¿Sirven para algo las políticas de protección del clima?

¡Menudo espectáculo! Donald Trump decide abandonar el Tratado de París sobre Protección del Clima y parece que el mundo se viene abajo. En realidad, y en lo que a «protección del clima» se refiere, NO CAMBIA NADA.

Entre tanto lamento, declaración altisonante y llamamientos apocalípticos volvemos a perder el foco sobre la esencia del asunto: el Tratado de París, igual que todas las políticas de «protección del clima» hasta la fecha inventadas, no sirve para nada. Su única función era la de proporcionar un marco no vinculante para que todos pudiesen darse golpecitos en el hombro con un «mira qué buenos somos». Explíquenme, por favor, qué se acordó en París, qué medidas para procurar la supervivencia de la especie humana o su entrono. Cada estado puede sugerir «algo» que quiere hacer en el futuro para salvar el clima. Por sus resultados (la evaluación no ha de ser objetiva, ni externa, cada país puede hacer la suya) serán valorados los empeños. Pero si las «intencionadas contribuciones a nivel nacional» (intended nationally determined contributions INDCs) no logran alcanzarse por alguna razón, no pasa nada: simplemente no funcionó. Los acuerdos de París NI SON VINCULANTES, NI SON AMBICIOSOS.

Pero nada ni nadie puede poner en duda la misión salvífica de los nuevos padres del planeta. Y si se les pregunta por resultados, nos dicen que tranquilos, que empezaremos a verlos a partir de 2030. Usted lo puede creer (acto de fe) o no, es su problema. Los políticos que hoy juran el éxito de sus medidas y descalifican despiadadamente a quien osa apartarse de la doctrina imperante ya no estarán en 20 años para verificarlo, y los que estén, podrán presumir de haber sido unos héroes intentándolo durante décadas.

El Tratado de París no sólo no sirve para nada, cuesta tal cantidad de dinero que calificarlo de derroche es casi condescendiente. Björn Lomborg ya nos hizo las cuentas (y todavía nadie le ha llevado la contraria!):  Aplicando TODAS las medidas anunciadas por TODOS los países hasta el 2030, y PROLONGÁNDOLAS hasta el 2100, lograríamos reducir el Calentamiento Global en 0.17°C.  Resulta que en el MIT otros científicos se ponen a hacer las mismas cuentas, y el resultado que alcanzan es prácticamente idéntico: sin París, en 2100 la temperatura subiría 3,9°C (lo cual ya se me antoja ciertamente exagerado) y con París, 3,7°C.  Y todo por el módico precio de 100 billones de dólares: 100.000.000.000.000 $

Si el Cambio Climático es la amenaza que casi todos dicen que es, el Tratado de París no es más que una manera particularmente elegante de enterrar la cabeza en la arena.

Y es que no falta literatura que muestra la vacuidad de ciertas políticas de «salvamiento climático». Ted Nordhaus und Jessica Lovering se pusieron un dia a investigar sobre los efectos positivos de las medidas aprobadas en Kyoto… y apenas encontraron alguno:

Tras revisar los datos de evolución de llamada «Carbon Intensity of Energy» en la mayoría de los países, vemos cómo ésta apenas ha disminuído 0,2 puntos desde la firma del acuerdo de Kyoto. Ellos concluyen:

It is impossible to say what emissions would have been in the absence of such measures and clearly, a range of actions to shift to cleaner energy sources have been motivated at least in part by climate concern and cognizance that some national and international action to significantly constrain emissions may be forthcoming. But if results to date are any guide, real progress on decarbonization primarily depends upon specific domestic energy, industrial, and innovation policies, not emissions targets and timetables or international agreements intended to legally constrain national emissions.

Pues eso, que menos lobos, caperucita.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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4 comentarios

  1. Visite cuanto antes Venecia, YA QUE dentro de unos años con el ascenso del nivel del mar habrá que visitarla en el submarino amarillo.
    Cómase unas ostras y unos mejillones, YA QUE dentro de unos años el agua de mar estará tan ácida que no podrán formar concha.
    Venda su chalet en Marbella, YA QUE dentro de unos años Andalucía tendrás menos agua que el Hoggar (Sahara)
    Vaya a esquiar a los Alpes, YA QUE dentro de unos años el turismo en Suiza será de Safari Parks con tigres y elefantes entre palmeras.
    Cómprese un terrenito frente al mar cerca de Rykjiavik para pasar sus vacaciones de verano dentro de unos años.
    Coma pescado (da igual azul que blanco) YA QUE dentro de unos años el mar estará tan caliente que los peces saltarán a tierra para refrescarse.
    Haga un donativo de 1.000€ a Al Gore para mantener su campaña de veraz información y para que promueva medidas que nos salven de un Planeta con una atmósfera de 2.000ppm de CO2… por cierto, la atmósfera bajo la cual retozaban tan felices los dinosaurios en el Cretácico mientras los amonites surcaban por trillones las ácidas aguas marinas de otrora.

  2. En este tema soy muy incrédulo, y me temo que lo que muchos pretenden, no es otra cosa que hacerse millonarios con el miedo de la gente. Hay gente que cuando llueve demasiado siempre dice que nunca, nunca antes había llovido así. Cuando sucede un desastre natural, exactamente lo mismo, salen los mismos idiotas para comentar que nunca, nunca habían visto algo así. Cuando hace demasiado calor un verano, ya saltan con que eso demuestra lo del calentamiento global y que nunca, nunca habían habido tantos veranos con ese calor. Y así podríamos estar hasta la semana que viene poniendo ejemplos. No niego que algo esté cambiando en el clima mundial, pero si niego el catastrofismo absurdo de mucha gente que lleva ya demadiado tiempo.

    • El miedo es la fuerza más poderosa que existe. Si consigues que la gente tenga miedo conseguirás de ellos lo que quieras. Miedo al futuro, a no ser capaces de valernos por nosotros mismos, al cambio climático… Por eso dejamos que nos quiten cada vez más parcelas de nuestra libertad y por eso permitimos que se gasten miles de millones en inútiles políticas contra un cambio climático al que resultaría mucho más sencillo enfrentarse con investigación.

    • Vivo en Pucela. La cantidad de ¿tonterías? ¿jilipolleces? … que me toca oir, porque prefiero no escuchar, sobr ela «Inmensa Ola de Calor» que padecemos, Ola Nunca Recordada por gente de mi edad, prefiero no hablar de los menos jovenes (solo 71 tacos recién pasados ¡LLEGUÉ!). Claro, cuando les recuerdo los de LA PERTINAZ SEQUÍA de ese que llamabamos «Paco el Rana» porqu eiba saltando de panteno en pantano, pantanos gracias a los cuales mi esposa y yo nos podemos incluso duchar por la mañana en vez de tener que ponernos uno frente al otro y ale, a escupirnos, pues que como se cabrean.

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