Neocolonialismo: «nosotros», los culpables

Siguiendo los medios de comunicación patrios y las redes sociales en las últimas semanas, llaman poderosamente la atención  la monotonía y uniformidad de los mensajes que nos llegan tanto desde los foros conservadores como desde los progresistas: «nosotros» hemos establecido y apoyado a los talibanes e ISIS, «nosotros» también fuimos los responsables de que los mulás se hiciesen con el poder en Irán. «Nosotros» somos los culpables de la pobreza en muchas partes del mundo y «nosotros» somos los culpables de Afganistán, Irak y Libia, por haber intervenido, pero también de Eritrea, Sudán y Burundi, por no haber intervenido. «Nosotros» queremos quitarles a los rusos territorios como en en la guerra de Crimea, «nosotros» somos responsables de la desintegración de Yugoslavia y «nosotros» somos la causa de la desintegración del Imperio Otomano, lo que provoca los conflictos en el Medio Oriente.

En el asunto de Siria, los comentaristas siguen sin ponerse de acuerdo sobre si «nosotros» somos los culpables por haber intervenido o «nosotros» somos culpables por no haberlo hecho. En cualquier caso, todos están de acuerdo en una cosa: los lugareños, sin duda, no tienen nada que ver con la Guerra Civil.

No pocas veces encontramos en lugar del famoso «nosotros» el no menos prominente «occidente». Europa, pero sobre todo USA son los culpables. Y sus «aliados», claro: los ricachones saudíes, los servicios secretos paquistaníes, Erdogan o las tribus beduinas libias.

Existe consenso, pues, sobre que «nosotros» somos culpables y por ello tenemos que hacer algo. Y tenemos que hacerlo ya.

Por lo tanto, la respuesta obvia a la crisis de los refugiados es que «nosotros» debemos eliminar las razones últimas de la crisis. Debemos procurar un rápido final de la guerra civil en Siria, el desarrollo económico de los Balcanes, la pacificación de Libia y el establecimiento de la democracia y los derechos humanos (incl. las políticas de género y de reciclado de residuos) en todos los países africanos. Después de todo no queremos tener que salir el año que viene a recibir un millón de refugiados en las playas y estaciones europeas. 

Ni la derecha ni la izquierda quieren revisar su concepción del mundo y reconocer que los pueblos del planeta, desde hace ya muchas generaciones, se valen por sí mismos. Acabada la época colonial,  son ellos quienes toman sus propias decisiones y deben acarrear con las consecuencias de las mismas. Que la gente es inteligente, trabajadora y autosuficiente, con capacidad creativa para construir algo. También los eritreos. Y que no necesitan en absoluto la influencia europea  para ser egoístas, corruptos y tan crueles como para limitar su propio desarrollo y decapitar, ahorcar, violar, encarcelar a sus paisanos.

Los conflictos en Siria o Eritrea, la pobreza en Albania o Sudán, son problemas locales con causas locales, generalmente con una historia muy larga. No los hemos creado «nosotros» y  no podremos resolverlos «nosotros». Miren el ejemplo de Kosovo: 15 años de «protectorado occidental» lo convierten de facto en una nueva colonia de occidente en la que se supone que estamos «arreglando» algo, pero de la que huyen cada año decenas de miles de refugiados. ¿Alguien se cree en serio, que «nosotros» podemos eliminar las causas de la migración de refugiados mediante medidas neocolonialistas?

Yo creo que podemos ayudar en ciertos casos de manera puntual, como por ejemplo después de desastres naturales. O intervenir en un conflicto cuando otros estados están amenazados y solicitan ayuda. Pero nunca debemos perder de vista el hecho de que el neocolonialismo (ya sea conservador o de «progreso») jamás puede realmente contribuir al desarrollo de un país, sólo las gentes de ese país pueden hacerlo.

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Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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21 comentarios

  1. Creo que desde que tengo uso de razón me he sublevado contra el permanente intento de los menos favorecidos (por decirlo de alguna manera) de hacer culpables de sus desgracias a otros más competentes en la solución de sus problemas. Todo ello coordinado por la oportuna clase gestora de la cosa que hacen de eso un oficio.

    Me parece innegable que uno no es responsable ni de la herencia que recibe ni de los actos de sus ancestros. Uno sólo puede ser responsable, con toda claridad, de sus actos y ya en un terreno mucho más cenagoso y susceptible de todo tipo de manipulaciones, hasta cierto punto de sus omisiones. Así que considero maligna esa tendencia a envenenar la felicidad de los que la consiguen sin hacer mal directo (ya se sabe que a veces la felicidad de uno es la desgracia de otro) por parte de los infelices. Gente tóxica
    la llamo. También considero maligna –mucho más maligna por el daño que se hace a la supuesta víctima al exculparlo e inmovilizarlo de paso- la tendencia a considerar al doliente inocente y al feliz culpable.

    Además tenemos conceptos como la caridad o la solidaridad (que vienen a ser dos términos interesados para un solo sentimiento), que cuando son sinceras y espontáneas elevan al ser humano que la da y al que la recibe, y conmueven a los que la contemplan impeliéndolos a imitar esa acción. Nada que ver con lo que se hace por vanidad, ostentación, miedo social, mala conciencia o por la fuerza de cualquier otra coacción.

    Dicho lo anterior, a la pregunta de Luís: -“ ¿Alguien se cree en serio, que “nosotros”
    podemos eliminar las causas de la migración de refugiados mediante medidas
    neocolonialistas?” –mi respuesta sería: -¡Sí, por supuesto! Se ha hecho muchas
    veces. No tienes más que mirar la Historia. Lo que pasa es que no se iba a solucionar sus problemas sino los propios. Lo otro era un efecto colateral. Las fratricidas guerras de los visigodos fueron solucionadas en cuatro días por la invasión musulmana de la península, por ejemplo.

    Otra cosa sería preguntarse si valdría la pena. Mi respuesta personal sería: -No si vas a solucionarles sus problemas. Tal grado de altruismo no se ha visto jamás en esta especie. Se observa a escala local en los padres modernos, tan solícitos en solucionar los problemas de sus hijos. Quizás por eso los jóvenes ahora ya no son los báculos de sus padres en la vejez y hay que “ayudarlos” como si fueran una nueva clase necesitada.

    El problema son los complejos. Cuatro colonos sin complejos cambiaron el mundo infinidad de veces en el pasado. (No los estoy aplaudiendo ni criticando. Sólo apunto el hecho.) Nuestra cultura es hija de muchas colonizaciones que se pasaron por la piedra las de nuestros ancestros y nos dieron otras que tampoco fueron exactamente las de los propios colonos, sino lo que salió del parto (siempre con dolor). Eso no se podría haber hecho desde el respeto, por supuesto. Se hizo desde la supremacía (del tipo que fuera).

    Cuando a mi puerta llama alguien exigiéndome comida y que no sea de cerdo, mi instinto
    natural me impele (en el mejor de los casos) a decirle: -¡Pues mira, va a ser cerdo o nada!

    Traducción para beatas: Me paso por el forro el respeto por las culturas (a la mierda con ese respeto de acomplejados). Igual opinión me merecen los falsos complejos de culpa que se quiere inculcar a Occidente. De lo único que se nos puede acusar (desde la envidia) es de haber sido más competentes. Así que por esa humanidad innata que hasta los más escépticos anidan en alguna parte de su ser, ayudaría a esa gente (que ni siquiera es capaz de formar una fila de a uno para recoger un bocadillo, y que te insulta desde su fracaso vital personal e incontestable, pretendiendo hacerte culpable), siempre que lo pidan con humildad y estén dispuestos a analizar, con respeto pero sin piedad, los venenos mentales que los han llevado a esa situación. Y ahí no tendría piedad. No conozco mejor manera de ayudar a nadie a levantarse.

  2. De hecho, la inmigración demuestra que esa es la elección de los que pueden, aun a costa de su vida.

  3. Apuesto que si les dieran a elegir a los habitantes de esos países, muchos de ellos preferirían ser gobernados por potencias coloniales que por sus actuales dirigentes nativos.

    • El hecho de que la mayoría prefiera buenos amos no es argumento suficiente para que yo justifque la ruindad de preferir ser esclavo de un amo bueno que un amo malo.
      Prefiero personas convencidas y capaces de hacer cosas por sí mismos. Y prefiero fomentar eso a fomentar los «amos buenos» 🙂

      • Estimado Luis: ¿estás diciendo que consideras a Angela Merkel tu ama?.
        ¿Te consideras un esclavo del Estado Alemán?.
        Quiero suponer que no. Quiero suponer que en un momento dado, y ante un cúmulo de circunstancias personales que desconozco, elegiste al opción de marcharte a Alemania, porque consideraste que era tu mejor opción personal.
        Exactamente igual que hacen o intentan los miles de refugiados que actualmente intentan lograr lo mismo que tu: vivir en Alemania.
        Supongamos ahora, que nos dieran la opción a los españoles de elegir entre ser gobernados por dirigentes y partidos españoles o por cualquier dirigente-partido del resto de Europa. ¿Cual sería tu opción?. ¿Acaso no preferirías a la alemana Merkel que al español Pablo Iglesias?. Al menos en mi caso no tengo la más mínima duda y creo que los inmigrantes, de facto tampoco.
        Llevada la cuestión a sus extremos más políticamente incorrectos podría formularse así: todo ser humano (que no sea mártir o héroe, que son minorías estadísticamente insignificantes) elige vivir aunque sea en régimen de esclavitud que morir como libre.
        A lo que añado que: ningún ser humano que viva en Alemania ( o en el resto de Occidente) actualmente (exluidos algunos ancap, que son una minoría estadísticamente insignificante), considera a Merkel su ama y a él mismo un esclavo del estado en el viven, y se sienten muy afortunados por tener la suerte de vivir donde viven.

        • A la primera: sí
          A la segunda: también
          El argumento: sigo sin poder vivir y hacer lo que deseo, me roban la mitad de lo que produzco, me dicen en qué debo gastarlo, y en qué no debo.

          Precisamente porque nos han enseñado que si somos obedientes y buenos siervos nos podemos considerar «libres», casi nadie cree que sea sólo obediente y siervo. Evidentemente, vivir en Alemania me deja más margen de acción que hacerlo en Venezuela, pero eso es como decir que es mejor morirse de un infarto en la cama que de cáncer y tras seis meses de agonía: en el fondo, nos gustaría no morir, no sufrir, permanecer sanos.

          Yo quiero: fomentar la investigación en energía nuclear, en sistemas de clonación animal, en aplicaciones médicas de células madre, comprar y tener en casa una escopeta y una buena pistola, elegir mi proveedor de energía electrica, donar lo que me sobra a quien me da la gana, dejar de pagar un tiempo mi seguro de pensiones porque necesito ese dinero para pagar los estudios de mis hijos, …. sigo con la lista?

          Nada de eso me está permitido. En nigún caso.

          • Inciso:Lo que más me gusta de debatir contigo es que eres meridianamente claro en tus respuestas y postulados.
            Bien, reformularé mi tesis, expresada en tus propios términos: todo ser humano (exluídos santos, masoquistas y martires) prefiere vivir lo más prosperamente y libre posible.
            Asimismo, por lo general incluso los ancaps más convencidos, prefieren vivir de rodillas (como esclavos) a morir de pié (libres).
            Solo los ancpas y otros tipos de «maximalistas ideológicos» considera que en Occidente los ciudadanos seamos esclavos de los Estados en los que tenemos la suerte de vivir.
            La variedad de «maximalismos ideológicos» es enorme: desde los que se consideran esclavos del estado, idem del capitalismo, idem de la industrialización, idem de los «cruzados y judíos», etc, etc, etc.
            En cualquier caso, el maximalismo intelectual no deja de ser un brindis al sol, ya que en realidad, de todas las opciones reales de sitios del Mundo en el que vivir, todos esos a los que he nombrado, sin excepción, ancaps incluídos, prefieren vivir en Occidente que al parecer los oprime de manera intolerable.
            Por contra, tenemos a una ingente multitud de seres humanos a los que les tocó la china de nacer en el 3º mundo, que se juegan literalmente la vida para intentar mejorar sus condiciones de vida emigrando a Occidente, lo que me lleva a preguntarme:
            ¿No prefería un sirio, en vez de tener que jugarse la vida emigrando, vivir en su lugar de origen si pudiera ser gobernado por, pongamos Angela Merkel en vez de por el sátrapa Asad o los salvajes del IS?. Yo, al menos en su lugar no tendría la menor duda.

            • Claro, es preferible vivir bajo un gobierno como el de Merkel, que hacerlo bajo uno como el de Maduro. Eso no te lo discuto.
              Sigue sin ser todo lo bueno que un gobierno puede ser, pero si la elección entre morir de cáncer o morir de un infarto, yo elijo la segunda, claro 🙂

              Pero eso no resta en absoluto peso a la argumentación principal: voy a morir. En nuestro símili, no soy libre.

            • Jo…er Luis, no seas exagerado, porque llevar a la exageración tus planteamientos, que en un cierto nivel son muy lúcidos, los lleva a convertirse en un esperpento intelectual.
              No puedes sostener ni siquiera como símil que morir de cáncer es «como» vivir en Venezuela y morir de infarto es «como» vivir en Alemania. Ni de coña.
              La prueba irrefutable son los cientos de miles de desgraciados que se juegan la vida para poder vivir en Alemania. Alemania es el mismísimo paraíso para toda esa gente, comparado con lo que han dejado atrás. Discutir eso es como discutir la fuerza de la gravedad.
              La cuestión extremadamente lúcida que plantea tu art. es: ¿un nuevo neocolonialismo podría mejorar o empeorar la situación?. Si he entendido bien tus tesis, es que ni de coña, salvo en situaciones muy específicas, con lo que estoy de acuerdo: un ejemplo es la cagada de USA en Iraq: ese si intervengo pero no con todas las consecuencias, para que no me llamen colonialista.
              Eso es mucho peor que no intervenir, porque por fuerte que suene, el sátrapa de Sadam era preferible al caos y la guerra civil generalizada que tienen ahora. Tres cuartos de lo mismo para Libia o Siria. La situación actual es peor para ellos y de rebote para Occidente.
              Además, la realidad es que por cada intervención occidental que se planteara, hay otras potencias como Rusia, Irán, etc, que aprovechan para arrimar el ascua a su sardina. Eso también es innegable.
              Lo cual me lleva a la mismas conclusiones de tu art. aunque desde posiciones ideológicas ligeramente distintas de las tuyas: me lo pensaría muy mucho antes de intervenir en el exterior, no por temor o complejo de neocolonialista, sino porque la realidad demuestra que las posibilidades de salir escaladado son enormes.

            • A ver, por decirlo sin metáforas:

              La libertad no conoce grados. O eres libre, o no lo eres. Lo que sí conoce grados es la acción liberticida del estado: o es gande, o pequeña, o … «X»

              Además, olvidamos siempre (yo no) en estas discusiones que la libertad es autolimitante: la mía termina donde empieza la tuya. No puedo hacer uso de mi libertad para coartar la tuya, o quitarte la vida, o robarte tus propiedades o engañarte en los contratos.

              Vamos, lo que yo llmo responsabilidad individual, que es la única verdadera. Lo demás son zarandajas inventadas por los «señores» para justificar que ellos (en nombre de .. «XXXX social») sí pueden limitar tu libertad, robarte la cartera, incumplir los compromisos y, si les sales muy caro, quitarte la vida.

            • Luis dices: «La libertad no conoce grados» y a partir de ese axioma desarrollas tu razonamiento.

              En mi opinión, ese axioma está profundamente equivocado. De hecho, tan profundamente equivocado que me cuesta creer que los sostengas contra toda la multitud de evidencias objetivas que lo niegan.

              Por citar algunas:

              De menor libertad a mayor durante la Historia: esclavo romano, siervo feudal, artesano del antiguo régimen, ciudano moderno en Occidente.

              Otro: Si la libertad no conoce grados, ¿que sentido tienen las clasificaciones de libertad por países que se publican?.

              Por último dices: «Lo que sí conoce grados es la acción liberticida del estado: o es gande, o pequeña, o … «X». Desde el momento en que la libertad, en términos sociales y políticos, (que es su verdadero y único contexto), trata de las relaciones entre dos o más «entes» (que pueden ser individuos o grupos más o menos organizados), «libertad» y «acción liberticida» son las dos caras de la misma moneda.
              Luego no tiene sentido afirmar que la «cara» «libertad» no admite grados, y a continuación decir que la «cara» «acción liberticida» si los admite.

              Mi conclusión: partes de un axioma falso por prejuicios ideológicos.

            • Me describes grados de esclavitud, no de libertad.

              Las clasificaciones: te imaginas que las llamasen por su nombre? Es decir: lista de países en función de su grado de servidumbre al estado.

              El hombre nace libre. Sin grados. Las circunstancias, los otros, la educación, lo que tú prefieras, limita su libertad.

              En esto soy muy absolutista 😉

            • ¿El hombre nace libre? ¿Es eso una declaración de principios
              (ideología) o una constatación de la realidad?

              Yo veo que el hombre nace absolutamente indigente. ¿Cómo
              puede ser libre un ser indigente? Lo que sí es cierto es que nace facultado para alcanzar un alto GRADO de libertad que podríamos llamar La Libertad (algún día, cuando se sostenga a sí mismo, condición necesaria para ser libre, porque si no, dependes de quien te sostiene).

              Filosóficamente una cosa de la que se afirma que sólo puede ser o no ser (si/no), y de la que por otra parte se afirma que puede ser limitada (por la libertad del otro o por un estado opresor) tiene una contradicción en los términos. Se podría decir que está anulada o no por esas causas, pero si se emplea la palabra “limitar” se está admitiendo implícitamente su “gradabilidad”. Así, si Luís es coherente, tiene que admitir que no es libre (sin matices) y en consecuencia, le será absolutamente indiferente vivir aquí o en cualquier otro sitio (a menos que conozca algún lugar donde sí pueda serlo –me gustaría conocerlo-).

              Lo que pasa cuando se discute de principios es que cada cual puede decir lo que quiera, pero no, al mismo tiempo, pretender ser razonable. Pero ya se sabe que un absolutista no puede ser razonable.

            • A ver, razonemos pues.

              El hombre nace facultado para llegar a ser lo que puede ser. La vida, su entorno y los otros (inevitables) limitarán en mayor o menor medida los resultados que pueda obtener desde su voluntad. Y ahí es donde yo situo la lbertad: en la voluntad de querer ser quien se puede ser.

              Los factores limitantes, todos, ejercen una influencia inmediata, siempre, en sus actos. Sin embargo, sigue siendo perfectamente libre en la prosecución de los objetivos de su voluntad, anque no los consiga. Le hace eso menos libre? Si entendemos libertad en el sentido positivist la respuesta es sí. Si entendemos libertad tal y como yo la entiendo (que no dudo que pueda estar equivocado) no.

              Mantenerse consciente y activo en la persecución de los deseos personales es para mí ser libre. En esto estoy bastante cerca de las concepciones de Nozick:

              https://mises.org/library/why-nozick-matters

              Por cierto: también es una decisión perfectamente libre conformarse con un cierto grado de libertad. A cada uno lo suyo.

            • Luis dices: «El hombre nace libre». Una frase tan «bonita» como falsa.
              Un bebé es el ejemplo absoluto de alguien que carece de libertad ya que depende absolutamente de otros para sobrevivir. Un niño pequeño tiene apenas un poco más libertad que el recién nacido, y así sucesivamente hasta que nos podemos valer por nosotros mismos. Por lo tanto, solo tiene sentido hablar de la «libertad» si lo hacemos en el contexto social y por ende politico en el que el ser humano, como bicho biológico actúa y sobrevive, mejor o peor, con más o menos libertad, dependiendo de sus circunstancias particulares y las de su contexto.
              Así que mi punto de vista es justo el contrario al tuyo:
              el hombre nace desprovisto de libertad y a partir de ahí hace lo que puede para conseguir la mayor libertad posible, que si hay que resumirla en una palabra, se traduce en poder.
              Por lo tanto mi punto de vista, y simplificando la cuestión es que la libertad es directamente proporcional al poder de cada individuo y grupo.
              Justo por eso los inmigrantes carecen prácticamente de libertad: porque carecen casi por completo de poder, ya que ni siquiera tienen el poder de un Estado que los respalde.

          • RAE: Acepción 1: Dicho de una persona: Que
            carece de libertad por estar bajo el dominio de otra.

            Evidentemente hasta los esclavos clásicos tenían algún grado de libertad (por ejemplo cuándo y dónde se rascaban), pero aunque es interesante, en ocasiones, viajar hasta los extremos, tampoco hay que tomarlos como la realidad probable. A partir de un punto la cosa empieza a ser más negra que gris o viceversa. Es decir, o negra o blanca.

            Es interesante, como pensamiento, analizar nuestro grado de “esclavitud” por si acaso estamos adormecidos en algún terreno, pero si sigo estrictamente el criterio de Luís, todos, hasta los amos, son esclavos. No existe nadie que pueda hacer todo lo que quiera. Querer (y poder) unas cosas inevitablemente te priva de otras.

            Por poner el mismo ejemplo de Luís, uno puede estar enfermo y morir de ello rápidamente, o vivir con la enfermedad, gracias a
            un medio sanador, toda una vida prácticamente normal aunque esté enfermo. Desde luego no será una persona sana (totalmente), pero a efectos es como si lo fuera. Ni Luís acabaría con el Estado (si pudiera), ni es un esclavo, pero no está mal, como en las matemáticas, tender al límite a ver que pasaría.

            • Completamente de acuerdo con tu respuesta.
              Abundando un poco más en la cuestión, mi tesis es que Occidente está acomplejado de su pasado colonial y eso provoca que se descarten opciones, que desde mi punto de vista serían mucho más eficaces que las que se están llevando a la práctica para resolver problemas tan gigantescos como el de la inmigración.
              Por poner un símil, se están cometiendo los mismos errores que en la lucha contra las drogas, que año tras año demuestra su perfecta y nefasta inutilidad.
              Lo que también tengo claro, es que la solución de un nuevo colonialismo ocidental en esos países azotados por guerras civiles y gobiernos despóticos, no sería apoyado ni por los ciudadanos occidentales, al igual que somos los propios ciudadanos occidentales los que nos emperramos contra toda evidencia en insistir en la prohibición de las drogas.
              Por ello creo que, mientras no nos quitemos los complejos, este tipo de asuntos no tienen solución.

  4. Los talibanes no combatieron a los soviéticos por la simple razón de que se constituyeron después de la retirada soviética. Tras la salida de los soviéticos se creó una situación inestable en la que los distintos grupos de resistencia frente a los soviéticos de las distintas etnias, grupos políticos y religiosos de afganistan luchaban por controlar el gobierno.

    En esta situación de anarquía es donde empiezan a actuar los tablibanes, surgen en campos de refugiados en Pakistán, bajo el patrocinio de los servicios secretos pakistaníes, los cuales pensaban utilizarlos como instrumento para controlar el país.

    Talibán significa estudiante, los líderes de este grupo fueron los únicos que tenían alguna experiencia en la lucha contra los soviéticos, y reclutaron al resto de los componentes entre la juventud desarraigada tras la guerra, muchos asistentes a las escuelas coránicas.

    Los soviéticos se retiraron en 1989, en 1992 cayó el gobierno afgano prorruso, la primera acción de importancia de los talibanes fue en 1994. Los talibanes llegaron al poder en 1996 con la captura de kabul, aunque no controlaron todo el territorio afgano, en el norte resistieron diversos grupos, el más importante la Alianza del Norte liderada por Ahmed Shah Massoud, el cual fue asesinado en un atentado suicida dos días antes del 11S, dicha Alianza del Norte fue la que con apoyo de EEUU y sus aliados derrotó a los Talibanes ese año y los expulso del poder….

  5. Pues está claro que sí, la intervención de USA a favor de los talibanes en los 80 contra los soviéticos, y ahora contra el régimen sirio está bastante clara..

    Del mismo modo que actuó apoyando al Sha en su día, y que hoy día defiende a Israel y a los Saudíes a partes iguales. Buena paranoia..

    También Francia tiene lo suyo, básicamente fueron los que llevaron a Jomeini a Irán, o los que hace poco han convertido Libia en el paraíso del yihadismo y las mafias de tráfico humano.

    Me parece poco honesto mezclar temas como Irak o Burundi o, ya puestos, las hambrunas etíopes de los 80.

    Me parece curioso que en una página como esta, en términos de política exterior no se apoye la postura de gente como Ron Paul, de no intervencionismo sino más bien al contrario.

    Ese no intervencionismo no significa ni desarmarse ni abrir las fronteras.

    Saludos

    • Dudo que ninguna intervención fuese la cuasa última de ninguno de los conflictos a los que me refiero. Las causas han de buscarse en la historia y estrucutra de los países referidos. Las intervenciones posteriores no han soluionado nada, evidentemente.

      Yo, particularmente, estoy en contra de cualquier intervención en los asuntos particulares de un estado extraño, como creo dejar claro en el artículo.

      No es una mezcla al azar, ni deshonesta. Simplemente la uso para demostrar lo absurdo del argumento «nosotros» somos culpables, que sí se aplica a todas esas cosas que menciono. Un argmento que igual vale para un roto que para un descosido y que, en realidad, es un «no-argumento», por falso.

    • «la intervención de USA a favor de los talibanes en los 80 contra los soviéticos» ¿cuándo surgieron los talibanes? En 1.992/94, por lo que es dificil que USA les apoyara contra la URSS que se habíoa ido de Afganistan en 1.989. Lo que apoyaron los USA fué las guerrillas contra la URSS, al igual que la URSS apoyaba las guerrillas de Cuba, El Salvador, Nicaragua, …. Esto incluía a grupos de toda índole, que luego han formado los Talibanes o la Alianxza del Norte, en función de lo estrictos que sean en su interpretación del Corán.
      No metas a los USA en apoyos a posteriori… NUNCA HAN APOYADO A LOS TALIBANES.

      «Del mismo modo que actuó apoyando al Sha en su día, y que hoy día defiende a Israel y a los Saudíes a partes iguales.» Por supuesto… se llama política exterior:
      Apoyar a Israel es lo lógico, es la única democracia occidental y libre de Oriente Medio. El bastión de la civilización occidental allí.
      Apoyar a Arabia Saudí (o al Sha) es lo lógico, son los poseedores de las mayores reservas de petróleo del Mundo y conviene tener a algún Hijo de Puta (nuestro Hijo de Puta) que mantenga controlado a los musulmanes de la zona… peor es que entren unos imanes tipo Iran o el EI…

      «También Francia tiene lo suyo, básicamente fueron los que llevaron a
      Jomeini a Irán, o los que hace poco han convertido Libia en el paraíso
      del yihadismo y las mafias de tráfico humano.»
      Claro… en Iran no pillaban bola, cuando entró Jomeini este buscó otros apoyos y, donde hay petróleo, siempre hay gente dispuesta a apoyar… actualmente lo hace CVhina y Venezuela…
      Libia… ¿seguro que fué Francia? Más bien toda Europa que con su bunrollismo pensó que «ahora llegará la democracia a estos países tras el derrocamiento del tirano» (y se pudieron a echarles flores), sin pensar en que el Islam es contrario a la Democracia… es una religión guerrera, en la que se busca imponer el Islam a los demás… por tanto siempre habrá alguien que esté «llamado por Dios» a imponerse a los demás para llevarles a la Yihad contra los suyos o los de fuera.
      A Libia, y los demás países de las «primaveras árabes» los han estropeado los «progres» europeos con su buenrrollismo… y ahora estamos con el mismo buenrrollismo dejando entrar (y quedarse) a cientos de miles de sirios para que nos invadan… mientras les echamos flores y ayudamos.

      «Me parece poco honesto mezclar temas como Irak o Burundi o, ya puestos, las hambrunas etíopes de los 80.» Pues no lo creas… todo es por la gente de esos países… si los iraquíes estuvieran dispuestos a aceptarse unos a otros no se pondrían bombas en los mercados o en las mezquitas de la otra parte. En Burundi si los burundeses no hubieran estado 10 años de guerra, si no tuvieran más hijos que los ratones… no habría hambruna… pero es muy fácil decir «la culpa no la tienen ellos, la tenemos nosotros».

      En la época de Franco se recogía dinero para los chinitos que se mueren de hambre… Pusieron su política de control de natalidad, empezaron a producir y ahora son los amos de todo el tercer mundo y parte del primero…

      Que cada palo aguante su vela…

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