Peligroso Nazi en libertad

Finalmente John Demjanjuk ha obtenido la libertad, a sus 91 años, a pesar de haber sido declarado culpable por un tribunal alemán. Que disfrute los que le queden, sean años, meses o incluso semanas. El ahora viejete lleva gran parte de su vida de juicios, defendiéndose de la (probablemente) falsa acusación de ser Iván el Terrible, un colaborador Nazi en los campos de exterminio. Y es que Demjanjuk ha sido (seguramente) reo de los falsos recuerdos ajenos.

Hace un tiempo que entrevistamos a la prestigiosa psicóloga estadounidense Elizabeth Loftus, experta en falsos recuerdos, que nos habló de cómo se vio directa y dolorosamente involucrada este caso.  Respondía a nuestra pregunta sobre el asunto.

¿Qué nos puede decir sobre el juicio en el que fue llamada a declarar contra los recuerdos de las víctimas del Holocausto? ¿Qué había de falso en sus recuerdos?

En mi libro, Testigo de la Defensa, escribí sobre el caso de John Demjanjuk, que fue acusado de ser “Iván el Terrible”, el operador de cámaras de gas que causó la muerte de tal vez hasta un millón de personas en el campo de concentración de Treblinka, en Polonia, durante la Segunda Guerra Mundial. Iván el Terrible fue particularmente cruel con los prisioneros, y Demjanuk fue acusado de ser ese hombre. Fue identificado décadas después por varios supervivientes de Treblinka. Nadie dudaba de que estos supervivientes habían sufrido las peores experiencias que uno pueda imaginar. La cuestión principal relativa a la memoria en este caso era si su identificación de Iván el Terrible era correcta. Eventualmente decidiría, tras sufrir indeciblemente, que no podría ser un perito en el caso, y encontré la defensa de brillante experto para ayudar con el asunto de la memoria. A finales de 1980 Demjanuk fue condenado por un panel de jueces de Israel, y sentenciado a muerte.

Los primeros años 90 vieron la desintegración de la Unión Soviética, y ese acontecimiento tuvo consecuencias para Demanjuk. Se dispuso de nuevos documentos que apuntaban claramente a la idea de que Demjanjuk no era Iván el Terrible, y que lo fuera probablemente otro hombre, de nombre Iván. Demjanjuk apeló su condena sobre la base de esta nueva información, y finalmente fue liberado, regresando a los Estados Unidos.

Sin embargo, sus problemas estaban lejos de terminar. Pronto, el Gobierno de los EE.UU. afirmó que Demjanjuk podría no haber estado en Treblinka, sino en otro campo, Sobibor. La ciudadanía de Demjanjuk fue revocada y este fue deportado para ser juzgado en Alemania – Acusado de asesinar a decenas de miles de personas en el campo de exterminio de Sobibor, en Polonia. ¿Es culpable o inocente? Si los supervivientes podían estar tan seguros de que era Iván el Terrible en Treblinka, cuando aparentemente no era, no es natural preocuparse de esos otros testigos que ahora están tan seguros de que él estaba en Sobibor?

Germanico
Germanico

No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

Artículos: 465

Un comentario

Los comentarios están cerrados.