La voracidad fiscal expulsa de España a las empresas

El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) ve con preocupación la continuada caza de brujas contra los generadores de valor y riqueza...

El Partido de la Libertad Individual (P-LIB) ve con preocupación la continuada caza de brujas contra los generadores de valor y riqueza. El precedente creado por la reciente sentencia del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) contra la empresa tecnológica DELL, obligándola a una mayor tributación en el mercado español (aunque parte de la facturación se haya emitido desde otras jurisdicciones) demuestra el afán saqueador del Estado para con las empresas que generan puestos de trabajo y riqueza real que revierte en la sociedad. Ayer fue DELL, hoy podría ser Google, y mañana quién sabe qué otras empresas, pequeñas o grandes. Esas empresas, finalmente, deberán decidir si la extorsión a la que les somete el Estado les merece la pena o por el contrario deberían instalarse en otros países, como ya lo han hecho muchas otras en lo que llevamos de crisis.

IMPUESTOSEl P-LIB llama la atención a los ciudadanos sobre los constantes ataques del hiperestado. Sin iniciativa privada, el dinero pronto se acabará y no habrá máquina de imprimir billetes que cubra esa pérdida de valor. Éste sólo puede generarlo una riqueza real basada en el ahorro y en la productividad. Y cuantos más impuestos se le aplique a la actividad empresarial, menos prosperidad nos espera a los ciudadanos. El ejemplo de la sentencia sobre Dell es claro y nadie debería llamarse a engaño: esa mayor tributación saldrá de los bolsillos de los ciudadanos. Mientras los políticos dan caza al empresario que revierte parte de sus ganancias en el país, sojuzgándole porque no quiere entregarles toda la riqueza generada, esos mismos políticos no pierden ocasión de esconderse en jurisdicciones menos lesivas que la nuestra para la propiedad privada, como podemos comprobar siempre que surgen nuevos casos de corrupción. Pero, si los ciudadanos productivos y sus empresas emplean los centros offshore para refugiarse del expolio, los políticos los utilizan en cambio para esconder ilegítimamente el producto de su saqueo a los primeros.

El P-LIB invita a la ciudadanía a reflexionar sobre la grave crisis ética que sufre nuestra sociedad como consecuencia del modelo socialdemócrata que menosprecia la propiedad privada convirtiéndola en mera posesión, saqueable por vía fiscal y burocrática según los intereses de quienes ostentan el poder político de turno. Roxana Nicula, Secretaria de Acción Ciudadana del P-LIB, ha declarado que “mientras sigamos penalizando al generador de riqueza, mientras pretendamos que los beneficios de quienes la producen se los quede el Estado para financiar los privilegios de la casta gobernante, España seguirá por el camino de servidumbre que esa misma casta nos obliga a transitar”.

Escrito por Roxana Nicula para el Partido de la Libertad individual.

Redaccion DEE
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4 comentarios

  1. La voracidad del estado, tanto fiscal como de otros tipos, no sólo expulsa a las empresas, también a los ciudadanos nacionales y extranjeros… De facto no hay ninguna diferencia entre una persona física y una jurídica, los problemas y daños que sufren del estado son los mismos. Las capacidades de generación de riqueza son las mismas. Diferenciar aquí no ayuda a nada y no centra el debate….

  2. No me gusta el enfoque, una cosa es criticar los impuestos y otra permitir dos reglas de juego, los muy grandes no pagan mientras que a los pequeños los machacan.

  3. El comunicado no aclara la sustancia del asunto, pero alguien podría preguntarse si estáis defendiendo que las empresas ‘offshore’ paguen menos impuestos que las empresas radicadas en España.
    Cambiando de tercio. ¿Sabéis que el Banco de España ha publicado una recomendación limitando la remuneración de los depósitos a plazo fijo? Por cierto, que dicha recomendación no se aplica a algunos bancos como el Espirito Santo.
    http://www.libremercado.com/2013-01-17/por-que-el-banco-de-espana-penaliza-los-depositos-1276479368/
    http://www.libremercado.com/2013-02-02/que-opciones-ha-dejado-el-banco-de-espana-a-los-ahorradores-1276480939/

  4. Libertad individual significa responsabilidad individual y eso no lo acepta el hombre-masa de hoy. Mejor estar cobrando el paro o el PER, o el subsidio o «esperando a que me llamen», que ponerse de autónomo o emigrar a Alemania o a otra parte de España por un «mini-job» de 600 Euros a tiempo parcial. Los españoles calculan y no les sale a cuenta, mientras se cobre más del subsidio y trabajando en negro, en su caso.

    El pensamiento estatista en su peor versión, la «social-democracia» ha triunfado en las masas. Es lo irreflesivamente venden la escuela pública y todos los sectores que viven y administran la economia «social-democrata», que sin muchos millones. Es el más dificl de erradicar.

    El socialismo pleno en todos los sectores productivos acaba antes: en 60 años puede arruinar al país más grande y rico de la tierra. El pensamiento buenista, «social-democracia», es peor al ser un cáncer que poco a poco infecta a las conciencias y está plagado de buenas intenciones, la ruina tarde en materializarse y mientras tanto hay generaciones enteras de beneficiados a costa de las generacioens futuras (vía la deuda pública, en roman paladino: que paguen la factura, si pueden, que a lo mejor ni pueden, las generaciones futuras.

    Eso es la «justicia» redistributiva social-democrata: las generaciones futuras pagan a las actuales -que votan- y los sectores productivos pagan a los «free-riders» y el grandisimo sector estatal que cobra y adminsitra el sistema. Los intereses comunes son muchos. Cada vez menos pequeñas empresas, autónomos y profesionales, y cada vez más empleados públicos, hasta que el sistema colapse. Simplemente un solo sector nacionalizado, como el de medicamentos y sanidad, puede llevar a la ruina a toda la sociedad. Será más lento que el comunismo; pero más letal. El 60% del gasto autonómico va a sanidad, y el 80% a sanidad y «educación» pública (la peor en la historía de españa, a mucha distancia del nivel de exigencia educativa del franquismo, para su vergüenza). Los que pueden, sobre todo los hijos de dirigentes socialistos, escapan de la educación pública («Haz lo que digo, no lo que hago»).

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