Estatutos Imaginarios (y IV)

Supongamos que Rajoy gana a Zapatero unas elecciones anticipadas y, además, lo hace acentuando alguno de los reducidos valores liberales que, a pesar de los pesares, habitan en el Partido Popular.

Las elecciones se ganan por escaso margen y sólo se puede gobernar si CiU y PNV dieran su apoyo. La situación es tan compleja que los partidos periféricos se creen que Rajoy no tiene más remedio que no mentirles cuando les dice que está firmemente dispuesto a que el conflicto territorial se resuelva tomando como punto de partida la voluntad de los habitantes.

Así, la Ejecutiva del Partido Popular, en un análisis profundo y no exento de críticas, asume que la única forma de poder asegurarse opciones reales de poder en el futuro es enterrando definitivamente la simbiosis entre derecha y nacionalismo español, entre Partido Popular y franquismo, entre España como realidad afectiva y España, una, grande y libre.

Tras arduas deliberaciones, la oferta pública que se dirige a CiU y PNV es la siguiente:

El gobierno convocará un referéndum de la siguiente forma:

– Todo el Estado deberá responder a la siguiente pregunta: ¿Aprueba usted el que se inicie un proceso de reforma constitucional profundo que permita negociar con las distintintas autonomías y nacionalidades un sistema estable de ordenación territorial sin límites de partida? La pregunta, espesa y repleta de segundos sentidos como las de muchos referenda sirve para convencer al PNV y, de paso y si quieren, a ERC: «sin límites de partida» sirve para alimentar a su electorado y no compromete a nada.

– En las provincias de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa (por separado, como depositarias de los derechos históricos), en Cataluña y Galicia se añadiría la siguiente pregunta: Tras una reforma constitucional, ¿Desea usted que su territorio (el que corresponda) permanezca vinculado políticamente a España?

– En Navarra se añadiría una pregunta más: ¿Desea que Navarra continúe sin integrarse en la Comunidad Autónoma Vasca? Obsérvese que no se pregunta si rechaza integrarse, sino sólo si continúa. Pero el efecto político sería el mismo y, de nuevo, sería perfectamente asumible por un nacionalismo vasco más conciliador como el que dice seguir Imaz.

Para el Partido Popular la estrategia es sencilla: el doble o el triple SÍ, según el sitio. El PSOE, de llegarse a convocar, con esas preguntas, ni siquiera se puede plantear la abstención. Para los partidos nacionalistas se abre un verdadero debate que, de rechazar el referéndum, les llevaría en todos los casos a eliminar el victimismo como arma electoral.

Supongamos, finalmente, que gana el Sí en todas partes. El Partido Popular a la hora de empezar las negociaciones se niega a superar la voluntad popular es decir: todos los estatutos derivados de una reforma constitucional deben dejar clara la vinculación con España (o, lo que es lo mismo: para aceptar reformas constitucionales con estatutos muy amplios, debe quedar claro el compromiso con el conjunto de forma irrevocable), aunque prevean, como en el caso de Canadá, formas de desvinculación.

Señores lectores:

– ¿Es posible este escenario?

– ¿Es deseable?

– ¿Cuál sería el resultado?

Karl Hayek
Karl Hayek
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6 comentarios

  1. Desconocía ese foro que mencionas… y que no enlazas. En todo caso, es un ejercicio de política-ficción de un servidor que no pretende convencer de nada a nadie, sólo promover la discusión. Obviamente, no le oculto que para el autor no es un planteamiento que vea con malos ojos, con todas las matizaciones que se quieran hacer.

  2. esta propuesta ya fue descrita en otro
    foro sobre temas vascos hace mas de un año con el nombre de:

    ‘Pack_2: Pack Integral para la Paz’…

    antes se ofrecia otra posibilidad mas sencilla y menos traumatica para España que se llamó:

    ‘Pack_1: Pack para la Paz’.

    …visto lo visto, el gallinero
    seguira siendo más gallinero en los
    años que vienen..

  3. No hace falta darle vueltas a tanta estrategia, las cosas son mas simples bajo mi punto de vista:

    Pasaremos tiempos oscuros, sin duda, pero al final España como nación y estado indivisible, saldrá reforzada y los nacionalismos acabarán como lo que son; minorias

  4. «- ¿Es posible este escenario?»
    NO desde el PP

    «- ¿Es deseable?»
    Si no exactamente como lo planteas, sí en cuanto al efecto final: reafirmación de lo que es España y su orden territorial

    «- ¿Cuál sería el resultado?»
    Los partidos nacionalistas jamás aceptarían esa propuesta. Saben que no son mayoría. Única excepción, tal vez, el PNV.

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