El puño, la rosa y la serpiente

El Partido Socialista Obrero Español presenta orgulloso en su emblemática un puño y una rosa. El puño firme de la lucha obrera; la rosa de la fraternidad, roja, como las de los enamorados. La ceguera de sus dirigentes es la única responsable de la mordedura que la serpiente etarra le ha propiciado. Hoy veo un puño semiabierto, fláccido, como esas manos tendidas sin apenas tono muscular, blandas y frías que tanto reparo da estrechar. Apenas capaz de sostener la rosa en el aire, que oscila y da tumbos en el aire de las palabras vacías buscando ávida unas gotas de verdad con las que regenerar sus marchitos pétalos. Es hora de que los socialistas de verdad se den cuenta de esa agonía, antes de que sea demasiado tarde.

No sólo la serpiente etarra, amparada en el sueño militante, en la hipnosis prestidigitadora de Zapatero y su paaaaz en que se encuentra sumida gran parte de la izquierda española, ha herido seriamente al puño obrero. A la rosa, alejada de sus aguas naturales -libertad, fraternidad, igualdad para todos-, tras tres años de ponzoña sectaria, exclusivista y personalista, tras tres años de supervivencia en el escupidero del Ferraz zapateril, le han salido grandes espinas. Cuanto más hace el puño por mantenerla erguida, mayor es el dolor y más profundas las heridas.

Es la espina de la vanidad (alguien quería un Nobel de la Paz), la espina de la mentira (nunca sabremos qué se negoció, ni cómo), la espina de la división (Rosa Diez el al. son unos miserables), la espina del sectarismo (todo el que no es como ellos es fascista), la espina de la injusticia (Bermejo et Pumpido, sin palabras), …

Queridos socialistas de bien, han salido cuatro espinas más en apenas unas horas. La espina de De Juana, la de la gobernabilidad de Navarra, la de la no condena del comunicado de ETA por parte de ANV y la de la muerte. Cuánto tiempo vais a seguir esperando para sacar vuestra rosa del escupidero que Blanco y sus escupidores llenan a diario? Hasta qué punto de agonía ha de llegar vuestro puño para que decidais hacer algo?

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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2 comentarios

  1. El símbolo del PSOE me parece ya como el de la familia del protagonista de «El barril de Amontillado»,de Poe.Pero esto,este puño,en lugar de pisar la serpiente la sostiene,aunque la serpiente sigue mordiéndole.Y lo peor es que ese puño la alimenta y dirige contra lo que le rodea.

  2. Lo peor que puede suceder al actuar es fiarse de las propias intuiciones; hay que desconfiar de las ansias infinitas de paz y de las intuiciones, a menos que se sea un figurón en algún área determinada, dotación que no se puede suponer extensiva en sus seguridades a todas las demás…porque hay intelectuales o expertos que por ser eminentes en una especialidad se imaginan ya serlo en todo, y a veces su eminencia en esa especialidad la pagan con heterodosia para otras áreas, me he desviado, decía que a veces se confunden los limites y se proyectan las propias fantasías y se actúa con un sesgo de prepotencia.

    La personalidad tipo A, “A” de “Alicia”, se caracteriza por no conectar bien con los procesos reales y ello conduce al fracaso de sus mejores intenciones. Se engaña sí mismo o se deja engañar por el modo de vincularse a determinadas personas sobrevaloradas por su afectividad inconsciente: Anselmo Carretero Jiménez, Suso, Pettit, Gamoneda o determinados familiares…

    Y éstas o tratan de confundirla y la orientan mal para que fracase – Imaz -, o ellos mismo son “alicios” – Garzón – y aconsejan al revés: precisamente lo contrario de lo prudente o de lo acertado.

    La claridad demasiado intensa en las apreciaciones suele encerrar algo de maniaco o puede producirse por una consideración simplista de las cosas:”se hace la cuenta sin el patrón”, como dicen en el exilio, … y luego viene “el patrón” o el camarero y añade cuanto menos “el IVA” …

    Cuando se entabla una negociación y luego vienen los “extras”, es el fracaso y la pérdida. Y el sujeto se lamenta. ¿Por qué me ha de suceder a mí esto?

    Y no se da cuenta de que él mismo es quien no ha tomado debida y prudentemente las precauciones ni calculado los riesgos, ni creado las condiciones para los buenos resultados…o que ha sido miserablemente engañado por aquél de quien nunca se debió haber fiado…

    No es posible percibir con toda claridad, en blanco y negro puros, todos los factores intervinientes en una mesa o asunto y hay que sospechar siempre de lo inmanifiesto.

    Y si no se tiene intuición para tales detalles, entonces no hay que meterse a hombre de paz ni dejarse enredar ni comprometer por nadie, eso menos que nada: siempre se fracasará.

    Y la razón es muy sencilla: si alguno se dirige a tí para meterte en un negocio dada tu falta de experiencia o de dotación para esa clase de asuntos, no es porque cuente con tu sentido práctico y lucidez, que a la vista están, son nulos para eso, sino que se ha fijado en tu candidez y te quiere clavar un clavo.

    O se dirige a tí porque no le impones y ve que te puede, en vez de no hacerle el menor caso o descalificarle enseguida.

    ¡Ese que te arrastra y trata de convencerte, a lo mejor es un “alicio”, no te hagas tú, haciéndole caso y cediendo, mas “alicio” que el..!

    Hay mucho narcisista iluso y creído que busca crédulos como cómplices, más ingenuos todavía, para sus proyectos locoides, sin garantía alguna de resultado.

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