Un país quebrado no significa nada: Rubalcaba Presidente

Les presento al que puede ser el futuro presidente de España. Sí, el mismo al que se ignoró hará un par de años.

Fusilo de El País:

El intento de Mariano Rajoy para frenar el desgaste electoral del PP, subido a los incipientes indicios de recuperación económica, ha chocado con su proyecto de ley del aborto. La reforma legal impulsada por el presidente del Gobierno y su ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha provocado un vuelco en la expectativa electoral, según el sondeo de Metroscopia para EL PAÍS.

La encuesta muestra que el PSOE estaría en disposición de ganar unas elecciones generales con una ventaja de 1,5 puntos sobre el PP. Sería la segunda vez que los socialistas están por delante de los populares en esta legislatura, según la serie histórica de sondeos, aunque ahora de forma ligeramente más amplia. La otra ocasión fue en septiembre de 2013, pero entonces era por solo cuatro décimas.

El PP tendría el 32% de los votos y el PSOE el 33,5%, siempre con las salvedades de que el margen de error del sondeo deja el resultado en un empate técnico entre los dos grandes partidos y de que al no haber elecciones convocadas no puede medirse el grado de movilización de última hora. Falta también comprobar si ese vuelco es fruto de un acontecimiento concreto y coyuntural o si se consolida en sondeos sucesivos como tendencia.

Las gráficas son también desoladoras.

Vamos a suponer que la gestión del PP ha sido verdaderamente penosa. Ya sea en materia económica como en materia de «derechos». Pensar en un hundimiento del PP en las encuestas es perfectamente razonable, incluso dentro de sus propios votantes (a mí no me verán entre sus defensores). Lo que no tiene ni pies ni cabeza es que el PSOE sea, a día de hoy, el partido con mejor resultado en la encuesta de Metroscopia publicada esta mañana por El País (que suponemos que es una agencia de de estudios sociológicos mínimamente seria). Recuerdo, damas y caballeros, que fue el PSOE de don José Luis Rodríguez Zapatero el responsable más importante en la crisis económica que nos deja, a día de hoy, con un 25% de paro. Y no ha cambiado nada:

– Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente del Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero, está al frente del PSOE.

– Los principios ideológicos del PSOE que han conducido a España a la recesión, el exceso de gasto público y la intervención estatal en todos los sectores de la economía (y haciéndolo mal en todos ellos), son cuestiones no reconocidas por el PSOE.

– El principal granero de votos y bastión del PSOE durante más de 30 años, Andalucía, sigue siendo no sólo un nido de corrupción (los cálculos de hace 3 meses de 1200 millones de euros ya han quedado desfasados) sino la región en toda la Civilización Occidental con mayor tasa de paro.

¿Cómo es posible que este partido, que es el responsable de que España esté en un agujero del que puede tardar 20 años en salir y que no ha rectificado en nada de aquello en lo que se equivocó, pueda salir en una encuesta como el partido con mayor voto? ¿Siquiera con empate técnico?

Si hay algo que me fascina de España y que he descubierto con esta crisis es su capacidad para encontrar justificaciones absurdas para sus decisiones. Dicha capacidad, en el fondo, no es más que una excusa para esconder las dos verdaderas incapacidades de esta sociedad:

La primera incapacidad de la sociedad española es la de analizar seriamente los problemas de los españoles, las conductas de los políticos y las leyes que estos promulgan. En España no existe una formación jurídica (Derecho), política (Ciencias Políticas) y lógica (Ciencia) que permita al ciudadano analizar con un mínimo de rigor estas cuestiones.

El criterio por el que la mayoría ciudadanos españoles vota es el siguiente: El ciudadano español tiene unas ideas (Ideas A) y un único partido (el Partido A) al que votar, o no. Si los resultados de la gestión de ese partido es desastroso, el español medio no vota a otro partido que responda a sus expectativas: Deja de votar al Partido A. Y vuelve a votar al Partido A cuando el Partido B le ha motivado lo suficiente para votar al Partido A. Que el español medio se plantee votar las ideas B del Partido B (o las ideas X del Partido X) es impensable. Y lo que es más grave, si existiese un partido C que tuviese las ideas A, el español, a pesar de que el Partido A esté siendo acosado por corrupción y sean unos gestores chapuceros, votará al Partido A.

En resumen: En la gran mayoría de casos, las alternativas de voto del español medio son el Partido A o la abstención.

La segunda incapacidad de la sociedad española es la de articular alternativas políticas serias, creíbles y con un mínimo de difusión. En España, la iniciativa privada no sólo está muerta desde el punto de vista empresarial, también lo está desde el punto de vista social. Las iniciativas de los ciudadanos para cambiar las cosas son muy escasas. Y lo que es más grave: No es un problema de libertades, sino de pereza. En España, las libertades para fundar partidos, la libertad de expresión, de asociación, de reunión y de ideología están muy bien defendidas. Si no lo hacemos y lo poco que hay no se apoya, es porque no queremos y preferimos seguir como estamos. Y volvemos a la situación anterior: O votamos a nuestro partido o nos abstenemos.

¿De veras, podemos considerar al Partido Socialista Obrero Español a día de hoy una alternativa seria a gobernar? ¿Puede darme alguien un argumento serio para votar al PSOE, al margen de que el PP sea muy malo muy malo muy malo? Si un partido no cumple con unas expectativas, es corrupto, chapucero, se carga un país o simplemente te decepciona, no se le debería votar. O se regenera previamente, o se vota a un partido similar (UPyD, Ciudadanos, IU o Equo son alternativas más que suficientes, y no he incluido partidos regionalistas o nacionalistas) o se crea un partido nuevo. Y esto es válido para todos los partidos, sin importar el signo político o la ideología.

Así es como funciona una sociedad moderna.

Burrhus el elefante neocon
Burrhus el elefante neocon

Manolo Millón.
Licenciado en Psicología.
Máster en Dirección de Recursos Humanos.
De vuelta cuasiobligada en Málaga

Artículos: 214

28 comentarios

  1. Hay un punto en particular con el que no estoy de acuerdo: es falso que la izquierda vote a un solo partido. Tradicionalmente, la izquierda ha votado a dos partidos (PSOE e IU), y actualmente tiene una tercera posibilidad (UPD). Sí es cierto que la derecha ha votado a un solo partido, pero esto es debido a que no existe ningún otro partido relevante de derechas a nivel nacional (el último fue el CDS, un partido al servicio de una persona: Adolfo Suárez). A nivel regional, hay que recordar que CiU es de derechas, al igual que el PNV y Foro de Asturias; aparte, existen otros partidos que no me atrevo a ubicar políticamente como Ciudadanos y Coalición Canaria.

  2. Por cierto, sin querer parecerme a Rappel, lo que se ve venir es un gobierno del PSOE apoyado en IU o en alguien peor. Y la culpa la tendrá el PP, por haber actuado como el PSOE y con la política fiscal de IU, por conseguir que casi todos sus votantes se sientan traicionados de un modo personal (en España todo es muy visceral). Si la coalición de retro-progreso se comporta como lo hacen en el sur (IU haciendo y desaciendo a su antojo con un PSOE silencioso, preocupado por sus tejemanejes corporativos), España estará al nivel de Venezuela en menos de dos años. Supongo que tras eso, o desaparece el país, o la gente quedará vacunada de tontadas ideológicas por un tiempo.

  3. El problema es que el español medio es una person a la que no le gusta la democracia. No se siente agusto en ella. Sí, es feliz con el simulacro (votar de vez en cuando, que le permitan cierto grado de libertad de expresión…), pero desea fervientemente que un papá bueno y sabio lo proteja y lo dirija. De ahí las constantes alusiones al liderazgo y la fobia atodo lo que huela a iniciativa privada.

    Estoy de acuerdo con lo que se ha dicho arriba, acerca de que lo que se necesita es un cambio radical en toda la estructura, pero me temo que sin una paulatina maduración de la sociedad española (que va en dirección contraria, por cierto), cualquier cambio no haría sino ahondar el problema.

  4. En lo particular: como ya he comentado en otros hilos, en las Europeas voy a votar a una de estas dos opciones: Ciudadanos de Ribera, o si al final se presentan al partido de Abascal y Ortega Lara. Espero que los PP-PSOE actuales se hundan, aunque no apostaría por ello.
    En lo general: cada vez estoy más convencido que como pasa con la programación de TVE, los países tienen los Gobiernos que se merecen. En este sentido, los españoles hemos tenido los gobiernos de PPSOE que nos hemos merecido, y si alguna vez, dios no lo quiera tenemos uno de IU, también lo mereceremos, porque nadie llega al gobierno de ningún país sin el respaldo de la mayor parte de sus ciudadanos: ni siquiera en las dictaduras.

  5. Hace una semana que he descubierto este blog que me ha robado mucho tiempo de lectura desde entonces (y supongo que me robará mucho más). En primer lugar felicitar a los autores y también a los comentaristas, que también demuestran gran capacidad. Cuando pueda, aportaré mi granito de arena, pero me alegro de que existan sitios como éste donde se respira un aire racional en todas (o quizás casi todas, por eso de la puerta abierta) las intervenciones.
    Respecto al asunto de este hilo, una de las cosas que no entiendo de este país (existe pero no lo entiendo) es su incapacidad de mandar al paro a los partidos políticos (en plan global, como se prescinde de una empresa que te defrauda) elección tras elección hasta que aprendan. No importa lo inútiles que pueda creerse que son las alternativas. El simple acto de que sepan que serán despedidas si no cumplen razonablemente sería sumamente higiénico, a parte de destruir todas las estructuras clientelares que se hubieran podido formar en el entreacto. ¡Sentimentales que somos! Saludos y gracias.

    • Bienvenido a Desde el exilio, JJI.

      A la gente lo de buscar una alternativa le debe dar mucha pereza. Ni siquiera lo fácil, no votar, parece adecuado. La abstención nunca es un problema para los partidos, más allá de la cosmética necesaria para decir: «la abstención se mantiene en los niveles de los países de nuestro entorno». Estoy seguro que si se diese una abstención del 60%, los portavoces de los partidos se limitarían a lamentarlo en los medios mientras preparan las reuniones de los grupos del Congreso. El voto en blanco no parece tampoco una alternativa atractiva para la mayoría. Se me antoja que la situación está en punto muerto. Lo de muerto, nunca mejor dicho.

  6. T-Spy: Gracias por la corrección.

    Me parece que hay un matiz importante. Cuando uno no vuelve a un establecimiento, no vuelve porque cree que le han engañado. Cuando uno vuelve a votar al Partido, cree que la culpa es suya. Algo más difícil de reconocer. Esta línea de pensamiento es tan absurda que ni yo me atrevo a seguir…

  7. Me encanta el debate; y todavía más el político, el de la gestión pública de las cosas. Pero desde hace un tiempo he decidido abandonarlo. Es más, he entendido que no hay futuro alguno para España durante mucho tiempo. Por lo menos hasta que se termine de quemar el panorama y resurja una nueva clase de jóvenes tan determinados a cambiar las cosas, que desconecten completamente del estatus actual.

    Intentar entender el voto de los españoles es complejo. Va mucho más allá de los ideales políticos. La gran mayoría de la gente ve la tele, apaga el cerebro y se pasa el día vomitando las lindezas que ha lanzado la caja tonta o, en el peor de los casos, lo que ha escuchado de la rumorología popular. Lo peor de todo es que se ha perdido completamente la educación y los discursos están llenos de odio y rabia.

    El español de a pie no es un vago que rehuye participar en la política. Es un alma en pena que camina perdida, engañada y endeudada moralmente con el pasado político del país. En España la gente invierte mucho tiempo en algo que cree que es política -y por lo tanto no es tan vaga- pero ese tiempo está malgastado en alimentar ideas vacías que alguien le ha metido en la cabeza. ¡Mucha gente pasa horas recopilando enlaces con estadísticas de partidos políticos que han robado para justificar que el suyo propio también haya robado y no está tan mal!

    Cuando el debate pase de defender a un partido porqué es menos malo que el otro y empiece a centrarse en no tolerar ningún partido borreguero, entonces tendremos debate político. Mientras tanto, para algunos el panorama funciona de maravilla: zombies políticos alimentándose de toda la basura mediática y sin atacar los problemas de verdad del país, que no son pocos; los problemas. Ni las almas adoctrinadas para ignorarlos.

    • A ver, Tedi. En mi opinión, el debate político en España carece del menor interés. Al menos era así hasta que me fui de España, hace casi dos años. Los partidos están instaurados en una guerra de trincheras, y los medios que siguen la actualidad no están interesados en salir de esta guerra de trincheras (o lo estaban, en 2012). Pero todo esto nace por tolerar que los partidos políticos nos traten como si fuésemos imbéciles, y la gente a día de hoy no tiene una formación suficiente para impedir ser tratada como imbécil.

      Vamos a poner un debate. El de la Educación (gracias, T-Spy).

      Un debate serio sería: «Permitiendo que sean los centros los que eligieran los temas y fórmulas de enseñanza, y rigiéndose por criterios de oferta y demanda (si bien, garantizando el acceso a la educación para todo el mundo), podríamos mejorar los resultados en los Informes PISA.» O… «Es muy importante reducir el número de alumnos por clase…». Uno puede estar a favor o en contra de puntos concretos, pero se habla de criterios que resuelven los problemas reales.

      El debate actual es: Se trata de una medida neoliberal que tiene como objetivo la destrucción del Estado del bienestar, y el Partido X es un partido muy malo muy malo muy malo. Es un debate de adjetivos. Con adjetivos no se resuelve nada.

      • Pequeña errata: ese es el debate de la educación.

        Por lo demás, completamente de acuerdo. Mi opinión es que el principal problema de la sociedad española es su completa falta de capacidad para la autocrítica y reconocer sus errores. Yo sé cuando me he equivocado y no tengo problemas en reconocerlo. Eso incluye reconocer que quizá el partido al que he votado no lo hace bien y no merece mi voto de nuevo. Al menos no hasta que demuestre que ha aprendido de sus errores y ha cambiado. Por desgracia son muchos los que no son capaces de tal cambio. Reconocer que el partido al que votas no se merece tu voto otra vez en España parece una especie de traición, cuando la realidad es que se trata de simple lógica. Lo curioso es que somos muy dados a no volver a un comercio en el que no nos dan lo que hemos pedido, pero somos incapaces de retirarle el voto de forma definitiva a un partido que incumple lo que promete.

      • Pequeña corrección: hablas del debate de la educación.

        Por lo demás, en mi opinión el problema español es la falta de capacidad crítica. Si fueramos más criticos con aquellos a los que hemos votado no habría ningún partido de los que han pasado por el gobierno que hubiera perdurado. Si, hay gente que critica mucho lo que hizo Zapatero o lo que está haciendo Rajoy, pero a la hora de la verdad esa crítica es falsa, porque luego, al votar, se busca cualquier excusa para seguir con lo mismo.

  8. yo voté al partido popular el 20 de noviembre de 2011,. y estoy miuy de acuerdo con lo que está haciendo rajoy y sus ministros, y voy a volver a votar al partido popular en las elecciones europeas del próximo mayo. Es muy importante elegir a los diputados al próximo parlamento europeo, que tantas decisiones tiene sobre los ciudadanos, pero es que además, quiero votar al partido popular porque es lo que más os jode a todos vosotros, lacayos del psoe. Votaré al pp, porque es donde más os duele.

  9. Como no vivís en España, imagino que no tenéis que soportar a diario el bombardeo por parte de televisiones, radios, etc, de un mensaje completamente anti-liberal y anti-mercado.

    Sólo hay que ver quienes parten la pana entre los tertulianos habituales en los debates políticos, con gente como Pablo Iglesias o el mismo Alberto Garzón, cuya máxima aspiración es destruir el poco tejido industrial que pueda quedar, con muchos más impuestos y limitaciones a los negocios. Las cadenas donde puede haber un mensaje algo distinto están en completa bancarrota y de ahí no van a salir, por lo que seguramente el mensaje sea aún más uniformador en el futuro.

    No hay que quitar responsabilidad a la gente, pero en general, los medios en este país, hacen el gran caldo gordo para que los demagogos sigan llevando las riendas del carro al infierno.

    • A los medios sólo les importa vender. Y para vender tienes que adaptarte a la demanda del mercado. Y España es el país pro-estatalista de Europa. No hay nadie que diga «basta» lo suficientemente alto y que se le dé altavoz.

      • Una de las razones – y creo que es el gran fracaso liberal en España – es que la gente no es consciente de lo que cuesta el Estado. Cada subvención, cada subida de impuestos, cada plan PIVE la gente piensa que los paga «otros», llamémoles los «ricos». La gente no es conciente que paga un 21% de IVA , que paga más de un 50% de impuestos en combustible, que casi la mitad de lo que paga de electricidad son impuestos, que está más preocupado del neto e ignora lo que le retienen para Hacienda + lo que paga el empresario por él a la seguridad social.

        Si de verdad los precios estuviesen sin IVA, si el trabajador fuera el encargado de presentar a Hacienda las retenciones y el coste de su seguridad social, … otro gallo cantaría.

  10. LA mayoría de los espanoles no vota eficiencia, ni buena administración, ni decencia, ni sinceridad, ni propuestas… la mayoría vota «a los suyos», sí o sí. Lo describes muy bien, Burrhus. Y es el drama de este país y de muchos otros sistemas democráticos arrojados a los caballos de las querencias de hooligans ideologizados.

    La alternativa? Para mí eL P-Lib, sin duda.

    • Tú y yo tenemos nuestro partido, Luis. Pero esa no es la cuestión. Me preocupa que la gente no sea capaz de buscar alternativas a la abstención o a votar siempre al mismo partido. Eso le puede pasar a cualquiera. Incluso aquí en Alemania, con el FDP.

      • No es incapacidad, es peor. Es pereza, comodidad, gremialismo, clientelismo, … no te enfades, no merece la pena. Cada uno tiene lo que merece.

        … no creo que tú o yo volvamos jamas a vivir a nuestra tierra.

    • Estimado Luis, para que el P-Lib (que dicho sea de paso, es una opción política que no descarto) tenga alguna «chance», seria necesario previamente una auténtica revolución que removiera los cimientos en los que está asentado el PPPSOE. Mientras la situación siga como hasta ahora no hay mucho que hacer. 
      Por otro lado sí creo que la sociedad española no está tan perdida como algunos apuntáis. En los últimos tiempos se han producido bastantes reacciones de indignación por parte de amplios sectores de la ciudadanía, reflejo del enorme cabreo que nos embarga a muchos, aunque luego nos topemos con la dificultad de saber y poder encauzar adecuadamente esos sentimientos. 

      Lo primero sería tener muy claro qué queremos cambiar en España. Para mí está claro: ¡Todo! Monarquía, parlamento, senado, autonomías, ley de partidos políticos, sindicatos, etc…todo lo que se pueda cambiar, mejorar, sustituir o eliminar. Todo lo que, de forma absolutamente democrática decidamos los españoles, sin trabas ni limitaciones. Si la mayoría decidimos abolir la monarquía y sustituirla por cualquier otro sistema de gobierno, se hace y punto. Si la mayoría decidimos reformar o limitar las autonomías, se hace y punto. Si hay que hacer desaparecer el Senado por ser una institución cara e inútil , se hace y punto y así sucesivamente. Si no afrontamos una reforma de este calibre,  no hay salida ni oportunidades para otras alternativas. 

      Claro , claro, ¿Y eso  cómo coño se hace? Es lo que nos preguntamos todos. En la práctica se trata de una nueva transición democrática, de iniciar un nuevo periodo constituyente, de sentar las bases renovadas de una nueva sociedad, con nuevas (o reformadas) instituciones, con nuevos (o reformados) partidos políticos, con nuevos (o reformados) sindicatos, autonomías, ayuntamientos, etc…

      La única posibilidad que veo es la de que todos aquellos que estamos más que hartos de esta situación y que tengamos una firme voluntad  de cambiar esto, sin miedos, sin ataduras y con total valentía, seamos capaces de, incluso renunciando momentáneamente a nuestra ideología, aglutinarnos en torno a algún movimiento plural, transversal, cuyo única hoja de ruta sea un nuevo periodo constitucional. 

      Actualmente lo único que he visto con esa clara vocación es Movimiento Ciudadano pero a mí me daría lo mismo si, llegado el caso se alcanzara entre varios partidos o movimientos un pacto en este sentido, capaz de reunir una mayoría parlamentaria para alcanzar el objetivo.

      Por abreviar y expresar de forma simple lo que yo pretendo.  Si quiero acabar con el monopolio PPSOE, tengo que cambiar la Constitución (y lo que sea). Para ello necesito una herramienta (M.C. u otros) que me permita arreglar esto. Una vez arreglado (cambiado, saneado…) es cuando me planteo votar a nuevas opciones políticas (P-Lib, por ejemplo).

      Espero haberlo dejado claro.

      • Yo también soy de los de «hemos de poner esto patas arriba», Haddock. Lo has dejado muy clarito. Ocurre que muchos (si no todos) los cambios que apuntas forman parte de la esencia de acción del P-Lib.

      • Luis, el problema es que en el escenario político actual, tan sucio, negro y corrupto no hay posibilidades para P-Lib u otros partidos nuevos y frescos, no porque no haya sitio, sino porque los dos actores principales lo ocupan y controlan todo e impiden el acceso. Primero limpiar, luego reordenar.

        • Sí que hay posibilidades. Es una cuestión de ser popular. Me explico: Rosa Díez se hartó el PSOE y decidió montar UPyD. Hoy, UPyD es una formación política conocida en toda España con repercusión en los medios. En España, la única «liberal» conocida (la llamaremos liberal por respeto y porque ella se define así) es Esperanza Aguirre.

          El problema de España es que no existen ni políticos ni grandes empresarios a los que verdaderamente se les pueda considerar liberales (siquiera que puedan considerarse así) y que estén dispuestos a meterse en política para defender políticas liberales.

          Os propongo un nombre: Daniel Lacalle. Los que estáis en España: ¿Cómo lo veis? Fijáos lo curioso que es la situación, que con un par de libros de divulgación ha conseguido más repercusión que el P-Lib.

Los comentarios están cerrados.