No es todo machismo

La ciencia está convencida de que debe buscar la verdad, la religión está convencida de que ya la tiene
-Jorge Wagensberg
“Un hombre debe ser excesivamente estúpido y poco caritativo para creer que no hay virtud más que en su propio lado, y que no hay hombres tan honestos como él mismo que pueden diferir de él en los principios políticos”
-Joseph Addison,1711
Para todo problema complejo hay una solución que es clara, simple y equivocada.
– H.L.Mencken

Esto es una locura. El tema de la violencia de pareja se nos ha ido de las manos a toda la sociedad. En los últimos tiempos estamos oyendo muchas cosas irracionales, una barbaridad detrás de otra. En esta entrada me voy a ocupar de una de ellas, de un argumento que se está usando con frecuencia en diferentes variantes y que, resumido, viene a ser algo así: “o comulgas con la ideología feminista (ver más abajo a qué feminismo me refiero) y su explicación de la violencia de pareja, o eres co-responsable de esa violencia. O aceptas nuestras creencias o eres un asesino”. Es un argumento no solamente falaz, manipulador y torticero que busca arrogarse una superioridad moral, sino que es también perjudicial para el objetivo final de reducir la violencia. La realidad es justo la contraria a la que presenta este argumento, como vamos a ver.

Antes de nada, cuando me refiero al feminismo me estoy refiriendo al feminismo hegemónico. Sé que hay, por ejemplo, un feminismos de igualdad y no victimista pero esos feminismos están marginados y se les oye poco. Todo sabemos cuál es el feminismo que habla y que lleva la voz cantante, y me refiero a ése. Creo que es por esto que cuando a la gente se le pregunta si cree que hombres y mujeres deben tener los mismos derechos y oportunidades casi todo el mundo dice que sí pero si les preguntas si son feministas una mayoría dicen que no. En USA sólo el 38% de las mujeres se considera feminista. Para ver lo que es o no es el feminismo actualmente recomiendo esta entrada de Philippe Lemoine, traducida por Proyecto Karnayna, que es muy larga pero el problema de definiciones está al principio.

Para empezar, el argumento al que me refería al inicio mezcla valores y causas, no es un problema acerca de valores, es un problema acerca de causas. Por suerte, la realidad es que en los valores estamos la inmensa mayoría de la sociedad de acuerdo: todos rechazamos y condenamos la violencia y los homicidios, en esto no hay desacuerdo. El desacuerdo está en la valoración de las causas.

La desinformación y manipulación sobre la violencia de pareja en la sociedad española es clamorosa. Se ha impuesto como dogma absoluto que la causa de dicha violencia es el machismo, el género o el patriarcado, un modelo “todo machismo” y la mayoría de la población desconoce que hay una extensa literatura sobre esta cuestión que no corrobora esta afirmación. Nadie que estudie en serio la violencia de pareja defiende una explicación “todo machismo” de la misma. Existe un consenso entre los expertos en que la violencia de pareja es un problema multifactorial  y por ello se proponen modelos multifactoriales. La propia OMS , en su Informe sobre la Violencia y la Salud, defiende un modelo de ese tipo, el modelo ecológico, según el cual:

“Ningún factor por sí solo explica por qué algunos individuos tienen comportamientos violentos hacia otros o por qué la violencia es más prevalente en algunas comunidades que en otras. La violencia es el resultado de la acción recíproca y compleja de factores individuales, relacionales, sociales, culturales y ambientales. Comprender la forma en que estos factores están vinculados con la violencia es uno de los pasos importantes en el enfoque de salud pública para prevenir la violencia…El modelo explora la relación entre los factores individuales y contextuales y considera la violencia como el producto de muchos niveles de influencia sobre el comportamiento.» 

Con respecto al primer nivel dice, por ejemplo:

“En el primer nivel se identifican los factores biológicos y de la historia personal que influyen en el comportamiento de los individuos y aumentan sus probabilidades de convertirse en víctimas o perpetradores de actos violentos. Entre los factores que pueden medirse o rastrearse se encuentran las características demográficas (edad, educación, ingresos), los trastornos psíquicos o de personalidad, las toxicomanías y los antecedentes de comportamientos agresivos o de haber sufrido maltrato.”

En las imágenes veis todos los niveles y algunos factores que corresponden a cada nivel. Y esto es muy importante, porque si no atendemos a todos los factores implicados no podremos hacer una buena prevención de la violencia y los homicidios de pareja.

Voy a tratar de dos factores concretos que la investigación reconoce que son importantes pero que el feminismo se ha empeñado tradicionalmente en negar: el alcohol y los trastornos mentales. El primer ejemplo es el de la relación entre el alcohol y la violencia de pareja y voy a basarme también en un artículo de la OMS, precisamente: “Violencia infligida por la pareja y alcohol”, que está traducido al español y al que se puede acceder en esta web bajo el epígrafe Intimate Partner Violence, el PDF que dice Spanish. En su primer párrafo dice esto:

“El consumo de alcohol, sobre todo de carácter nocivo o peligroso, es uno de los principales factores de riesgo de violencia de pareja, y las relaciones entre ambos fenómenos son numerosas. Esta nota descriptiva detalla lo que se sabe acerca de cómo influye el alcohol en la magnitud y las consecuencias de la violencia de pareja, de los factores que incrementan el riesgo de convertirse en víctima o en agresor, y del papel de la salud pública en la prevención.”

No voy a extraer más cosas porque las podéis leer por vosotros mismos excepto una de las recomendaciones de prevención que aporta:

“Tratar los trastornos por consumo de alcohol: En los E.E.U.U., el tratamiento de la dependencia del alcohol en varones redujo significativamente la violencia física y psíquica de maridos contra esposas y la violencia conyugal de esposas contra maridos a los seis y a los 12 meses.”

Paso al segundo factor. Dice Lawrence Sherman: “el mejor predictor disponible del homicidio doméstico (se refiere al de pareja) es la anterior conducta suicida del ofensor”. Esto puede chocar a muchos pero, efectivamente, un predictor importante del homicidio de pareja es la suicidalidad del perpetrador (intentos de suicidio previos, amenazas suicidas, ideación suicida, autolesiones…). Es sabido que la depresión y la ideación suicida es especialmente importante en un tipo de homicidio que es el homicidio seguido de suicidio que ocurre aproximadamente en un 30% de los homicidios de pareja. Como ya he hablado de este tema de homicidio de pareja y trastornos mentales en otra entrada no voy a extenderme más. Sólo un argumento y una prueba más para defender mis afirmaciones. La Danger Assessment es una de las herramientas más utilizadas y con mejor reputación para la predicción del riesgo de homicidio de pareja. La podéis ver en la imagen. Como podéis apreciar los items 11 y 12 se refieren a abuso de drogas y de alcohol y el item 16 se refiere a la suicidalidad, a amenazas y/o intentos de suicidio. De modo que los expertos sí dan valor a estos factores, como no puede ser de otra manera, porque si ignoramos los intentos de suicidio o el alcoholismo de su pareja no estaríamos valorando bien el riesgo y protegiendo a la mujer (o a la persona porque la violencia de pareja ocurre en todo tipo de parejas).

¿Y por qué ignora el feminismo hegemónico cualquier otro factor que no sea el machismo? La respuesta seguramente es muy compleja pero en buena medida creo que es una cuestión de poder. Decía en otra entrada: “una probable explicación es que fueron las feministas de los años 60 y 70 del siglo pasado las que llamaron la atención y cambiaron la concepción de la sociedad sobre la violencia contra las mujeres, una violencia que ha sido ignorada durante siglos, y todavía lo es en muchos lugares del mundo. Esto les ha colocado en una posición de superioridad moral y se confunde criticar la posición científica del feminismo en el tema de la VPI con criticar su posición moral. También esta historia previa innegable otorga el papel de víctima a las mujeres lo cual confiere un mayor estatus moral.” Y esto se traduce en poder y en la capacidad de marcar la agenda. Es difícil renunciar a ello cuando tus ideas son ley y son la doctrina oficial.

Pero la única salida a esta situación es que el feminismo se dedique a los valores y deje la investigación a los investigadores sin marcar de antemano las conclusiones a las que tienen que llegar quienes estudian la agresión humana. Hemos vivido no hace mucho una situación que es absolutamente surrealista. El Ministerio del Interior anunció que se iban a estudiar uno a uno todos los homicidios por un grupo de trabajo -algo que se está haciendo en muchos otros lugares del mundo- en el que participan psicólogos, criminólogos, etc., para entender mejor las causas de estos homicidios… ¡y muchas voces del feminismo se enfadaron y criticaron la medida porque por lo visto no hacía falta investigar nada…ellos ya lo saben todo! Inaudito. Pero la realidad es que la agresión es un problema muy complejo, en el que influyen factores biológicos psicológicos y sociales, y no tenemos todas las respuestas y hay que seguir investigando y, como decía, hay que dejar a los investigadores que trabajen de una manera libre y sin coacciones.

No soy optimista, no creo que veamos este cambio de  actitud del feminismo en mucho tiempo, así que seguiremos oyendo en los medios lo del machismo mientras los expertos policiales, por suerte, trabajan con otros modelos . Pero en ciencia no gana el que grita más alto sino el modelo que mejor se ajusta a la realidad y la batalla está decidida. La explicación “sólo machismo” es un pollo sin cabeza, políticamente puede correr mucho todavía pero científicamente está muerto. El enrocamiento del feminismo en la postura “sólo machismo” no sólo está dividiendo a la sociedad de una manera innecesaria -porque hay un acuerdo muy importante en los valores-, sino que no suma esfuerzos, es insostenible científicamente y es perjudicial para las mujeres. Tarde o temprano tendremos que elegir entra la religión y la ciencia.

Pablo Malo Ocejo es psiquiatra, miembro de la Txori-Herri Medical Association y del grupo de psicorock The Beautiful Brains. Interesado en Psicología y Biología Evolucionista es administrador de los blogs Evolución y neurociencias y La Nueva Ilustración Evolucionista.

@pitiklinov

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3 comentarios

  1. Gracias por la entrada Sr. Malo, muy instructiva y libre de prejuicios, rara avis en estos tiempos que vivimos.

  2. Personalmente soy de la opinión que ninguna medida acabará con la violencia humana, sea dentro de la pareja-familia, la mal (en mi opinión) llamada machista (como son las violaciones de mujeres) o «general».
    Mi opinión se basa en el hecho biológicamente cierto de que el Homo sapiens, usa la violencia como una de las posibles formas de resolución de conflictos, que compartimos con nuestros parientes vivos más cercanos, los chimpancés (Pan troglodita), entendiendo el concepto de conflicto en sentido amplio, como toda aquella situación en la que nuestros intereses particulares son opuestos a los de otros individuos o grupos.
    Eso significa que dependiendo del individuo, del contexto y del «oponente», todos los humanos, en un momento dado podemos optar por el uso de la violencia para conseguir nuestros objetivos: ya sean estos legítimos (como por ejemplo en el caso de la autodefensa), como ilegítimos (como en el caso de las agresiones de los delincuentes a sus víctimas).
    Precisamente por eso, la característica más general de los actos violentos son que se perpetran contra oponentes que son percibidos como más débiles por parte del atacante, aunque dicho cálculo, a veces (las menos), se demuestre erróneo a posteriori (como les pasó a los nazis en la IIGM).
    Por eso y hablando de violencia entre individuos y específicamente entre hombres y mujeres, lo «normal» es que la mayoría de las veces, el hombre sea el atacante y la mujer la víctima, por una simple cuestión de fuerza «bruta», de igual manera que lo habitual es que el adultos sean los agresores y los niños las víctimas.
    Las feministas radicales inciden en el carácter machista de los agresores, supongo que porque les supone la contradicción, imposible de superar de acuerdo a su propia doctrina, de reconocer la evidencia biológica que en el plano de la fuerza física, que es el hecho sustancial cuando se trata de agresiones y violencia, el hombre es más fuerte que la mujer.
    De hecho en libros tan serios y documentados como «La evolución del deseo» de David Buss, se exponen las «razones» evolucionistas de que la pretensión de acabar con las agresiones hombre-mujer son simples quimeras.

  3. Todo se puede resumir en que en España se creó la terrible perversa ley de género contra los derechos humanos fundamentales y la presunción de inocencia de los hombres.Ocurrió un día de los Santos Inocentes con Zapatero. Da igual si en un principio se hizo con buena o mala intención pero el más ciego puede ver que fue un disparate y un genocidio que recuperó el terrible criminal derecho penal de autor de la ideología nazi y los regimenes del terror totalitarios que persiguen a una raza un sexo un género,a un colectivo o a un adversario político.
    Fue una medida atroz y sobre la que nunca nadie quiere admitir la terrible barbaridad que supuso esta ley, por las consecuencias electoralistas negativas que traería sobre sus autores y las posibles responsabilidades penales que les acarrearía por lo que el monstruo legislativo sigue creciendo a mil veces más injusticia hasta que al final acabará explotando y ya el dolor la sangre de muchísimos cientos de miles de inocentes estará vertida. Esta ley ha supuesto la violación derechos humanos fundamentales a millones de inocentes a toda persona nacida de sexo varón
    Muy lejos muy lejos de evitar la violencia directamente la provoca en base a su terrible injusticia y discriminación sobre derechos humanos fundamentales.No evita la violencia sino que la propia ley supone una gravísima violación de derechos humanos provocando miles de injusticias.
    Muy lejos de la menor reflexión sobre su contraproducencia se ha ido agrandando el monstruo legislativo hasta el infinito, creado tribunales de excepción especialidades jurídicas sobre la violación de derechos humanos a toda persona nacida varón, pacto de Estado contra el hombre con más de doscientas medidas contra los derechos humanos la presunción de inocencia y la dignidad de todos los hombres y un muy largo etcétera
    El motivo por el que se evita la más mínima reflexión sobre la absoluta inutilidad y contraproducencia de estas leyes es porque suponen un perverso negocio inútil creado sobre la mayor violación y vulneración de derechos humanos fundamentales contra personas absolutamente inocentes simplemente perseguidas atacadas violadas y discriminadas por el sexo con el que han nacido y por lo que nadie jamás debería ser culpable y perseguido. Ahí está la causa que evita la menor reflexión y el análisis verdadero de las causas, el terrible perverso negocio y la inmensa industria del maltrato dirigida con derecho penal de autor contra todos los hombres. El muchísimo el muchísimo dinero ciega la razón y convierte en ley el mayor disparate contra la humanidad aunque no funcione y provoque absolutamente lo contrario

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