Menos lobos con el calentamiento del mar, “Nature”.

Nature Climate Change acaba de publicar un estudio al que le están dando mucho bombo, como se ve en la imagen de arriba. Seguro que El Mundo et al le sacan partido. La afortunada coincidencia es que la dra. Judith Curry estaba preparando una entrada para su blog sobre el calentamiento del mar. El flujo de calor océano – aire es una de sus especialidades, precisamente. Y se ha visto muy soprendida, y francamente escéptica, con lo de Nature. Concluyen que el calentamiento oceánico es una clara huella del efecto de los gases invernadero. Y que estos son los responsables de la mayor parte de ese calentamiento, con no más de un 10% para la variabilidad natural.

Curry alucina, porque justamente estaba escribiendo sobre los resultados de tres estudios diferentes de este mismo año (uno de ellos, suyo), que llegan a la conclusión exactamente contraria:

Una conclusión es que la variabilidad natural, más que un cambio climático de largo plazo, domina la temperatura superficial del mar y los cambios del flujo de calor en los últimos 23 años.

Los artículos son:

El comentario de J. Curry:

¿Por qué importa esto? El asunto son los feedbacks asociados con cambios en la profundidad de la capa de mezcla de aguas, y también con los flujos de calor latente en superficie, que tienen gran influencia en la temperatura de la superficie del mar y el contenido de calor de la capa superficial del océano. Los feedbacks asciados con el flujo de calor latente también van de la mano con los del vapor de agua. Para más información sobre los feedback que influyen en las temperaturas de la parte alta del océano, ver sección 13.6 en el feedback chapter de mi libro Thermodynamics of Atmospheres and Oceans.

Yeager and Large han hecho un intento valiente de juntar muchas observaciones, pero su esfuerzo hace destacar las deficiencias que tenemos con estas observaciones. Tiene sentido centrarse en el período desde 1983, porque es en el que tenemos mejores datos de satélites, pero aun así hay problemas con los datos de temperatura de los océanos. Mucha de la gente con la que hablo tiene poca confianza en los datos anteriores a 1980, y la mayor parte está de acuerdo en que hay problemas sustanciales antes de 1960. El «relleno» (de los datos que faltan) es un problema grande; en mi opinión sería mejor limitarse a comparar los modelos con las observaciones de los sitios donde hay datos de confianza.

Sospecho que el razonamiento que hay detrás de Gleckler et al. en Nature Climate Change, va a tener éxito en el próximo informe del IPCC – AR5. Sin embargo, a la vista de estos estudios, los modelos climáticos tienen deficiencias bien documentadas para simular los flujos de superficie relevantes. La variabilidad interna natural multidecadal (que está simulada muy pobremente en los modelos) puede ser la causa dominante del calentamiento oceánico reciente (en términos de cambios en la profundidad de la capa de mezcla y cambios en los flujos de calor sensible / latente).

Solo un añadido. Recordar que Judith Curry era una heroína de los alarmistas, porque tenía confianza en el IPCC, y la mostraba. Y porque justo sacó un trabajo sobre el (teórico) aumento de los huracanes con el calentamiento global, en la época del Katrina. Hasta que empezó a participar en blogs «escépticos» (principalmente Climate Audit), defendiendo la tesis del IPCC – pero capaz de ver que en contra se esgrimían argumentos de mucha consideración. Solo por eso la tropa del IPCC la estigmatizó como hereje (con todos los consabidos insultos y ataques). Luego coincidió que el Climategate dejó a la vista que el núcleo duro del IPCC no es precisamente «confianza» lo que merece, y decidió mirar más allá de su especialidad (huracanes, calor superficial del mar y clima del Ártico), para entender el conjunto.  Desde entonces su postura ha ido evolucionando hacia un escepticismo suave cercano a Roger Pielke. Ambos le están prestando mucha atención a la variabilidad caótica no forzada. Pero tampoco tiene el menor desprecio por un escepticismo más fuerte del tipo del de Lindzen y Spencer. Excuso decir que para le gente del IPCC no hay distingos entre escepticismos: todos a la hoguera.

El artículo de Judy Curry:

Actualización: De los comentarios en lo de Curry (siempre hay muchos, y muchos buenos), aprovecho este enlace de Bob Tisdale (http://bobtisdale.wordpress.com/). Una animación para que se vea la broma que representan los datos del calor del mar en profundidad hasta el desarrollo del sistema de boyas Argos a partir de 2003. Y hay que recordar que de lo que habla Nature Climate Change es de eso, desde 1960. El gráfico solo muestra desde 1979, que antes es aun peor:

 

plazaeme
plazaeme

Negacionista. Que no se sabe muy bien si quiere decir que niego que exista el clima; que niego que el clima cambie; que niego que el clima esté cambiando actualmente de forma que no se haya visto antes; o que niego que hayan mostrado que se trata de un problema real, y no imaginario. Nunca me lo explican, y sigo esperando.

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