Decidido: me presento a las elecciones USA

Ni Obama, ni McCain. Voten por Luis I. Gómez!

Tú también puedes, hazlo aquí. Mi asesor de campaña es Juan Granados.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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20 comentarios

  1. ¿Usted lee lo que le dicen?

    A veces parece que no. Yo siempre entro al trapo, esperando una discusión seria… pero la cosa termina siempre con un monólogo Isidoriano plagado de desprecios e insultos de refilón. Schade.

  2. Isidoro afirma:

    No me haga partícipe de su platonismo.

    Pedante.

    Yo lo único que esbozo es un principio de elemental prudencia según el cual la idea de prescindir del Estado, a modo nada menos que de “mágica solución a todo”, es peligrosa y reduccionista.

    Y nosotros, no. Aunque se le haya dicho de mil maneras en mil foros.

    Y ya está bien de sugerir que todo el que no es anarquista o se muestre intelectualmente encantado con el anarquismo es un estatólatra.

    ¿Iracundo, El Mesurado? La mayoría de RL puede ser considerado «estatólatra» (vaya palabra), empezando por un tal Dani. El que ha venido por aquí a despellejar a todo el mundo ha sido usted, a veces con las excusas más retorcidas.

    Una persona ilustrada, por cierto, puede ser lo que desee. Por eso está fuera de lugar sugerir que alguien ilustrado tendería al anarquismo.

    ¿Usted lee lo que le dicen?

  3. Qué tío, este Isidoro. Le gusta discutir más que a un tonto una piruleta. Y si no tienes razone, retuerce la retórica hasta la novena cuerda con tal de conseguirlo.

    Bien, en tanto que no tiene vida y parece ser una persona demasiado aburrida como que empiece a tener algo de interés, haré lo peor que puede hacerse a una persona así: darle cuerda.

    El ejemplo típico de hasta qué punto un poder central fuerte es mejor que el arbitrio de las regiones o los pueblos es el de la Guerra de Secesión. Allí el concepto de separatismo regional, y cateto, del sur era la cobertura nada menos que del mantenimiento de la esclavitud. Algo, comos sabemos gracias a (S)Valín y otros, muy liberal.

    Qué bello. Un ejemplo de hace casi 150 años, como si la mentalidad de la gente no hubiese cambiado y siguiese considerando la esclavitud aceptable incluso en los estados del Sur. Lo cierto es que cualquier sistema político puede usarse como excusa. Es como un tenedor, que puedes comerte un chuletón de ternera o se lo puedes clavar en un ojo a alguien. El Apparheid, invento holandés (Estado), fue posteriormente utilizado por Gran Bretaña (Estado). Es decir, que el Estado, en cualquiera de sus formas, puede volverse despótico o cumplir con las funciones mínimas que debería tener y cumplir. Lo mismo se puede esgrimir contra tus argumentos, así que no me vale. Si tanta necesidad ve de un Estado superior frente a los ayuntamientos, me gustaría que me explicara dos cosas: la corrupción local (con papá Estado mirando hacia otro lado) y qué pintan las diputaciones provinciales (y, si me apura, las comunidades autónomas). Por cierto, lo de «cateto» no deja de ser una falacia ad hominem, bastante reiterativo en usted, si me permite.

    «Es una ideología totalitaria tan vaporosa que su aceptación se correspondería más a la forma en que se acepta una religión o culto sectario: iluminación.»

    Supongo que tan vaporosa como la de aquellos chalados franchutes de 1789, ¿no? ¿Sabes? Hace tiempo que me dijeron que carecía por completo de inteligencia emocional… pero veo que no le conocían.

    ¿Y usted “sabe” que el Estado es una de esas averías? Claro. Entonces supongo, en analogía, que es lógico pensar que mañana los seres humanos tendremos rabo. Y es que la ausencia de rabo es una “avería” de la evolución.

    De hecho, la evolución humana se debe a «errores genéticos». Somos como somos porque ha habido, hay y habrán «errores genéticos» (o mutaciones). Y viendo lo que ha hecho el Estado a lo largo de la Historia (y aquí puedo remontarme a periodos anteriores a los faraones), creo que si lo ponemos todo en una balanza, estaría más cerca del error que del acierto. Créame: buscar nuevas formulaciones al Estado es algo muy sano. Otra cosa es que, como todo, allá donde haya poder haya corrupción y al final pueda salir todo como el rosario de la aurora. La diferencia está en que hay errores que son erradicados en cuanto es posible (véase el Holocausto) y errores que perviven a lo largo de los siglos (el absolutismo, el 90% del Estado… todo eso).

    Acepto que me responda, que me insulte, que me humille (si es que puede) y hasta que en su fuero interno se ría de mí. Pero, por favor, tenga piedad de la escritura y no aburra hasta a los planetas, que si le leyeran dejarían de seguir su órbita normal (en España podríamos tener verano permanentemente).

  4. Yo no tengo un modelo de Estado perfecto, ese es el suyo. No me haga partícipe de su platonismo. Yo lo único que esbozo es un principio de elemental prudencia según el cual la idea de prescindir del Estado, a modo nada menos que de «mágica solución a todo», es peligrosa y reduccionista. Y ya está bien de sugerir que todo el que no es anarquista o se muestre intelectualmente encantado con el anarquismo es un estatólatra. Yo no subo a los altares ni a los políticos, ni a los partidos ni a cualquier forma de estado. Precisamente son los enemigos de la democracia o la Constitución los más inclinados a convertirla en un fetiche al que adorar de forma vacía mientras son socavadas. Yo, más bien, soy extremadamente crítico con el sistema actual (tanto a nivel nacional como internacional) pero lo que no tengo las narices de decir es que el Estado es incompatible con la naturaleza humana o es un error evolutivo y quedarme tan ancho. Eso se lo dejo a los frikis que lejos de querer algún cambio útil en el sistema o las leyes lo único que quieren es ordenarlo todo conforme a sus fantasías. «Que todo sea destruído para poder construir algo bello»: conocerá semejante talante, Popper le dedica todo un capítulo en «La Sociedad…».

    Una persona ilustrada, por cierto, puede ser lo que desee. Por eso está fuera de lugar sugerir que alguien ilustrado tendería al anarquismo. Y no cabe duda, por otra parte, que en los deseos de una persona perfectamente ilustrada puede estar el ser anarquista, ser católico machamartillo, protestante literalista o cortarse una oreja.

  5. Ajá. ¿Y usted “sabe” que el Estado es una de esas averías?

    No, y por eso no lo subo a los altares, como hace usted, cayendo indudablemente en el mismo error de fe que lo hacen los creyentes de cualquier cosa.

    El primer párrafo es absurdo. No creo que estemos discutiendo de lo totalitario que puede ser esta o aquella forma de administración. Usted tiene un modelo de estado perfecto (o se lo supongo) y yo el mío. Lo que es de cajón es que una administración en la que participen activamente los ciudadanos de manera contínua es más difícil de enajenar por un totalitario que otra en la que apenas cada cuatro años los chicos van al fútbol y sacan los banderines de equipo, no cree?

    Evidentemente, ni Marx, ni Hegel, ni Goebbels eran personas ilustradas …. ya veo

  6. Las autoridades locales, como cualquier pensador político desde hace muchos siglos acepta, pueden ser muchísimo y más efectivamente tiránicas que un poder central. Es algo de cajón, vamos. Sugerir la vuelta al modelo de ciudad-Estado como fórmula mágica es simplemente esperpéntico.

    El ejemplo típico de hasta qué punto un poder central fuerte es mejor que el arbitrio de las regiones o los pueblos es el de la Guerra de Secesión. Allí el concepto de separatismo regional, y cateto, del sur era la cobertura nada menos que del mantenimiento de la esclavitud. Algo, comos sabemos gracias a (S)Valín y otros, muy liberal.

    «Sobre lo de la “iluminación” … por qué no ha elegido para su réplica el de “ilustración”? »

    Porque una persona por ser ilustrada no se volverá anarquista. Es una ideología totalitaria tan vaporosa que su aceptación se correspondería más a la forma en que se acepta una religión o culto sectario: iluminación. La misma puede obrarse, por cierto, con cervezas de por medio o sin ellas. Hay quien las precisa y hay quienes no.

    «Y si resulta que el Estado es una de esas “averías” en la evolución?»

    Ajá. ¿Y usted «sabe» que el Estado es una de esas averías? Claro. Entonces supongo, en analogía, que es lógico pensar que mañana los seres humanos tendremos rabo. Y es que la ausencia de rabo es una «avería» de la evolución. Pues pensar en la evaporación del Estado es exactamente lo mismo. Igual de audaz, igual de estúpido.

  7. Lo que pretende, en suma y como decía antes, es una vuelta al modelo de feudos.

    Ya que veo que no sabe lo que es municipalismo. No es un sistema de feudos, es un sistema administrativo que asegura la máxima participación de los ciudadanos en las decisiones que les atañen: se maximiza la acción real de cada uno en las políticas que le afectan.
    Cómo era eso de la globalización? Según usted es menos globalizante la acción conjunta de mil municipios que la de tres estados? 😀 Entidades administrativas pequeñas no pueden formar federaciones? Estaría prohibido vender lechugas de Vitigudino en Tomelloso? Permítame que sólo pueda reírme.

    Sobre lo de la «iluminación» … por qué no ha elegido para su réplica el de «ilustración»? Ya me entiende… espero 😛

    Termino: la fortaleza de un estado (grande o pequeño, llamado España o Gordón) depende exclusivamente de la fuierza de quienes lo forman. Y son los individuos los que lo hacen. Considerar el Estado que ahora sufrimos como la única solución posible a la estructuración social es abusar del evolucionismo sin reparar que la evolución también se equivoca. Lea, por favor a Stephen Jay Gould, quien postula que la evolución no transcurre de forma lineal y óptima;
    Y si resulta que el Estado es una de esas «averías» en la evolución? No, claro, usted es de lo que «creen» en lo que dicen.
    Yo voy a retocarme la boina, que se me salen los pelos de la sien por un lado.

  8. Por cierto:

    «Lo que pretendo es que los individuos retomen conciencia de sus presponsabilidades, y parto de la base de que la mejor forma posible de aplicar la democracia atendiendo a la voluntad de la mayoría es hacerlo en grupos pequeños.»

    Lo que pretende, en suma y como decía antes, es una vuelta al modelo de feudos. Un sistema en el que todo lo avanzado en cuanto a globalización se evapore en favor de la culturita del «pueblecito y el arroyo». Semejante sistema es prácticamente una vuelta al pretendido por Platón: un sistema que «vuelva al pasado» y asegure que «el tiempo se detenga». Un sistema sin futuro.

    Del caracter totalitario del sistema que aquí esboza no cabe duda. Y menos cuando nos dice que semejante sistema aparecería cuando «los individuos retomen conciencia de sus responsabilidades». Un proceso de «iluminación». Vamos: la Ciudad de Dios.

    Negar la tendencia del hombre hacia la igualdad política es no saber nada de historia y aborrecer dicha tendencia, como si socialista fuese, es no conocer nada del liberalismo. Y decirnos, encima, que la vuelta a Tebas y Esparta es el meollo del liberalismo es casi una completa burla.

    En realidad toda esa papillita anarquista acerca de las ciudades-Estado no es sino la graciosa explicación de la base del error libertario: considerar que es totalitario todo Estado que sea «grande». Según ese enfoque una aldea gobernada por la Sharia, en tanto aldea, es «más liberal» que los EEUU. Y es que semejante vara de medir es sencillamente pueril. Hasta Tocqueville, que coqueteó con la idea de la secesión sin fin, reconoce que existe una diferencia entre que el gobierno sea fuerte y que lo controle todo. De forma más reciente Fukuyama habla del «poder y el alcance». Para el liberal no existe ningún problema en que el Estado sea fuerte, y por tanto reprima al separatismo, sino en que ese Estado sea «entrometido». Claro que si uno considera que el más básico Código Penal es «intervencionismo»… entonces vamos listos.

    Ale, a calarse la boina.

  9. «Estoy por el estado mínimo, y soy municipalista»

    Diga usted mejor que es un ácrata partidario del feudalismo pero en su versión cateta.

  10. Iracundo, estas cosas le ocurren por no leer más que aquello que presupone se ha escrito, en lugar de lo que ralmente se escribe. Estoy por el estado mínimo, y soy municipalista. Escríbalo mil veces en la pizarra. Y para conseguir la reducción del estado a las que yo creo sus funciones elementales, critico aquello que lo sobredimensiona y lo convierte en herramienta de enajenación y poder: en liberticida. Pero no sé para qué me esfuerzo con usted, no «me» merece la pena.

    JFM, yo no pretendo imponer ningún totalitarismo criticando las abominaciones de los Estados. Lo que pretendo es que los individuos retomen conciencia de sus presponsabilidades, y parto de la base de que la mejor forma posible de aplicar la democracia atendiendo a la voluntad de la mayoría es hacerlo en grupos pequeños. Creo que lo he dejado claro muchas veces.
    Por cierto, no coincido en muchas cosas con casi nadie en RL o el IJDM. Eso de hacer coincidir a la gente «por arriba» o «por abajo», de agruparnos en ligas, es muy «estatista» 😉 A mí jamás se me ocurriría, comentándote a tí, hablarte de una de las mil paridas de Iracundo, por ejemplo. Tú eres tú, y punto.

  11. Luis. La democrcai española no lo es tal. Hay ellecionnes pero no hay democracia. En eso coincidimos. Pero por conocer bien un pais donde los comunistas han sido muy poderosos puedo decirte que lanzar escarnios sobre las imperfecciones del sistema para socavarlo e imponer el totalitarismo (al mismo tiempo se hace que la gente mire la paja en el ojo de la democracia en vez de la viga en el ojo del totalitarismo) ha sido una tactica estandard de loscompańteros de ruta y de los tontos utiles.

    Tambien recuerda que los extermos se tocan que fué la extrema izquiersda la que se lio con los nazis. Y hoy los ancaps con la extrema izquierda.

    Por cierto, encuentro absolutamente repugnantes las tesis de Albert Esplugas sobre la Segunda Guerra Mundial. Por lo visto le importan un comino los dos o trescientos mil chinos al mes que morian.

    Luis, vales demasiado para acabar en tonto util o en moralizador de sillon y copa de coñac discutiendo sobre como atar las manos de las democracias.

  12. ¿Pero qué farsa es esta? Si usted ha dicho que no quiere gobierno alguno, que la solución es el no-gobierno. Entrar en si el gobierno es colorado o azulón, desde ese momento, es una completa farsa: un sinsentido. A menos que lo de decir que «la libertad no admite grises» sea sólo una referencia a su ánimo de volver a los ágapes del Juan de Mariana.

    Como ninios….

  13. Qué tendrá que ver la democracia con los Ministerios …. con la prepotencia de los Ministros, con la usurpación de la voluntad ciudadana… ah! que eso es lo usted entiende por democracia! Todos votando subsumirnos al estado todopoderoso! pues no coincidimos, no.

  14. ¿Qué bromas? De bromas nada cuando nos da la enésima papillita de su anarquismo en otro artículo pretendiendo que el único ministerio que hubiese fuese uno inútil y que a tal le daría usted su apoyo. El escarnio de la democracia es algo típico en sus enemigos.

  15. Noo, no me voteis que eso supondría que tendría que trabajar … aunque si me llevo a Iracundo de Vice, trabajará él, no? Después de todo es él el que entiende de democracia y estado.

    … ya ni las bromas 🙂

  16. Me has roto con el vídeo, Luis, está genial, jajaja. 🙂 Aunque lo mejor es lo de la señora que se ha tatuado tu nombre en la espalda… :mrgreen:

    En fin, que estoy por hacerme ciudadano estadounidense sólo para votarte. 😉

  17. ¿Pero la democracia no es el opio del pueblo?

    Esa es la tesis de los comuinistas pero tambien de algunos ancaps. Como simpre los extremos se tocan.

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