Entrevista sobre impuestos a Hans-Hermann Hoppe

Entrevista concedida por Hans-Hermann Hoppe a la revista Philosophy Magazine. El original en francés lo encuentran aqui. La traducción al castellano es de Rodrigo Díaz para Misses.org.

NC: ¿Son consistentes los impuestos con la libertad y los derechos de propiedad del individuo? ¿Habría un cierto nivel de impuestos en el que deja de ser consistente?

Hoppe: Los impuestos nunca, a ningún nivel de imposición, serán consistentes con la libertad ni con los derechos de propiedad del individuo. Los impuestos son robo. Los ladrones – el Estado y sus agentes y aliados – por supuesto, hacen un gran esfuerzo para ocultar este hecho, pero simplemente no hay forma de ocultarlo. Obviamente, los impuestos no son pagos normales ni voluntarios, por bienes y servicios, porque a usted no se le permite abstenerse de pagar si no está satisfecho con el producto. Usted no será castigado si deja de comprar coches de Renault o perfumes de Chanel, pero será arrojado a la cárcel si deja de pagar los costos de escuelas públicas o universidades estatales, o los gastos pomposos del señor Sarkozy. Tampoco es posible interpretar los impuestos como pagos de alquiler normal, como aquellos hechos por el inquilino al dueño de un bien. Debido a que el Estado francés no es el dueño arrendador de toda Francia ni el de todos los franceses. Para ser el dueño arrendador, el Estado francés tendría que ser capaz de probar dos cosas: en primer lugar, que el Estado, y nadie más, es dueño de cada centímetro de Francia, y segundo, que tiene un contrato de arrendamiento con todos y cada uno de los franceses, relativo al uso, y al precio de dicho uso, de las propiedades. Ningún Estado – ni el francés, ni el alemán, ni el estadounidense, ni cualquier otro estado – puede probar esto. No tienen los documentos necesarios para tal efecto, ni pueden presentar un contrato de alquiler. Por lo tanto, sólo hay una conclusión: los impuestos son el robo y la extorsión por los cuales un segmento de la población, la clase dominante, se enriquece a expensas de otra, la de los gobernados.

NC: ¿Es incorrecto no pagar impuestos?

Hoppe: No. Dado que los impuestos son un robo, es decir, una «mal» moral, no puede ser incorrecto el negarse a pagar a los ladrones o a mentirles sobre los activos, o los ingresos, en que se basan sus impuestos. Esto no quiere decir que sea prudente o conveniente no pagar impuestos – después de todo el estado es «más frío de todos los monstruos», como ha dicho Nietzsche, y puede arruinar su vida, o incluso destruirla, si usted no obedece sus órdenes. Pero no puede haber duda alguna de que es justo no pagar impuestos.

NC: ¿Cómo sabemos que un impuesto es justo? ¿Hay algún criterio? Es un impuesto progresivo mejor que un impuesto de tasa única?

Hoppe: Sabemos que ningún impuesto es justo, ya sea de tasa progresiva o de tasa plana y proporcional. ¿Cómo pueden el robo y la extorsión ser justos?. El «mejor» impuesto es siempre el más bajo de los impuestos – sin embargo, incluso el impuesto más bajo sigue siendo impuesto. El «mejor», por ser el más bajo, es un impuesto per cápita donde cada persona paga la misma cantidad absoluta de impuesto. Ya que incluso la persona más pobre debería ser capaz de pagar esta cantidad, tal impuesto tiene que ser bajo. Pero incluso un impuesto per cápita sigue siendo un robo, y no hay nada «justo» en él. Un impuesto per cápita no trata a todos por igual ni instala la «igualdad ante la ley.» Porque algo sucede con los ingresos fiscales. Por ejemplo, los sueldos de todos los empleados y dependientes estatales (tales como pensionados y receptores del bienestar social) se pagan con los ingresos fiscales. En consecuencia, los empleados y los dependientes del Estado no pagan impuestos de ninguna clase. Por el contrario, la totalidad de su ingreso neto (después del pago de su impuesto per cápita) sale del pago de impuestos hecho por otros y son por lo tanto, netamente, meros consumidores de impuestos que viven de los ingresos y de la riqueza robada a otros: los productores de impuestos. ¿Qué hay de justo en un grupo de personas que vive parasitariamente, y a expensas, de otro grupo de personas?.

NC: ¿Están todos los filósofos de acuerdo?

Hoppe: No, no lo están. Pero esto es, difícilmente, sorprendente. Casi todos los filósofos profesionales de hoy en día son consumidores de impuestos. No producen bienes o servicios para que los consumidores de filosofía compren en el mercado, bien sea de forma voluntaria, o no. De hecho, a juzgar por la demanda real de los consumidores, el trabajo de la mayoría de los filósofos contemporáneos debe ser considerado como insignificante, sin valor. Mejor dicho: casi todos los filósofos de hoy se pagan con fondos provenientes de los impuestos. Viven de dinero robado o confiscado a los demás. Si su sustento dependiera de los impuestos es probable que, por razones fundamentales, usted no se opondría a la institución fiscal. Por supuesto, este no es necesariamente el caso. Nuestra «conciencia» no está determinada por nuestra “existencia” (Sein), como decía Marx. Sin embargo, tal oposición no es muy probable. En efecto, como la mayoría de los «intelectuales», los filósofos suelen sufrir de un ego demasiado inflado. Creen que hacen un trabajo de gran importancia y se resienten con el hecho de que «la sociedad» no los compensa proporcionalmente. Por lo tanto, si los filósofos no ignoran simplemente el problema de los impuestos, si han estado a la vanguardia de tortuosos intentos por justificar los impuestos – tratando de enmascarar el robo como algo «bueno» – y, en particular, de justificar que sus propios salarios de filósofos se financien con impuestos.

NC: Deberían los filósofos considerar la eficiencia económica de los métodos impositivos, simultáneamente con los valores éticos de tales métodos?

Hoppe: Para describir una acción como «eficiente», es necesario definir primero unpropósito, es decir, una meta o un fin. Algo puede ser juzgado como eficiente o ineficiente sólo a la luz de un objetivo que se asume dado. Es tarea de los economistas, y de la llamada «economía positiva», determinar qué medidas son eficaces (o ineficaces) en el logro de un fin determinado. Por ejemplo, si desea lograr un desempleo masivo, entonces la economía se dice que es eficaz para aumentar los salarios mínimos a, digamos, 100 euros por hora. Por otro lado, si su objetivo es reducir al mínimo el desempleo, entonces la economía le informa que todas las leyes de salario mínimo deben ser abolidas. Pero los economistas, qua economistas, no tienen nada que decir acerca de la licitud o conveniencia de los objetivos en cuestión. Esta es tarea del filósofo: determinar cuáles metas son justas y admisibles y cuales metas no lo son. (El economista entonces informa al filósofo cuales medios son eficientes o ineficientes, con el fin de alcanzar tales justificables objetivos.) Pero como ya he indicado: la profesión de la filosofía, simplemente no ha hecho su trabajo. Los filósofos, por supuesto, dan una serie de consejos sobre qué hacer o que no hacer, pero su consejo tiene poco o ningún peso intelectual. En casi todos los casos, es mera opinión: expresión de gustos personales, nada más. Si usted implora a los filósofos por una «teoría de la justicia» de la cual supuestamente emanen sus recomendaciones, no tienen tal teoría. Sólo pueden ofrecer una colección ad hoc de juicios de valor personales, que por lo general ni siquiera cumplen con el requisito de tener cierta coherencia interna.

Cualquier teoría de la justicia digna de acatamiento debe reconocer primero el hecho más fundamental de la vida humana: la escasez de bienes, es decir, la ausencia de superabundancia. Porque sólo debido a la escasez es posible que la gente pueda tenerconflictos con los demás: yo quiero hacer tal cosa con un recurso escaso dado, y usted quiere hacer tal otra con el mismo recurso. Sin conflictos, no habría necesidad de reglas onormas, y el propósito de las normas es, entonces, evitar conflictos. En ausencia de una armonía pre-establecida entre todos los intereses, los conflictos sólo se pueden evitar, si todos los recursos escasos son de propiedad privada, es decir, de un propietario identificable, más bien que, ni con la exclusión de, otro. Y con el fin de evitar el conflicto desde el principio de la humanidad, por así decirlo, cualquier teoría de la justicia debe comenzar con una norma que regule y denomine como propiedad privada la primeraapropiación original de un recurso escaso.

La mayoría de la filosofía (política) contemporánea parece no ser consciente de esto. De hecho, a menudo tengo la impresión de que ni siquiera el hecho de la escasez misma es reconocido o comprendido plenamente.

NC: ¿Cuál debería ser, entonces, el objetivo de una política de impuestos? La redistribución? La igualdad? La disminución de la pobreza?

Hoppe: Si los impuestos son robo, entonces, desde el punto de vista de la justicia, no debe haber, en absoluto, impuestos ni política fiscal. Toda discusión sobre el objetivo de políticas y reformas fiscales es una discusión entre ladrones o defensores del robo, a quienes nada importa la justicia. Su preocupación es solamente el robo. Hay debate y controversia entre ellos cuando se discute a quién deben gravar con impuestos y qué tanto, y qué se debe hacer con los ingresos fiscales, es decir, quién debe recibir, y cuanto, del botín robado.
Sin embargo, todos los ladrones y todos los beneficiarios del robo tienden a coincidir en una cosa: cuanto mayor sea la cantidad de botín y menor el coste de la recolección, las cosas son mejores para ellos. De hecho, esto es lo que todas las democracias occidentales practican hoy: elegir las tasas y el tipo de impuestos, de manera que el ingreso fiscal sea máximo. Todas las discusiones actuales sobre reforma fiscal, en Francia, en Alemania, en los EE.UU. y en otros lugares son discusiones acerca de si deben introducirse o suprimirse ciertas formas de impuestos, tales como el gravamen al patrimonio y/o a la herencia, si los ingresos se deben gravar progresiva o proporcionalmente, si las ganancias de capital deben gravarse como ingreso o no, si los impuestos indirectos como el IVA debe ser, o no, sustituidos por impuestos directos, etc., etc., y si las tasas de tales impuestos deben entonces subir o bajar – nunca son discusiones sobre justicia. No están motivados por una oposición, por principio, a los impuestos, sino por el deseo de hacer los impuestos más eficientes, es decir, maximizar los ingresos fiscales. Toda reforma fiscal que no es, como mínimo, «de ingreso neutro», es considerada un fracaso. Y solo las reformas que aumentanlos ingresos fiscales se considera un «éxito».

Tengo que volver a preguntar: ¿Cómo puede alguien considerar esto «justo?.» Por supuesto, desde el punto de vista de los consumidores de impuestos todo esto es «bueno.». Pero desde el punto de vista de los productores de impuestos, ciertamente no es «bueno», sino más que malo, «peor.»

Una última observación sobre los efectos económicos de los impuestos: Todos los impuestos son una redistribución de riqueza y de ingresos. La riqueza y el ingreso es tomado a la fuerza de sus propietarios y productores y transferido a personas que no eran dueños de riqueza y a quienes no producen estos ingresos. Por tanto se desalienta la futura acumulación de riqueza y la producción de ingresos y estimulados la confiscación y el consumo, de la riqueza y el ingreso existentes. Como resultado, la sociedad será más pobre. Y en cuanto al efecto de la eternamente popular e igualitaria propuesta de gravar a los «ricos» para dar a los «pobres» en particular: es un régimen de no reduce ni alivia la pobreza, sino, muy al contrario, aumenta la pobreza. Reduce el incentivo de permanecer, o llegar a ser, rico y productivo, y aumenta el incentivo de permanecer, o llegar a ser, pobre y de ser improductivo.

NC: ¿Deberían las personas ricas recibir un trato diferente al de la gente pobre?

Hoppe: Cada persona, rica o pobre, debe recibir el mismo trato ante la ley. Hay gente rica, que es rica sin haber defraudado o robado a nadie. Son ricos, porque han trabajado duro, porque han ahorrado con diligencia, porque han sido productivos y porque han demostrado ingenio empresarial, a menudo por varias generaciones de familia. Estas personas no sólo deben ser dejados en paz, sino que deben ser elogiados como héroes. Y hay gente rica, sobre todo de la clase de los líderes políticos, en control del aparato estatal, y de las élites conectadas al estado, a la banca y a las grandes empresas, que son ricos, porque han estado directamente involucrados en, o indirectamente beneficiados de, la confiscación, el robo, el engaño y el fraude. Tales personas no deben dejarse tranquilas, sino que deben ser condenadas y despreciadas como gángsters. Lo mismo se aplica a las personas pobres. Hay personas pobres, que son gente honesta, y por lo tanto deben ser dejados en paz. Pueden no ser héroes, pero merecen nuestro respeto. Y hay gentes pobres que son ladrones, y que deben ser tratados como delincuentes, independientemente de su «pobreza».

Hans-Hermann Hoppe es un miembro sénior del Instituto Ludwig von Mises, fundador y presidente de la Sociedad Propiedad y Libertad y coeditor de la revista Austrian Economy Review. Recibió su doctorado y realizó sus estudios posdoctorales en laUniversidad Goethe en Frankfurt, Alemania. Es autor de, entre otras obras, Teoría del Socialismo y el CapitalismoEconomía y Ética de la Propiedad PrivadaLa Democracia, el Dios que falló.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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45 comentarios

  1. Son las argumentaciones marxistoides, deterministas, de toda la vida. La violencia es justa porque es inevitable. Por sus obras los conoceréis: son los abuelos del Muro, el separatismo vasco, los narcoestados sudamericanos  y todos los charlatanes de la historia.
     

      • Vaya parrafada. Yo no justifico nada. Simplemente me hago eco de una idea común según la cual la desregulación suele llevar aparejada la creación de oligarquias, castas hereditarias y muy poca equidad. A continuación digo que la falta de equidad si es muy extrema traerá consecuencias. Lo aceptes moralmente o no. Es lo mismo que si me dices que no aceptas moralmente la fuerza de la gravedad, pues tú mismo.
        Por otro lado, nada nos asegura que con la desregulación se alcance la máxima utilidad, ya que eso no se ha probado. De hecho, como dije, algún premio Nobel sostiene lo contrario.

        • Vaya parrafada. Yo no justifico nada. Simplemente me hago eco de una idea común según la cual la hiperregulación suele llevar aparejada la creación de oligarquias, castas hereditarias y muy poca justicia. A continuación digo que la falta de justicia si es muy extrema traerá consecuencias. Lo aceptes moralmente o no. Es lo mismo que si me dices que no aceptas moralmente la fuerza de la gravedad, pues tú mismo.
          Por otro lado, nada nos asegura que con la hiperregulación se alcance la máxima utilidad, ya que eso no se ha probado. De hecho, como dije, algún premio Nobel sostiene lo contrario.

          Podemos seguir con los bucles silogistas ad aeternum.

          Saludos. E.

          • Jajajaja, que cachondo. Aquí no se discute sobre regulación-hiperregulación, la discusión es libre mercado-regulación. Saludos.

        • Jesús,  lo que ha quedado demostrado es que la regulación, a cuanta más mas ha quedado demostrado es que crea muchas oligarquías, castas y pérdida de capacidad de los ciudadanos para decidir. El argumento es simple, el que regula, manda. Si lo quieres ver lo ves. Y esto no es que lo diga la ley de la gravedad, que eso si se ha demostrado, es que la experiencia, si lo quieres ver lo ves, así lo ha demostrado.
           
          Y si usas la ley de la gravedad, ley, no opinión, espero que entiendas la diferencia, para decir que la falta de equidad, algo que tiene alguien que definir qué es le equidad y tú no has sabido hacerlo, o, lo que me ha parecido que expresas como equidad es la creación de una casta que se dedique a distribuir la riqueza, lo que suele llevar a que la oligarquía del poder, como está demostrado y se ha demostrado en todos los casos acabe con la capacidad de los ciudadanos para decidir libremente. Y eso lo dices para justificar que se use la violencia contra otros…
           
          Espero que entiendas la gravedad de lo que dices, porque no sólo es que sea inmoral sino que lo que dices es una amenaza de violencia, de robo… Entiendes eso. ¿Sí?
           
          Y por ultimo he de decirte que tienes razón. La máxima desregulación no se ha probado y por tanto no sabemos si proporciona la máxima utilidad. A parte de que la máxima utilidad también es un concepto que tendrías que definir, espero no ponerte en demasiados aprietos, el que todo un premio Nobel diga que no se alcanza dicha máxima utilidad cuando no se ha podido probar deja en muy mal lugar a quienes le han dado el Nobel… No sé si lo entiendes.

  2. «Yo tengo claro que si yo y mi hija pasamos hambre y tu eres rico si puedo te mato y te quito todo. En definitiva, la sociedad no funciona con reglas morales.»
    Cómo se puede escribir esto. ¿»la sociedad»? Eres tú el que no funciona con reglas morales, sociópata.
     

    • Lo dicho. Te admiro por tener tan claro que prefieres morir tú y tus hijos antes que hacer daño a otra persona. Ojalá muchos fuesen como tú.

      • Joer, si tu hija y tú pasáis hambre, hay mil cosas que hacer antes que matar a nadie y quitarle todo, que parece tu única opción.
        Es una bonita manera de reducir una conversación a términos absurdos.
        Yo a mis hijos les explico que deben intentar hacer lo correcto, que muchas veces no es ni lo fácil ni lo obvio, y que entre hacer mal y bien siempre siempre pueden elegir, y eso yincluye siempre no matar ni robar. Pero debo de estar cometiendo un terrible error con su educación, no estarán preparados para cruzarse con gente como tú. Menos mal que también les explico que no deben agredir pero sí defenderse de las agresiones, espero que eso le sea útil.
        Sobre tu concepto y medición de la «equidad» cabría discutir bastante, y aún así, no me parece imprescindible en la ecuación.
         
        Saludos. E.

        • Vamos a ver, hay que ver esto en su contexto, es decir un ejemplo extremo para mostrar que la falta de equidad trae consigo una fractura social que hace que esta sea más inestable y más violenta ¿Donde te sientes más seguro en un poblado de favelas o en una zona residencial? El cine yanki nos ha mostrado insistetemente los guetos donde vive una población de excluidos altamente peligrosa. La revolución Rusa, las luchas obreras de los siglos XIX y XX, Germinal, etc, etc, etc, etc……………

        • Para entender el ejemplo hay que pensar en una sociedad totalmente desregulada donde un 1% de la población acaparese el 90% de la riqueza, un 40% viviese con un 8%, un 30% viviese trabajase y tuviese lo justo para subsistir y otro 29% estuviese excluido y viviese del crimen, la rapiña y el trapicheo.
          Según el tal Hoppe, a lo mejor ese tipo de sociedad alcanza la utilidad y producción máxima pero a mi no me resulta interesante.

          • Jesús… me hablas de momentos históricos en situaciones muy extremas para ajustar una realidad a tus deseos. Yo te puedo comentar que habiendo leyes justas, igualdad ante la ley y, sobre todo, deseo de mejorar, se puede no sólo superar las situaciones de necesidad sino que se puede uno convertir en una persona próspera. Estoy hablando de los Estados Unidos de América. El que haya castas nobiliarias y, por tanto, nula posibilidad de promoción social es algo que no pretenderás que nosotros defendamos y que tu quieres ignorar intencionadamente para llevar el ascua a tu sardina. De igual manera hay que hablar en Brasil de una casta corrupta enorme, o en Argentina y, en prácticamente toda Sudamérica, Etc.
            No defendemos la exclusión social, que es de lo que pareces acusarnos si nos negamos a aceptar pagar impuestos para que haya gente que pueda vivir sin trabajar, lo que decimos es que si hablamos de realidades sociales te diré que la razón por la que los Estados Unidos recibe muchos más inmigrantes que la Cuba de los Castro es porque allí se puede mejorar. Para ejemplo lo que significa tener el 8% de renta  media en los EEUU puede equivaler a tener el ¿50? en Cuba.
            Y eso siendo generosos.
            Pero no me eches a la cara aún más datos. La cuestión es que hablas de justificar la violencia porque de esa manera una gran masa de desarrapados no tendrá motivos para invadir mis propiedades. Es decir justificas una inmoralidad para justificar otra inmoralidad.
            Lo peor de todo, sin embargo, es que no quieras ver que al final, el resultado es insostenible, por inmoral, en el plano filosófico, pero insostenible, igualmente, en el plano económico. Las políticas inflacionistas no pueden ser eternas.

  3. Por otro lado, se dice que la escuela económica de Viena, ha podido predecir o explicar todas las crisis. Pero eso sabemosque se explica por la expansión del crédito y muchos economistas de otras escuelas también estan prediciendo las crisis. En definitiva, una cosa es predecir las crisis y otra muy distinta que con la desregulación y la desaparición de los estados se logre la eficiencia. De hecho, creo que la idea que tenemos todos, acientífica, basada simplemente en la experiencia es que la desregulación lleva al caos. Vease por ejemplo la supresión de la Ley Glass-Steagal y todas las regulaciones que permitieron superar la gran depresión.
    Al final, la conclusión que saco es que el tal Hoppe habla de forma grandilocuente pero con unos argumentos de una ramplonería intelectual que solo pueden ser explicados pensando que actua con malicia, es decir, otro Caballo de Troya de los super-ricos en el mundo académico.

    • … la conclusión que saco es que el tal Hoppe habla de forma grandilocuente pero con unos argumentos de una ramplonería intelectual…

      Los siento Jesús, tras tu comentario de más abajo, nada de lo que puedas decir entrará en la categoría de «intelectual» -sin adjetivos-. Entre tu elogio a la «equidad» (no es otra cosa que un eufemismo de ENVIDIA) y la frase:

      Yo tengo claro que si yo y mi hija pasamos hambre y tu eres rico si puedo te mato y te quito todo

      has dilapidado toda la credibilidad personal que hasta ahora hubieses podido ir acumulando. Yo pensaba que los matones eran los vendedores de peras, y no los hambrientos, apenas víctimas del maldito destino. Ahora resulta que lo mejor es ser todos iguales por las armas, sí o sí.

      • No admitir la realidad es una opción.
        La no-equidad no justifica la violencia. Simplemente es un hecho que está ahí. Elevarse sobre un pedestal en base a unos principios morales y cerrar los ojos a las consecuencias prácticas no tiene sentido cuando toda esta discusión lo que trata es de discernir en que nos puede ayudar las creencias de Hoppe para que el funcionamiento social sea mejor.
        Realmente admiro a la gente que tiene claro que prefieren morir ellos y sus hijos antes que hacer daño a otra persona. Siendo realistas, observando la realidad, eso no es la norma.

        • Es que lo que yo prefiero es trabajar, esforzarme, superarme, hacer uso de mis virtudes aprendiendo a minimizar los efectos de mis defectos…

          • Yo también, parece que estamos de acuerdo en eso. Pero como he dicho antes, esta discusión es sobre como pueden ayudarnos las ideas de Hoppe y parece ser que poco si no se incluye en la ecuación la equidad.
            Que existan ciertas personas con unos principios morales elevados, incapaces de hacer daño a una mosca a pesar de estar hundidos en la más profunda de las miserias, no es óbice para que el sistema social se vuelva inestable cuando un cierto porcentaje de la población es condenada a la exclusión. Consecuencia, la equidad tiene que entrar en la ecuación junto con la máxima utilidad, y encontrar un equilibrio basado en el consenso.

  4. Es decir, tú sacrificas libertad y justicia por equidad.

    Si los esfuerzos no tienen la recompensa merecida y esa recompensa no se consigue por uno mismo sino que es dado por alguien, se pierde la justicia, se pierde la libertad y se consigue la sumisión al poder.

    Y además, se acaba con el progreso porque el progreso se busca gracias a que se obtienen los beneficios de nuestras acciones.
    Si aquellos que no se esfuerzan obtienen beneficios lo hacen gracias a la presión, gracias a la violencia.
    Resumiendo. Equidad: eufemismo que justifica la violencia para robar a aquel que tiene porque lo ha conseguido por sus propios medios.

    • Primero, lo de sus propios medios es muy relativo. Si sales de la economía y miras la antropología verás que la riqueza viene de casta, lo cual es un hecho constatable empiricamente.
      En segundo lugar, si crees que ponerte en una posición superior moralmente te va a salvar de los excluidos creo que te equivocas. Si eres tan tonto para pasar hambre junto con tu familia y quedarte de brazos cruzados tu mismo. Yo tengo claro que si yo y mi hija pasamos hambre y tu eres rico si puedo te mato y te quito todo. En definitiva, la sociedad no funciona con reglas morales, hay muchos ejemplos en la historia.

    • Equidad. Criterio que se preocupa por la distribución de las oportunidades, de la riqueza, del ingreso, del consumo, etc., entre los miembros de un grupo social.

      Se mide por coeficiente de Gini: se utiliza para medir la desigualdad en los ingresos, pero puede utilizarse para medir cualquier forma de distribución desigual. El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y 1 se corresponde con la perfecta desigualdad

    • En definitiva, si buscando la eficiencia me olvido de la equidad estaré haciendo un pan con unas tortas. La gente desesperada es peligrosa porque no tiene nada que perder. Prefiero vivir peor, pagar impuestos y no llevar un arma encima. Creo que en el compromiso entre la eficiencia y la equidad está la virtud, Hoppe habla de los incentivos al trabajo, a la innovación, estamos de acuerdo en que deben existir, pero cual es la garantía de que un porcentaje importante de gente no se queda fuera del sistema o como dicen ahora «en riesgo de exclusión social». Falta exponer como «la mano invisible» del mrcado asegura esto. A partir de ahí podríamos empezar ha hablar del trabajo de Stiglitz.

  5. Pues al final la conclusión que saco es que en un mundo sin impuestos debemos formar parte de la Asociación Nacional del Rifle, con lo cual no sale muy a cuenta. Casí prefiero una sociedad menos eficiente y más segura.

    El hombre este habla con mucha seguridad de temas que no estan tan claros, en primer lugar que la máxima eficiencia se logre sin intervención del estado creo que está en discusión: un tal Stiglitz dijo algo en contra y hasta la dieron un premio por lo visto.
    En segundo lugar este hombre no habla para nada de equidad. En mi opinión una sociedad sin equidad se vuelve inestable, que es problema que tiene los super-ricos ahora, miedo a quedarse solos con su arma frente a una multitud armada. Y es que más cornás da el hambre que los poderosos.

  6. Si Luis… ya sé que hemos hablado de todo eso. Pero nunca me has contestado a lo fundamental. ¿Porqué tu casa es tuya? Básicamente porque la has comprado a alguien conforme a las leyes que el grupo humano ha establecido en el territorio que domina y en el que está situada esa casa…

    Por tanto lo que se haya acordado es legítimo. Otra cosa es que nos guste. No pienses, por favor, te lo pido encarecidamente, que insinúes que yo estoy de acuerdo con lo que ocurre en este y en otros países. Sólo digo que el Estado no es dueño de nada, pero es el instrumento que hemos creado para gestionar lo común dentro del grupo humano. Y lo fundamental es el territorio. NO lo olvides.
    En España sabemos un rato de conquistas y reconquistas, de liberaciones y de sometimientos. Se crea un grupo humano, más o menos homogéneo, con la finalidad de conquistar, transformar y defender la tierra en la que nos asentamos y para ello nos otorgamos leyes y normas, que de eso también habla Hoppe, porque son precisas para la convivencia. Y las leyes tienen una característica fundamental para que tengan algún viso de posibilidad de que valgan para algo, tienen que tener un territorio de aplicación, jurisdicción territorial. ¿Cómo explicas eso?

    • Creo que las leyes han de estar al servicio de la protección de las personas. Creo que las personas han de poder moverse libremente por el planeta. Creo que la jurisdicción territorial (la que hace buenas las fronteras, vamos) es un concepto a superar. Te prometo que desarrollaré estos temas… en cuanto tenga unas horas.

  7. Bueeeeno… me voy a meter de patas.
     
    A ver… La cuota de una comunidad de vecinos… ¿es un robo?
     
    Hoppe dice que el Estado no es dueño de la tierra… Cierto. Pero el Estado es la institución creada por el grupo humano que administra lo común del grupo humano que ha domado, domesticado, dominado y defendido esa tierra. ¿Cuál es el precio de esos servicios que el Estado presta y administra en nombre del común de las personas que allí viven?
     
    La cuestión es que como existe lo común, la comunidad de vecinos, esto ha de hacerse de alguna manera. Si establecemos que la propiedad privada es la primera apropiación original de un recurso escaso, lo cierto es que en el momento en el que un rey, con sus súbditos y sus soldado que ha pagado con su dinero, si conquista unas tierras, bien escaso como vemos hoy en día, el dueño de ello sería el Rey. Por cierto, Hoppe suele defender en alguno de sus escritos que es mejor el gobierno de un Rey que una democracia. Lo mismo si lo pensara diría algo como yo.
     
    Por tanto, si la propiedad de la tierra no es del Estado, pero la defensa y la forma en la que se distribuye se fundamente en el acuerdo que el grupo humano que la ha conquistado, bien gracias a la iniciativa de un líder o bien a la iniciativa de todo un grupo humano, todos aquellos que allí decidan vivir habrán de someterse a los dictados de la ley que históricamente han ido conformando y evolucionando a un grupo humano dado.
     
    Por tanto los impuestos no son en sí un robo. Lo que es moralmente aceptable o no es el objeto al que se dediquen las cuotas cobradas a TODOS, y eso…. ya es cuestión del juego político y de buscar la eficiencia de la sociedad en la que se vive.
     
    Que es otro tema.

    • Estimado Bastiat, dices: «… la ley que históricamente han ido conformando y evolucionando a un grupo humano dado» que es más o menos lo mismo que decían los esclavistas del siglo XVIII. Como la esclavitud era algo institucionalmente validado por la historia y la tradición, no veían motivos para renunciar a los negros que les recogían el algodón.
      La historia no hace bueno lo malo. Un robo no deja de serlo por el mero hecho de que sea así durante 1000 (ó 10.000) años. Decía Vargas Llosa en su «Desafíos a la Libertad»:

      «Mientras la sociedad cerrada se caracteriza por su horror al cambio, la sociedad abierta trae consigo la responsabilidad individual. La historia desde entonces ha sido una lucha entre, por un lado, la racionalidad, las verdades, el espíritu crítico asociadas con la sociedad abierta y, por el otro, la tentación -por el temor al cambio, a lo desconocido y asumir la responsabilidad individual- de seguir el «llamado de la tribu», refugiándose en la seguridad entregada por los dogmas de la religión, la nación, una doctrina o un caudillo»

      a lo que yo añadiría, sin temor a desvirtuar la frase, tradición.
      No comparto la idea de Hoppe sobre el «buen Gobierno», ya escribí en su día algo al respecto (ver comentarios a esa entrada)
      La cuota de la comunidad de vecinos… cuando compré el piso sabía que existía? Firmé el correspondiente contrato sin ser coaccionado? Ergo, mi cuota mensual es un pago VOLUNTARIO a cambio de unos servicios. No es robo.
      Lo que nos devuelve al punto sobre el que hemos discutido mil veces tú y yo: déjame ser yo quien decida si, con quién, para qué y en qué cuantía pago una cuota junto con otros para dotarme de un servicio. Que tú prefieres pagar al INSS? vale, yo no. Que prefieres pagar a la policía nacional? Vale, yo no. Que quieres carreteras «gratis»? Vale, yo no…. y así con todo, vamos 🙂 Se trata -es mi idea- de permitir la libre competencia entre una estructura ya existente, el Estado, y otras nuevas, privadas, que aporten los mismos servicios y que pago voluntariamente. Eso sí, si me decanto por un seguro privado de enfermedad, no podré acudir a un servicio estatal 8el que pagas tú, pero no yo) esperando que me traten «gratis».

  8. Después de que Hoppe diga varias veces que los impuestos son inmorales e injustificables, va el entrevistador y sigue con la matraca de qué impuesto es más justo o de si está bien quitar más a los ricos…qué tío más tonto coño.
    Y sobre el fondo del asunto…como dijo Rothbard, reto a cualquiera a que de una definición de robo que no se pueda aplicar a impuesto.

  9. Metodología de negociación o como comprar peras a dos euros.

    Quiero peras a dos euros y me voy a un mercado en el que se puede discutir el precio de las peras con los vendedores. Ellos sacan las peras a 5 euros, pero les cuestan uno. Cómo llegaré a comprarlas lo más cerca posible de dos euros? si mi primera oferta es de 3 euros, nunca.

    Aquí lo mismo. Queremos carreteras, policia, ejército, jueces a dos euros -en este caso sabemos que solo cuestan dos euros- pero el ofertante, el estado, nos los pone a cinco. Empezamos a negociar a tres euros? No será mejor empezar diciendo que apenas cuestan un euro? Mejor, diciendo que no necesito nada de eso? que no compro?

    Luego podemos discutir si hace falta o no …

    Sobre impuestos y robo.

    Los impuestos, es decir, el dinero que nos retira por ley un estado para sufragar su propia existencia, son un robo porque no son voluntarios. Son un robo a mano armada porque se recaudan bajo amenaza de coacción armada. Eso se me antoja indiscutible. Otra cosa es que nos pongamos de acuerdo Plazaeme y yo (y otros cuantos X) y decidamos dar a Daoiz el 10% de nuestros ingresos durante un tiempo determinado  para hacer algo que necesitamos. cuando lo ha hecho, se acaba el contrato y Daoiz debe buscar un nuevo empleo, o una nueva idea … o nosotros tener una nueva necesidad, ponernos de acuerdo en los costes y como sufragarlos. Y si no hay acuerdo? Quién nos dice que dejaríamos de ir de León a Madrid si sólo existiese la carretera construída por Daoiz? Es más, quién iba a prohibirme a mí hacer una ruta alternativa, más barata o más cara? Es un ejemplo, vamos. No pretendo escribir en un comentario una teoría de la privatización del universo 😉

    • Los impuestos son un robo. Bien, todo depende de cómo definamos robo, y se trata de un asunto bastante académico. No creo que arreglemos mucho con ello. Lo que entiendo que subyace al artículo es que defiende un mundo sin impuestos. O si no, un mundo con robo, con lo que «robo» pierde su connotación habitual. Y entonces necesito un dibujo de ese mundo sin impuestos, porque no lo acabo de pillar.

  10. Estando de acuerdo con el fondo del asunto, me pasa como a Plazaeme: no creo que fuera realista un mundo sin impuestos. De ahí a lo que tenemos (el latrocinio generalizado para todo tipo de gastos superfluos, colocaciones de amiguetes y creación de la industria política), va un trecho enorme . Creo recordar que MILL proponía algo parecido a un Estado 10% con un mínimo de servicios a prestar

    • Nadie que diga que los ricos deben pagar más impuestos es de la «corriente austríaca». Ni con matices. Los super ricos no tienen por qué preocuparse de mí. Yo soy quien debe hacerlo. El estado no tiene por qué preocuparse por mí. Yo soy quien debe hacerlo.

      PS: qué es la escuela austríaca de economía?

      • Bueno, este buen hombre no entra en si los impuestos son o no un robo. Definamos que son un robo de forma arbitraria. Lo que el dice «dejate robar o tendrás problemas» Es como si vas al mercado a comprar peras a 2 euros y llevas 100 euros para comprar 50 peras. Los vendedores las ofrecen a 5 euros y tu ofertas 1 euros. Si los vendedores resulta que son más que tú, más fuertes y mejor armados, pongamos que te rompen las piernas y te quitan tus 100 euros ¿es un robo? claro. No veo contradicción entre lo que dice este señor y la escuela austriaca de economía.

        • Bueno, pero es sólo porque no has entendido ni una palabra de Mises o Hayek. No culpes a los vendedores de peras ni al socialista de WSJ 😉

          Ahora toca a Rothbard, en español, que lo explica mejor que yo: Seis mitos sobre el liberalismo

          Y no olvidemos que: «Las ideas revolucionarias (…) fueron acogidas con entusiasmo por la inmensa mayoría de los ignorantes, a impulso de las dos pasiones más poderosas: la envidia y el odio» (L. von Mises, «La mentalidad anticapitalista», 1956)

          • La verdad que no entiendo de donde sacas que este hombre es socialista y no sé que quieres que entienda de los «Seis mitos sobre el liberalismo» Explicame como va a protegerte el liberalismo de los vendedores de peras y como pretendes que proteja a los super-ricos de la ira de los revolucionarios. Es complicado explicar que para maximizar la utilidad deben suprimirse los impuestos con una pistola en el pecho. Se podría hacer la prueba con Hoppe, la próxima entrevista hacersela a punta de pistola en vez de con microfono y ver como evolucionan sus ideas. Sería un experimento interesante.

            • De los vendedores de peras armados: con un arma, por supuesto
              De los vendedores de peras a 10 euros: no comprando, por supuesto
              De los revolucionarios airados: con un arma, por supuesto

              Casos uno y tres, no tiene nada que ver con el liberalismo: se trata de defensa de la propia vida, absolutamente legítimo
              Caso dos: cuando hace 10 siglos sólo los «ricos» podían permitirse la sal, esta era muy cara. Los vendedores de sal se dieron cuenta de que era mejor tener 1000 clientes a dos rupias que 10 a 30 … la sal no vale nada, y no porque lo diga el estado. Lo dice el mercado.

              Hombre, como estabas cayendo en tus comentarios en todas y cada una de las falacias que se rebaten en el texto de Rothbard (vendedores de peras salvajes y armados, pobres envidiosos esperando que los superricos les arreglen la vida…), pues me dije, «voy a pasárselo».

  11. Hmmm …
     
    ¿Policía privada? ¿Carreteras privadas? ¿Legisladores privados? ¿Gobierno privado? ¿Jueces privados? ¿Ejército privado? ¿Reguladores privados?

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