Jane de la Jungla

Quise entrevistar a Jane Goodall. Tuve una serie de intercambios de correos en inglés con diversas personas, entre ellas el delegado en España de su organización, que no se dignó a hablarme en castellano. El caso es que Jane es inaccesible, como lo son otros grandes mitos de la biología y la ecología. Llegué a preparar un cuestionario bastante adaptado a mis necesidades y creo que adecuado para que Jane expresase de forma clara y satisfactoria para todo aquel que leyera la entrevista sus puntos de vista, su apasionante historia personal y algunos datos científicos de primatología de gran interés.

Como decía, Jane es inaccesible. También lo es David Atteronbough, al que tuve que escribir a una dirección postal porque por no tener no tiene ni filtradores de correo electrónico (ni este último, que se sepa). Nunca me respondió nadie.

Tampoco pude contactar con el archifamoso Richard Dawkins, ese grandísimo divulgador de la también grandísima idea de Darwin de la selección natural, pero desgraciadamente muy atareado ejerciendo de Papa del Ateísmo. Después de muchos intentos infructuosos de contactarle a través de sus agentes, que cambiaban de rostro y de nombre continuamente, como camaleónicos troles, simplemente le escribí -y seguro que le llegaría- que respetaba su labor científica y divulgativa, pero que ahora lo único que era, para desgracia de todos, es lo que decía arriba: un Papa del ateísmo.

Me da igual que esta gente no esté entre nosotros, ya tenemos entrevistas y entrevistados suficientes en cantidad y calidad para que les vayan dando dos duros a ciertas estrellas. La próxima entrevista que voy a publicar es a un científico que deja a Dawkins a la altura del betún. Y ni siquiera necesita mencionarle. Juega, como diría mi amigo Kantor, en otra liga. Yo diría que, mediáticamente es de tercera, pero en cuanto a talento y genio es de primera división. Ya le conoceréis. Esperad, no seáis impacientes. Y no esperéis que el nombre os suene. «Ah, ya, coño, A.H.»

Pero este post se lo quería dedicar con AMOR a Jane, esa bellísima persona, que siempre se ha preocupado por los chimpis y por la humanidad y el desarrollo ecológico y sostenible. Jane, Gran Dama de la Selva, tu libro Otra Manera de Vivir, Cuando la Comida Importa, es un fraude. No he necesitado recorrer sus 390 páginas para darme cuenta. Ya desde el principio, en la introducción para el público español, te delatas. Lo tuyo son los huertos y granjas ecológicos y los cultivos locales, cosa imposible si hay que alimentar 7 u 8 mil millones de almas, y los colegas de Greenpeace y sus panfletos, según tú ciencia pura y dura.

Estoy seguro que a lo largo de esas maravillosas 390 páginas de razonablemente buena literatura nos conmoverás con la maldad de las multinacionales alimentarias y de Wall Street, y seguramente darás excelentes consejos dietéticos. Pero me parto la caja nada más a empezar a leer el libro, en el prólogo citado a la edición española, cuando hablas de tu paso por las Canarias en dos momentos distintos del tiempo. Permítanme que transcriba unas líneas, ahora que el lobby del canon está muerto y enterrado:

Cuando fui por primera vez a África, en 1957, hice el viaje en barco y echamos el ancla durante un día en las Islas Canarias….lo que recuerdo más vividamente es la gente. Todos los hombres parecían duros y enjutos, con cierto aire romántico, con su pelo oscuro y sus ojos chispeantes. Las mujeres de mis recuerdos eran altas y delgadas, fascinantes, con faldas de colores y ajustados corpiños negros. Su aspecto saludable era sin duda un reflejo de los beneficios de la famosa «dieta mediterránea», basada en la fruta, las verduras, el aceite de oliva y un abundante consumo de pescado. Por desgracia eso ya no es así. Durante una visita reciente, en junio de 2006, observé en las calles que la proporción de personas con exceso de peso era parecida a la de Reino Unido y de Estados Unidos.

Este párrafo entrañable nos dice algunas cosas que hay que leer entre líneas a la luz de conocimientos de otras esferas como la económica y la sociológica. No sé hasta qué punto podría Jane discriminar entre lugareños y turistas (entre otros ingleses) en eso del peso, porque ahora Canarias es un destino turístico de ingleses. Pero eso es lo de menos. Seguro que vio a mucho gordito made in Spain, o como el plátano, ese fruto que tanto le gusta a sus chimpis, made in Canarias. En efecto tiene razón, toda la razón: el español medio ha engordado. Pero, escucha Jane, ¿Qué España era la de 1957, antes de las reformas del franquismo que permitieron mayor apertura y mayor poder al comercio? Dos años después de la visita de la delgada Jane a los delgados Canarios terminó la autarquía en España. ¿No será, entonces, Jane, que lo que vistes fue la necesidad hecha virtud? ¿No será que contemplaste a campesinos y campesinas pobres? ¿Y cómo no iban a estar delgados? Ahora pueden elegir entre cebarse en un McDonalds o comer la famosa «dieta mediterránea», pero entonces comían lo que podían. Y es que esa es la clave que oculta el párrafo y, no hace falta que lea más, todo tu libro: hacernos más pobres nos hará más delgados. Si: acabar con las multinacionales alimentarias y con los pesticidas y otras sustancias que han permitido generar cultivos a gran escala nos hará más pobres a todos, entraremos en guerra por los recursos escasos y la civilización colapsará, y entonces, tras el gran holocausto, los pocos supervivientes, delgados y atléticos, de esta auténtica lucha por la existencia, volveremos a la jungla, lugar en el que has vivido la mayor parte de tu larga vida y del que quizás nunca debiéramos haber salido.  Tú, que has estado allí, haciendo, todo sea dicho, un excelente trabajo de campo con los chimpancés, sabes lo malos malones que son los chimpancés, lo territoriales que son, como se matan unos a otros, y sus jerarquías de dominancia. Ese estado de naturaleza no sería muy rousseauniano. Porque no creo que seas tan ingenua de creer que nosotros íbamos a ser mejores, ni menos crueles con las otras especies.

Germanico
Germanico

No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

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40 comentarios

  1. Cara de Palo:

    Que respete las normas de ortografía dependerá de lo que me salga de mis caprichos. Pero nunca, repito, nunca, o sea, jamás de los jamases va a depender de lo que tú opines al respecto.

    Además, dios es nombre propio, o no.  Por ejemplo, si hubiera muchos, sería tan nombre propio como «camión». Y si no hubiera ninguno, sería tan nombre propio como «triángulo». Sólo si (a) existe, (b) es uno, y (c) es el mismo uno para todos, puede ser un nombre propio. Ocurre que no opino tal cosa, a pesar de que mi cultura sí lo opine (y de ahí la costumbre ortográfica).  Pero ocurre que me importa un bledo si mi opinión te supone un problema.

    Las palabras van cambiando de significado. A menudo conforme cambian los conocimientos. Antiguamente se pensaba que la capacidad de razonar era exclusiva del hombre, una especie de regalo de los dioses. Incluso había quien quería imaginar que la razón era el motor principal de las acciones humanas. La Real Academia sigue definiendo «racional» como «dotado de razón». Que tiene la misma lógica que definir «borracho» como «capaz de emborracharse», y de ahí llamar «ser borracho» al animal humano. Un sinsentido que, modestamente, pretendo ir corrigiendo.

    Comprendo muy bien tu espíritu conservador, y comprendo que desde esa perspectiva tengas dificultades con lo que digo. Pero la vida es dura.

    Y siento mucho ser menos previsible de lo que resultaría conveniente. Pero realmente no estoy haciendo ninguna «jugada defensiva». Ni estoy jugando al ajedrez, ni nadie me ha «atacado». No pretendo ser brillante. Ni siquiera me gusta el brillo. Me gusta pensar en alto junto a otros que piensan en alto. Pero más que nada por la curiosidad de ver a dónde se llega, y no por averiguar quién mea más lejos. Si fuera esto último, me vería obligado a expresar ideas muy prudentes y conservadoras, y a mi me gusta vivir peligrosamente. Resulta mucho más variado.

    • Estoy de acuerdo en que la palabra en cuestión puede decirse en mayúscula o minúscula. Pero si estamos hablando dentro del contexto del cristianismo es Dios, y si hablamos de algo que veneran unos u otros, es un dios (con artículo indeterminado). Y Alá es con mayúscula. Pero bueno, son asuntos de «minúscula» importancia. 

      • Mi idea circula así. No hablo dentro del contexto del cristianismo, porque no estoy hablando de ateos cristianos, sino de ateos a secas. No estoy refiriéndome a ningún dios concreto (el de ninguna religión), sino a la idea de dios, que en cada religión se concreta de una forma distinta. Y eso, por definición, no puede ser un nombre propio.

        El caso es que la primera vez que ha aparecido dios por aquí, lo has traído tú. Y con minúscula. Pero me han reñido a mi, ya ves. Lo has hecho con toda lógica, y la misma lógica que estoy explicando yo:
        Yo distingo al ateo, que no tiene dios, … 

        O sea, que no tienen ningún dios; no tiene nada que encaje en la idea de dios. Y nombrar una idea en la que caben diferentes realizaciones con un nombre propio es un perfecto contradiós. Lo diga el Cara de palo que lo diga. Por cierto, ¿Cara de palo es nombre propio, o es un estado de ánimo?

        • Ay, qué poco me gustan estas polémicas entre personas inteligentes. Luego tomaos un chatito juntos….si no sois «sobrios» como yo, claro.
          Si, yo utilizo dios y Dios según lo que diga, y puede que a veces lo ponga en mayúsculas cuando debiera ir en minúsculas o a la inversa. Igual que a veces yerro con las tíldes o meto hachazos de hache o una y griega en lugar de la elle. Siempre temo que alguien me venga y me diga que soy un ágrafo «funcional», por muy «minúsculo» que el asunto sea en relación con el tema que esté tratando.

      • «Cara de palo» es el apelativo que le pusieron a Buster Keaton en España, cuando era una popular estrella de cine.
         
        Como bien dice Germánico, Dios se escribe con mayúscula cuando se refiere al Dios de las religiones monoteístas, y en minúscula cuando se refiere a una de las muchos dioses de las religiones politeístas, pero en ese último caso se dice «el dios» o «un dios», porque no se trata de un nombre propio, sino de un nombre común.
         
        Para abarcarlos a todos, es preferible utilizar el término divinidad. Este sí que se escribe con minúscula.
         
        La ortografía solo es un asunto de minúscula importancia, o de caprichos personales, para las víctimas de la LOGSE y de los paradigmas pedagógicos progres, pero no para personas cultas.
         
        «Comprendo muy bien tu espíritu conservador, y comprendo que desde esa perspectiva tengas dificultades con lo que digo. Pero la vida es dura.»
         
        Muchas gracias por su tono condescendiente. Intentaré estar a la altura.

        • Cara de Palo, por supuesto que la ortografía es importante, yo hago todo lo posible por no cometer errores ortográficos, pero a veces los cometo. Otra cosa es que, de partida, se considere que es un asunto menor. No, no lo es. Es un asunto de grandísima importancia el formar a las personas en el correcto uso del lenguaje, pues esa es nuestra principal herramienta cognitiva y para crear la sociedad y la cultura. Los relativistas que dicen que todo vale son amantes del caos. Ha de haber unas reglas, que para eso hay una Academia, y la gente ha de ceñirse lo mejor que pueda a ellas. Pero creo que Plazaeme ha demostrado sobradamente que no es un ágrafo, ni un ágrafo funcional, ni nada por el estilo. Por ejemplo nuestro colega blogger Memetic Warrior comete unas faltas de ortografía que espantan al más impávido, pero el caso es que le lees y entras en la gloria -más cuando decide no cometerlas, cosa de la que es muy capaz.

        • Trato de explicarte, querido condescendido, que no se trata de ningún error de ortografía, sino de una heterodoxia ortográfica cuyo significado / motivación te he explicado con más detenimiento del que mereces. Puedes seguir explicándome las costumbres y normas que conozco de sobra, si te divierte. Solo es un poco ridículo. Y una pérdida de tiempo, puesto que voy a seguir escribiendo «dios» como me parece oportuno, sin pedirte opinión. 

          Verás, no soy muy maniático, y me adapto al tono de los demás. Normalmente no soy condescendiente, pero  cuando empieza el juego de las borderías, sí. Especialmente si me tropiezo con un guardia de la circulación, de esos que cuando todo el mundo se da cuenta si alguien está escribiendo con un teclado no configurado para español, tiene que ponerse a dar lecciones explicando que los signos de interrogación se ponen también en la apertura. Carne de cañón, por así decir. Y, aunque no es un juego que yo suelo iniciar, soy capaz de divertirme con él como el que más.

          El todo caso es una pena.  El sitio tiene condiciones y gente como para sacarle partido, y potenciar el pensamiento, aprendiendo unos de otros. Y temas sugestivos para provocarlo. Pero siempre hay algún cenizo que jode el invento, con chorraditas y pijadas que se llevan la discusión a otra parte. Y todo, para dar unas lecciones estúpidas que todo el mundo conoce sobradamente. Lo que decía; una verdadera lástima.

          • Mira que me molesta que os hayáis enzarzardo en esta disputa. Al principio me partía con lo de ¡¡Guerra de Religión!!! pero al final ha acabado en una discusión…..bizantina, del lenguaje. Que si el monofisismo que si el arrianismo, que si…. No le demos más importancia de la que tiene al asunto.

          • Por mi no os preocupéis…..preocupáos por Dios, que os está observado en todo momento….

  2. Plazaeme:
     
    Si escribe Reyes Magos con mayúsculas, ¿por qué escribe Dios con minúscula? Es un nombre propio, como Atila o Buda. Por muy ateo o descreído que sea, respete la ortografía, al menos.
     
    Ser racional significa estar dotado de razón. También Zapatero es un ser racional; por mucho desprecio que me inspire, no voy a negarlo.
     
    Pensé que acudiría, como a un burladero, al término «racionalista», cosa previsible, pero no lo ha hecho. Me siento como un jugador de ajedrez que, enfrentado a un rival, se ve sorprendido por una jugada defensiva no prevista. Yo tenía preparada la respuesta, y es que el racionalismo fue una creación de filósofos cristianos. Es muy conocida, entre los estudiosos españoles de la filosofía, la postura de Unamuno, enfrentado al racionalismo cristiano. Se le llegó a ver como un profeta del irracionalismo. Lo que ocurría, sin embargo, es que a Unamuno se le quedaba corta la idea de razón propia del racionalismo.
     
    Juano:
     
    Tampoco me parece una buena elección el término materialista. Se puede ser, digamos, espiritual sin ser religioso. Precisamente acabo de releer a Yukio Mishima y me viene al pelo. Mishima, como la mayoría de los japoneses, era más bien ateo, pero no era materialista. En su cosmovisión, el mundo del espíritu jugaba un papel esencial. Se podría decir que era una especie de dualista (eso sí, como artista, como poeta, no como hombre religioso). El materialismo niega el espíritu. Es muy conocido su rifirrafe con los estudiantes universitarios radicalizados de extrema izquierda a finales de los años sesenta. Él defendía la figura del Emperador como símbolo y alma del Japón, aunque no  era tanto una cuestión política como una cuestión estética. En su último discurso, ante la guarnición del cuartel general donde cometió seppuku, apeló al Ejército japonés como bastión del alma japonesa. Se rieron de él, claro. Está claro que no era un materialista, pero era ajeno a la idea de Dios.

  3. Bueno, yo creo Cara de Palo, sobre Dawkins,  que su libro el Gen Egoísta es una buena síntesis de la sociobiología que introduce una metáfora-fuerza muy buena. Lo de los memes me entra menos. Pero en general sus obras divulgativas son fabulosas. Y escribe bien. Hasta he leído su Espejismo de Dios con interés.

    Y lo que me parece mal de Goodall no es que le parezca estupenda la llamada «dieta mediterránea»: eso hasta se lo aplaudiría, sino que propone un nuevo modo de vida, un cambio radical de nuestra relación con el medio, que supondría un retorno a la naturaleza, pero a la naturaleza naturaleza, esto es, a la escasez, la lucha despiadada etc

    ¿Soy la Zorra de la fábula? ¿Tú crees? jejeeje. Si te dijera a todos los científicos a los que he intentado sin éxito entrevistar, te parecería que solo he dado por malas 3 uvas de un racimo inmenso.

    • A ver si Dawkins va a resultar ser el Garzón de la ciencia…
       
      Si tienen a mano El relojero ciego, echen un vistazo a la parte en que expone el funcionamiento del imaginario programa informático Weasel. Selecciono el fragmento clave:
       
      «…El programa examina las copias mutantes y selecciona la que se aproxime más a la secuencia objetivo ‘METHINKS IT IS LIKE A WEASEL’, por pequeña que sea la mejora. Repitiendo este proceso de selección, una secuencia aleatoria de 28 caracteres evoluciona en pocas generaciones hasta la secuencia objetivo.»
       
      Dawkins recurre a la teoría del diseño inteligente para refutar la teoría del diseño inteligente. Esto debe de ser el equivalente a la prevaricación en el mundo científico.
       
       

      • Cara de Palo, Dawkins juega a diseñador inteligente no sólo en ese sentido: también sueña con la ingeniería social ateísta perfecta.

      • Teniendo en cuenta que Dawkins estaba poniendo un ejemplo de selección artificial (o sea, diseño inteligente), para mostrar el poder de la «selección acumulativa», da la impresión de que no has querido entender lo que decía.

        La diferencia es que el programa Weasel conduce a un objetivo, la frase concreta, mientras que la evolución natural no. Pero Dawkins no estaba explicando la evolución natural, sino uno de sus mecanismos, en un entorno experimental (irreal).

        Para los que se empeñaban en no entenderlo, hizo una segunda parte:

        In Climbing Mount Improbable, Dawkins responded to the limitations of the Weasel program by describing programs, written by other parties, that modeled the evolution of the spider web. He suggested that these programs were more realistic models of the evolutionary process, since they had no predetermined goal other than coming up with a web that caught more flies through a «trial and error» process. Spiderwebs were seen as good topics for evolutionary modeling because they were simple examples of biosystems that were easily visualized; the modeling programs successfully generated a range of spider webs similar to those found in nature.  

        • Yo leí el segundo, que no el primer libro: Escalando el Monte Improbable. Esos programas son simulaciones de selección natural, en efecto. No me meto en su diseño informático y matemático porque es posible que salga escaldado. Pero estoy de acuerdo con Plazaeme en que no son buen ejemplo de Diseño Inteligente, por lo menos tal y como lo plantean sus defensores (entre ellos -momento publicidad engañosa- ¡¡¡nuestro magnífico entrevistado Michael Behe!!!).

          • Pero hay algo de cierto en que juegan (con sus juegos de teoría de juegos y sus halcones, palomas, vengadores y demás) a ser dioses (en minúscula mayestática). Aunque dada la tecnología y la mente de las que disponemos quizás sea esa una de las aproximaciones a lo que podría ser una selección natural más factibles de realizar. Yo, prefiero de todas formas el trabajo de campo de los Grant en las Galápagos.

      • A Dawkins no se le perdona varias cosas: 1º que gane un montón de dinero con sus libros, bastante más que la mayoría de científicos de renombre, y no digamos ya si nos ceñimos a biólogos. La prueba es que la mayoría de sus colegas críticos han intentado, con bastante menos éxito que Dawkins dicho sea de paso, ganar dinero publicando libros de divulgación (que es justo para lo que se publican libros de divulgación: para ganar dinero). Por supuesto tampoco se le perdona que sea un buen escritor y que consiga trasmitir ideas complejas de una manera elegante pero inteligible para el gran público.
        2º Tampoco se le perdona que no se calle la boca o que pida perdón por decir en voz alta que lo racional (gracias a los conocimientos que proporciona la ciencia actual) es pensar que Dios no existe. Y además no callarse ni pedir perdón por decir en voz alta la evidencia de que los defensores de Dios han justificado (y siguen justificando) bastantes barbaridades perpetradas en su nombre. Por supuesto tampoco se le perdona que no haga distingos INTELECTUALES entre los diferentes mitos religiosos.
        En definitiva no se le perdona ni su éxito profesional ni su compromiso en la lucha contra lo que él considera una fuente de sufrimiento para la humanidad: la pervivencia de los mitos religiosos.

        • El problema de eso, pvl, está en el «se le». ¿Se le, quién? ¡Pues claro que muchos creyentes cristianos no  le perdonan que no haga diferencias entre los diferentes cuentos chinos! ¡Y claro que los envidiosos no le perdonarán su dinero! Así como los torpes su facilidad para expresarse. El problema es que con esas generalidades no has explicado nada. Bueno, has explicado que muchos no le perdonan, como tampoco le perdonan a Botín. Has explicado … la naturaleza humana. Bien conocida, al menos desde Hammurabi.

          Pero, ¿no hay nada más allá que explicar sobre Dawkins? Yo creo que sí, y lo hemos dicho. Su fanatismo de salvador. Otro cuento chino, por cierto, pero que el gran descreído no puede ver. Y pasa siempre. Invariablemente. Cada vez que llega un genio con una solución simple para salvar algo que no necesita salvación, ni podría obtenerla en al caso de necesitarla, sea las almas, la tierra, el imaginario pueblo vasco de siete mil años, el sistema climático, o para Dawkins el racioninio humano, acaba sacando las cosas de quicio y estropeando mucho más de lo que pretendía arreglar.

          Yo no es que no se lo perdone; no tengo esa licencia. Pero aunque no soy envidioso, ni cristiano creyente, ni especialmente ágrafo, sí soy de la opinión de que Dawkins es un peligro público. Por salvador fanatizado.  Peligrín, tampoco vayamos a exagerar; que no hay tantos que le hagan caso. 

        • Lo que no descarto, teniendo a Dawkins por muy inteligente, es que él mismo no sea crea la pose que adopta. Pero como rinde, y da seguidores, ¿por qué no tenerles contentos?

  4. ¡Ah!, por el título pensaba que ibas a hablar de otra Jane de de los Monos diferente. Qué susto.

    http://plazamoyua.files.wordpress.com/2010/12/jane-manda-un-christmas.jpg

    Me parece injusto con Goodall, aunque tengas razón. Después de todo es una chimpanzóloga; no hay motivos para atender sus cuitas más allá de los chimpas. Y por otra parte supongo que las pelas le vendrán de aquellos a los que va dirigido el libro – esa curiosa religión atea. Es muy difícil convencer a alguien si su economía depende de que no le convenzas.

    Hablando de religión atea, y por tanto de Dawkins, se me ocurre si no necesitaría otra palabra distinta para referirme a los pobres colgados que somos ateos, pero sin religión alguna.

    • «… se me ocurre si no necesitaría otra palabra distinta para referirme a los pobres colgados que somos ateos, pero sin religión alguna.»
       
      ¿Descreídos? 
       
      Germánico:
       
      Perdona que te lo diga, pero esta entrada me ha traído a la memoria la archiconocida fábula de la zorra y las uvas.
       
      Sí, tienes razón en lo de Dawkins. Su condición de Papa del Ateísmo es lo que le ha dado la fama mundial de la que goza. Si su celebridad dependiera exclusivamente de su labor científica, no sería una estrella mediática, como Lady Gaga o Cristiano Ronaldo.
       
      En cuanto a lo de Jane, me temo que ha picado el cebo de la «dieta mediterránea», que no es más una creación de Ancel Keys, y poco tiene que ver con los verdaderos hábitos dietéticos de nuestros abuelos.

    • Yo distingo al ateo, que no tiene dios, del ateísta, que hace proselitismo del ateísmo.

      Una cosa me parece neutra y la otra tirando a mala.

      En cuanto a Goodall, respeto su gran trabajo, pero sus alabanzas políticas al gobierno ZP y cientícas a los informes de Greenpis, sencillamente, la devalúan a mis ojos.

      • Siempre me ha molestado el término ateo. Me parece muy «teistocéntrico», si eso puede decirse. En efecto, sin dios. Pero llamamos sobrios a los que no están mamados, no analcoholizados. Y decimos inteligentes, en vez de no-idiotas. Así que preferiría racional, que tiene la ventaja de excluir a Dawkins cuando hace de Papa ateo, sin evitar apreciar su formidable Gen Egoísta.

        En cuanto a Goodall, no acabo de entender por qué te molesta. ¿Compartes las ideas políticas de Einstein?  ¿Te impide eso admirarle? ¿Le preguntas a un torero qué piensa de la vida, o aprecias su arte, sin más?

        ¡Ah!, que ha escrito un libro. Ya. Sobre algo que no es lo suyo. Pues me voy a dar tanta prisa como si lo hubiera escrito El Cordobés.

        • Tiene mucha influencia. ¿Por qué Vicente del Bosque te vende un probiótico? La verdad, no lo entiendo, pero se supone que se vende más si lo anuncia él. ¿Qué sabe Vicente del Bosque de flora bacteriana en las paredes intestinales, de niveles de colesterol en sangre y su relación con enfermedades coronarias y en general de esos asuntos médicos y nutricionales? Probablemente no más que cualquier otro cogido al azar. Pero le perdonamos que nos mienta por que se lleve unos milloncejos. No pasa nada.

          Y a Goodall que apoye una ideología ecologísta nefasta para la política mundial porque ha dedicado su vida a observar chimpis, y porque parece que se lucra con ello.

        • Plazaeme, ¿pretende decir que quienes no son ateos no están dotados de razón? Porque eso es lo que significa «racional», aplicado a una persona.
           
           

          • No creo. No creo que ser racional sea estar dotado de razón (capacitado para razonar). En ese caso Zapatero sería racional, y nada más lejos de la realidad.

            Creo que no debería de hacer más falta una palabra específica para designar al que no cree en dios, que al que no cree en los Reyes Magos. Y creo que aunque seamos capaces de razonar estamos muy lejos de ser racionales. Lo que nos mueve y nos hace decidir no es casi nunca la razón, aunque a veces le demos esa forma, y nos contemos un cuento con eso. Pero sí hay actitudes y pensamientos claramente racionales, y actitudes y pensamientos claramente no racionales. Así que respecto al problema del origen del mundo, unos son racionales (y saben muy poco), y otros son irracionales y los saben todo (dios). Por eso digo: no, no soy «ateo». No me falta nada en ese respecto del origen del mundo. Solo soy un pobre ignorante racional. Es al teísta al que le sobra un cuento. Él necesita un adjetivo, no yo.

          • plazeame, «materialista» sería un buen término, la pena es las connotaciones políticas que tiene…  Tal vez sea cuestión de empezar a usar la palabra para sacudirle el marxismo que tiene encima…

    • Dawkins es un creyente. CREE sin lugar a dudas que Dios no existe. No que su existencia no es imprescindible o no está demostrada, sino que está probada su inexistencia. Y como muchos otros creyentes es propenso al fanatismo.

      El agnosticismo es mucho más tolerante; ni afirma ni niega la existencia de Dios. Considera imposible probar con argumentos lógicos tanto su existencia como su inexistencia. Y por ello no emprende Cruzadas ni Persecuciones a favor o en contra.

      Muchos creyentes religiosos modernos admiten la imposibilidad de demostrar la existencia de Dios, pero pese a ello creen. La mayoría de los científicos modernos no consideran imprescindible lo sobrenatural para entender el Universo (Hawking), pero si embargo bastantes admiten lo trascendente.

      Hay ateos fanáticos y creyentes en Dios fanáticos, pero hoy día Ciencia y Fe no se oponen. Tampoco se apoyan una a otra. Simplemente son distintas. 

      • Espectador, ese argumento es un poco raro. Es cierto que Dawkins resulta un tanto fanático, pero por «salvador», no por «creyente» – que no lo es.

        Vamos a ver; ¿acaso yo sé que la existencia de Papá Noel es imposible? ¿Que se ha demostrado su inexistencia? ¿Soy un «creyente» de la inexistencia de Papá Noel? Ni por lo más remoto.  Toda mi relación con la figura es que creí en ella (o los Reyes Magos, vaya), porque me contaron un cuento que parecía creíble (aparecían los regalos), y luego me di cuenta de que los motivos para creerlo estaban equivocados.

        ¿»Demuestra» eso que no existe? No, demuestra que no hay motivos para pensar que exista. Y uno no se ocupa ni mucho ni poco de la existencia de aquello que no tiene motivo para pensar que existe. No es que «cree» en su inexistencia; es que no existe como problema. Hay aproximadamente infinitos seres que, sin motivos para pensar que existen, podrían existir. Pero nadie cuerdo se ocupa de ellos. Cuando aparece un motivo para pensar que puede existir, entonces es un problema que hay que solucionar, viendo si el motivo tiene peso, sustancia etc. Y como nunca es el caso, nunca hay problema.

        Es como los ovnis. ¿Creemos que no existen? No, eso es un falso planteamiento. No puedes creer nada a partir de lo que no piensas. Cuando alguien presente algo que tiene pinta de poder significar la presencia de un ovni, solo entonces creerás o no creerás en el asunto. No tanto en los ovnis como en la validez de la prueba. De la que sacarás o (a) hay ovnis, o (b) no hay asunto, no hay problema, no hay caso.  Que no es lo mismo que «creer» que no hay ovnis.

        A Dawkins  le gusta ocuparse de mostrar que los motivos para creer en dios son falsos motivos. Tiene razón, por supuesto; pero a mi me aburre. Además quiere salvarnos de las influencias de los teístas. Eso es lo que le hace fanático; la salvación. Pero como ya no son un problema en nuestras sociedades europeas, al menos en su parte cristiana, a mi eso me aburre más todavía.

        • Quería decir, pero no me he explicado, que no hay la menor diferencia entre cómo enfoca Dawkins el asunto dios, y cómo lo enfoco yo. Si embargo eso no ha hecho de mi un fanático, y estoy encantado de que la gente se entretenga o consuele con lo que quiera, mientras no me toquen los cataplines.

          Lo que enfocamos diferente es el problema de la religión. Pero eso no tiene nada que ver con el argumento de Espectador. 

          • Has puesto algunos ejemplos elocuentes de lo que Dawkins explicó en el Espejismo de Dios citando a Bertrand Russell. Parece que Russell proponía el ejemplo de alguien que creyera en una tetera cósmica: sería esta una tetera que gravitaría en torno a algún planeta en algún lugar del Universo. Ciertamente nadie puede demostrar que dicha tetera no exista, sería un esfuerzo intelectual y un ejercicio retórico inútil, y sin embargo lo más lógico es pensar que no hay tal tetera.

            Pero para mi Dawkins ha dado un paso de ser «no creyente» a ser ateísta y a hacer proselitismo del ateísmo en sus últimos años, con documentales (merece la pena verlos) en los que habla del virus de la fe, el libro del que saco la anécdota de El Espejismo de Dios, y varias intervenciones públicas, debates, campañas como la del autobús de la foto que aparece en este post….etc. Por lo que se refiere a hacer proselitismo para una causa relacionada con la trascendencia sí se le podría considerar un creyente: el cree que la no creencia es lo más razonable y lo más deseable para que la sociedad sea más libre, más justa, menos violenta y, en general, mejor. No tiene fe en un Dios, tiene fe en cambiar las conciencias de los seres humanos para que acepten que son un producto de la evolución biológica y que su vida es algo que simplemente ha surgido, algo que no ha sido pensado, diseñado ni creado por ningún agente ultramundano.

          • La verdad es que nunca he seguido al Dawkins activista. Sí he leído todos sus libros de divulgación evolucionista, creo. Y me quito el sombrero. En lo de la religión me parece un perfecto imbécil. Pero yo no creo que se pueda decir que quiere «cambiar las conciencias», sino sacar el fenómeno religioso de las mismas. Puedes decir que eso es cambiar, pero como puedes decir que quitarle a alguien una muela que le duele es cambiarle. Esto sería lo que intuyo su punto de vista. Y eso lo haría «creyente» de la liberación de la mente humana de los cuentos chinos (yo soy muy escéptico), pero no «creyente» en la inexistencia de dios, en el sentido que usa Espectador.

            Insisto: es una cosa muy rara eso de «creer» en la inexistencia de algo.  ¿Puedo creer en la inexistencia de Grambatorajaun? ¿Comorrr? Yo creo que es imposible, por los motivos que he dicho.

        • Vaya de antemano mi reconocimiento de que estoy bastante de acuerdo, y que mis argumentos eran excesivamente simplificadores, pero para continuar el dialogo, me gustaría comentar que para muchos creyentes en la Trascendencia, Dios es un concepto Inefable, que no se puede expresar (y menos definir) con palabras, y por tanto no es reducible a argumentos lógicos. Para los hebreos, ni siquiera podía asignársele un nombre pronunciable, y tenían que recurrir a toda clase de circunloquios para aludirlo, con graves penas para el que pronunciase el Tetragramaton (el conjunto de 4 consonantes con el que se le designaba en los libros sagrados, y que intercalando vocales da lugar a Jehovah y a Jahveh). Recuerdese la jocosa escena de la lapidación de la película «La vida de Brian», en la que un desgraciado que ha pronunciado lo impronunciable va a ser lapidado, y al final hasta el propio Fariseo que dirige la ejecución lo es, por explicitar qué es lo que no puede decirse.

          Curiosamente, con el descubrimiento de los fenómenos cuánticos, se ha vivido una situación con ciertos parecidos: el libro más famoso de J. S. Bell se llama precisamente «Lo decible y lo indecible en Mecánica Cuántica», y en él se discute cómo cualidades tan naturales y lógicas como los «Elementos de Realidad Física» de Einstein, aparentemente irrefutables, no son compatibles con los resultados experimentales (violación de las desigualdades de Bell). Por su parte, R. Feynman, uno de los físicos más brillantes del pasado siglo, afirmaba que el experimento de la doble rendija es totalmente imposible de comprender clásicamente y que los que dicen entender la Mecánica Cuántica «tienen piedras en la cabeza». La situación ha cambiado esencialmente, y todas estas dificultades han sido ya resueltas, pero durante unos 70 años la comunidad de físicos se ha visto en la incomoda situación de manejar una teoría, la Mecánica Cuántica, perfectamente de acuerdo con los resultados experimentales, y que sin embargo contenía aspectos «imposibles de entender».

          Si esto ha ocurrido con la disciplina más materialista de las Ciencias de la Naturaleza, la Física, no es de extrañar que conceptos mucho más abstractos como el de la Trascendencia, no sean fáciles de reducir a argumentos lógicos. Creo que un poco de humildad nunca sobra, y Dawkins no anda muy sobrado de ella.

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