El P-LIB sí tiene programa de gobierno

El otro día escribía en esta casa Miguel A. Velarde un inspirador artículo bajo el título «Partidos liberales y demás seres mitológicos«. En él Miguel Ángel denuciaba la desconexión de las propuestas maximalistas de los partidos liberales españoles con la realidad del votante medio y sus expectativas. Efectivamente, el votante medio español es socialdemócrata en esencia, y solcialista de vocación. Apegados a la mitología de la «sociedad de bienestar», más interesados en el igualitarismo generado por rancias políticas totalitarias que en el «fairness» necesario para la convivencia pacífica, los votantes españoles prefieren el mito del estado paternalista por pura comodidad.

El español medio detesta el esfuerzo y el mérito, pues estos ponen de manifiesto las diferencias entre unos y otros de manera insultante por real. El español medio gusta de la prebenda procedente del poder, pues con ello se siente más cerca del mismo, ignorando que apenas disfruta de las migajas que el poder le consiente. El español medio busca la fórmula mágica por la que, desde el mínimo esfuerzo personal, alcanzar el máximo rendimiento para sí mismo, al tiempo que elude toda responsabilidad individual derivada de sus actos…. o sus no-actos.

El español medio se desvive para alimentar la quimera de lo socialmente justo no por compasión o sinergia con el prójimo, sino porque cree que a él también le debe tocar una parte del pastel. Vive inmerso en el sueño angelical del paraíso de los justos, en el que trabajar es la consecuencia de un pecado originario de nuestros antepasados, ahorrar sólo es sinónimo de avaricia y poseer algo es reflejo inequívoco de maldad y egoísmo. Es peor: en la mayor parte de los casos, estas afirmaciones sólo son válidas para los demás, nunca para uno mismo. Es una patología. No un status quo. Y esta emfermedad, como todas las demás, necesita tratamiento.

Uno de los posibles remedios no violentos para solucionar estos problemas de «salud social» es, como bien apunta Miguel Ángel, la pedagogía. Mostrar al enfermo que la quimera irracional en la que vive inmerso es simplemente eso: un mito, un deseo. Mostrar al enfermo que sus deseos no coinciden con la realidad, que nunca llegarán a realizarse y que sólamente sirven para mantenerle profundamente alejado de sus verdaderas capacidades y oportunidades para ser feliz.

Es imposible aplicar la «cura» a todos, pues el que se siente feliz en su ensoñación no querrá saber nada de otras felicidades. Es lo que tienen los mitos y las religiones: enajenan y atontan. Pero hay en España un gran número de personas, la mayoría jóvenes despiertos, que desean salir del mundo de jauja que nos han inventado los ingenieros sociales. Que desean ser ellos los dueños de su futuro, los forjadores de su presente, los aprendices de su pasado. Que quieren hacer las cosas juntos pero no revueltos, en su propio provecho, conscientes de que con ello genererán más y mejores oportunidades para todos los demás. Jóvenes que no quieren mitos ni líderes mediáticos, que no quieren que la política guíe su quehacer, pues prefieren que su quehacer y las consecuencias del mismo sean los que dicten las políticas.

Ellos necesitan una alternativa no quimérica, no mitológica, con la que crecer al ritmo que marca la vida y no al ritmo que marcan las convocatorias electorales. Y esa alternativa es el Partido Libertario español P-LIB. Desde el P-LIB nos colocan un espejo en el que mirarnos, en el que contrastar el paraíso ficticio en el que vivimos con la realidad de los hechos nacidos desde y para cada uno de nosotros, sin soluciones querubínicas ni propuestas realizadas en base a las propiedades de los administrados. Devolviéndonos la soberanía sobre nosotros mismos. Efectivamente: la inmensa mayoría de los españoles jamás votarán al P-LIB. Los más por no querer/poder salir de la burbuja ideológica en la que viven. Otros por creer que aún no están preparados para someterse a la terapia. Y alguno habrá que se tapará la nariz y votará «útil» pensando «que me quede como estoy» o «no estamos preparados para ello». Y lo siento. Lo siento de verdad porque creo que votar al P-LIB sí es una vía realista de dar voz a los que no creemos en la mitología del «estado papá», a los que creemos que la libertad de todos en todos los ámbitos es fundamental para prosperar y crecer. Su programa electoral, perfectamente bien  resumido en el documento «80 propuestas de gobierno paras el avance de la libertad» (léanlo, por favor, fijándose bien  en la primera columna «Medidas inmediatas»).

El pasado sábado, Juan Pina, Presidente del partido, ofrecía una conferencia en el Instituto Juan de Mariana. Bajo el título «La contrapolítica», Pina esboza los rasgos fundamentales del programa del P-LIB, sin aspavientos ni mitologías. No se lo pierdan:

El «realista» me dirá que tan mitológico es lo que hay como lo que propone el P-LIB. Tal vez sea cierto. Pero me niego a aceptar ese argumento como absoluto o imperativo: quien realmente cree que es liberal, que el estado debe salir del ámbito privado de acción, que su esfuerzo y trabajo son las herramientas necesarias para prosperar y no el esfuerzo y el trabajo de los otros, que cada cual puede y debe poder creer en lo que desee, pero no debe nunca imponérselo a los demás, … ellos necesitan una voz ya mismo, y no mañana. Y la voz es el P-LIB.

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Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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58 comentarios

  1. Jiji: estoy de acuerdo con tu comentario y me parece una matización muy interesante: de todas maneras así a bote pronto, se me ocurren razones o circunstancias por las cuales el individuo no deba ser soberano sobre su cuerpo. Un ejemplo: me parece perfecto que un testigo de jehova en uso de su soberanía personal se niegue a recibir trasluz iones pero no tengo nada claro que pueda negarse a que sus hijos las reciban. Otro ejemplo, que también se ha tocado en este sitio es el de las vacunas: si yo me niego a vacunarme en uso de mi soberanía personal es posible que este poniendo en riesgo a terceros. Con todos esos matices es preciso reconocer que el ámbito del propio cuerpo es de los que más fácil es reconocer la soberanía del individuo y además de facto ya lo es en muchas ocasiones. Yo coincido con la idea liberal de que aún se pueden ampliar, pero insisto en que hacerlo de manera maximalista puede plantear situaciones cuando menos discutibles como las de los ejemplos anteriores.
    No obstante en tu exposición parece claro que en cuestiones políticas que son las que yo trataba el individuo no puede ser la unidad de soberanía. Sencillamente porque política trata y regula las relaciones de grupos.

    • Cuando nos acercamos a los extremos, la leyes de la naturaleza cambian. No me cabe duda que aplicadas en su extremo, cualquier idea concebida para un entorno «local» puede convertirse en falsa y dañina. De todas formas es normal que cuando hemos basculado demasiado hacia un lado, surjan entusiastas de la carrera hacia el otro. Y durante un tiempo vienen bien, luego, si tienen éxito, se sistematizan y exclerotizan. La mejor política, sin duda, es la que sabe mediar y evitar las intromisiones innecesarias entre las diversas partes, o ámbitos de poder, de una sociedad. ¿Dónde está el límite? Creo que si existiera hace tiempo que se habría descubierto. El problema es que es variable según las circunstancias, pero toda esa dificultad no impide que se observen los errores cuando éstos son claramente manifiestos (por ejemplo, el Estado elefantiásico actual). Es como manejar el volante de un coche. Se adivina cuando se ha de girar el volante sobre la marcha. Sin embargo hay terrenos que a mí me parecen muy claros, como la propiedad del individuo sobre su propio cuerpo (no el de su hijo, por supuesto, ahí se precisa un árbitro), porque con ese principio no se justificarían infinidad de abusos actuales. El resto, tan manido, de que con tu libertad puedes causar daño a los demás (es inevitable con tu libertad o con tu esclavitud), es totalmente discutible y desmontable hasta un punto mucho más liberal que el actual. Nada hace más daño que un estúpido, un ignorante, un torpe o un irresponsable (y todos lo somos en algún momento aunque haya quien entrene). Nos hacemos daño queramos o no. Aprovecharse de ello para meterse en tu vida hasta donde le apetezca al Estado (para crear órganos de poder y simonías, casi siempre), es probablemente mucho más dañino que el mal que les sirve de justificación para intervenir.
      Evidentemente, para saber dónde está el punto óptimo en cada circunstancia habría que experimentar (más o menos impuestos, más o menos servicios, etc.) y sacar conclusiones. ¿Conoces algún partido dispuesto a hacerlo una vez ha tocado poder? ¿Alguno que quiera recortar un departamento y despedir al personal sin crear otro para recolocarlos? Curiosamente, los partidos establecidos se ponen a parir a diario, pero ninguno de ellos habla de recortarse seriamente aunque alguno (de los que casi no tocan, o no tocan poder) haga un brindis al Sol de vez en cuando.
      O sea que el problema, para mí, no es de si debe existir o no Estado, sino dónde se pondrían sus límites hoy (y los de las diferentes unidades de poder imprescindibles). Ahí si que la discusión tiene sentido a la hora de votar al partido que trabaje en esa dirección. El caso es que los ciudadanos estamos realmente maniatados. Los partidos que apuntan en la dirección que consideres adecuada, luego no cumplen. ¿Te imaginas que los profesionales de la vida real no cumplieran? Por eso digo que el error está en el sistema. Hay que quebrar su estructura de poder y darle más capacidad de control al ciudadano. Hoy, ésa es la buena dirección. Eso sólo se podría conseguir de una manera «evolucionaria» conquistando el poder por sus cauces actuales y luego quebrándolo desde dentro. Eso es imposible si no se apuntan a ello, no sólo el líder, sino una cúpula de representantes suficientemente consciente de la grandeza de ese objetivo y poco preocupada por su bolsillo. Si no, sólo queda esperar a que el sistema se hunda por su propio peso muerto u otra fuerza lo derribe sin pamplinas.

  2. Mi opinión: la pregunta de cuál es la unidad de soberanía (se entiende la menor) tiene una respuesta concreta: el individuo. El error es deducir de ello que es, o que ha de ser, la única. En la realidad existen muchas unidades de soberanía que están anidadas, y ni la unidad menor (el individuo), ni la mayor (el Estado) pueden existir por sí solas. Si no se acepta lo anterior la pregunta no tiene respuesta y la realidad de la aplicación práctica de cualquier unidad autónoma excluyente plantea problemas en el sentido de que utiliza unidades menores pero no las reconoce (en el extremo el individuo, muchas veces laminado).

    A partir de ahí, la lucha política de un partido liberal la entiendo yo como empujar en la dirección de aumentar la autonomía del individuo frente a la del Estado y otras unidades de poder menores a aquél que reducen excesivamente la autonomía individual entrando en terrenos que convendría que fueran individuales antes que sociales (por ejemplo la propiedad del propio cuerpo). Los partidos socialistas y comunistas van en la dirección contraria. Los conservadores en lo suyo, sea eso lo que sea (no tienen reparos en no disfrazar su egoísmo, dicho esto sin connotaciones de ningún tipo).

    La posibilidad de un Estado despótico es muy real, factible y sobran los ejemplos. E slo normal. La realidad de un individuo autónomo también (nunca es totalmente esclavizable, al menos por ahora). No se trata de escoger extremos sino la dirección. Y no siempre, sino según las circunstancias. En el otro extremo de lo que hoy tenemos seguramente lo progresista sería trabajar en la dirección socialista o estatista (que es lo mismo). Hoy para mí, el socialismo es altamente reaccionario y dañino para los mismos ciudadanos que pretende defender, pero que en realidad son la excusa de un montón de parásitos acomodados.

  3. Tengo una pregunta directa para el P-lib, y les agradecería una respuesta escueta y directa (no como la dada por el Mesías Iglesias a El español y que he puesto en el hilo, relativo a Podemos):

    ¿Cuál es la unidad de la soberanía? ¿La comunidad autónoma, la provincia, la ciudad, el barrio, la comunidad de vecinos?

    • Hombre, no soy yo el más indicado para responder en nombre del P-LIB, pero si te puedo decir lo que opino yo: el único soberano es el individuo. Ni los barrios, ayuntamientos, CCAA… Son soberanos de nada.

      • Luis: a ver si te he entendido bien. ¿dices que un individuo que viva en España, se puede declarar independiente, con todas las consecuencias (por ejemplo no pagar impuestos) y los demás y en particular el Estado español debe aceptarlo? Porque de eso estamos hablando. Por cierto, y por si hace falta aclararlo: no me interesa, para nada, un respuesta teórica o un bla-bla-bla tipo pablito.
        La pregunta es absolutamente concreta: ¿cual es la unidad de soberánía, que aplicaría el P-lib, aquí y ahora?. ¿El pueblo (al que no le guste la palabra que ponga ciudadanos o lo que guste que sea equivalente) español en su conjunto, el pueblo catalán, el pueblo madrileño, el pueblo de Vallecas, los propietarios de la C/ Alcalá nº 21, el propietario del 5º-A?

        • A ver, según la Constitución Española, la soberanía reside en el pueblo español, in tuto. Lo primero que habría que hacer es cambiar esa afirmación en la Constitución y devolver la soberanía a quien le corresponde: el individuo.
          La respuesta es clara: con el ordenamiento jurídico actual, la soberanía es de TODO el pueblo español. El objetivo de un partido libertario sería devolverla a los ciudadanos, que son los verdaderos soberanos.

          • Luis te prometo que si consigues explicarme como se puede conseguir en la práctica que el propietario del 5º-A, de la C/ Alcalá 21, de la ciudad de Madrid, capital de España, se pueda declarar independiente unilateralmente (que eso es ser soberano) de su comunidad de propietarios, de su ciudad, de su país, y por tanto dejar de pagar comunidad e impuestos, me convierto en libertario.
            Eso es justo lo que nunca me explican: mucha declaración de intenciones, muchos valores supremos, mucho bla-bla-bla, pero nada concerto respecto a esa pregunta tan simple y concisa: el susodicho propietario se declara independiente, de su comunidad, de su ciudad, de su pais, porque los libertarios ganáis las elecciones y establecéis que el individuo es la unidad de soberanía.
            Vale y ahora que ya es independiente y es el presidente independiente de su república particular y no paga ni comunidad ni impuestos ¿qué? ¿llega volando hasta el 5º A? ¿o sigue usando la escalera o el ascensor, aunque ya no pague su mantenimiento? ¿Y las calles de su ex-ciudad? ¿y las carreteras de su es-pais?.
            Esas son las respuestas concretas que yo necesito: no tratados teóricos grandilocuentes. Para eso ya tengo a Pablito que encima sale en la tele.

            • Por cierto, cuando le hice esta misma pregunta al faro de los liberales ancaps, J.R. Rallo en su blog, me contestó literalmente que:
              En un país (por ejemplo España) si se pueden establecer unidades de soberanía menores, pero que en una Comunidad de propietarios no. Ante mi repregunta de como podía ser eso si España entre otras muchas cosas estaba formada por miles y miles de Comunidades de propietarios, me dijo esto que me dejó absolutamente pasmado por su pasmosa y evidente estulticia:
              «Es más fácil organizar la convivencia entre 50 millones de personas que integran un país, que entre 50 que integran una comunidad de propietarios». Por supuesto cuando le hice notar lo absurdo de la respuesta, no obtuve respuesta.
              Esto lo dijo una de las mentes pensantes, supuestamente más brillantes del liberalismo español, o al menos de sus caras más conocidas.

            • Pensemos en otra propiedad comunal: una sociedad anónima. A poco que pensemos en ello nos damos cuenta de que funciona prácticamente igual que una nación, país, o como le queramos llamar. En una SA la unidad de soberanía no es el individuo. Un accionista no se puede independizar y quedarse con su trozo del Banco Santander. Lo más que puede hacer si quiere cortar lazos es vender y punto. Como un país, las decisiones del día a día no las toman los comuneros sino un consejo de administración a través del aparato gestor de la entidad, es decir el equivalente al Estado. El accionista como el ciudadano de un país democrático lo que hace es votar en sus respectivas asambleas. Luego cuál es la unidad de soberanía de una SA o de un país constituido como tal? Pues la totalidad del cuerpo electoral o accionarial, sencillamente porque nadie ha dado con otra fórmula mejor. Desde luego, en mi opinión ustedes tampoco.

            • Todo teoría, nada de práctica.

              La solución a todo lo que mencionas se llama «contrato». En la comunidad de vecinos el señor «X» ha firmado un contrato y debe atenerse a él. En su relación con el ayuntamiento, la CA o el gobierno central no media contrato alguno. Yo, al menos, jamás he firmado un contrato con mi ayuntamiento, ni con mi CA, ni con mi «Bobierno». Ni con Hacienda, … que no se me olvide.
              Devolver la soberançia es, entre otras cosas, devolver la propiedad. Todo aquel que ha pagado impuestos se convierte en co-propietario de lo que se hace con ellos. El dueño de las carreteras no es el Estado: soy yo, junto con los otros tontos que hemos pagado impuestos. El dueño de las escuelas soy yo, y el de los hospitales públicos, y los polideportivos municipales, y ….
              Si renuncio a, por ejemplo, pagar impuestos, es evidente que renuncio a los bienes que se financian con esos impuestos. No podré enviar a mis hijos a una escuela pública o al polideportivo del barrio, y si la policía me pilla rodando sobre sus carreteras, pueden reclamarme un canon por su uso. Un problema de matemáticas, que no de política, sería el de aquel que, tras haber pagado 30 años su seguro de enfermedad, decide dejar de hacerlo. Muchas cuentas serían necesarias para dilucidar qué servicos usó, cuanto costaron, y si le queda saldo a favor, o en contra.

              No, no es fácil. Sí, sí es posible. También, existen modelos de transición. Privatización progresiva de servicios (eliminando todos los monopolios estatales obligatorios y los no obligatorios), por ejemplo, lo que no quiere decir que desaparezcan los servicios públicos de repente, o incluso nunca: siempre habrá quien prefiera el Insalud a la Mayo Clinic.

            • Luis: yo no sé si no caéis en la cuenta de que ese contrato del que hablas que me permite usar las carreteras públicas en España ya existe de facto: se llama nacionalidad y es el contrato que me permite usarlas mientras que a uno que no tiene mi nacionalidad no, a menos que se lo «hayamos permitido» por ejemplo otorgándole un visado de entrada. Todo eso de lo que hablas ya existe en la práctica, con la particularidad de que dado que es materialmente imposible establecer contratos bilaterales entre 50 millones de personas, el contrato de facto se delega o se establece con un ente que nos representa a todos y que llamamos Estado. Date cuenta que yo no estoy discutiendo si ese Estado es un buen o un mal gestor. De hecho creo que es muy malo. Pero en lo que no puedo estar de acuerdo en que la solución sea prescindir del gestor, sencillamente porque a día de hoy nadie consigue explicarme como eso es posible. Es si me permites el simil como si a un enfermo que tiene un tumor cerebral, la solución del cirujano liberal ancap fuera: vamos a extirparle la totalidad del cerebro, en vez de vamos a extirparle el tumor y además con exquisito cuidado no vayamos a matarlo.

            • Las respuestas las tienes en las propias comunidades de propietarios. Si no paga el ascensor pues tendrá una deuda con la comunidad que si no se paga bien pudiera llegar a valer su propiedad (su casa)

            • Luego en una simple Comunidad de vecinos la unidad de soberanía no es el individuo. ¿Y ustedes pretenden que lo sea en un país?

    • Como ha dicho Luis, el principio de soberanía reside en cada individuo ya que ellos son los únicos sujetos de derecho. Como está negro sobre blanco en el preámbulo de nuestro programa político marco:

      «Para nosotros la libertad de la persona es el valor supremo, y pensamos que el
      orden espontáneo de la sociedad y de la economía es superior a cualquier
      forma de organización y planificación estatal. Creemos en una sociedad de
      hombres y mujeres soberanos de sus vidas y conscientes de su unicidad, de sus
      derechos, de sus responsabilidades y de la extraordinaria importancia de su
      propia libertad.»

      • Perdones pero esto es una declaración de intenciones tipo Pablito. Mucho bla-bla-bla para no decir nada. Le repregunto lo que acabo de repreguntarle a Luis.

        • Para aclararlo un pelín más, por si aún quedan dudas: hasta donde yo se, tanto el PP como C’s responden a la pregunta de manera concisa: el pueblo español.
          El PSOE, no se que responde, y Pablito tampoco.
          Ustedes, en esta pag. piden mi voto, y de momento no sé su respuesta.

          • El «pueblo español» no parece una respuesta muy concreta precisamente y seguramente encontrará mucha gente que discrepe de lo que usted considera «pueblo español» y a quienes incluye y excluye del mismo (algo así pasa también con la «clase obrera»). En el P-LIB creemos que el único sujeto de derecho es el individuo y por tanto debe ser libre de elegir su gobierno. ¿cuál es la unidad de la soberanía?: Cada individuo . No creo que encuentre respuesta más concreta que esa.

            Para dejarlo más claro: favoreceremos gobiernos y sistemas de elección que respeten la voluntad de los individuos. Así, de los ejemplos que usted ha puesto la comunidad de vecinos nos es la más interesante, no porque sea la más pequeña sino porque es la única que, hoy por hoy, no se impone por la fuerza del estado (aunque sí está regulada por ella)

            • Gracias por su respuesta. ahora sí clara y concisa.
              Por cierto «pueblo español» a efectos políticos es igual de definido, que su respuesta: a efectos prácticos todo aquel que tiene derecho a voto en España en unas elecciones generales. Mas definido imposible.
              Le agradecería sinceramente si pudiera contestarme de igual manera concisa como puede ejercer su soberanía individual, que su partido defiende, un comunero que quiera independizarse de su comunidad de propietarios.
              Gracias

            • Disculpe: corrijo, para que no haya malentendidos «que quiera independizarse». Lo correcto es «que decide unilateralmente, en virtud de su soberanía, independizarse de su comunidad de propietarios».
              Gracias.

            • Gracias, hasta ahí llego. Estoy completamente de acuerdo con usted, por lo trivial de la solución, pero me temo que tenemos un «pequeño» problema si la única posibilidad de independizarse es esa. Como seguro que usted sabe el quid de la cuestión es que, que yo sepa, y corrijame si estoy equivocado, ningún independentista ( que ese es el término vulgar y corriente para designar al que quiere ejercer su derecho a la soberanía unilateral) quiere vender su propiedad y largarse de su comunidad, sino que lo que quiere es independizarse conservando su propiedad. Luego su pretendida y obvia solución de vender sencillamente no sirve porque eso no es lo que pretende el independentista. Por si no lo recuerda se lo repito: el independista (ya sea el del quinto A o los independentistas catalanes) es quedarse en exclusiva además de con su propiedad con parte de los elementos comunes, o al menos seguir usándolos sin pagar su parte alicuota.
              ¿Tiene usted alguna otra solución?.

  4. En general estoy de acuerdo con PVL. La gente, es decir la inmensa mayoría, no lee los programas y no se entera de la existencia de los partidos minoritarios. Si salen por la TV alguna vez lo olvidan al día siguiente. Por eso, lanzar un partido tiene muchísimo más que ver con el marketing que con los programas. Es preciso ser seductor y apelar a las emociones o a las vísceras. El desnudo de Rivera fue más potente, en ese sentido, que todas las carteladas, mitines y todo eso que se hicieron y de las cuales prácticamente sólo se enteraban los interesados. A la masa, nos guste o no, se le llega a través de una emoción. El P-Lib esa estrategia ni la considera.
    Por otra parte, los partidos no cumplen con sus programas (es un hecho), y por lo tanto, fiarte de un programa es como hacerlo de una escopeta de corcho en caza mayor. Es desesperante pero es así. Excelentes políticos y personas, en la intimidad, te confesarán que al «pueblo» (detesto la palabra), no se le puede confiar según qué cosas porque ni está preparado ni lo estará. Siempre he respondido que ese mismo «estúpido buen pueblo» es el que lo hace todo, interactuando en tiempo real, a pesar incluso de las interferencias de los políticos. La gente toma decisiones tontas (y parece tonta) cuando carece de responsabilidad directa sobre sus actos, pero en cuanto de ellos se siguen consecuencias reales, se «inteligentiza» de inmediato (es curioso que no exista esa palabra pero si la de atontarse). Espero que algún día la informática de el poder responsable al ciudadano. El político, como el profesional, sólo debería poder hacer lo que el ciudadano le encarga y paga (es decir quien manda). El problema es que quien contrata un arquitecto (el que sabe hacer pero no manda) tiene un teléfono para decirle lo que ha de hacer. Los políticos bien se encargan de que la voluntad popular no tenga una herramienta que la sintetice y refleje en tiempo real, pero eso para la informática es un juego. (Y no estoy hablando de referendos permanentes. Ya no serían necesarios, ni de estos ni de los otros.)

    • Nosotros consideramos todo, otra cosa es que lo podamos costear.
      Si tienes el guión para un anuncio que pueda grabar yo mismo, o mejor, un actor que no nos cobre, y que vaya a tener éxito en lo de «llegar a través de una emoción», te agradezco que me lo hagas llegar. Estaré encantado de intentarlo.

      Intuyo que además necesitaremos publicitar este hipotético gesto, por lo que tendría que venir acompañado de bastante pasta, digamos unos 25.000€ para poder enseñarlo a suficiente gente.

      Lo de salir en pelotas no, que si hago eso es peor el remedio que la enfermedad.

      • Lo siento pero yo ya he hecho la mili y no me toca, pero por ahí va. Mil personas ilusionadas a 30 euros, ya son 30.000€ (y me consta que pueden poner mucho más), y luego su fuerza y sus ideas. Sólo necesitan una ilusión o un hartazgo (caso Podemos). Hay que saltar a las TV, desde luego, pero gratis, mediante la idea feliz, porque la masa ciudadana no se entera de los blogs, y el trigo se recoge de donde está. Hace falta mucho pragmatismo y sacrificio desinteresado. Y un antídoto para cuando se toque poder, porque inevitablemente emborracha. Eso tiene que venir en forma de un sistema de control de la cabeza del partido por sus bases ANTES de que el poder esté constituido o como mucho a la vez. Los seres humanos miramos primero por nosotros mismos (no pretendo cambiar su naturaleza), así que sólo el control modera. Pero ¡en fin!, ya lo sabes.
        Yo creo que ahora tenemos dos balas para acabar con el bipartidismo tan nefasto que nos ha llevado a donde estamos: Podemos y C’s. Sólo que Podemos no podrá hacer nada porque a cualquier gobierno que se endeuda a 700ME/día (y ellos lo endeudarán más), se le cortan las alas con sólo no prestarle esa droga diaria. Pasará lo que en Grecia.
        Con C’s, ya perfectamente instalado en el sistema (y el sistema es el verdadero problema) es posible cualquier tipo de pacto (ya lo demostró pactando con según quién en su día). Se corregirá alguna cosa pero la máquina continuará sin que nos descalabremos hasta que la burbuja de la deuda estalle por cualquier otra razón. Ya me conformaría conque la fuesen desinflando porque nadie que necesita pedir cada día dispone de independencia (y no sé si de dignidad).
        De todas formas mis mejores deseos para el P-Lib, pero no quiero votar al PP votándoos a vosotros. (Y me prometí que nunca más votaría C’s por convertirse en más de los mismo: sistema, con uno u otro colorín; pero ya ves lo que te puede hacer la vida. Ojalá tuviera otra opción. Quizás en otro momento en que no nos juguemos tanto.)

  5. Estas reflexiones me parecen muy desafortunadas. Y nada reales, por cierto.

    «El español medio detesta el esfuerzo y el mérito»
    «El español medio busca la fórmula mágica por la que, desde el mínimo esfuerzo personal, alcanzar el máximo rendimiento para sí mismo, al tiempo que elude toda responsabilidad individual derivada de sus actos…. o sus no-actos.»

    Podría pasar que este fuera el pensamiento del perroflauta-nini medio. Incluso del votante podemita medio. ¿Pero del español medio? No jodas, Luis.

    • Dani, lo escribo con pesar. Con mucho pesar. Pero eso lo que hemos estado votando las últimas 4 (ojo, no antes) convocatorias electorales. Basta con ver los programas desarrollados y qué leyes han nacido de ellos.

  6. Habría que pensar verdaderamente que mete «miedo», si partidos que dan soluciones de crecimiento(o mantenimiento) a través de deuda y/o asfixia del ciudadano a través de impuestos, para seguir mantenimiento un sistema de ayudas, pagas, subvenciones, «estado del bienestar»,etc.. .totalmente a la larga(o en España tristemente quizás a la corta) quebrado, o un partido, que da soluciones, si «duras» o «radicales» en algunos temas quizás, pero es que las circunstancias en que esta el «enfermo» lo exigen, para que esto no pase.

    Otra cosas es hablar de engañar y mentir a la gente, una y otra vez más con propuestas «fáciles» que no solucionan los problemas, e incluso los van agravando, para obtener su voto,…pero yo para eso prefiero estar fuera del sistema, como estaba…..hasta que conocí el P-LIB.

    • Tienes razón, pero la solución en mi opinión es tener un partido liberal que «conecte» (perdón por la palabra, pero no se me ocurre otra) con la gente, para así que pueda llegar al Congreso e influenciar algo para que se cambien, al menos, algunas cosas. Sin esa «conexión» todo se va a quedar en pura ortodoxia liberal, que está muy bien, sí, pero que en la práctica no consigue cambiar nada.

    • No, Luis, hay más. Mira:
      http://enlacesliberales.blogspot.com/
      Y tengo algunos más por poner, que he ido conociendo a raíz de mi reciente entrada en Twitter, pero no lo he hecho por falta de tiempo.
      Eso de la coalición liberal en España es una idea que quiero desarrollar en mi blog pasadas las elecciones generales, o sea, el año próximo.
      Pero ya ves que estoy danto adelantos en tu blog 🙂

  7. Me tomé la molestia de mirar el enlace de Luis sobre las propuestas y calendario del P-Lib. La 1ª propuesta de la lista es «legalización inmediata de la donación mitocondrial». Tras superar mi «shock» inicial de que «eso» (fuera lo que fuera) encabezara la lista, me fuí a la wiki para enterarme de qué iba.
    Después de leer al respecto llegué a la conclusión de que estoy de acuerdo con la «legalización de de la donación mitocondrial».
    Ahora bien, a pesar de estar de acuerdo (tras haberme informado previamente) y con todos mis respetos por aquellas personas a las que las donaciones mitocondriales les parezcan prioritarias, no votaría a nadie tan «torpe» como para encabezar un programa electoral (que de por sí casi nadie se lee) con «eso».
    Sobre partes del resto del programa también tengo serias dudas (con otras estoy de acuerdo), por lo que mi conclusión es que no debo ser suficientemente liberal.
    Con bastante probabilidad volveré a votar al PP, sin demasiado entusiasmo y cruzando los dedos para ver si por fin, ahora que la crisis parace que ha terminado, se deciden a cumplir con su programa electoral y nos bajan los impuestos, que a decir verdad, me importa infinitamente más que la donación mitocondrial.

    • Pues si de bajar impuestos se trata, lo mejor es votar al P-LIB, no al PP. Es cuestión de leer lo que le ponen a uno delante en lugar de quedarse en lo que uno cree que no va a poner el papel porque empieza con un punto al azar que no veo… 🙂

      • Luis: ¿te parece un acierto que esa medida sea la primera que uno se encuentra cuando lee un programa electoral de un partido que no conoce casi nadie?. A mi sinceramente me parece una torpeza tremenda, y aún más grave me parece el no reconocerlo. Pero en fin cada uno es muy libre al fijar su lista de prioridades.

        • Hombre, yo sí hubiera empezado por las libertades personales, mi orden de la lista dentro de ese punto tal vez hubiese sido otro. Pero te repito lo de antes: lo normal es leerlo todo 🙂
          De todas maneras, en el P-LIB están a tiempo de limar detalles, supongo.

          • Luis me lo he leído todo. Te tengo el suficiente aprecio personal (aún sin conocerte personalmente) y el suficiente interés por ver que proponen los que «comparten» ideología conmigo, como para hacerlo. Ya dije que del resto hay cosas con las que coincido y cosas con las que no. Pero me llama poderosamente la atención que por un lado insistas en que se trata de un programa «realista» (se supone que para atraer a posibles votantes) y que por otro se encabece el programa con una medida tan chocante por absolutamente desconocida. No te ofendas, pero comparado con eso, las excentricidades del PACMA son realismo puro y duro.

    • El P-LIB sí que propone decididamente una reducción de impuestos. ¿Revisaste las propuestas 48 a 59? En cuanto al orden de aparición de las propuestas, para algunas personas las libertades personales son más importantes que las libertades económicas.

      • Repito: si soy el único al que le parece chocante (por decirlo suavemente) que el programa del P-lib tenga como 1ª propuesta lo de las mitocondrias (joder, que me apuesto la cabeza y no la pierdo a que no hay ni una persona de cada 10.000 que sepa lo que es una mitoconfria) mientras que hay que ir al puesto 48 a 59 para leer sobre las bajadas de impuestos, es que definitivamente alguien que pretende hacerse hueco en la política se perdió la clase de «redactar un texto» y ya de marketing ni hablamos.

    • La acción de gobierno no es secuencial, sino simultánea, así que el orden de las propuestas de gobierno del P-LIB, en la tabla, ni es según su importancia ni es según su orden de realización. De lo que no cabe duda, y te agradezco que reconozcas la importancia, validez y sensatez de nuestras propuestas, es que lo ahí reflejado responde a las justas demandas de todos los ciudadanos sobre las libertades personales en todos los ámbitos de la vida, desde las económicas hasta las no económicas. Nosotros no confiamos en la suerte, cruzando dedos, ni en que por taparse la nariz al votar el hedor desaparezca y con él la mierda de los partidos. Y no seré yo el que califique de «torpe» al que confíe en política a que votando a los de siempre se consiga un resultado diferente, o al que cruzar los dedos es parte de su práctica política, o al que se tape la nariz para votar, no, pero sí que demuestra, como poco, una ingenuidad que de nuevo nos puede costar muy cara a todos los españoles.
      Si quieres un resultado político diferente, no votes a los de siempre. Es fácil. Lee el programa y vota en conciencia.

      • «Así que el orden de las propuestas de gobierno del P-LIB, en la tabla, ni es según su importancia ni es según su orden de realización».

        Si señor, toda una declaración de intenciones y más para alguien que intenta comunicar y vender unas ideas.

    • El documento tiene todas las propuestas porque creemos que la libertad se aplica en todos los aspectos de la vida.
      Cuando toque defenderlo en campaña podremos hacer hincapié, o dar prioridad en el tiempo a unas propuestas en lugar de otras, pero no creo que sea descabellado empezar por la que se ha empezado.

      En cualquier caso, y de cara a la campaña, ¿cuáles de nuestras medidas te parecen más importantes?.
      ¿Con cuáles de ellas coincides y con cuáles no?

      Por supuesto, no digo que lo que una persona opine cambie lo que en el partido nos cuesta mucho esfuerzo y trabajo deliberar y acordar, pero siempre está bien escuchar a los potenciales «clientes» para intentar adaptar según qué cosas.

      • Por este orden:
        1º Liberalización de la economía.
        2º Disminución de la maquinaria estatal (que básicamente son puestos de trabajo, aunque suene muy impopular decirlo, ya que el grueso del presupuesto estatal es para pagar nóminas).
        3º Disminución de impuestos.
        Con esas tres me daría con un canto en los dientes.

        • Recibido alto y claro.

          Creo que tus prioridades son bastante sensatas.
          Con tu permiso, seguramente me centraré en eso durante la presentación del programa en Alicante el próximo jueves día 5 de Noviembre a las 18:00h en el Hotel AC Alicante.

          Por cierto, date por invitado.

          ¡Saludos Libertarios!

          • Gracias por la invitación pero tras mi fugaz paso por VOX ya he tenido suficiente, al menos por un tiempo, para gastos en política.
            En cualquier caso os deseo mucha suerte: esté más o menos de acuerdo con vuestro programa, sería toda una agradable novedad que una opción liberal se fuera haciendo oir en España.
            pda: no sé si con esas tres propuestas encabezando un programa electoral el P-lib tendría más exito que en la actualidad (me temo que no). Lo que si te garantizo es que como mínimo podría tener un voto más de alguien que nunca os ha votado, (adivina quien ;).

  8. La mayoría de los españoles no votarán al P-Lib porque no sabe que existe el P-Lib. Es así de sencillo. Y ese debería ser el punto central del debate interno en lugar de discutir florituras sobre si nos llamamos liberales o libertarios (que suena a guerra civil). Esa sociedad abonada al socialismo que denuncias con razón no ha surgido de la nada. Los socialistas, en su momento (y los nacionalistas, etc.) se prepararon desde la insignificancia para alcanzar el poder. Se colocaron pacientemente como quinta columnistas en todos los sistemas de poder que pudieron tener a mano (para ello se vendieron lo que hiciera falta -algo que los puristas no quieren ni saben hacer-) y desde ahí esperaron su oportunidad. Los jóvenes de hoy son el resultado de mucho trabajo además de un sistema educativo -resultado de ese trabajo- que premia la mediocridad, «la cooperación en equipo» (cuando en los equipos profesionales cada cual habla de lo suyo, y sólo coordinan los ritmos para que con su trabajo individual todo llegue a tiempo) y la igualdad de resultados, castigando el mérito individual por «insolidario».

    Y ahora al grano. ¿A quién voto el 20D? ¿Al P-lib? Ese voto se repartirá entre los partidos más votados. ¿Al PP? Un partido que se ha hartado de repetir que nada más se podía hacer (pero sin tocar las estructuras políticas del país que son una sangría y un mal ejemplo), que nos ha aumentado la deuda a un ritmo feroz (y que lo vendía semanalmente como un éxito: -Esta semana os hemos endeudado de nuevo en 5000ME, pero más baratito. ¡Olé!) y que nos ha frito a impuestos cargándose a muchos autónomos que no cobraban (porque en este país, si no te pagan no pasa nada), pero que sí eran estrujados por Hacienda por sus facturas emitidas e impagadas, etc., etc. ¿O voto al PSOE?, la otra cara de la moneda que las ha hecho peores. ¿O voto a Podemos?, que quizás nos haría reír un rato arrastrando por el barro (me temo que se acomodarán de inmediato) a unos cuantos a los que les tenemos ganas a cambio de desmontarlo todo con su sectarismo e incompetencia. ¿Pero alguno de ellos ha creado un euro alguna vez? Y lo mismo para el resto de la izquierda. ¿Voto a Vox? Mira que me encantaría un referendo sobre si queremos o no autonomías, y él lo lleva en su programa, pero sería lo mismo que votar P-Lib: voto al cesto del PPSOE. Lo mismo para cualquier otro marginal (el PX me encadila mucho con su propuesta de representación electrónica permanente del electorado en el congreso). Y ya sólo queda C’s. ¿Por qué creéis que ha subido tanto? ¿Por sus méritos? Los que como yo, no queremos votar a nadie de los que tienen alguna posibilidad se plantean esto muchas veces. ¿A quién coño voto yo para que me hagan el mínimo daño el próximo 20D?

    • La mayoría de los españoles no saben que existe el P-LIB porque….

      Municiaples del pasado mayo 2015:

      Desde el suelo de los 185.000 euros con los que cuenta UPyD para la campaña electoral al techo de los 20,5 millones que tiene de límite de gasto el PP, los partidos afrontan los comicios municipales y autonómicos del 24 de mayo sabiendo que importan tanto las propuestas como las carteras con las que estas se publicitan. Si se confirma que esta es la era del final del bipartidismo, será la última vez que el PP y el PSOE (7,8 millones de presupuesto) gestionen en exclusiva la abundancia, fruto de su mayor representación institucional y número de afiliados, y la primera en la que Ciudadanos (2 millones) y Podemos (1,2)

      En el P-LIB nunca se ha dispuesto de más de 50.000 € al año para todo. Ya no hablo de campañas electorales, ni de presupuestos de comunicación, ni de fundaciones extrañas.

      No es victimismo, es la realidad. Pero podemos cambiar esa realidad: Donaciones al P-LIB

      Por otro lado, condicionar el voto al corset impuesto por la ley electoral es tal vez práctico, pero nada consecuente. Es como decir: yo voto al partido «X», que es el de mis entretelas, en el momento que sepa que va a conseguir un escaño. Mientras, no voto o voto a cualquier otro que sea el «menos malo». O sea, voto «más de lo mismo».

      Una buena forma de obligar a los medios a hablar del P-LIB sería obteniendo 100.000 votos…. pero claro, de esos 100.000, 90.000 preferirán no votar o votar con la nariz tapada. No es valiente 🙂

      • Me gustaría estar de acuerdo contigo, de verdad, pero no puedo. Estoy de acuerdo básicamente con Miguel y con JJI. No es solo que la gente no conoce al P-LIB, sino también su programa maximalista, muy cercano al anarcocapitalismo. Ya lo expuse en mi blog. Asusta a la gente. Creo que lo único que se puede hacer, en plan práctico liberal, es esperar a que pasen la elecciones del 20D, que ya están perdidas, y posteriormente intentar una coalición de partidos liberales españoles (hay material para ello, como se demuestra en mis «enlaces liberales») en la línea de, por ejemplo, las propuestas del Partido Liberal de Canadá, que acaba de arrasar en las elecciones allí. Un cordial saludo.

        • El programa no es en absoluto maximalista. es liberal. No encuentro en las medidas a tomar durante una primera legislatura ninguna maximalista, o irrealista, o 100% rupturista.
          Pero claro, si lo que queremos es continuismo en el colectivismo, enctonces sí, es un programa radical 🙂
          Saludos!

          • Luís, ya no se trata de dinero. Hace 9 años nació C’s sin un duro. Varios miles de personas se partieron de trabajar por una ilusión para sacarlo adelante. Nueve intelectuales, a su vez motivados por su experiencia con muchas de esas personas que pusieron su tiempo, dinero y esfuerzo actuaron como punto de acumulación y el partido nació para crecer. No sigo con la historia. El P-Lib lo primero que necesita es crear una ilusión (C’s lo hizo con el hartazgo de los laminados por el nacionalismo), después conseguir que mucha gente se mueva por esa ilusión. Ya tiene trabajo para rato. Y en vea de eso, tras sesudas deliberaciones, el P-Lib nos obsequia con su cambio de nombre. ¡Vamos, por los cerros de Úbeda!
            Y ahora a lo urgente. En una situación como la actual votar por idealismo es irresponsable. Aquí se ha de votar el mal menor. El sistema (que es el verdadero problema) ya se encarga de que no tengamos ningún bien, ni siquiera pequeñito. Sólo el mal menor. Yo casi siempre he tirado mi voto por idealismo (que acababa invariablemente en el PPSOE en las nacionales y en CiU en las autonómicas, para más recochineo en mi cara), pero podía fardar de valiente, como tú dices. Ahora ya no estoy para esos lujos.

            • Eso de «nació C’s sin un duro» creo refleja a la perfección la ingenuidad política en la que los liberales estamos instalados en este país. Los demás partidos encantados, claro

            • C´S nació con buenos padrinos como el señor Boadella y otros buques insignia de la cultura catalana. Obviamente es un partido articulado en el amor a una bandera y su actividad parlamentaria de 12 años en Cataluña ha sido hasta hoy anecdótica.
              La cuestión es que las televisiones bailan el agua a los partidos que defienden su status quo. Ni C´s , ni PODEMOS se plantean liberalizar el mercado de TV.

            • ¡Cachis diez! Considera la posibilidad de que esté obligado por el secreto de confesión. C’s vivió al principio de sus afiliados. También le hicieron el trabajo duro. Al poco vino algún esponsor, pero con cifras de risa frente a lo que se maneja por estos pagos. Así fue el principio. Déjate de tópicos y generalizaciones.

        • El programa del P-LIB es un programa sensato, viable, sostenible, pensado para un cambio gradual alejado de posturas maximalistas y utópicas. Tan es así que el programa está dividido en varias columnas según las legislaturas para reflejar las distintas etapas y pasos del cambio. La primera y segunda columnas son el reflejo de una política para la acción inmediata en un país sometido a un modelo de Estado socialdemócrata quebrado, insostenible e injusto, que necesita unas reformas básicas para la recuperación. Estas medidas suponen lo inmediato y necesario para que España, en esa primera legislatura, abandone el fangal de crisis y depresión en la que se encuentra sumida. ¿Te parece maximalista querer que en España no haya crisis? Ahí seguro que coincides con la mayoría de los políticos que defienden este modelo de Estado, que antes piensan en su particular 3% que en tus derechos y libertades. Yo por mi parte, en el P-LIB, seguiré luchando para que el Estado, los políticos y los burócratas, tenga menos poder y todos los ciudadanos más libertad y prosperidad. Y el crecimiento constante en afiliados, simpatizantes y votos demuestra que vamos por buen camino.
          Al final lo utópico es un modelo de Estado socialdemócrata que con sus crisis sistémicas recurrentes demuestra que es tan insostenible como inviable, recurriendo a medidas libertarias para ir tapando los ahujeros de un barco condenado al naufragio.

          • Te contesto lo mismo que le dije a Luis. Las medidas inmediatas que propone el P-LIB conducen a otras medidas. Y esas otras medidas conducen al programa. Mi opinión es que el P-LIB no va a conseguir apoyo en votos (que es lo único que al final cuenta para poder cambiar las cosas) porque todo eso «asusta» (sigo pidiendo perdón por la palabra, pero es que no se me ocurre otra, de verdad) al personal. Y las razones las expuse en mi blog en los dos textos que enlacé aquí. Y, sinceramente, me quiero equivocar en mi pronóstico y que el P-LIB tenga el mayor de los éxito, que es mi deseo. A pesar de que no comparto muchas cosas del P-LIB (derecho de secesión, nacionalidad y voto para los residentes, caída de fronteras, etc.) creo que es, con diferencia, mucho mejor que lo que ahí.

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