Help Catalunya y Goebbels

Sí, sé lo que me vais a decir «ay, Sofía, ¿Qué te ha dado últimamente que lo comparas todo con el nazismo?» bueno, otro día contestaré a esta pregunta, pero de momento os aclaro que en este caso voy a hacerlo a la inversa: cómo no imitar a según qué nazis. Puede que esto último haya escandalizado a alguien pero hace falta ser un verdadero necio para negar la inteligencia de según qué personas sólo en base a sus inclinaciones políticas (y a quien lo haga invito a que se lea «cómo sacar provecho de los enemigos» de Plutarco y quizá le vaya mejor). Uno de estos casos es Goebbles.

Como todos sabéis tenía once principios de la propaganda que son verdaderamente útiles y se usan sin cesar, pero como en todo, no basta con seguir algo al pie de la letra para que no salga una chapuza, o como dice Dávila «Lo que cuesta más trabajo enseñarle al joven es que no existen recetas». Y bueno, sin duda el Help Cataluña está pésimamente hecho pues es no es más que una aplicación barata de la elaborada mecánica que requiere la propaganda para llevarse a cabo eficientemente*.

Bueno, lo primero poner a la chica con esa cara de tristeza tan obvia desde el primer segundo. Esto atiende al principio de la exageración y la desfiguración, el problema es que para dotar de dramatismo real a un mensaje ha de existir un contraste para poder conseguir algún tipo de choque emocional en el espectador. Este vídeo no puede generar esa montaña rusa porque ya nos sitúan en un alto grado de drama desde un principio, de modo que lo que venga después dejará indiferente al que lo esté mirando.

Teniendo en cuenta que Cataluña no es Somalia si queríais crear algo desgarrador deberíais de haber mostrado una situación de idilio primermundista cuyo desbarajuste está dando comienzo, es decir, preparar al espectador porque una amenaza se avecina y tiene intención de extenderse pudiendo dar lugar a que se vaya al traste el bienestar social, pero lo que habéis hecho es dar por hecho que todos los que verán el vídeo son primermundistas y se asustarán a la primera de cambio porque es el apocalipsis catalán, algo que al estar tan focalizado no supone un riesgo para los demás. Esto es ridículo hacerlo así porque se transgrede el principio del método de contagio: l vídeo da a entender que se ha producido algún tipo de aislamiento en el territorio en cuestión y de ahí los problemas que tienen por lo que todo aquel que no esté en las mismas condiciones no debería tener los mismos inconvenientes, o lo que es lo mismo, les estáis indicando qué deben evitar para que les ocurra lo mismo, no mostráis al enemigo como algo fuerte y aterrador, sino que más bien dais a entender que es una suerte de «matón» de instituto o que es un conflicto que no os atañe, pues en efecto no se trata de un enemigo único que amenaza a Europa, no estáis mostrando que España puede acabar con Europa (que es lo que deberíais haber hecho) sino que España os está destruyendo a vosotros concretamente (cangándoos de paso el principio de transposición sin daros cuenta de modo que el burdo intento de llevar a cabo este principio con las cosas que vais enumerando a lo largo del vídeo simplemente se anula). Esto os muestra primero como débiles, y a nivel de política internacional no estáis proporcionando ninguna información que de pie a pensar a los que queréis aliar con vosotros que pueden sacar algún tipo de beneficio (algo fundamental, es política no un monasterio franciscano) sino que tienen que ayudaros por misericordia, y con esto, indirectamente, les estáis haciendo ver que si no os ayudan son «malos», lo cual en principio no está mal porque es un recurso propagandístico que suele ser útil, pero el problema de este recurso es que ha de respaldarse con algún tipo de atributo político o social que os de potestad a calificar de maligno a quien no os ayuda, y esto no lo hacéis porque lo único que alegáis es que sois catalanes. Esto rompe el principio de la unanimidad puesto que estáis estableciendo una escisión dentro de los posibles aliados al confrontarles entre sí por un dilema moral del que no habéis sabido poner en el vídeo un peso suficiente (¿la expresión «divide y vencerás» os suena de algo?).

Esto me lleva al principio de verosimilitud, y es que alguien podría decir «no no, no sólo alegan que son catalanes, también dicen que son pacifistas y demás», ya, podéis decir misa, pero no exponéis ningún dato que respalde vuestras afirmaciones, por lo que no sólo estáis pidiendo misericordia, ayuda y emotividad, sino que encima pedís que se haga con vosotros un acto de fe, y cualquiera que conozca mínimamente la política sabe de sobra que las garantías son algo fundamental, o al menos la demostración de la capacidad de generar unas garantías. Yo, en vuestro lugar, me habría inventado datos falsos que parezcan ciertos. Un ejemplo: en la parte en que decís que sois pacifistas podríais haber dicho que las costumbres democráticas que adquirió España tras la dictadura fueron gracias a la influencia innegable de los pensadores catalanes; obviamente esto es falso, pero es lo suficientemnte elaborado y ambiguo como para que rebatirlo lleve demasiado tiempo al enemigo y entre tanto ya hayáis podido salir con alguna mentira nueva y mejor (principio de renovación).

Respecto a exponer imágenes que incriminan a los cuerpos de seguridad del Estado Español, esto sí que ha sido una estrategia absurda por lo fácil que es rebatirla con otras imágenes de catalanes siendo violentos. En este caso lo más inteligente habría sido inundar el vídeo de estadísticas y datos que incriminaran directamente al enemigo pero sin mostrar nada. Los datos y las estadísticas dan sensación de precisión al espectador y se lo va a creer mucho más que una imagen sacada de contexto o fácilmente rebatible con otra (sí, os saltasteis el principio de silenciación).

Imaginemos por un momento al espectador como un muro de hormigón que hay que derribar para entrar en su corasonsito: lo que necesitamos es algún tipo de proyectil de muy alto calibre, pero con una ametralladora no hacemos absolutamente nada. Vuestro vídeo es una ametralladora, lanzáis innumerables balas, pero ninguna penetra lo suficiente, no dais un mensaje concreto, no transmitís ideas específicas, sino sólo «qué malos son los españoles». Por muy malos que sean los españoles, si lo que queréis es joderles de alguna manera deberíais de haber dado una RAZÓN precisa. Aquí supongo que habéis tenido una confusión, porque que la propaganda ataque con lo emotivo, no significa que esto sea lo que haya de guiarlo íntegramente. Las personas se mueven por fines concretos y estos fines pueden guiarse por emociones, pero el fin en sí mismo, la razón de ser de actuar en pro o en contra de algo, debe de ser algo que pueda percibirse como tangible, y «los españoles son mu malos» no es algo tangible, es algo volátil. Algo que podríais haber hecho, por ejemplo, es que dado que teníais muchísimas empresas muy importantes en vuestro territorio habría sido relativamente fácil elaborar algún tipo de argumento ambiguo pero con datos precisos que hiciera pensar a los europeos que la moneda de la Unión Europea se devaluaría si no os dejaban independizaros (por poner un ejemplo, no quiero decir que este habría sido el fin adecuado para guiar al rebaño porque decidir estas cosas requiere de muchísimo estudio previo, pero es para que se vea más fácilmente lo que quiero exponer aquí).

Puede que muchos estéis pensando que el vídeo como trata como a idiotas a los que lo ven cumple el principio de vulgarización, pero me temo que ni eso lo han hecho bien. La propaganda ha de pensarse muy detenidamente porque lo más importante que la compone son las sutilezas y alusiones y no las florituras que se ven a primera vista. Decía Agatha Christie que la clave de una buena novela policíaca es que el lector nunca sepa más que el investigador, y en propaganda pasa algo semejante: exponer plenamente la intención fundamental del mensaje (la manipulación moral) es condenar al fracaso la introducción de una idea en la población. No es lo mismo transmitir un mensaje vulgar que tratar a la gente como a estúpidos, muy al contrario, lo más habitual es hacerles creer que están descubriendo América al ver tu propaganda, y no que eres tú el que les está enseñando. Lo que me lleva al principio de transfusión, y es que aunque obviamente se intenta llevar a cabo, esto se tiñe de una suerte de pseudoraciocinio que le quita todo cariz demoníaco al Estado Español y más bien da la imagen de que es un ridículo matón de instituto, anulando así cualquier tipo de dramatismo al vídeo y haciendo que sea más desagradable que emotivo.

Para finalizar sólo quiero aclarar algo que es bastante obvio pero que veo conveniente decir por si acaso: este análisis es muy ligero, tampoco veía útil (a nivel de gastar mi tiempo) ahondar en detalles en un caso tan obvio de mala propaganda, de ahí que no me explayara más y me comiera muchas observaciones: no era necesario.

P.D. Desde aquí mando un mensaje a Puigdemont por si quiere contratarme para el próximo vídeo antiespañol: te hago precio amigo no te preocupes, yo por un buen plato en el Fishop lo que haga falta.

* A los que digáis «ay, que eres anti-independentista y por eso haces este artículo» deciros que lo cierto es que no soy anti-independentista, mi postura al respecto es que me da igual que haya o no haya independencia, me preocupan más otras cosas: como por ejemplo conocer si el ser se identifica con el uno o si Arcimboldo tenía la desfachatez de comer pisto.

Sofía Rincón
Sofía Rincón

Escritora y artista multidisciplinar. 1993. www.sofiarincon.org

Artículos: 33

2 comentarios

  1. Ultimamente me divierto comparando los informativos de TV1, Cuatro, la Sexta y TV3. Es una experiencia magistral para ver como se puede manejar la información, vendida como objetiva, de modo que sirva a los propios intereses. Si en las clases de periodismo, o márketing, no saben de qué hablar, ya tienen temario.

    Interesantes todos los «principios» que mencionas. Me daría ardor de estómago si los hubiera tenido que estudiar en su día en lugar de las áridas matemáticas. Como inocente que sigo siendo, conservo la esperanza de que sean todos falsos, o como mínimo inútiles. Creo que los que piensan son inmunes a ellos, y los que no, pues les vale con cualquier cosa.

    Eso de que todo te da igual y que vendes tu trabajo baratito, tampoco me lo creo, aunque es muy juvenil (te lo dice un apátrida, que ama donde pisa o ha pisado, al que le han obligado a hacerse español en la tercera edad). La gente barata no suele nadar contra corriente. Eso sale muy caro y es sólo para valientes. Más bien me parece un ardiz para dejar claro que eres «muy independiente». Eso no es difícil cuando se ven los toros desde la barrera. La cuestión no es lo que dices que eres, sino lo que eliges cuando la vida te obliga a elegir.

    Y no. No te da igual que haya independencia o no. Sólo te lo parece de momento (si no es una posturita frívola). Pero te afecta (ya te ha robado el tiempo de este artículo) y te afectará. Aunque lo comprendo si tienes que resolver el duro problema de si el ser se identifica con el uno o no. Pero no te desanimes. Verás cuando tengas que resolver el de si se identifica con el dos.

    Saludos.

  2. La mayor parte de las producciones propagandísticas de esta gente están, en realidad, pensadas para consumo propio (aunque sean en inglés). El tirar tantas balas como una ametralladora responde a la necesidad de repetir los lemas y mantras de manera muy intensiva para que la parroquia no sufra los efectos de la distancia existente entre la realidad y su propaganda.

Los comentarios están cerrados.