España atrofiada

Estimado D. Luis, dado que me ofusco y que durante el tiempo que necesito para tranquilzarme, levito, malverso su tiempo y he usurpado su blog, envío esto por emilio:

Intentan unos órdagos que llegarían ser tan mortales como el régimen partito-constitucional del 78, porque, en el fondo, no es más que lo mismo. "¿A quiénes odia usted?" "Y esto de aquí, ¿prefiere que sea suyo o también de ellos?"

Hecho: Cataluña ya es soberana, autodeterminable, etc. Aunque el TC devuelva algún poder al Estado Central, éste carece a día de hoy de capacidad para imponerse. Lo han conseguido mediante un fraude de ley continuado, en sólo diez años. No es democracia, es robo, robo consensuado con González, Aznar, ZP. Votar ahora sólo serviría para legitimar el robo.

A lo que aspiramos los malvados nacionalistas españoles (en la mentalidad progre soy "nacionalista", estoy unido edípicamente a España como a la madre, a pesar de que "me la suda España" soy la escila del caribdis separatista y ellos los héroes..; en fin, uno que no se explica sólo tiene a sí mismo para culparse) es a que el problema no metastatice, nada más. Aspiro a no ser encima de cornudo, apaleado. A que el problema no se lleve a su término racional, que es el absurdo. No a preservar una integridad nacional-estatal que ya ha sido violada.

El Estado de las Autonomías ha servido, entre otras cosas, para subir al coche oficial a un variopinto elenco de jedis, caciques, arribistas y fascistas hematológicos, que, criados en el Franquismo, identificaban la ley con la moralidad, el poder con los valores y la autoridad con la soberanía incondicionada. Los caciques la han gozado durante dos decenios pero, mientras tanto, han negado a sus votantes el aprendizaje histórico necesario para saber distinguir el bien del mal, el servicio y el dominio: les han atrofiado la conciencia moral.

Cuando un órgano está atrofiado cual bíceps de Rodríguez *no basta* con decretar de nuevo su ejercicio. Es necesaria una larga rehabilitación. Aquí es necesaria una reconfiguración paulatina de la conciencia moral y un ensayo de convivencia donde esos valores no sean palabras sino exigencias encarnadas. Así de duro y urgente: los españoles tendrán que acometer ahora la tarea que eludieron durante los veinte años anteriores: la creación de una conciencia moral común, naciendo de la propia historia, reasumida con amor, criticada con libertad, apropiada en profundidad y confrontada con las creaciones históricas de los pueblos que nos rodean, en referencia a los cuales hemos cristalizado como nación.

¿Es tarde para eso? No lo sé. De eso trata el libro que recomendé hace unos días. ¡¡Pero es ciertamente demasiado pronto para votar el ser o no ser de naciones!! El partitoadicto, el yonqui mediático desconoce el significado de la palabra responsabilidad, como se vio en el referendo del estatuto de autonomía catalana. Ni lo aprenderá tan fácilmente en los tiempos que se avecinan, en los que habrá que comer o ser comido

PS.- Por cierto, estos ya han demostrado que con el 51% se atreven a cambiar todo lo que estorbe, especialmente el *imaginario*, la formalización del universo simbólico de la derecha, que es en el fondo lo que prende, guía y da consistencia existentiva a sus adeptos: la unida nacional, la igualdad entre los españoles, el sistema monárquico, la familia, los crucifijos… la izquierda da ya la economía por perdida y no tiene más argumento electoral que arrancar los carteles y romper las pancartas de los demás.

En fin, guárdese de las ideologías demasiado abstractas. La tesis de ese Judas es que la democracia consiste en votar a favor de todo lo que ZP desea cambiar cuando le convenga cambiarlo. En cuanto los comentaristas de su blog le han rascado un poco se ha visto que no sabe ni quiere saber de qué está hablando; sucede que "él no es nacionalista". Como cuando uno del opus dice que él no es gay. Lo que está diciendo es que él sí tiene derecho a dictar la
realidad.

Un saludo. De verdad que tengo problemas más urgentes que estos aunque puede que también me trague esta última frase.

H.

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Un comentario

  1. «La tesis de ese Judas es que la democracia consiste en votar a favor de todo lo que ZP desea cambiar cuando le convenga cambiarlo. »

    ¿Acostumbra usted a distraer su atención de lo que lee o me honra con su primera vez?

    ¿Y cuándo piensa comentar el texto que parece criticar?

    Debe pensar que sus lectores son tontos. De hecho, esta respuesta es la esperada de un nacionalista ante los que tenemos en consideración su sentimiento pero no queremos que determine la forma del Estado donde vivo. Apelación al «amor» y a la «cristalización de la nación»… señor, hablamos de cómo gestinar eficazmente (esto es racionalmente) un Estado, no de si le gusta más o menos Alonso o si se le pone el pelo de punta al ver a Gasol fallar el tiro.

    Lo dicho, gracias por confirmar lo ya de por sí evidente. Valiente defensa que se declara culpable. Menos mal que estas ideas están irremediablemente destinadas a desaparecer (por hastío de lloros por la nación perdida).

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