País Vasco 2012

A cuento de esto:

Plazaeme -citando a  Matías Múgica- escribe (entre otras muchas cosas que DEBEN leer)  esto en un artículo escalofriante sobre la «kultura euskaldún»:

Vengo a decir dos cosas, y parece mentira que me haya costado tanto decirlas: primero que la cultura vasca es mala. Incluso muy mala. Salvo excepciones, es una cultura pueblerina y sin interés, que no puede bastar para la formación de nadie. Esto, en sí mismo, no constituye ninguna crítica: por diversas razones es lógico y previsible que sea así. Lo que no es tan normal y sí merece crítica, es intentar presentarla, como se hace constantemente, como un equivalente o incluso posible sustituto de la cultura mayoritaria del país, con vocación de ser algún día su cultura única; esto en mi opinión es peligroso e irresponsable, sobre todo teniendo en cuenta que las víctimas de la “homologación” van a ser los jóvenes. El día en que estos dejen de educarse en culturas “extranjeras”, por seguir usando jerga paranoica, y las sustituyan por la “propia” (y esto, no me cabe duda, es lo que muchos pretenden e incluso ya van consiguiendo), habremos dado un gran paso en el descerebramiento del país, cosa que no puede sino preocupar a alguien con un poco de conciencia.

Claro que el descerebramiento conecta bien, la verdad sea dicha, con el espíritu de los tiempos: en la regresión a la barbarie parece que los vascos vamos bien situados. No es que nos hayamos movido nosotros de la cola a la cabeza de la tensión histórica; nosotros, lo sabe todo el mundo, no nos movemos nunca. Es la tendencia la que se ha invertido y en esa vuelta atrás nos ha pillado a nosotros donde siempre: en nuestro amado primitivismo, convertido súbitamente en primor de modernidad, como esos estratos vetustos que un oportuno plegamiento desentierra y deja por encima de materiales mucho más recientes. No hay como tener paciencia para que algo vuelva a ponerse de moda.

En segundo lugar, he querido poner de manifiesto el muy bajo nivel de realidad, tanto social como personal, de este tinglado: la cultura vasca consiste en gran parte en un continuo, y desesperante, “hacer como si”, ….

No dejen de leer el artículo completo: Maldito vascuence. La  realidad vasca, desde la perspectiva de un vasco inteligente.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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8 comentarios

  1. La irracionalidad y el fanatismo no desaparecen, solo cambian de color. Se da la circunstancia de que en muchos lugares donde antes eran acérrimamente católicos, ahora son acérrimamente nacionalistas. Eso se puede observar claramente entre el clero vasco y el clero catalán.
     
    ¿Por qué son tan peñazos e inasequibles al desaliento? Porque un fanático es alguien que no quiere cambiar de tema, y no puede cambiar de opinión.

  2. Chi. Lo mismo que se ve en todo el corredor del Cantábrico. Asturies en particular.

  3. Al fin, ves que aún peor que la sangre derramada injustamente, el despotismo paleto, el abuso permanente y la mentira psicótica narcisista como sistema , por increíblemente que parezca, es lo insufriblemente peñazos e inasequibles al desaliento que son los nazionatas de toda laya, los iluminados de las naciones de nunca jamás.

  4. Pues no habremos dado cancha aquí a las energías renovables y a Green Peace ni ná. ¡Tenemos más contradicciones que algunos sindicalistas! Pero involuntarias ¿eh?

  5. A menudo, los anuncios contextuales de Google resultan un tanto irónicos, como el que estoy viendo ahora mismo justo encima de los comentarios:
     
    Euskal Herriko produktuak besterik ez Sartu!
    NONBAIT.COM

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