Aborto sí. Aborto no?

El punto de partida (o el punto final) de cualquier discusión sobre el aborto suele ser la pregunta sobre si los fetos o embriones no nacidos son "personas" o no. Las técnicas médicas modernas, que nos permiten visualizar los embriones, adentrarnos en su código genético e incluso viabilizar embriones que no hace mucho tiempo estarían condenados a un aborto natural, han contribuído también en la pérdida de definición en la línea que hasta hace poco creíamos tan clara entre "es humano" y "no es humano todavía". Si nos detenemos en los aspectos genéticos un óvulo fecundado es humano. Estas discusiones suelen ser interminables, injustas y no llevan nunca a nada que no sea el establecimiento de "fronteras" arbitrarias del tipo "es humano desde la fecundación" (lo que convierte, por ejemplo, el uso de la pastilla del día después en asesinato) o "es humano desde la semana X". Tampoco es favorable en la discusión el contínuo uso de argumento emocionales, claramente subjetivos y que nos apartan de la racionalidad en la controversia. Permítanme que les proponga otro camino de discusión. [...]

feto_vida.jpgEl punto de partida (o el punto final) de cualquier discusión sobre el aborto suele ser la pregunta sobre si los fetos o embriones no nacidos son «personas» o no. Las técnicas médicas modernas, que nos permiten visualizar los embriones, adentrarnos en su código genético e incluso viabilizar embriones que no hace mucho tiempo estarían condenados a un aborto natural, han contribuído también en la pérdida de definición en la línea que hasta hace poco creíamos tan clara entre «es humano» y «no es humano todavía». Si nos detenemos en los aspectos genéticos, un óvulo fecundado es humano. Estas discusiones suelen ser interminables, injustas y no llevan nunca a nada que no sea el establecimiento de «fronteras» arbitrarias del tipo «es humano desde la fecundación» (lo que convierte, por ejemplo, el uso de la pastilla del día después en asesinato) o «es humano desde la semana X». Tampoco es favorable en la discusión el contínuo uso de argumento emocionales, claramente subjetivos y que nos apartan de la racionalidad en la controversia. Permítanme que les proponga otro camino de discusión.

El contrario al aborto (le llamaremos desde ahora A) exige de la futura madre (será B) conservar el bebé no nacido, un tercer ser vivo (le llamaremos C). Para ello B debe comprometer sus recursos (tiempo, dinero, salud) a largo plazo. Visto así, la relación entre A y B es perfectamente comprensible desde la óptica del estado social de bienestar. Aplicando la misma lógica, A podría exigir de B, por ejemplo, que invirtiese su dinero en la alimentación de un niño hambriento en África, o de un vecino. A se apropia del control sobre los recursos de B. No se trata, pues, de discutir si C es humano o no. Se trata de discernir si es justo que A oblige a B a conservar C.
Por supuesto que no podemos perder de vista que no es lo mismo C ( quien ha cobrado vida en B) que cualquier otro ser humano. Ahora bien, el hecho de que B haya dado los pasos necesarios para poner en existencia a C, supone también per se la obligatoriedad de conservarlo? Quién debe -moralmente- responder a esta cuestión? A? B? Lo que permanece inalterable es, pero, lo que ya he señalado: A exige de B satisfacer los deseos de A con los recursos de B.
No podemos olvidarnos del caso en que B es obligada por un violador (D) a «poner en existencia» a C. Al menos en este caso debería A consentir el aborto. El caso de violación introduce un nuevo factor en nuestra disquisición: por qué A debe limitarse a obligar a B a conservar C? Si D en lugar de violador es «padre», la lógica conclusión es que A también debería exigir de D la conservación de C. Con ello se consolida el carácter social-protector de A, curiosamente a costa de la voluntad de terceros, exactamente igual que los estatistas de izquierdas y socialdemócratas argumentan su principio de «solidaridad obligatoria».

A no sólo tiene exigencias «social-protectoras» frente a B, sino también fente a C. A cree saber que el interés de C es exclusivamente la supervivencia. Este convencimiento es el mismo que subyace en la prohibición de la eutanasia voluntaria o la clasificación del suicidio como enfermedad mental en todos los casos. El caso es que, si razonamos sobre las circunstancias de C, encontramos varios supuestos en los que C podría decidirse por terminar con su vida.

El caso más claro es aquel en el que C padece una limitación severa en sus funciones vitales. Pensar que C querría vivir con una limitación física o psíquica es tan correcto como pensar que no querría hacerlo. No podemos preguntar a C, y C no puede ni responder ni decidir. Quién decide por C? De otra manera: con qué derecho se autoarroga A la capacidad de decidir por C? Por qué no B? o D? Si el argumento es que B está obligada a conservar a C por haber sido quien le ha «dado la existencia», no es razonable pensar que es B quien mejor puede detentar los intereses de C? Aquí encontramos de nuevo el esquema de pensamiento de la «protección-social». Los defensores del estado social de bienestar defienden que la burocracia debe asumir la responsabilidad de los padres, cuando estos no aseguran la invulnerabilidad de los niños, tanto física como psíquica. Son burócratas los que nos dicen si el niño está gordo o flaco, si está educado en los principios estatales, si recibe la «buena medicina» o la «mala medicina», si estudia en una escuela aceptable o en ninguna (inaceptable!). La única diferencia: A quiere imponer su voluntad sobre C antes del nacimiento, los socialdemócratas y defensores del estado social de bienestar, después del nacimiento.
La mayor parte de los detractores del aborto reconocen que éste sería aceptable en el caso en que la vida de la madre corriese un peligro indiscutible. Esta decisión entre la vida de B y la vida de C nos muestra cómo un razonamiento utilitarista (de ventaja-desventaja) cabe perfectamente en la discusión moral. Y lo hace precisamente cuando es un caso de vida o muerte.
Este razonamiento «ventaja-desventaja» tiene sitio en todos los casos de aborto. Un aborto tras una violación sería entonces interpretado como el acto por el que se libera a C de una vida marcada por la certeza de ser fruto de un acto criminal. O también: un aborto practicado por una madre en estado de pobreza podría ser interpretado como un gesto para ahorrar al niño una vida en la miseria. O también: un aborto practicado por una madre que no desea tener un hijo sería la forma de evitar una vida para C sin amor, incluso bajo el desprecio. A no sólo debería obligar a B y D a no abortar a C, también debería obligarles a amarlo.
Nadie puede saber qué decidiría C. Pero yo no veo ninguna razón por la que A pudiese tener más derecho a decidir sobre C que el que tiene B. Ello sólo sería posible si fuese cierta la máxima por la cual «todo hombre QUIERE siempre mantenerse vivo». Empíricamente sabemos que ello no es así. Lo que nos devuelve a la reformulación moralista y subjetivista:» todo ser humano DEBE querer vivir en cualquier circunstancia».

Lo único que pretendo demostrar es que los antiabortistas no pueden obligar a la madre dar a luz a un bebé en contra de la voluntad de aquella. No pretendo, an absoluto, demostrar la moralidad del aborto ni convencer a nadie de ello. Al contrario, creo que deben actuar en todos aquellos campos en los que no se impone su voluntad por encima de la de la madre:
pueden intentar convencer a quien quiere abortar de la inconveniencia de su acto. Para ello pueden usar argumentos religiosos, o utilizar fotos denunciando las circunstancias en que se producen esos abortos. Pueden incluso declarar un boicot a los abortistas. Pero sobre todo pueden apoyar a las mujeres que quieren abortar:

– ofrecer ayuda material (financiera) o psicológica, de forma voluntaria.

– pueden ofrecerse para adoptar al no-nacido.

El camino que yo apoyaría sería la creación de una fundación privada que se dedicase a recoger fondos para prestar ayuda financiera y psicológica tanto a las madres como a los niños. Creo que esto ayudaría a reducir el número de abortos. Hacerlo en forma de fundación privada nos libera de la tentación de sustraernos de nuestra responsabilidad poniéndola -una vez más- en manos del estado.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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39 comentarios

  1. Hola a todos,creo que estais enfocando el tema de un modo meramente legal y dais poca importancia a la moral y las consecuencias. El único modo de triunfar en estas negociaciones sobre la vida de un ser humano es conocer y estudiar a fondo la reproduccion de los d
    Seres humanos.Saber desde cuando un humano es un humano.Enseñar en institutos una educacion sexual mas abierta en la cual se expliquen temas que siempre se dejan de lado y ayudar economica y psicologicamente a la madre que decida tener el bebe.

  2. tengo 15 años y
    tengo que hacer un trabajo del tema y tengo que debatir a favor de esta postura
    solo queria que pensaran un poco
    imaginense que soy su hija y que tuve relaciones irresponsablemente
    quede embarazada
    que harian
    me incitarian a abortar -para no estropear mi futuro
    o me apoyarian en el camino que me  toco llevar
    solo piensen y no coloquen comentarios como si este tema tan controversial
    estuviese lejos de su propia realidad,
    que le podria pasar a  sus propios hijos  no dejarian nacer a su pequeño nieto????????

  3. Tremendo tema. Imposible de reconciliar. Prescindiendo de los tintes religiosos – la IC no es el único opositor a la penalización, no tiene la exclusiva sobre la moralidad o inmoralidad del aborto – se necesitan soluciones alternativas para el problema de los embarazos no deseados. Estar a favor o en contra es sólo una opinión subjetiva y no influye en el devenir de los acontecimientos. Me siento un ser  afortunado por poder opinar. Existo luego no fui abortado.

  4. Yo estoy a favor de que la mujer haga con su cuerpo lo que desee y debería tener a su disposición los medios necesarios para hacerlo, ya sea para dar a luz o terminar un embarazo no deseado.
    Quienes están en contra de la práctica del aborto generalmente se enmarañan en complicados argumentos legales o simplemente se decantan por lo religioso. Esto último, por su propia naturaleza, no da lugar a discusión alguna.
    Estoy de acuerdo en que cada uno de nosotros debe tener el derecho a emitir una opinión, la cual estará sustentada por ideas, conceptos, dogmas o estudios del tipo que sea. Lo que no admito -y que veo en todas las discusiones sobre el aborto y muchos otros temas- es que un grupo se considere dueño de la verdad y condene al otro grupo por pensar diferente.
    Nadie tiene la razón y al mismo tiempo la tiene todos, porque para cada uno de nosotros, los argumentos con los soportamos nuestras opiniones son válidos. pero son nuestros y factibles de estar equivocados, por lo tanto creo que no nos corresponde decidir sobre las acciones de los demás, aún cuando éstas vayan en contra de nuestras ideas y creencias.
    ¿Aborto? Sí. Que la mujer decida libremente, a ver si muchos de los detractores opinan lo mismo si un embarazo no deseado cae en la persona de algún ser querido.

    Saludos,
    K.

  5. Es excelente la idea de una organización privada destinada a ayudar a las mujeres embarazadas, y ya se han puesto en marcha algunas de ellas. Sin embargo me deja inquieto la afirmación aquella de «si yo obligo a una madre a tener y cuidar a su hijo, debo poner los medios para que lo haga, e incluso estar dispuesto a hacerme cargo del niño». Creo que esto es un error. El niño es responsabilidad de la madre, no mía. Yo, como humano y como ciudadano, tengo derecho (y el deber moral) a exigir que los padres de la criatura que cumplan con su obligación de tales y conserven por ello la vida del niño (pues es esa la obligación de los padres). Y para exigirles eso no tengo que estar dispuesto a cargar con SU responsabilidad. Yo personalmente podría hacerlo, y estaría dispuesto, pero otra mucha gente no, y no por ello debe cerrar la boca y no exigir justicia.
    Del mismo modo que tengo el derecho y la obligación moral de exigir del Estado que cumpla su responsabilidad, sin ser capaz de hacerme yo cargo de ella, puedo exigir a una madre y a un padre que cumplan con su obligación, que es el cuidado y conservación de sus hijos.
    Si A es un antiesclavista, y B es un poseedor de un esclavo incómodo llamado C, y B quiere acabar con el estorbo que supone la existencia de C, A tiene todo el derecho (y la obligación moral) de impedir que B acabe -o siquiera maltrate- la vida de C.
    Tampoco es justificable el hecho de que «sea posible que el niño no quiera vivir», puesto que eso no podemos ni siquiera intuirlo.
    Por otro lado, yo no pretendo imponer mi visión antiabortista a la madre, sólo intentaré convencerla y ella será libre de aceptar mi opinión o no. Lo que no puedo tolerar es la muerte de un ser humano, como tampoco puedo tolerar la esclavitud.
    Y finalmente: dar a luz no obliga a la madre a hacerse cargo del niño para siempre. Si una madre no desea o no puede cuidarle, puede darlo en adopción o dejarlo bajo la tutela del Estado.

  6. Bibi,
    ¡VIVE!,
    ¡Y DEJA VIVIR!.
    VIVA LA MADRE QUE TE PARIÓ, AIDO.
    VIVA LA MUJER QUE NO TE INTERRUMPIÓ VOLUNTARIAMENTE DURANTE SU EMBARAZO!
    ¡¡¡No a la violencia de género;
    También NO a la VIOLENCIA DE EDAD!!!
    MATAR NO ES UN DERECHO:
    Lo que es descabellado es que una IDEOLOGÍA NECRÓFILA esté ocupando el Parlamento y Gobierno (y parece que también desbordando la república asaltando una vez más el Judicial), y nos esté llevando decidida y abiertamente a apostar por la MUERTE y el asesinato de los humanos más indefensos de todos, los que están en las barriguitas de sus madres.
    Es deprimente saber que tengo compatriotas tan cobardes como para justificar la alevosía que conlleva el ASESINATO de menores.
    Igual que la ley de la gravedad no se puede cambiar por mayorías parlamentarias, donde hay un ser humano es imposible negar su existencia por igual mayoría parlamentaria. Cuando los parlamentarios que defienden este GENOCIDIO SILENCIOSO estén cerca de la muerte, habrán de saber que sobre sus espaldas pesan miles de VIDAS SESGADAS por la avaricia y codicia socialista. Millones de mujeres que han matado, se han arrepentido amarga y desconsoladamente cuando más tarde han sido conscientes del CRÍMEN al que el MOVIMIENTO NECRÓFILO le ha achuchado a cometer.
    El ABORTO es la
    DESPENALIZACIÓN,
    LEGALIZACIÓN,
    AMPARO JURÍDICO O DERECHO SUBJETIVO
    AL ASESINATO POR CUESTIÓN DE LA EDAD DE LA VÍCTIMA.
    El PARTIDO NECRÓFILO en el Gobierno nos quiere vender la moto de que MATAR es un derecho. Un derecho de la mujer. MATAR no es un derecho, sea cual sea la edad de la VÍCTIMA.
    Es lamentable que sea considerado una “conquista social” el hecho de despenalizar el ASESINATO por cuestión de la edad de la víctima. ¿La próxima “conquista social” cual será, despenalizar el asesinato de los mayores de 60 (¿disfrazándolo bajo el eufemismo ”derecho a la muerte digna”?)porque no son 100% productivos?.
    Esto es PROGRESAR, con todas sus letras.
    Esto es lo que nos prometían con su IMPLEMENTACIÓN DEL SOCIALISMO.
    Esto son las “conquistas sociales” de zETAp, un mejor matar.
    Este es el preámbulo de la decadencia y de la Camboya socialista:
    MATAR, MATAR, MATAR, MATAR, MATAR (y la tentativa de ASESINATO SILENCIOSO MASIVO es tan burda que ni la contínua PERVERSIÓN DEL LENGUAJE de la que la RELIGIÓN NECRÓFILA hace gala puede esconder esta vez sus crueles e intrínsecas intenciones).
    Y es que es necesario alzar la voz por aquellos que por circunstancias de la vida, aún no pueden dejarse oir, y que tal vez nunca les dejen ver la luz del sol, pese a que ya han nacido a la vida.
    ¿Y por qué no aborto con carácter retroactivo?
    Si hombre, es muy sencillito. Como madre, yo me puedo arrepentir de haber tenido un hijo, que me ha salido socialista por ejemplo. ¿Por que cambiarle el nombre y llamarle asesinato?
    Curioso el empeño que ponen muchos en su afán por despenalizar la muerte por cuestión de la edad de la víctima, cuando todos ellos pasaron a su vez por el estado de adolescente, niño, y el de embrión antes que éstos.
    Me gustaría saber si muchos de los que aquí hablan, seguramente PADRES, ABUELOS O HERMANOS, son capaces de mirar a los ojos a sus personitas cercanas y queridas y decirles que su conciencia estaría tranquila en el caso de haber decidido en su momento ELIMINARLOS (y encima con una ley que les amparara y que ellos mismos apoyaron).
    Incluso a la PROFETA DE LA MUERTE (y vergüenza de su madre), la señora ministra Bibiana Aído, le deseo lo mejor, y me partiría la cara porque a ella nunca la hubiesen podido MATAR mientras estaba ya viva en la barriguita de su madre. Igual que ella, todos los que vienen por detrás también tienen el DERECHO A VIVIR!!!!
    Sentados los NECRÓFILOS en Consejo de Ministros, recuerdan la Última Cena, pero no la de la piedad y la misericordia, sino la de la avaricia y la PLANIFICACIÓN DE LA ELIMINACIÓN SISTEMÁTICA POR LA EDAD DE LA EDAD DE LA VÍCTIMA, una última cena satánica, en la que no se corta el pan y el vino sino pequeños huesecitos y frágiles membranas celulares DE VIDA HUMANA.
    No hace falta ser católico para respetar la ciencia y defender la vida. ¿No es ciencia que un espermatozoide o un óvulo por separado son una cosa, y que ambos combinados son otra muy distinta?
    Dogma cruel es repetir hasta la saciedad que eso que la evidencia científica muestra como vida humana, no lo es.
    Doctrina antihumanista es profetizar la doctrina de que se puede pactar sobre lo que es vida y sobre lo que no. Igual que no se puede cambiar por decreto ley la ley de la gravedad, tampoco qué es vida y qué no lo es no se puede cambiar por decreto ley.
    Allá usted, señor/a socialista con su conciencia si puede cargar con la complicidad moral de apoyar la despenalización del asesinato por cuestión de la edad de la víctima. Yo seguiré prestando mi voz a aquellos a los que aún no la tienen y que tal vez no le dejen nunca alcanzarla, porque usted, como yo, igual que una vez fuimos adolescentes, es más, mocosos de pocos años, aún antes de todo eso fuimos fetos de apenas un segundo de vida (recién concebidos).
    Matar al vecino porque hace ruido no es un derecho, y matar al indefenso porque no se le puede ver la cara, tampoco es un derecho.
    Yo creía que después de 2 Guerras Mundiales, y varios regímenes totalitarios de varios colores pero idéntica esencia criminal, ya habíamos aprendido a valorar la vida humana.
    Saludos esperanzados en que cambie de postura, señor/a socialista.
    Basta con conocer el dato de que el concebido ya está vivo. No dejes que te confundan con artimañas como que esa criatura es inviable: si a ti o a mi nos sacan de nuestro espacio natural, el aire libre, y nos sumergen en el agua o bajo tierra, también nos convertimos en inviables para la vida (por cierto, luego le dan caña a los católicos con el tema de que siempre están con los ricos. Pues no se yo qué beneficio económico puede obtener esa Iglesia de defender la vida).
    Todo parte de “La Gran Estafa” (Eudocio Ravines): Ahí radica la trampa Wyoming-iana, el embaucamiento Gabilondiano, la perorata ”bienintencionada” de LA SECTA, la razón de SER del seudo lenguaje más radiofónico, la SANTILLANA (a modo de Santo y Seña) de los profetas de los ”mira que lo hago por tu bien”, la kantilena kultureta de los intelektuales de ”a tanto el kilo de seudoperiodismo-pelíkula manipuladora y oskurecedora”, derrochadores de derechos(-trampa) a lo largo y ancho de la geografía peninsular, esa perversión del lenguaje, esa neolengua 1984ntera, ese derecho-trampa de 3ªgeneración que confunde el sentido común de los sufridos trabajadores, la que pervierte el sentido de las cosas, la que convierte los puros conceptos en ”conzzettos pepiño-blanqueros-ferrazianos” (de cuyos conzzettos concienzudamente reniego a incluirlos en mi vocabulario), la que a base de mil repeticiones (Lenin: ”una mentira mil veces repetida hasta la saciedad machaconamente sobre la cabeza del obrero hasta que la tenga por verdad”) asienta como verdad un dogma indemostrable (o según se mire, bien demostrable en los extensos gulags fascistas, siberianos, maoístas, castristas, mussolinianos… en las amplias bolsas de pobreza y desempleo de las socialdemocracias, en la falta de republicanismo y democracia en las Repúblicas Democráticas Socialistas, en los Cortijos, en los Señoríos y demás kacikadas universitarias de provectos hombres de infinitas ansias de paz y progreso), la que rebaja a los hombres a comebocadillos-subeautobuses-meneapancartas-agitabanderas-repiteconsignas-apaleadisidentes-vendetuculoytuconcienciaporcuatrodurosqueademássontuyos (léase “Rebelión en la Granja”), la que asienta la doctrina de la masa informe y de la anulación de diferencias entre los individuos, la que conforma el sentir de los hombres sobre premisas malintencionadamente falsas, falseadoras, ocultadoras de datos relevantes (joder, la dictadura perfecta, ya la quisieran para sí Largo Caballero, Pablo Iglesias, Sabino Arana, la Nelken, Pilar Bardem y Carrillo entre otros profetas de las chekas del Bienestar –léase “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley).
    La ciudadanía mundial y la española en particular debe alzarse en urnas, tomar las urnas, aprovechar su OPORTUNIDAD, seguir por el camino que ATENAS y sus griegos a duras penas abrieron y en gloriosa, inmortal e imperecedera herencia nos dejaron, revolucionarse cívicamente (no mediante el Terror, no mediante el Socialismo), y RECUPERAR LA PROPIEDAD DE SU DESTINO PARTICULAR, DE SU INDIVIDUAL BÚSQUEDA DE LA PROPIA FELICIDAD empezando quizás por recuperar su poder en los entes locales, ese sería un buen primer paso.
    Ya está bien de provincionalismos y de aupar a las públicas magistraturas a los más catetos, cínicos y gusanos desperdicios de la sociedad, rebajándonos con ello al nivel de suciedad, o en el mejor de los casos al de zoociedad.
    Cuando la CIENCIA nos ha demostrado que que ADNs FUSIONADOS es ya un ser humano, eliminarlo equivale a MATAR.
    No entiendo a cuento de qué este ataque dogmático y cerril de la religión socialista contra la religión católica que defiende la vida frente a la necrofilia.
    Un espermatozoida será ”una potencia” (me da igual lo que moralmente sea considerado).
    Pero ADNs FUSIONADOS son una realidad que ningún decreto ley ni ninguna mayoría parlamentaria pueden cambiar, del mismo modo que así no se puede cambiar la ley de la gravedad.
    Conceder al aborto la categoría de derecho equivale a despenalizar el asesinato por cuestión de la edad de la víctima, por mucha buena intención que se diga que hay de trasfondo. También los nazis partían de una buenaintención para sus congéneres arios cuando decretaron por ley considerar infrahombres a los judíos y eliminables.

    Y pese a que muchos como tú, socialista, seguís apoyando la LEGALIZACIÓN DE LA MUERTE POR DISCRIMINACIÓN DE LA EDAD, yo y muchos más seguiremos ofreciendo nuestra voz a los más indefensos para que nunca tengas la facultad de ELIMINARLOS del mismo modo que nadie tuvo derecho jurídico a ELIMINARTE a ti, un PRO-LEGALIZACIÓN DEL HOMICIDIO POR CUESTIÓN DE LA EDAD DE LA VÍCTIMA, cuando aún eras embrión. Me alegro mucho de que a pesar de tus ANSIAS NECRÓFILAS nadie tuviera en su momento la facultad de eliminarte, y de que estés VIVITO Y COLEANDO y ojalá con SALUD.
    Los nazis también legalizaron la INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DE LA VIDA DE LOS JUDÍOS Y LOS GITANOS, y no por ser legal fué menos despreciable.
    Síntoma de la confusión a la que nos inducen es que con nuestro propio dinero robado en forma de impuestos, nos lo devuelvan en forma de migajas y condicionado a RENOVAR EL COCHE, O EL FRIGORÍFICO, y cosas así, y en cambio la única ”ayuda” que se les da a las madres es MATAR a las criaturas que llevan dentro, convertir su seno en CAMPOS DE CONCENTRACIÓN LEGALIZADOS (véase “Paracuellos-Katin” de Cesar Vidal). Un poquito de por favor…
    Lo que nos preguntamos muchos ingenuos es porqué se desea despenalizar el asesinato de los humanos que aún no han salido del útero, mientras que asesinar a humanos que llevan 5 días, 5 meses o 50 años fuera del útero sí que está penado por la ley civil.
    Es trágico que cuando la ciencia nos ha demostrado que ADNs FUSIONADOS son ya un SER HUMANO, las doctrinas de la muerte se aferren a dogmas necrófilos para facilitar la muerte de un indefenso.
    Yo como mujer puedo hacer lo que me venga en gana, pero desde luego bajo ningún concepto y bajo ninguna excusa (ni siquiera una violación, qué culpa tiene ese SER de haber sido concebido a la fuerza) tengo la facultad de matar al SER HUMANO que llevo en mi vientre, de igual modo que no puedo matar a ninguno de los SERES HUMANOS que son mis vecinos.
    No existe ningún derecho a matar, diga lo que diga la Iglesia Católica, o la Mahometana, o la Socialista o la Progresista o la Hebrea o…
    Un millón de personas han sido asesinadas legalmente desde 1985 en España. Nos vamos acercando a las cifras de los nazis con los judíos, para los que matar también estaba legalizado, pues al igual que los necrófilos consideran hoy al hombre en etapa de feto como un infrahombre, los nazis también consideraban a los morenos, a los judíos, a los negros, etc, infrahombres y por tanto eliminables. Los arios tenían el ”derecho a la interrupción voluntaria de la vida de los demás”.

    El caso es MATAR, a cualquier precio, INSULTANDO, DENIGRANDO, y ATACANDO al que defiende la vida. Seguir con la MUERTE hacia adelante, con CONTUMACIA, a cualquier precio.
    Una vez más, se pone en evidencia la máxima antihumanista:
    ¡¡¡SOCIALISMO O MUERTE, VALGA LA REDUNDANCIA, VALGA LA REPUGNANCIA!
    Bibi,
    ¡VIVE!,
    ¡Y DEJA VIVIR!.
    VIVA LA MADRE QUE TE PARIÓ, AIDO.
    VIVA LA MUJER QUE NO TE INTERRUMPIÓ VOLUNTARIAMENTE DURANTE SU EMBARAZO!
    ¡¡¡No a la violencia de género;
    También NO a la VIOLENCIA DE EDAD!!!
    MATAR NO ES UN DERECHO!!!

  7. Interesante el tema que tocas, Lino. Qué queremos hacer como especie humana: sobrevivirnos. Cómo? Depende. en la naturaleza existen mecanismos de todo tipo. En épocas de bonanza, el más frecuente es la procreación. Pero en épocas de hambrunas o frío, lo propio es la selección. Los leones se comen a las crías. Quiero decir con ello que, desde un punto de vista puramente naturalista y en función de la escasez de recursos y la superpoblación del planeta, la respuesta lógica y evolutiva para la especie humana es, entre otras, el aborto. También están las guerras, las pestes y similares. Pero no es eso de lo que hablamos, pues tales «soluciones» no son propias de la condicion humana (o sí, aunque tú y yo nos empeñemos en que no)
    Creo que el argumento naturalista no vale.
    En cuanto a la «sociedad», ésta sólo es tal y crece en función de la felicidad de sus miembros, de los individuos. Si yo no estoy bien en un barrio, me cambio. Si no estoy bien con mi cuñado, no voy a verle y visito a mi hermana en secreto, casi. Si en mi pueblo no hay trabajo, me voy a otro. Las únicas características que yo veo en las sociedades humanas son cambiantes, en función de la voluntad predominante de uno, varios o mucho individuos. Por sí mismas no existen.
    C, mientras sea parte fisiológica de B, es responsabilidad exclusiva de esta. La «sociedad» ni pincha ni corta. Ni en la vida de C, ni en la de B ni en la de A.
    Ya sé, soy un individualista estridente 😛

  8. Luis, naturalmente que ningún ser humano debe imponer su moral o ideas sobre otro, pero es que resulta que desde el momento que B decide tener a C, ya está imponiendole su voluntad.

    No es cosa de uno solo, de individualidades y derechos inalienables, es cosa de que demonios queremos hacer como especie humana, o sea, como colectivo social.

    Hay decisiones que afectan específicamente a este, a las entrañas del ser social que llevamos dentro impresas genéticamente, que hacen que busquémos a gente desde el primer día, para compartir todo tipo de cosas, para procrear, etc. y que sumados uno a uno forman algo mayor que su simple suma.

    En definitiva, sin enrollarme más, creo que existe algo llamado sociedad humana y que tiene caracterísitcas como tal exclusivas de ella, y que ningún ser humano en solitario puede decidir, ni siquiera las que le atañen también a el en primer lugar. Lo mejor es buscar la mejor forma de hacerlo entre todos por igual.

    Saludos

  9. Luis, tu argumentación puramente utilitarista es válida, pero con una matización: no es independiente de ese punto de partida (o de fin) que tú pretendes evitar (sin éxito), la consideración de cuándo el feto puede considerarse humano o no.
    Tú mismo te has establecido un plazo de 12-14 semanas a partir del cual el aborto estaría prohibido, es decir, a partir del cual se puede considerar a ese feto provisto del derecho a la vida. A partir de ahí tu argumentación es razonable, pero sin esa consideración, tu argumentación utilitarista justifica de igual forma el aborto a las 5 semanas que el asesinato de un niño de 2 años.
    Es decir, ese punto que tú quieres evitar es la clave de todo, es lo primero que hay que dilucidar. Si la sociedad no adopta una posición clara en este sentido de forma mayoritaria, si no se establece de forma mayoritaria lo que éticamente es aceptable, todas las medidas legales o gubernativas que se adopten no solucionarán el problema.

    Y esa posición ética todavía no sabemos cual es. Tal vez lo primero que habría que hacer es establecerla, ¿no? Repetir este debate en todos los foros posibles y trasladar a los ciudadanos la decisión, vía referéndum vinculante. Que vote el pueblo, y que decida si quiere derecho a la vida desde la concepción, desde la semana 14 o desde el alumbramiento. La decisión que se tomase, fuera arbitraria o no, sería la de la mayoría y, a falta de algo mejor, habría que adoptarla.

    Es decir, la solución para este problema vendría, como para muchos otros, de la mano de la democracia (eso que no tenemos en España).

  10. Luis, yo lo que digo es que desde que considero al feto persona, tengo obligación de defenderlo si puedo, incluso por métodos coercitivos. Es lícito.
    Según tu planteamiento, si considero que los negros son seres inferiores, nadie puede decirme nada si los mato…

  11. Luis… si dejamos las cosas en manos de la «responsabilidad individual» se podría pensar que tu idea de responsabilidad y la mía no sean iguales, igual yo creo que no tengo ninguna «supremacía moral» para ocuparme de los enfermos, hambrientos, etc… ya que no me lo han pedido, no los he escuchado, ellos se lo han buscado, a lo mejor no lo querrian (los que no puedan decirlo), etc… es lo mismo que dices tú… si no lo puede pedir que le ayudemos ¿quien soy yo para ayudarle? y si sí puede pedirlo…. ¿no estoy fomentando vagos y que los demás se dejen llevar por la comodida? Cuando entramos en las «morales individuales» podemos encontrar de todo: los no arios no son humanos, los que no son de mi país son otros, los que no hablan como yo, los que no son de mi familia, etc, etc….

    No es que entienda mucho de la evolución del feto… pero ¿qué hay en la semana 12 que no haya en la semana 11?

  12. Dédalo, sólo desde la perspectiva del total abandono de los principios de responsabilidad individual cabe entender algnos de tus comentarios: del enfermo, del hambriento, del niño he de ocuparme yo. No el estado. Yo.
    Una de las diferencias fundamentales entre el tiro en la nuca (o la muerte por hambre) y el aborto está en sus víctimas. En el primer caso hablamos de humanos, en el segundo no. Yo tampoco soy partidario de abortos en el 7° mes. Ya hablo de que mi solución pasa por una ley de plazos (12-14 semana). Pero claro, esa es también mi opinión particular.

  13. Crispal: la madre. Lo dejo muy claro en el post. La madre es la única que puede representar los «derechos» del nonato. Y para que un tercero pueda hacerlo… pues lo que expongo: formación, educación, la cuenta bancaria y el salón de casa si fuere menester. Por otro lado, ejercer derechos presupone la voluntad de querer hacerlo, y si el sujeto de derecho no puede hacerlo, como en este caso, es su madre la única que puede hacerlo. La vida, así, no es un derecho en sí mismo, es un proceso natural. Y el aborto también. El aborto natural es un método de protección de la especie. El aborto provocado, de protección del individuo (la madre) y sus intereses.
    Yo no tengo más derecho a la vida por ser hombre que una vaca por ser vaca. La visión antropocentrista de la naturaleza nos lleva a estos absurdos. Lo que ocurre es que yo sí puedo reclamar mi derecho a seguir viviendo. Y puedo hacerlo para un feto, pero no puedo perseguir a quien no lo hace. Creo que la postura de Mary -que comparto- es en este sentido muy significativa.

  14. Juano, eso que expones nos devuelve a la discusión que yo quería evitar. Y quería evitarla pues, diga lo que diga, no deja de ser MI opinión. Sólo mia: para mí un embrión no es un ser humano, por ello no puedo hablar de asesinato.
    Pero como bien nos recuerda Mary, no hay consenso científico al respecto. Ya empiezo mi artículo diciendo que esto sule suponer el «fin de la discusión».
    Por ello mi acercamiento puramente utilitarista, Juano. Yo no creo una categoría de asesinato permisible, argumento las razones por las que es inadmisible imponer mi idea de vida y de cómo actuar ante ella a quien no comparte lo que pienso. Y como no puedo imponerla, propongo un modelo posible (excepto la coacción y la prohibición) para quienes se ven (te cito) en «la obligación moral de hacer lo que esté en su mano para defender esos derechos»

  15. Todo esto está muy bien. Podemos discutir durante años y nunca llegaremos a un punto común porque las posiciones son irreconciliables. Unos creeemos que el feto es un ser humano. Otros creen que no lo es. A partir de ahí no hay punto en común. Como discusión de salón es perfecta, Luis I., e irrefutable. Introduces un nuevo punto de vista muy interesante en un debate ya viejo. Sin embargo, de la unión de un hombre y una mujer no nace una ameba, nace otro ser humano. ¿Quién se ocupa de los derechos de ese ser humano? Al parecer, desde un punto de vista liberal, nadie ¿no? Porque parece ser que el nasciturus no tiene derechos o bien sus derechos se ven limitados por el derecho de la madre.

    ¿No es así?

  16. Luis… yo no soy cristiano, soy absolutamente agnóstico.. no creo ni en un Dios ni en cien…

    No te he escrito nada de eso desde la óptica creyente, pero veo que cualquiera de las indicaciones y de las razones que has puesto son igualmente váildas para cometer un asesinato de un niño en sus primeros días o meses de vida… el niño sigue sin decir si quiere vivir o no… al final se vuelve al mismo punto que quieres quitar, el de cuándo es un ser humano diferente, ya que la otra opción que es cuando el niño se separa del peligro (si le quemas o pinchas, el niño se aleja, luego tiene instinto de supervivencia) es válido para el feto, al menos para cierta edad…

    El que «Convencer a quienes quieren abortar de que no tienen por qué hacerlo es siempre una solución más liberal que prohibírselo» es cierto… pero tambien el convencer a un asesino de que no tiene porqué asesinar es más liberal que prohibírselo, pero ¿esos significa que la sociedad no deba prohibirlo?

    Como dices la «moral ocupa exclusivamente el terreno de lo particular, y no de lo social» pero eso es váildo para todo… el asesino ¿quién te dice que no tiene su moral? puede considerar infrahumano al asesinado, el que defrauda puede considerar que si el otro fuera del nivel de humanidad que se debe tener no necesitaría ayuda… ¿porqué debe ayudarlo él? al fin y al cabo es algo voluntario ¿no? El enfermo que se cure sólo, el hambriento que busque comida, el niño que se las apañe, etc, etc…

    «un aborto es una decisión tomada desde el mismo ser de la madre. Un tiro en la nuca no», sin embargo un niño se puede considerar como un ser nacido del cuerpo de la madre y parte de él (aunque ya separada), mientras sea dependiente de ella…. además si la madre no hace nada (exterior al cuerpo de la madre) positivo para el aborto (uso de sistemas abortivos) el embarazo seguirá hasta dar un niño… ¿qué diferencia hay con usar una pistola o un veneno después…? al fin y al cabo el uso de la pistola es tan externo como el de otros métodos abortivos…

    No digo que esté en contra del aborto, pero no creo en estas argumentaciones, como otros han dicho, si corre peligro la vida de la madre, o el embarazo es inviable entonces estamos en el caso de una persona al que le vienen a matar y mata al otro… defensa propia, pero el bien a defender (la vida de la madre), es tan válido como el que han eliminado.

    Mary White dice «Yo no abortaría. Nunca.Ni abandonaría a mis hijos. Pero nunca llevaría a los tribunales a una abortista ni a un padre que no ejerce.» y lleva razón… nunca se puede obligar a alguien a ser padre o, mejor dicho, a ejercer como eso, por lo que como existe el derecho a la vida del otro el estado, la sociedad o lo que sea, debe tomar a esos niños y criarlos hasta que sean independientes… pero no significa que deba permitir el aborto, al igual que no permite el asesinato de recien nacidos…

    Sigo preguntando ¿qué diferencia hay entre una mujer que mata a su niño, o lo deja de alimentar hasta que muere sin decirselo a nadie y una abortista en sus, pongamos, 7º mes? Yo no la veo… y no me importaría verla….

  17. El quid de la cuestión está en: «un aborto es una decisión tomada desde el mismo ser de la madre. Un tiro en la nuca no».
    Luis, un asesinato es un asesinato, no hay diferenciación ninguna según emplazamiento o método. Para mi es igual de asesinato el que realiza la madre contra el hijo en su interior que el que pueda realizar contra su hijo ya nacido. Es igual un tiro en la nuca que dejar tirado a un moribundo en la cuneta. Matar es matar, no tiene matices.
    Que yo sepa, el único asesinato «permisible» es el producido en una acción de defensa propia.
    Sin hacer esa diferenciación entre tipos de asesinatos lícitos e ilícitos tu planteamiento no se sostiene. Y si se sostiene, da lugar a justificar casi todo tipo de asesinato de personas indefensas…
    Sigo pensando que la introducción del tema patrimonial está fuera de lugar. Se trata de dejar matar o no dejar matar. Y salvo que se niegue la condición de humano al feto, la discusión es si matarlo es lícito o no.
    Desde el momento que una persona considere que el feto tiene los mismos derechos que cualquier persona tendrá la obligación moral de hacer lo que esté en su mano para defender esos derechos. Ahí puede entrar el que emplee sus medios, que financie, que haga lo que sea para salvar al indefenso. Pero eso es secundario ante la conculcación del derecho a la vida. No pueden relacionarse ambas cosas en el mismo plano dado que son de naturaleza distinta. Tú las comparas degradando la más importante. Y para ello creas una categoría de asesinato permisible…

  18. Vaya tela… Comparto el análisis de Luis. Pero mis razones no son ético-filosófico-jurídico-loquesea-ísticas.
    Ser padre/madre no es un deber exigible por ley. Punto. Es una responsabilidad que debería surgir del amor incondicional, aunque a veces se asume por puro sentido del deber. Eso no quiere decir, desde mi punto de vista, que sea exigible en un juzgado, con una ley escrita por medio. Es la sangre la que te mueve o eres un hidepu. El que se desentienda de su hijo, o la que decida abortar por razones de conveniencia social es una cabrón/a. Pero eso no implica que un tipo con toga pueda imponerte una pena,multa o lo que sea, ni por abortar, ni por desentenderte de tu hijo.

    Ya. Que el derecho a la vida y a la propiedad tal y cual… De acuerdo, la vida y la propiedad son la base.Pero en este caso concreto no hay (LO DIGO EN ALTO… NO HAY) consenso científico ni nadie sabe exactamente cuándo carajo empieza la vida, si el que el feto reaccione ante un peligro (como cualquier ser vivo) significa que SIENTE, etc. La ciencia no lo explica todo, ni las leyes pueden regularlo todo. Y este es el ejemplo de hueco,terraplén resbaladizo o arenas movedizas.

    Yo no abortaría. Nunca.Ni abandonaría a mis hijos. Pero nunca llevaría a los tribunales a una abortista ni a un padre que no ejerce.

  19. Lino, A, en mi texto, soy yo. A es un individuo que se declara antiabortista. y se junta con otros A para hacer lo que describo: invadir la voluntad de B, a costa de sus recursos. Si leemos a Dédalo, por ejmplo, nos damos cuenta cómo las categorías morales se sobreponen a las éticas. Incluso algún comentarista habla directamente de etica.
    El problema radica justamente ahí: lo que para mí es ético (pues nace de mi percepción de moral) no ha de serlo para todos.
    No se trata de hacer lo que se quiera con el otro si este no se queja. No se trata de justificar el aborto. Se trata de que prohibirlo es absolutamente injustificable. Ocurre que tras muchísimos años (siglos) en los que la violencia ha sido monopolio del estado, estamos acostumbrados a buscar denominadores comunes (o a aceptarlos, cuando de los intereses de los poderosos se trata), darles categoría ética y dejar que se persigan.
    Yo insisto: no voy a reconsiderar todas las categorías morales que nos traen (gracias) Dedalo y Juano. No lo voy a hacer pues considero que la moral ocupa exclusivamente el terreno de lo particular, y no de lo social. Mi propuesta sigue vigente y no he leído nada que la minusvalide: ley de plazos y fundación privada que se ocupe de infirmar, educar y, en su caso, financiar esas vidas que se quiere preservar.
    En cuanto a las extrapolaciones que tan frecuentemente se manejan (deficientes físicos, enfermos en coma, etc …) ninguna es válida. O sí. Curiosamente, aquí sí existen intituciones (públicas o privadas) que sí se ocupan de esas personas. No les parece curioso?
    Resumiendo: si quiero que mi percepción de lo que es moralmente aceptable tenga aplicación en el tema del aborto, debo empezar por poner los medios particulares a mi alcance para ayudar a quien quiere abortar y al feto que quiero proteger. Lo demás, repito, no es más que imposición. Convencer a quienes quieren abortar de que no tienen por qué hacerlo es siempre una solución más liberal que prohibírselo.
    Y no olviden nunca: un aborto es una decisión tomada desde el mismo ser de la madre. Un tiro en la nuca no.
    Hay otras consideraciones vuestras que merecen una respuesta más amplia y a las que, si tengo tiempo, dedicaré un post.

  20. Luis I. Gómez April 19th, 2008 22:41 :
    «Tampoco se discute sobre si una mujer embarazada tiene derecho en cualquier caso a deshacerse de su feto. Se discute si tú, o yo, tenemos derecho a imponer nuestro criterio moral a otro. Y hacerlo con el agravante de que no sólo usurpamos su voluntad, tambié lo hacemos con cargo a sus recursos, no a los nuestros.
    La respuesta es, claramente, no. No tenemos derecho a ello.
    Quién es abogado de los derechos de C? Quién conoce su voluntad? Tú?»

    Bueno…. No se discute si tú o yo tenemos derecho a imponer nuestro criterio moral a nadie…. se discute si la unión de «tues y yoes» (la sociedad) tiene derecho a considerar unas normas… el asesinato no es legal, lo puedes hacer pero no es legal…. ¿Debe el estado perseguir a los que se saltan estas normas? Por supuesto que sí, ¿debe impedir que se salten? Si está en sus manos, sí. No podrá impedirlo pero no debería poner los medios y darlos gratuitos para cometer el delito…. Así el sacar dinero del país para evitar pagar impuestos es delictivo (¿por qué? siguiendo la forma de pensar yo hago lo que me da la gana con mis recursos), sería un choteo que el estado te hiciera las transferencias gratuitas al país «pariso fiscal» y luego borrara los datos de ellas….
    Por lo de los abogados… ¡vaya! ¿así que lo que es delito es lo que les pasa a los que tienen abogados? Es decir que si uno no tiene abogados o tú los tienes mejores, ya no es delito, ni reprobable, ni nada… acabamos de llegar a instaurar la corrupción, de paso….
    Ufff con estos argumentos lo que se puede llegar a aceptar es que cada uno puede hacer lo que quiera con el otro, siempre que el otro no se queje…. pobre de tí si eres sordomudo, si eres retrasado, si has tenido un ictius, si estás en coma, etc… como no tengas las facultades de decir algo cualquiera puede venir a matrte por no gastar dinero….

  21. Veamos pues….

    Al no entrar en la disquisición de si C es humano o no en algún momento podemos suponer que el nacimiento no varía la «calidad» de C, con lo que el asesinato de hijos es igual de fácil de aceptar: A exige a B que use sus recursos, su salud, su vida para alimentar a C, por lo que «hacer» lo necesario para que C no chupe esos recursos es una cosa que debe decidir B, ese «hacer» supone que se debe realizar algo: el aborto, no darle de comer o pegarle un tiro….

    Como si preguntas a un C (lo suficientemente pequeño) si quiere vivir no responde de forma clara, pues estamos en la segunda de las opciones…. para evitarle ser hijo de una persona que no le quiere, o ser un retrasado, o fruto de un delito, también es aceptable que B le pegue un tiro…. Aún más… el Estado no debería recoger a los niños maltratados o desnutridos…. ya que A (el Estado) obliga a D (a mí) a gastar sus recursos y tiempo (el tiempo es oro) en C…

    Por otro lado si D (el padre) invirtió unos recursos en C ¿Quién es B para decidir sobre la inversión de D? ya que el capital invertido debería llegar a buen término y a la «rentabilidad» exigida si B no hace nada en contra de C y D, se puede decir que B tiene en su terreno la inversión de D, pero así visto sería lógico que D asegure su inversión por todos los medios que sean precisos (el secuestro, etc)….

    Vaya… esto de las matemáticas es muy bonito… en un plis plas hemos defendido el asesinato, el secuestro, la insumisión fiscal, etc….

  22. Luis, según tu razonamiento, un padre no tiene ninguna obligación en sustentar a sus hijos. Nadie puede obligarles a utilizar sus recursos en criarlos, educarlos, alimentarlos, vestirlos…
    En la sociedad se establecen una serie de derechos y obligaciones que la estructuran. Así, en sociedad, cuando alguien decide tener hijos se somete a una serie de obligaciones que impone el marco moral y ético que se define en esa sociedad. ¿O el derecho de los padres tiene más peso que sus obligaciones?¿Debe el estado recoger a todos los niños no deseados cuando los padres dejen de cumplir sus obligaciones sin más, o ni siquiera recogerlos (no es su problema…)?
    En el caso del aborto, la sociedad, por su bien, ha de dar prioridad al derecho a la vida del niño y exigir la obligación de la paternidad responsable. No hay derecho de la madre que pese más que esos dos puntos, de ninguna manera.
    Lo que sí es peligroso es aplicar tu razonamiento, ya que superpone el individualismo sobre todo lo demás e introduce un relativismo moral sobre el que nada puede fundamentarse.
    Si seguimos tu razonamiento, si yo mato a un tercero con mis recursos, un tercero del que nadie sabe si quiere morir o no (salvo yo), nadie tiene derecho a decirme nada (¿). ¿Qué diferencia hay si el tercero es un feto en mi interior u otra persona que me saca de quicio?¿Nadie debe de hacer nada?¿Nadie tiene la obligación de defender los derechos de un desconocido?
    Un niño tarda meses en tener conciencia de sí mismo. Y no hablemos de los años que tarda en saberse portador de derechos para reclamarlos. ¿Nadie debe de hacer nada si un padre decide matar a su hijo antes de que este reclame sus derechos?¿O es que todo cambia si el hijo está dentro de la madre?¿Eso le hace inferior, menos humano? Tan dependiente es el niño de cuatro meses como el feto…
    Y el ejemplo que pones, si una familia trata indebidamente a un niño, la sociedad tiene la potestad de actuar en defensa del indefenso. Y si el estado no llega por el motivo que sea, cualquier individuo deberá actuar en la medida de sus posibilidades por obligación moral. Hay un bien objetivo por encima del relativismo en el que vivimos…
    En el caso del aborto el patrimonio de la madre no pinta nada. Lo único relevante es el derecho a la vida del hijo. Si encuentras a alguien herido en la carretera tienes la obligación moral de atenderlo con tu coche, con tus recursos y con todo lo que puedas contar para salvarle la vida (hasta tomar bienes ajenos es lícito). Pero según tu criterio, si no quiero manchar mi coche con sangre y paso del prójimo, nadie puede decirme nada porque nadie puede decirme qué hacer con mis cosas… Eso sí da miedo.

  23. Perdonadme que no haya leido todos los comentarios al completo, por si repito algo.

    Me parece un interesante, objetivo y desapasionado estudio, como tantos de los que hace Luis. Pero claro, yo tengo que poner mi granito a la cuestión.

    El problema principal es que no se ha definido con claridad lo siguiente ¿quien es A?:

    Si A es un conjunto de individuos fundamentalistas religiosos, con una capucha blanca en la cabeza (y no es semana santa), y van impidiendo a la gente realizar abortos, la cuestión es claramente que no tienen legitimidad para ello.

    Si A es un estado gobernado por una oligarquía que actua en función de intereses ideologicos electoralistas, y no los que la sociedad demanda, tampoco tiene legitimidad.

    Si A es un estado con gobernantes elegidos por la sociedad y trabajan para satisfacer sus demandas, y establecen una regularización del aborto con la intención de opitimizar la relación libertad de los padres-protección del futuro ciudadano, en mi opinión, SI tiene legitimidad para impedir un aborto.

    Volvemos a la cuestión de siempre, ¿hasta que punto un estado tiene legitiidad (moral incluida) para legislar sobre un territorio? Hasta ahora un estado simplemente era el único que podía hacerlo, pero hay que empezar a plantearse no la necesidad de eliminarlo, pero si desde luego, la necesidad de que sus decisiones respondan a los intereses de la sociedad, y aprovechar esa capacidad de vigilancia de la ley, sin menoscabo de la individualidad. Ni que decir tiene que en esta historia, desde el momento hay un B, un C, un D, y algún otro, ya no hablamos de individualidad, sino de un problema social.

    Y este problema social no se soluciona ni legalizando ni prohibiendo el aborto, sino sobre todo con la educación, como ya se ha apuntado. El problema es sobre todo qué se hace mientras.

    Y el problema en España, es que solo se habla de si se ha de legalizar o no, en función de ideología, y no es eso. El aborto es, desde cualquier punto de vista, algo no deseable nunca, por que implica que un hijo no se desea, lo cuál ya es terrible, por problemas económicos, violación, etc., otra cosa sin embargo, es que sea necesario en algunas situaciones. Y todo esto sin pensar en la educación, más que para utilizarla de nuevo con fines electoralistas.

    Lo que es deleznable en mi opinión, es que se favorezca el aborto alegremente como un método anticonceptivo más, o por otro lado, que se prohiba tajantemente simplemente por corresponder con alguna ideología o religión, sin tener en cuenta la coyuntura de la persona…

    Saludos

  24. Juano, bastante de lo que nos cuentas ya he intentado situarlo en contexto en el artículo, luego no voy a repetirme. Dices:
    Alguien sin brazos no es menos persona que alguien que sí los tiene. Alguien al que le falta un trozo de cerebro no es menos persona que alguien que sí. Iremos viendo marcha atrás la evolución de la misma persona, por lo que, objetivamente hablando, no hay un punto en el que pase a ser adquirente de derechos. ¿O qué punto es ese?

    Justo el punto en el que una de esas personas que citas decide hacer uso de su derecho de acabar con su vida. En ese momento adquiere (mejor dicho, ejerce) su derecho a no vivir. Pero como decía en el artículo, ese supuesto no vale para los casos de aborto, pues, ignoramos la voluntad del feto. Puede que quiera morir, puede que no. Y es que no es eso lo que se discute. Tampoco se discute sobre si una mujer embarazada tiene derecho en cualquier caso a deshacerse de su feto. Se discute si tú, o yo, tenemos derecho a imponer nuestro criterio moral a otro. Y hacerlo con el agravante de que no sólo usurpamos su voluntad, tambié lo hacemos con cargo a sus recursos, no a los nuestros.
    La respuesta es, claramente, no. No tenemos derecho a ello.
    Quién es abogado de los derechos de C? Quién conoce su voluntad? Tú? Me horrorizan las consecuencias de un razonamiento como el que aplicas, Si un niño de 4 años no es menos persona que un feto (o embrión) de 4 semanas, lo lógico sería que «alguien» se encargase de que los niños de 4 años no viviesen en familias donde se fuma, no? Despues de todo, fumar mata. O donde la educación impartida en la familia no fuese acorde a … qué principios «ético-morales»? Quién sería ese «alguien»?

  25. Una puntualización: En España el aborto no es legal, sólo está despenalizado en ciertos supuestos… Otra cosa es que se emplee uno de los supuestos como barra libre para saltarse la ley…
    Así pues, hablando con propiedad, no puede decirse que el aborto sea legal en este país.

  26. Tomemos un recién nacido, en el punto en el que todos estamos de acuerdo en que es una persona y tiene una serie de derechos inalienables como el de la vida. Ahora demos atrás al tiempo y observemos: Un minuto antes del parto estamos ante la misma persona, sólo que en el interior de su madre. Sigamos hacia atrás. Veremos la misma persona en estadios de desarrollo inferiores, pero sigue siendo la misma persona.
    Un niño de 4 años no es menos persona que uno de 40. Alguien sin brazos no es menos persona que alguien que sí los tiene. Alguien al que le falta un trozo de cerebro no es menos persona que alguien que sí. Iremos viendo marcha atrás la evolución de la misma persona, por lo que, objetivamente hablando, no hay un punto en el que pase a ser adquirente de derechos. ¿O qué punto es ese?¿Cuando tiene dedos?¿Cuando ya tiene corazón, cerebro? El ser humano lo es per se desde el momento de la concepción en que comienza su vida y desarrollo.
    Por lo tanto, aquí la voluntad de A no puede contraponerse a las obligaciones de B porque no tiene nada que ver. Lo que se antepone es el derecho a vivir de C sobre cualquier otro. A, a lo sumo, es garante de ese derecho, no participante arbitrario en la situación como ha sido expuesto en el artículo.
    Cabría cierta discusión entre los derechos a la vida de madre e hijo si la vida del segundo pone en peligro a la primera… Supongamos que te pongo una bomba pegada al cuerpo y te digo que la haré explotar si no vas y matas de un tiro a un inocente X. ¿Apretarías el gatillo sin problema?¿Lo apretarías?

  27. Luis: aunque al principio me lié un poco con A, B, C ¡y D! puedo garantizarte que has hecho un impecable desarrollo del tema, y veo que entre los comentarios ninguno hay que defienda la prohibición desde la óptica de la moral cristiana porque la has refutado desde un buen principio.

    Estoy convencido que el debate del aborto cominza y termina con el grado de influencia de la Iglesia en los debatientes. La religión católica no acepta ninguna posición que ponga en duda que un ovulo fecundado ya es una persona, y eso acaba con la discusión, y esa imposibilidad de debatir es la que hace que este tema nunca llegue, políticamente, a buen puerto.

    En Andorra, donde vivo, el aborto está prohibido desde un buen principio ya que este es un coprincipado episcopal. Sin embargo se calcula que 1 de cada 3 embarazos (no me equivoqué al escribir: es 1 de cada 3 embarazos) acaba en aborto, practicados en Cataluña o en Toulouse. Inclusive se hacen, por un vacío legal y una «letra pequeña», pagados por la seguridad social. Tu crees que si este no fuera un estado religioso no-confesional no se habría llegado a posiciones mas cercanas a España o a Francia? Y mientras tanto el problema nunca llega a una solución consensuada o discutida.

    Estoy de acuerdo con Xerach: es necesaria una legislación adecuada «a la holandesa» y educación sexual, mas que tanta religión y tanta EpC.

    Saludos,

  28. Hmmm, Escocés. Los derechos son de las personas, que son quien pueden ejercerlos. Los humanos, en tanto que meros seres vivos, no tienen más derechos que las vacas. Para tener derechos ha de existir voluntad de ejercerlos. Vivir, a secas, no implica voluntad. Es un hecho natural.
    Por otro lado, en España, hasta donde yo sé, el aborto es legal, no? Luego no es el estado el que prohíbe el aborto. Luego no hay delito por parte de la mujer que aborta.
    Desde el punto de vista de tú moral, el aborto es siempre condenable. Desde un punto de vista ético NO. De hecho, mi moral sólo me obliga a mí, no a terceros. Y no me gustaría que la tuya me obligase a mí también. Recuerda en este caso a Rothbard y su paradigma: distinción entre ética política y moral privada. Nadie puede disponer de otro en contra de la voluntad de éste, Escocés. Nadie. El estado, por supuesto, menos.

    En cuanto a lo otro, lo que es una vergüenza es que el estado page nada.

  29. – Tu planteamiento, Luis, tiene un error de principio que invalida todo el análisis posterior. El sujeto A (el antiabortista que trata de impedir que una mujer aborte) no existe. A es el Estado penal (o la sociedad) que considera que abortar en un delito o crimen y castiga a quien lo comete y colabora en cometerlo. Pero su actuación siempre es ex post y no ex ante.

    – «Persona» es un concepto jurídico o filosófico que no dice absolutamente nada en términos éticos o científicos. Los científicos (no los juristas ni los filósofos) señalan el nacimiento de la vida humana en el momento de la concepción, y no hay más que hablar, no vamos a ser más que los científicos (y es mentira que haya consenso alguno mas allá de esta cuestión y quien diga lo contrario miente). El desarrollo del embrión (y la calificación jurídica del mismo) no lo hace menos humano, como no es menos humano un niño que un anciano o un incapaz o un enfermo respecto de una persona en perfecto estado de salud. No me opongo pues a la distinción «jurídica» (utilitaria) entre un delito de aborto y uno de homicidio o asesinato, pero la cual es éticamente irrelevante.

    – Desde un punto de vista ético el aborto es siempre condenable. No puede prevalecer un derecho menor (la «libertad positiva» de la madre a hacer lo que le de la gana y que la sociedad le provea los medios para ello) en relación con la vida humana («libertad negativa» del feto a no ser agredido), sea cual sea su estado de desarrollo.

    – Las únicas razones para admitir el aborto son exclusivamente jurídico-utilitarias para casos extremos como la existencia de peligro para la vida de la madre, malformaciones fetales que hagan inviable la vida fuera del vientre materno, o los embarazos consecuencia de una violación. En estos casos podría (y digo podría porque incluso aquí hay discusión) estar justificada una aceptación legal del aborto, y siempre con el consentimiento expreso de la madre, claro. El aborto libre, con y sin plazos, no es una medida utilitaria sino la legalización del crimen.

    «Lo único que pretendo demostrar es que los antiabortistas no pueden obligar a la madre dar a luz a un bebé en contra de la voluntad de aquella.»

    Ni interés que tenemos en obligarla a que no aborte, libertad implica responsabilidad, si lo hace cometerá un delito y será castigada por ello.

    – Por último, un error muy común, la píldora del día después no es propiamente «abortiva» sino anticonceptiva, porque impide, precisamente, la fecundación efectiva del óvulo que tiene lugar con la implantación del cigoto que no ocurre hasta pasados 5-6 días (por eso los test de embarazo hay que repetirlos en una semana pues pueden dar un falso positivo por las hormonas femeninas y no haber embarazo) que científicamente inicia la vida humana. Otra cosa es que su uso deba ser estrictamente limitado por muchas razones tanto éticas como de salud pública, o que sea políticamente vergonzoso e incoherente que el Estado no pague los condones pero si esta píldora.

  30. Afirmar que los fetos en período de gestación son seres humanos es ir contra el consenso general que los médicos de los países desarrollados tienen sobre el tema. Los fetos, al menos hasta las 12 primeras semanas de gestación, no son seres humanos biológicamente hablando. Sin un sistema nervioso formado, el feto ni siente ni padece, y más teniendo en cuenta que el cerebro está en las fases iniciales de desarrollo. Sigo insistiendo en la necesidad de que el tema no se aborde desde una óptica prohibicionista sino integral: el modelo holandés, donde la educación sexual es combinada con importantes medidas de ayuda económica y la legislación abortiva más desarrollada del planeta, es el que debemos seguir. Una ley de plazos, y no de supuestos «trampa» como la actual, y una educación sexual seria desde la escuela han de ser los pilares de un sistema en el que las mujeres, como dueñas legítimas de sus cuerpos [y no el Estado ni la Iglesia, que no tienen derecho alguno en legislar qué deben hacer éstas con sus propios cuerpos], decidan qué hacer y gestionar mejor su futuro como seres libres e independientes.

  31. No sé si os habeis dado cuenta de que yo NO parto de la base de que los fetos No son seres humanos. Lo que hago es plantear la cuestión en términos completamente diferentes. La prohibición del aborto supondría que, efectivamente, la visión y percepción «moral» de unos es imponible sobre la de otros. Y que mi voluntad, nacida de mi convicción moral, es más válida que la de quien aborta.
    No. Lo que yo digo es que, como el feto no puede darnos su opinión, impedir por la fuerza a quien quiere abortar es hacer abuso de un principio moral particular para violentar la voluntad de un tercero, quien no se ve obligado por la misma moralidad que el antiabortista.
    Me limito a exponer que no se puede (no se debe) prohibir el aborto, pues ello supondría obligar a la maternidad a quien no quiere desarrollarla (no importan los motivos). Y propongo que la mejor solución es informar, educar y apoyar financieramente a quien decide abortar para que ésta pueda decirdir libremente si quiere hacerlo o no. La misión de quienes creemos en la vida como un valor superior (yo soy de los que al concepto vida siempre le pongo el adjetivo «digna» y sobre la dignidad de la vida cada uno tiene su propia visión) no es prohibir a una persona una decisión, es establecer los cauces para que no sea necesaria esa decisión. Es bastante cínico (por favor, que nadie se sienta especialmente aludido por ello) defender el derecho a la vida al tiempo que nos lavamos las manos en lo que al destino de esas dos personas se refiere (madre e hijo) y lo dejamos en manos del «papá estado». La responsabilidad sólo se enseña desde el ejercicio de la misma.
    Efectivamente Nora, es también una guerra de intereses. Pero creo que sería menos guerra si los carteles de algunas asociaciones pro-vida, en lugar de lucir un «Prohibido abortar» luciesen un «Vota por la vida, te ayudaremos». Creo que tú si entiendes el matiz.

  32. El problema Luis (y lo sé, porque tuve contacto muchos años con asociaciones pro-vida) es que no tienen ninguna publicidad porque NO INTERESA. Las clínicas abortistas mueven muchísimo dinero y por tanto, si una chica se encuentra embarazada sin quererlo, prácticamente nadie le va a decir que existen otras alternativas. Lo que le van a decir es que «bueno total es como si le quitásemos un grano» o si es más mayor el feto «si no siente nada» (cuando los vídeos de fetos desde al menos el 2º mes, demuestran lo contrario).

    A esto se añade la NULA preocupación por la salud de la mujer que aborta: en determinadas clínicas le dan un caramelo y le mandan a casa. En prácticamente ninguna tienen un sistema de ayuda psiquiátrica ni control post-aborto de salud física, a pesar de que tanto una como otra son muy necesarias.

    El problema del aborto es más complejo que en principio parece porque ninguna discusión pública se hace basándose en cuestiones reales si no en cuestiones crematísticas o demagógicas como la libertad de la mujer, «nosotras parimos, nosotras decidimos». A las asociaciones pro-vida las tienen marginadas y proyectos como la Red Madre sólo obtienen publicidad de las personas convencidas de ser provida.

    Lo que me molesta es que no se publiquen las listas de personas que han invertido en estos centros. Si se hiciera nos íbamos a llevar más de una sorpresa….

  33. Dices:
    «Es contraponer el derecho a la vida del feto frente al derecho a vivir la vida que la madre quiere, Ismael.»
    El que los padres tengan libertad sobre su vida, no quiere decir que tengan plena libertad sobre los derechos de sus hijos. Nadie debería tener derecho a decidir sobre la vida de otro. Y mucho menos los padres.

    Desde la perspectiva en la que nadie puede decidir sobre la vida de nadie, sin duda el derecho que tiene una persona a vivir, tiene que estar siempre por encima al derecho de una persona a vivir como a ella le apetezca, y más cuando es esta persona que quiere vivir como ella quiera la que ha generado la nueva vida.
    Máxima liberal: La libertad de uno acaba donde empieza la de otro.
    Si entendemos que el bebé es un sujeto, que los padres decidan acabar con su vida, siendo los responsables de que esa vida salga adelante, no es más que un asesinato.
    Si entiendes que el bebé no es un sujeto con derechos, y piensas que es como una vaca con la cual puedes hacer valoraciones sobre su impacto en tu economía y en tu vida, y si te conviene la matas y si no te convienve la sigues alimentando, entonces claro que tu moral no te impedirá acabar con la vida del bebé.

  34. En este caso, no veo que se puedan comparar los derechos del feto con los de la madre. En un aborto lo que ocurre es que una persona indefensa va a pagar con su vida la IRRESPONSABILIDAD de una persona ADULTA (no hablo ni de violaciones ni de menores embarazadas). Es evidente, que el feto está en desventaja.

    Y la idea cuasi Randiana (aunque Ayn Rand los consideraba no-nacidos, y que por lo tanto no tienen derechos) de que los fetos no son seres humanos siempre me ha parcido bastante peligrosa, por mucho que coincida con su filosofía en casi todo lo demás.

    Un cita de Ron Paul:

    Abortion on demand is the ultimate State tyranny; the State simply declares that certain classes of human beings are not persons, and therefore not entitled to the protection of the law. The State protects the «right» of some people to kill others, just as the courts protected the «property rights» of slave masters in their slaves. Moreover, by this method the State achieves a goal common to all totalitarian regimes: it sets us against each other, so that our energies are spent in the struggle between State-created classes, rather than in freeing all individuals from the State. Unlike Nazi Germany, which forcibly sent millions to the gas chambers (as well as forcing abortion and sterilization upon many more), the new regime has enlisted the assistance of millions of people to act as its agents in carrying out a program of mass murder.

    No creo que la solución al aborto esté en ninguno de los dos extremos.

  35. Es contraponer el derecho a la vida del feto frente al derecho a vivir la vida que la madre quiere, Ismael. El estado no tiene nada que hacer en este caso. Educación (como propone Xerach), y las medidas que propongo, creo que serían mucho más efectivas que la prohibición estatal. El mío no es un alegato pro-aborto; el mío es un alegato pro-responsabilidad individual.
    Por otro lado, soy de los que piensan que para defender el derecho a la vida de mis hijos es más efectiva mi pistola que la policía del estado. La pena es que también nos han robado esa responsabilidad. Pero ese es otro tema.

  36. ¿Y qué pasa con el derecho de la madre a decididr sobre su propio futuro y su propio cuerpo? ¿Es que un feto en formación, que ni tan siquiera es un humano, ha de tener más derechos que una mujer? La solución al creciente número de abortos radica, entre otras medidas, en la fomentación de una auténtica educación sexual: Holanda, un país que lleva ya más de tres décadas impartiendo educación sexual en las escuelas, que tiene la Ley del aborto más libre de todas, es a su vez la que menor ratio de abortos tiene en comparación con los restantes países europeos. Da que pensar….

  37. Si, pero estamos hablando del Derecho a la vida del feto. Y es la defensa de los derechos individuales una de las pocas situaciones en las que el Estado tiene la obligacion de intervenir. Esto va más de plazos, porque llegados a una fecha en el embarazo, y una vez se reconozca el derecho a la vida del feto, estaríamos hablando de asesinato.

    Y me repito, como estamos hablando de Derechos, esta es una de esas pocas veces en las que la iniciativa privada solo puede ser una ayuda, pero no la solución por sí misma.

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