Carta de un viejo manifestante a los estudiantes

Estimado manifestante,

me llamo Manuel, tengo 32 años y durante seis estuve cursando la carrera de Psicología. En esos seis años estuve involucrado, de una forma o de otra, en prácticamente todas las manifestaciones estudiantiles imaginables: La guerra de Irak, la reforma educativa de Pilar del Castillo tirada después por el PSOE antes de que pudiese aplicarse y frente a la reforma que, en su momento, pretendía que todo el que quisiera dedicarse profesionalmente a la Psicología Clínica hiciese el PIR… Y también alguna otra de la que me habré olvidado.

Recuerdo muy bien cómo empezaba aquello: Estabas en clase y se anunciaba que había una asamblea de estudiantes en la que se votaría si había huelga o no tras un debate. Aquellos debates consistían en réplicas rápidas y poco intelectuales sobre cosas que tenían en realidad poco que ver con los problemas reales de los estudiantes, y mucho con la política. Como los estudiantes, o no sabíamos, o queríamos que no hubiera clase, votábamos que sí a la huelga y a fumarnos un puro bajo la excusa moral de que era lo que votaba la mayoría. Y así nos tirábamos semanas tras semanas. Me pregunto cuántas horas no dimos ni golpe. Cuántas horas tiradas a la basura. Cuánto dinero del contribuyente desperdiciado.

Los estudiantes de mi época, primeros miembros de esta Generación Prima, éramos los entusiastas pardillos voluntarios. Te voy a contar una anécdota, para que sepas cómo funciona esto de las huelgas en la Universidad. En una de estas clases en período de huelga, llegó un momento en el que había que decidir si el grupo de unas 30 personas hacía huelga o no. Si todo el mundo hacía huelga, el profesor se iba. Un compañero, que tenía un compromiso sincero con aquellas ideas y que me merece todo el respeto, hizo huelga. Yo, que por aquella empezaba a usar el cerebro, opté por quedarme. Un minuto después, entraron unas 26 personas más y el profesor. ¿A ti te parece normal? Una huelga es una cuestión muy seria como para que todo dependa de si una persona entra en clase o no.

El papel del profesorado en todo esto también era para hacérselo mirar. Como existía una huelga, los profesores “respetaban” esa decisión de huelga de los estudiantes. Que yo sepa, sólo se dio un caso en el que una profesora se molestó en nuestra formación y nos pidió que diéramos al menos unas clases mínimas. Unos pocos daban clase porque sabían que la asignatura era terrorífica y lo decían. Al resto le dio igual: dinero a la buchaca, tiempo libre, alguna que otra promesa para recuperar las clases y mucho “apoyo moral”. Luego he podido saber que con el paso de los años este apoyo ha ido a peor: la Facultad de Económicas de la Universidad de Málaga llegó a plantear seriamente un aprobado general si no se cumplían sus demandas.

He cometido estupideces bajo todas las banderas ideológicas, también bajo la que ahora mismo me puedo sentirme más identificado. De algunas de ellas sigo avergonzándome a día de hoy (y las que me quedan por cometer). También he tenido mucho tiempo para reflexionar sobre todo aquello. En base a esto, creo que sólo la última causa (la obligatoriedad del PIR) merecía una movilización estudiantil. El resto, no. El resto, y lo digo con total tranquilidad, fueron manipulaciones con fines políticos. Sí, lo que lees. Éramos una mezcla de borregos indiferentes ante el tiempo libre y borregos voluntarios para protestar a favor de SUS –que no NUESTROS- intereses. De modo que como ya estoy de vuelta de todo me gustaría preguntarte cuatro cosas muy sencillas:

– ¿Por qué te manifiestas? ¿Una educación pública? ¿Los recortes? ¿La subida de las cuotas? ¿O es que, casualmente, esta huelga coincide con el Proyecto de Ley de la Ley Wert? ¿Por todo, en general?

– ¿Cuáles son tus verdaderos problemas como estudiante y en tu relación con tu Universidad? ¿Tienes dos años de experiencia práctica tras acabar la carrera, como en Alemania? ¿Hablas inglés o incluso un tercer idioma con una fluidez suficiente que te permita integrarte en el Reino Unido o Alemania sin perder dos o tres años? ¿Es el contenido de las asignaturas puntero?

– ¿Qué tiene que ver aquello por lo que te manifiestas con tus verdaderos problemas?

– ¿Y cómo sabes que estos señores que afirman representarte van a lograr aquello que necesitas como estudiante si son estos mismos señores quienes han puesto al país en la situación actual? ¿En qué crees que te ayudan estas huelgas a tu futura formación?

Como estudiante, a ti lo que te interesa no es perder tu tiempo de estudio en manifestaciones. Lo que te interesa es ir a clase, aprender y mejorar. Sin las clases, no podrás. Una cosa es ir aprobar una asignatura y otra muy distinta dominar la materia. Y ya te digo yo que las clases ayudan.

Y, si quieres, te voy a dar un verdadero motivo para manifestarte. No sé si lo sabes, pero en Andalucía hay 11.000 niños que pasan hambre. No es una broma. Los dirigentes políticos andaluces han conseguido lo que no había conseguido ni Franco: que volviera el hambre. ¿A ti te parece normal que haya más manifestantes contra un Proyecto de Ley educativa o incluso contra la juez que estudia el caso de los EREs que con el regreso del hambre a Andalucía? ¿No merece esta contradicción, al menos, un minuto de tu atención? Pregunta, si quieres, a quienes organizan las manifestaciones y las huelgas estudiantiles, a ver qué te cuentan.

Mucha suerte en tu carrera y en la vida en general.

Sinceramente,

Manuel Millón.

Burrhus el elefante neocon
Burrhus el elefante neocon

Manolo Millón.
Licenciado en Psicología.
Máster en Dirección de Recursos Humanos.
De vuelta cuasiobligada en Málaga

Artículos: 214

27 comentarios

  1. No viene del todo a cuento, pero quisiera que viérais este artículo de opinión, publicado en el diario de mi tierra, Mallorca, por una persona cuya opinión es muy valorada aquí (cosas que pasan):

    Como digo, no viene muy a cuento ya que hablamos del tema del trilingüismo aquí en Baleares, cosa que no es la ley Wert ni la universidad. Os lo traigo aquí para que veáis los argumentos de tercera en contra de las recientes reformas educativas, algo así como «cómo van a dar matemáticas los matemáticos, si ni un filólogo inglés puede dar inglés en ESO».

    Creo que argumentos de este tipo son tan comunes entre los anti-TIL y/o anti-Ley Wert como gráficos de su manera de pensar. Me explico: nos preocupamos de qué será de la educación con estas nuevas normas, pero ni nos planteamos qué está siendo de la educación ahora mismo, con situaciones tan absolutamente absurdas como profesores en activo que no pueden impartir sus propias asignaturas.

    • A tanto conocimiento del sistema educativo no llego. En ese sentido, creo que lo que tenemos a mano son los informes PISA, cuyos resultados no son muy buenos, que digamos. No sé si es que hay que tener 15 alumnos por clase, o qué, pero…

      No obstante, yo respecto del inglés, lo único que puedo decir es que los estudiantes deberían salir del Instituto con, al menos, un nivel B2 de inglés. Yo, con 22 años, cuando me fui a Londres a comprar un billete de autobús, tuvieron que traerme un traductor porque no era capaz de decir: «Por favor, un billete para Exeter, gracias». Luego la gente dice que tiene un nivel medio-alto de inglés. Ya.

  2. Yo he vivido huelgas como profe… de Instituto, sí: esos sitios donde «te forman tan mal». En impersonal, claro: ¿puedes pedirle a un alumno de instituto la capacidad de reflexión que les pides a los de universidad en tu carta? No, imposible. Ahí entran muchos factores más que las hormonas: los padres, el grupo-rebaño, la emulación… la puñetera Ley contra la que deberían estar en contra los alumnos. A los alumnos de instituto debería estarles prohibido hacer huelga, directamente. Ni por edad, ni por nada. Y si acaso la hicieran, que fuese sin pisar el instituto, es decir: nada de ir a amedrentar a nadie a la puerta o levantarse y ahí te quedas. Si una o diez clases de Universidad pueden «panearse» hincando codos, porque se supone esa razonabilidad de un alumno universitario, ni una sola hora de Instituto perdida puede remediarse, ¡y ya hay bastantes perdidas sin que haya huelga!

    • Muy estimado MCL,

      en primer lugar, bienvenido a Desde El Exilio.

      De los profesores de instituto, hay de todo. Gente por la que merece la pena dar la cara y gente por la que no. Y de la enseñanza general básica, mejor ni hablamos. Que sí, que es más grave una mala ley que un mal profesor, pero tampoco exonera a muchos profesores incapaces de explicar a chicos de 16 años.

      No me cabe la menor duda de que usted, de huelgas en el Instituto, sabe más que yo del tema. No obstante, sí creo que el profesor de Instituto tiene una responsabilidad. Sí, ya sabemos que las hormonas, el comportamiento-rebaño y la edad son una enorme dificultad, pero es que no es excusa. Los jóvenes tienen esas mismas tendencias cuando se habla de sexo, y no por ello se les deja de dar clases de educación sexual. Pues bien: Si lo que planteo (que no es una decisión política X, sino una forma de tomar decisiones concernientes a la política, para que no fueran borregos cegados por la ideología) no es aplicable, pueden cambiar ahora mismo la clase de Educación para la Ciudadanía por una extra de inglés, matemáticas, lengua o lo que ustedes consideren oportuno.

      Luego, sí, podemos discutir largo y tendido sobre ese PROYECTO DE LEY, que no Ley en vigor. Lo comento porque el matiz es importante.

    • En mi opinión hay que intentar no personalizar el debate, vengo notando que muchos profesores se sienten ofendidos ante cualquier crítica hacia el sistema educativo. Y es un error, si a alguien debemos que el sistema Educativo no haya fenecido del todo, y sigan saliendo a pesar de todo alumnos brillantes y buenos profesionales, es precisamente al buen número de profesores honrados que dedican su tiempo y esfuerzo a tan noble tarea.

      Sin embargo la crítica es necesaria, y como resultado de ella irremediablemente han de rodar las cabezas de no pocos profesores, pero es que en muchos casos es de manera más que justificada. Y para muestra un botón.

  3. Vaya, vaya, va saliendo el carácter revolucionario de los exiliados… 😀

    El caso es que tienes más razón que un santo, los estudiantes suelen ser el primer caballo de Troya que se utiliza para presionar a los gobiernos, para conseguir determinados objetivos generalmente no relacionados con las reivindicaciones de las pancartas. Ni que decir tiene que su facilidad de manipulación, y su predisposición a pasear sus hormonas por las calles están detrás de este hecho.

    Yo por mi parte he sido poco de manifestarme, y las movilizaciones que me tocó vivir, las del «cojo manteca», me lal pasé en el bar de la facultad, exactamente lo mismo que hubiera hecho si no hubiera habido manifestaciones. Claro que las cosas eran muy distintas entonces, los progres teníamos cierta dignidad, y las críticas iban contra un gobierno presuntamente de izquierdas, y que estaba todavía aprendiendo como manipular a la gente para encauzar el fervor adolescente y pre-adulto hacia otro objetivo: «la derecha», «los fachas», «el PP»… ¿Los resultados de aquellas movilizaciones? La dimisión de José María Maravall, y la sustitución por Solana y Rubalcaba sucesivamente, que nos enfoscaron la Logse con los lamentables resultados que todos conocemos. Y pocas quejas recuerdo de aquella época… el PSOE ya se había aprendido la lección y sabía perfectamente como manejar estos tipos de crisis: manipulando todos los niveles de la sociedad, vertical y horizontalmente.

    • Es curioso, Ecléctikus. Fue gracias a todas aquellas estupideces que cometí, y a lo poco que se pensaba en general, que me dio por usar el cerebro y comparar lo que decían unos y otros.

      Y ahora que lo comentas, el tema tiene narices. Somos fáciles de manipular porque en el Instituto no se nos ha formado debidamente. Y ahora, como borregos, esta gente defiende el sistema que les aborrega. Es terrorífico.

      • Terrorífico, esa es la palabra, y sin solución, al menos a corto plazo. Estas cosas que atañen a la Educación (y al fomento del pensamiento crítico), necesitan al menos dos generaciones para corregirse. Afortunadamente, los humanos no dependemos al 100% de las políticas educativas de los gobiernos, y menos en la era de Internet, por tanto siempre existirán ovejas descarriadas del rebaño, y oasis en los que éstas puedan pastar libremente. Ese es el único motivo de esperanza, no desde luego el que tal o cual ley arregle el problema.

        • Pues yo me acuerdo de cuando nos llamaban a los liberales «Red de pensamiento agitativo». No obstante, la memez se extiende como una plaga. No hay más que ver cómo está Twitter.

          No sé si se necesitan dos generaciones para corregir este desastre intelectual. Pero creo que los que somos un poco más veteranos deberíamos decir: Oye, esto, así, no puede seguir. Debemos ser nosotros quienes denunciemos nuestros propios errores e intentar que los más jóvenes no los repitan. Vale, sí, las hormonas y todo lo imaginable. Pero, al menos, si se protesta contra algo, que se proteste como tiene que ser: En tu tiempo libre. Y, si no, asumir las consecuencias. Pero este «lo que haga la mayoría» es inaceptable. Por eso insisto, el papelón de los profesores en todo esto tiene tela.

  4. Sinceramente no puedo estar más de acuerdo con tu artículo. Esta semana he vivido la huelga de la Marea Verde como profesor, Ayer debatía con mis alumnos cómo y bajo qué procedimiento habían decidido ir a la huelga, lo más absurdo, lo increíble (son de primero de carrera), es que en este caso ni siquiera lo habían decidido en votación, cuando les pregunté si sabían los motivos de la huelga me contestaron que para «Defender sus derechos», y ninguno supo decirme el lema de la misma.
    Eso sé, a mi pregunta de si alguno hubiese preferido venir a clase, ninguno levanto la mano (o era así o tenia miedo a descubrirse en el grupo), en cambio la mayoría me levantó la mano cuando les pregunte quienes estaban convencidos de su necesidad.

    • Bienvenido a Desde El Exilio, señor Rendrijero.

      ¿Puedo pedirle algo? Es una pretensión totalmente exagerada que lea mi carta a sus alumnos en clase, al punto de que no se lo pido. Simplemente, coménteles la anécdota de cuando, simplemente cuando un alumno decidió quedarse, prácticamente el resto de la clase entró con él. Y que si la gente no entra por defender sus principios, es aceptable, pero si es por miedo a contradecir a la mayoría o por fumarse una clase, deberían entrar. Aunque luego hicieran lo que quisieran.

      Reciba un saludo y mucho ánimo.

  5. Manuel,
    Sabes que discutimos mucho de diversos temas -yo diría que en la mayoría de las ocasiones tenemos opiniones contrarias-, y pensé que en este caso no estaría de acuerdo contigo, pero me he sorprendido gratamente según iba leyendo.
    Tienes TODA la razón del mundo. Lo he visto estos días en el telediario, los motivos de los estudiantes para hacer huelga sonaba a propaganda, repetición de eslogan, algunos parecen no tener claro siquiera por lo que se están manifestando. Y muchas banderitas de distintos colores que, desde mi punto de vista, no pintaban nada en una manifestación por una educación «pública y de calidad». La calidad,,, ese gran talón de Aquiles…
    Hoy, te digo: Simplemente, bravo.
    P.S.: eso sí, no te acostumbres :p

    • Hola, Virginia. Si me leyeras más a menudo te llevarías una grata sorpresa…

      Creo que puedes imaginarte cómo llegué a involucrarme en todo aquello, y las barbaridades que llegué a cometer. O tal vez no. Por eso me duele ver que nada ha cambiado.

      En referencia a la «calidad», para mí hay tres puntos fundamentales de la Universidad española que aún no se han abordado seriamente (y, si quieres, añadimos):
      – Formación puntera.
      – Idiomas.
      – Experiencia compaginada con la carrera.

      Aquí en Alemania, en las dos últimas nos dan tres patadas. Si te soy sincero, no sé qué es la calidad. Pero con esas tres cosas yo me conformaba. Tiene pinta de que la cosa no ha ido a mejor.

  6. Hola Burrhus
    Reconozco – se lo comentaba de pasada el otro día por Twitter – que he sonreído al leer su artículo. Me remonto a finales de los 90 y la Junta de Andalucía se sacó de la manga una «tasa de mantenimiento de expediente universitario», creo recordar que unas 6000 pesetas. Típica pelotera y convocatoria de huelga. Gobernaba ya el PP con la pírrica victoria de Aznar: me hizo gracia como en la asamblea que se convocó , los reprsentantes del alumnado que daban el discurso, hábilmente dirigían las culpas al gobierno central, cosa, que le hice notar a uno de ellos. La respuesta fue que ella tenía su ideología y actuaba en consecuencia.

    Fue la única vez que hice una huelga o fui a una manifestación estudiantil.

    • Es que es penoso, Drizzt. Una cosa es que la gente tenga una ideología, y otra negar los hechos y la razón. Para mí, este sectarismo (ojo, es intergeneracional) es el mayor drama de España. Hoy he escuchado la SER, y me ha levantado la jaqueca escuchar a Isaías Lafuente decir que hay que limitar el tope máximo del salario de los futbolistas. Tengo curiosidad por saber si alguna vez se ha molestado en escuchar alguna voz racional y discrepante. O si es capaz de diferenciar entre producto (este señor vende más socialismo, y me parece muy bien) y realidad.

  7. Hay que ser subnormal para responder asi. Primero Porque el autor no deberia haber asumido que todos conocian lo que era. Segundo porque un acronimo tan corto hay billones de Pir posibles. El que me sale en cabeza de lista es «maestro sufi». Y si anyado universidad la lista me saca refreencias a universidades en Chile, en Paksiatan o a facultades de «Politics and International Relations».

    Asi que poniendose en plan Juan Carlista: «Porqué no te callas?»

    • JMF: como bien te dice Jesu, el PIR es el equivalente al MIR de los médicos. No lo habíamos necesitado hasta la fecha, pero de golpe y porrazo a esa gente (al gremio de turno) se le ocurrió cerrar el chiringuito para limitar la competencia, y lo hicieron de la peor forma: limitando las plazas con medidas absurdas. Tengo una amiga dejándose el alma por el PIR, con un perfil personal ideal para dedicarse a la Psicología clínica, y no puede porque a un gremio y a unos políticos les dio la gana.

      Disculpa las molestias por la búsqueda.

  8. Que unos trabajadores hagan huelga, puede tener sentido. Que lo hagan los usuarios de un servicio público, es un poco absurdo y no lo acabo de entender. Es más, parece ser que ese fenómeno se circunscribe al ámbito de la enseñanza. ¿Existen las huelgas de usuarios del transporte público? ¿Las huelgas de pacientes de la sanidad pública? ¿Las huelgas de telespectadores de la televisión pública?

    • Las huelgas de estudiantes siempre me han parecido como el que va a El Corte Inglés, se compra una camisa y luego, para protestar, la deja allí. Con la diferencia que la mayor parte de la camisa la pagan los demás.

    • A mí me parece más bien las ganas que tienen algunos de pegarse un tiro en el pie con su carrera profesional. Más a día de hoy, donde la formación resulta fundamental si la gente quiere salir preparada de la Universidad. Pues nada, con alegría.

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