Obama empuja Israel hacia una guerra

At July’s G-8 summit in Italy, Iran was given a September deadline to start negotiations over its nuclear programs. Last week, Iran gave its answer: No.

Instead, what Tehran offered was a five-page document that was the diplomatic equivalent of a giant kiss-off. It begins by lamenting the «ungodly ways of thinking prevailing in global relations» and proceeds to offer comprehensive talks on a variety of subjects: democracy, human rights, disarmament, terrorism, «respect for the rights of nations,» and other areas where Iran is a paragon. Conspicuously absent from the document is any mention of Iran’s nuclear program, now at the so-called breakout point, which both Mahmoud Ahmadinejad and his boss Ali Khamenei insist is not up for discussion.

What’s an American president to do in the face of this nonstarter of a document? What else, but pretend it isn’t a nonstarter.

[…]

But most importantly, it is an abdication of a superpower’s responsibility to outsource matters of war and peace to another state, however closely allied. President Obama has now ceded the driver’s seat on Iran policy to Prime Minister Netanyahu. He would do better to take the wheel again, keeping in mind that Iran is beyond the reach of his eloquence, and keeping in mind, too, that very useful Roman adage, Si vis pacem, para bellum.

Para leer completo: Bret Stephens en the Wall Street Journal

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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2 comentarios

  1. En EEUU lo ven de otra manera.

    Lo que está claro es que Venezuela e Irán están comprando boletos como locos para una rifa que más de uno querrá llevar a cabo para dar un empujoncito a la salida de la crisis…

    No hay nada como el olor a Napalm para que las grandes fortunas vean brotes verdes…

  2. Quiero pensar que los iraníes ya tienen bastante con sus problemas, que no serán pocos. Pero con el imbécil que tienen como presidente habría que prepararse para cualquier cosa.

    Y no sé si Ahmadinejad estará dispuesto a tirar misiles nucleares sobre Israel, pero tendría narices que la tirara sobre Jerusalem. No arrasaría con el Muro de las Lamentaciones, sino también con la Mezquita de la Roca de Al-Aqsa.

    Sería mucho más civilizado que desmontaran todo aquello piedra a piedra.

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