa. Y aun así nos la salvarán siempre que esté en su mano. Gestione el hospital quien lo gestione.

El Estado se paga con lo que genera el sector privado, y es por tanto el sector privado el que, queriendo o sin querer, mantiene los hospitales. Pese a quien pese. Gracias al sector privado tenemos sanidad, Pablito, guapo, gracias a los autónomos y a las empresas. A los trabajadores a los que les quitáis la mitad de su sueldo para pagar vuestra desfachatez. Siguiendo tu lógica gracias al sector privado, Pablo e Irene tienen a sus hijos aquí.

Tu sueldo y tus cuidados, el asistente al que tenías en precario, lo paga el sector privado. Todo lo paga el sector privado. Todo. Los sueldos públicos, las carreteras, la ONU y la UE. La Selección Española de fútbol, el Mundial de Rusia y el de Qatar, las Paraolimpiadas y los premios de campeonato de pádel del apartamento. Todo, absolutamente todo, sale del trabajo que se realiza por millones de personas que no tienen la certeza de lo que les pasará en su empresa mañana, pero siguen partiéndose el pecho por ella y por su pan. Todo depende de autónomos y accionistas capitalistas, de fondos de inversión y de fontaneros que a duras penas llegan a fin de mes. Todo viene del sector privado.

Tu sanidad pública es privada y si no se tuviera que pagar la extorsión que imponéis… haz tu la cuenta, si te llegan los dedos. Irse a la mierda un rato, ladrones.

José Luis Montesinos
José Luis Montesinos

Soy Ingeniero Industrial, siempre fui autónomo aunque ya no quede más remedio que trabajar con frecuencia para la Administración que todo lo invade. Soy Vicepresidente del Partido Libertario y autor de dos novelas cortas, Nunca nos dijimos te quiero y Johnny B. Bad, que puedes encontrar en Amazon. Mi último libro se llama Manual Libertario, está disponible en www.fundalib.org. Canto siempre que puedo.

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14 comentarios

  1. No se moleste en explicarle nada a un comunista, esta gente sólo entiende de campos de concentración y pelotones de fusilamiento, para imponer su poder absoluto, lo demás les trae sin cuidado. Es como hablar con una piedra o con un árbol, la razón no existe para ellos, solamente la consigna. Nada que hacer.

    • Además todo buen comunista «sabe» que la Sanidad Pública es gratuita y universal….

      • No es molestia, ni siquiera explicación, es el necesario desahogo que todos necesitamos a veces

  2. Entiendo y comparto la importancia fundamental del sector privado y la falacia de que lo público no es privado, pero creo que eso no es toda la historia.

    En una empresa privada los beneficios son difíciles de imputar a alguien concreto y ni siquiera a un departamento. Obviamente, es el departamento comercial el que hace la venta y el que trae la pasta, pero para ello, el ingeniero ha tenido que diseñar la lavadora y los que están en la fábrica algo han tenido que ver. Pero no sólo ellos. El departamento financiero que administra los recursos para que la empresa no colapse, el legal que se asegura que no te arruina la administración o un cliente jeta son también fundamentales. Incluso los departamentos más alejados de la lavadora como el de recursos humanos, el administrativo o el informático son necesarios para que los vendedores puedan cerrar las operaciones.

    Lo mismo ocurre con «lo público». Para vender la lavadora se necesita que las carreteras y resto de infraestructuras estén operativas. Que la sanidad sea adecuada, que las pensiones se paguen y que la policía y los jueces mantengan a los malos lo más lejos posible (incluyendo a los que venden lavadoras fraudulentas, me roban los diseños o cometen prácticas comerciales ilegítimas)

    Por supuesto, no todas las cosas que hoy se hacen en el sector público debe hacerlas el sector público pero eso es otro cantar. Lo que trato de explicar es que no existe un «sector privado» que financia al «sector público» de la misma forma que no hay «departamentos productivos» y «departamentos no productivos» puesto que todo es necesario para vender lavadoras.

    No por casualidad, a la hora de calcular el PIB se mete todo.

    • No es exacto lo que dices…
      Hay departamentos que son imprescindibles y otros que «sólo» hacen la vida más fácil.
      Como pones el caso: el departamento de fabricación de las lavadoras, el comercial que la vende (y la puede cobrar) y el diseñador es imprescindible, sin embargo el informático, el financiero y el legal son sólo para mejorar y hacer la vida más fácil. El informático no es necesario (hemos estado muchos años sin informática y produciendo lavadoras), el legal sólo es necesario para lidiar con caraduras (que se evita cobrando a toca teja), el financiero en muchas empresas no existe.
      Igualmente en lo público: las carreteras e infraestructuras hacen que sea más fácil el vender y transportar las lavadoras, pero no es imprescindible (sencillamente aumenta el mercado)… y podrían ser privadas. Igualmente te pasa con la inmensa mayoría de lo que dices: pensiones ¿de veras crees que en los países donde no hay pensión no se venden lavadoras?; policía, que la gran mayoría de las veces defienden al fraudulento al impedir que el estafado le deslome… se podrían muchas veces sustituir por seguridad privada…

      • Mi comentario intentaba explicar que es un error contraponer «privado» a «público» y mucho menos hacerlos sinónimo de «productivo» e «improductivo».

        Por descontado que todas las organizaciones públicas o privadas con el tiempo acaban generando cosas superfluas, o incluso estúpidas, y cosas que una vez fueron útiles y luego dejaron de serlo. Una de las pocas ventajas de las crisis es que permite buscarlas y retirarlas, pero eso no afecta a mi razonamiento general.

        También decía que no entro en si algunas cosas (sanidad, pensiones o seguridad) hay que dejarlas al sector público o al privado porque de todas formas siguen siendo necesarias y si es más eficiente que lo haga un actor u otro es indiferente al sentido de mi argumentación.

        En lo que no estoy de acuerdo es en la calificación de que las cosas no imprescindibles sólo nos hacen la vida más fácil o con su expresión «sencillamente aumenta el mercado». Ya veo que pone el «solo» entrecomillado pero es que creo que hacer la vida más fácil o aumentar el mercado afecta a las ventas y por tanto no sé hasta qué punto son prescindibles. Por ejemplo la informática, como muchos otros departamentos, nos permiten aumentar la productividad ya sea mediante el CAD, con el control numérico de la fábrica o generando facturas y otros escritos que de otra forma habría que hacer a mano. Y más productividad es igual a más ventas. Tampoco el legal es una opción. Los caraduras lamentablemente existen y renunciar a todas las formas de pago que no sea el contado es inviable y, desde luego reduce las ventas. Aparte que hay más razones para tener un departamento legal y cuanto mayor sea la empresa y más amplio sea su ámbito de actuación es simplemente imposible de eludir. Lo mismo se puede decir del financiero. Una empresa pequeña no necesita financiero o se ve obligado a confiar en el banco (glup), pero las empresas de cierto tamaño tienen que gestionar la tesorería, los pagos y cobros, las amortizaciones, los préstamos para ampliar la maquinaria, los acuerdos para gestionar líneas de crédito a clientes, etc. La existencia de muchos de esos departamentos está justificada por el tamaño y responde al principio de división del trabajo que tantos beneficios ha aportado a la economía. Las empresas pequeñas no tienen nada de eso, claro, pero eso no significa que para otras empresas sea opcional.

        Para mi, cualquier cosa que implique aumentar las ventas es mejor para todos y no creo que pueda calificarse como prescindible algo que las reduzca. Llevándolo al extremo, las mismas lavadoras no serían imprescindibles porque hemos vivido sin ellas toda la vida.

        A ver, comparto en gran medida su malestar por la ineficiencia de determinados servicios públicos, pero no he llegado al punto de querer hacer tabla rasa. Y eso que además no creo que el sector privado esté libre de esos males (seguro que usted ha tenido que lidiar con un taller o una teleco o una simple tienda). Al fin y al cabo, la gente que está en el sector público tiene los mismos cromosomas que los del privado, cosa que a menudo lo olvidan los socialistas y ciertos liberales 😛

        • No los contrapongo, simplemente digo todo se paga desde el sector privado, no hay posibilidad de que exista lo público, como lo entendemos en nuestra sociedad, sin que el sector privado lo financie.

          • Es que creo que es una forma excesivamente simple de decirlo. Tanto como decir que el departamento de ventas financia al resto porque es el que trae el dinero.

            Además, y ya que estamos con la sanidad, no hay ninguna diferencia en cuanto a proceso económico entre la que da la SS y la que da Sanitas, por ejemplo. Cierto que Sanitas necesita captar la voluntad del cliente/paciente y la SS capta los clientes/pacientes sin que éstos puedan oponerse pero al final se produce el mismo proceso económico: el cliente/paciente paga por un seguro a cambio de atención sanitaria. Y luego la Sanidad pública suelta la mosca a las famacéuticas privadas, a las ambulancias (que suelen ser privadas), a los fabricantes privados de aparatos médicos, y a la infinidad de proveedores privados que tienen hasta para los bolígrafos, con lo que la Sanidad pública «financia» a todos ellos en una suerte de viaje de ida y vuelta. Por supuesto no entro en si el servicio que da la pública o la privada es mejor o peor porque creo que eso no es lo que se discutía.

            En definitiva, yo creo que la relación económica público-privado es bastante más compleja que la simple «privado financia público». No soy un estatalista furibundo ni mucho menos y normalmente paso por ser un crítico al Estado, pero desde luego eso no me convierte en un anarco capitalista.

            • Compartiendo la tesis implícita del art. de que la mayor parte de la riqueza de un país la crea el sector privado, concuerdo con la posición expresada por Tepúflipo y su «ideología»: «No soy un estatalista furibundo ni mucho menos y normalmente paso por ser un crítico al Estado, pero desde luego eso no me convierte en un anarco capitalista».
              Basta ver ejemplos de lo «bien» que le va al sector privado en las sociedades que han sido incapaces (por las razones que sean) de dotarse de un Estado funcional como tenemos en la mayoría de los países occidentales, (con todas las deficiencias habidas y por haber, producto del exceso de burocracia, que soy el primero en reconocer) para que la realidad nos demuestre la «viabilidad real» de los no-estados, que parece ser el sueño húmedo de los anarco capitalistas (al menos de boquilla, dado que en la práctica no conozco a ninguno de ellos que se haya mudado a ese tipo de paraísos sin estado, tipo Somalia, Libia y un largo etc. Costumbre esa de hacer justo lo contrario de lo que predican que, por cierto, comparten con los extremistas de signo contrario, que pese a glorificar las indiscutibles ventajas de los paraísos comunistas tampoco suelen emigrar a Cubo o Corea del Norte).
              Por mi parte, lo que me interesa en lo relativo a la sanidad, es conocer, por ejemplo, las causas reales de de las sempiternas listas de espera de la sanidad pública y sus posibles soluciones desde una óptica liberal, una de las cuales es su completa privatización, que en mi opinión, debe incluir la explicación de como se pagaría la atención sanitaria de las rentas más bajas en ese modelo de privatización total y que hasta el día de hoy no he leído ni he visto cuantificado en ningún sitio.

            • No soy un experto en gestión sanitaria aunque mi mujer es médico especialista, pero en mi opinión, más intuitiva que documentada, creo que el problema de las listas es irresoluble.

              Mi intuición es que aparte de que aumentar los recursos es muy costoso en términos económicos, la lista de espera se usa como una especie de «ticket moderador». Además, dada la naturaleza humana, una disminución en la lista de espera en un sistema público y sin «perito» que valide las solicitudes, con toda seguridad aumentará la demanda de pruebas, intervenciones y aumentar la cartera de servicios lo que llevaría de nuevo a la situación de colapso. Si a eso añadimos la cada vez más tecnificada práctica médica, el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población (ambas cosas no son la misma) el asunto es imposible de manejar. En un sistema privado puedes usar el aumento de cuotas y ser más exigente con el uso de pruebas y recursos pero creo que tampoco tiene mucho recorrido.

              Y esto es medianamente viable porque el personal sanitario dependiente de la sanidad pública es un porcentaje abrumador y tira para abajo los sueldos porque si hubiese competencia sería terrible. Un médico cobra en España unos 60.000€ al año mientras que el año pasado estuvimos de vacaciones en casa de un médico estadounidense y la habitación de invitados era casi como la mitad de mi piso, tenía un barco en el Mississippi, una moto de agua, otra de nieve y varios coches de alta gama.

            • «Creo que el problema de las listas es irresoluble».
              Desde luego, al menos en España y con el modelo de sanidad pública, gratuita y universal que tenemos, la realidad es que ningún Gobierno del signo que sea, ha conseguido solucionarlo ni reducirlo significativamente.
              Me pregunto si este problema es específico de España o existe en todos los países con sanidad pública, gratuita y universal. Si alguien tiene el dato sería interesante conocerlo.
              Respecto a sus causas, y opinando como tú por simple intuición que puede ser equivocada, sinceramente creo que el sistema actual público tiene dos problemas intrínsecos irresolubles:
              1º Por un lado, al carecer de los mecanismos de ajuste de un mercado de libre competencia de la demanda/oferta, vía precio, calidad y competencia, propios de la iniciativa privada, el sistema es completamente rígido e incapaz de adaptarse con rapidez a las necesidades de la demanda.
              2º Por otro lado, el carácter cuasi o completamente funcionarial de su personal, lo disuade de interés en solucionar el problema, como ocurre en general en todos los ámbitos de las distintas administraciones, desde la justicia al urbanismo, en los que los retrasos y «listas de espera» son comunes.
              Respecto a lo que comentas del médico estadounidense, lo conozco también por causas familiares: ganan muchísimo más, pero también es cierto que trabajan (al menos el caso que conozco) muchísimo más, precisamente porque su retribución no depende del BOE de turno sino de su competenecia profesional y «horas de trabajo».
              Por contra, el sistema sanitario de USA no trata a todos los pacientes por igual como ocurre aquí, al menos para los que carecemos de enchufe, (que ese es otra de las lacras del nuestro).

      • Totalmente de acuerdo, lo ha expresado con propiedad, la gente trata de simplificar cosas complejas, y en sanidad hablan sin saber en profundidad las ventajas y desventajas de cada sistema.
        Algunos sectores no se pueden privatizar porque no son precisamente «rentables» y las consecuencias de tener una sanidad privada son del tipo del modelo de la «sanidad americana» con sus pros: los médicos gananamos allí muchísimo dinero, se investiga con muchísimo medios, por ejemplo; el dinero fluye mucho más que en cualquier sistema nacionalizado, y sus contras, las prioridades son otras, se exigen «números», los pacientes deben ocuparte el menor tiempo posible, para poder atender a otro y sacar «más dinero», allí el «dinero » es una prioridad, la base de todo, eso está bien para una fábrica de bienes de consumo, de bienes superfúos pero no está bien para la sanidad . Yo soy médico funcionario, trabajo cada día 12 horas, dos en casa y diez en el hospital, me pagan 8, pero estudio , publico casos raros, doy docencia y trato de resolver casos difíciles en mi tiempo libre, de gratis. Cubrimos bajas y vacaciones de compañeros a expensas de horas extra que no se pagan, y todo por vocación. Por que trabajo en un sistema público , con mi tranquilidad y mi concentración en que estoy aquí para ayudar a los pacientes, y hacerlo lo mejor posible. No quiero hacer privada porque no trabajo para ganar más dinero, me conformo con mi sueldo, quiero tranquilidad y otras «cosas» quiero ser buen médico, quiero aprender y enseñar, quiero ser «muy bueno» en mi trabajo, «no ganar mucho»…no sería un médico rentable para algunas compañías que quieren o necesitan ganar mucho…en fin, lo mío no es explicarme, espero que se entienda.

          • «Yo soy médico funcionario, trabajo cada día 12 horas, dos en casa y diez en el hospital, me pagan 8».
            Sin dudar de su afirmación ¿puede usted, en tanto que es conocedor de 1ª mano del sistema público español, dar su opinión sobre como de general o extraordinaria, es esa dedicación suya tan ejemplar en el sistema público sanitario español?.
            Lo pregunto porque sinceramente la percepción que personalmente tengo a través de familiares muy directos que han trabajado en la sanidad pública,no es precisamente la que usted relata, al menos con carácter general.

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