Bloggers, sexo y el internet. Capítulo 1

Para un blogger que se precie, el tema es tremendamente atractivo. Los lectores se cansan de leer sólo sobre politica y es bueno, de vez en cuando, cambiar de tema y aumentar la oferta en el blog. Además, «sexo e internet», es un tema en el que difícilmente no se acierta con los gustos del lector. Basta con seguir un par de normas y consejos que referiremos más adelante. No hacen falta grandes alardes de investigación documental y abarca tres grandes contenidos a la vez: nuevas tecnologías, derroche de dinero público y, por supuesto, sexo.

EL MENSAJE

Cualquier entrada de éxito en un blog sobre el tema se basa en la siguiente premisa:
Internet es una nueva tecnología cuya meta es dar acceso a la pornografía a cualquier miembro de la comunidad universitaria con cargo a los dineros públicos.
No hay que preocuparse en exceso de los detalles. Adaptar este mensaje a los intereses de los distintos grupos sociales no es tarea tan complicada como vamos a ver.

Sexo . Todo buen blogger sabe que en lugar de hablar directamente de sexo, lo propio es hablar de personas que lo practican o lo consumen. Es una buena coartada para enseñar un par de fotos de mujeres desnudas (por supuesto sólo con carácter documental) sin perder la superioridad moral que le concede a uno escribir desde una tribuna pública.
Si se decide por mostrar fotos, a modo de soporte documental, ha de hacerlo profusamente, para no dejar lugar a dudas sobre aquello de lo que se está hablando. Los moralistas se escandalizará de lo fácil que es tener acceso a semejantes asquerosidades, los «mirones» se lamentarán de no haber estudiado informática en su día y el lector normal se limitará a mirar las fotos. Sexo vende bien, el número de visitas crecerá casi hasta el infinito, créanme.

Nuevas tecnologías. Desués de las campañas contra la manipulación genética de los alimentos ya sabemos que la opinión pública ve con malos ojos todo lo que huela «nuevas tecnologías». Adáptense a tal premisa. Seguro que conocen el chiste:
Se presenta a un americano, un japonés y un europeo una nueva técnica. El americano dice: «fabuloso! seguro que reporta grandes beneficios…se podrá usar en las películas?»; el japonés dice: «fantástico! No podríamos hacerlo algo más pegueño?»; el europeo dice:»Por Dios! esto nos va a matar a todos! Hay que prohibirlo inmediatamente!»
Como blogger europeo no le queda más remedio que asumir la tesis de sus «compatriotas» si quiere alcanzar un buen número de lectores.

Derroche del dinero público. El tema es fácil. Todo el mundo sabe que las universidades están llenas de intelectuales de pacotilla encerrados en sus torres de marfil y son, por eso, sospechosos. Los estudiantes son vagos, los profesores se pasan el día de vacaciones y sólo dan clase cuando les apetece y todos tienen acceso a internet. Y eso quién lo paga? Ya les digo, el tema es fácil.

Un buen blogger es como un pescador, que ha de adaptar el cebo al tipo de pez que desea pescar. Para darle el último toque a un artículo sobre sexo e internet, ha de tenerse en cuenta a qué público nos vamos a dirigir.

LOS CEBOS

Si escribe para un público de derechas.
Sus lectores no le tienen mucho aprecio al internet. Les basta para ello ver la gentuza que se mueve en los cibercafés. Además, su lector de derechas ya sabe que las Universidades públicas no son más que un inmenso derroche de dineros públicos que hay que eliminar. No pierda demasiado tiempo en ello. Lo malo es que sobre sexo tampoco va a poder hacer grandes homilías. No digo que no les guste el tema, es que no hablan de ello. Aquí la base argumental de una buena entrada en el blog se puede resumir como sigue:
Internet es una nueva tecnología cuya meta es, a costa del dinero de los contribuyentes, facilitar el contacto entre pervertidos sexuales y terminar con la belleza moral de nuestra sociedad. No necesita desarrollar demasiado el planteamiento. Si acaso no olvide recordar en su artículo que internet también es accesible por homoxesuales. El éxito de la entrada está asegurado.

Si escribe para un público de izquierdas.
Aquí se parte con un bono de salida: a un izquierdista de verdad no le gusta internet por la sencilla razon de que lo inventaron los americanos. Los americanos, como todo izquierdista sabe, son los responsables de casi todo, desde la caída del muro hasta el hecho de que las gominolas rojas ya no saben como antes. Internet no es más que una vía de propaganda capitalista y americanista. Además, en internet cada uno puede leer y escribir lo que le de la gana y eso, señores, no está nada bien. Hábleles de la contaminación de las ideas humanistas.
Dado que todo izquierdista se tiene por intelectual, no dejen de leer más abajo las recomendaciones que hago si se deciden a escribir para intelectuales, preferiblemente de izquierdas.

Si escribe para un público feminista.
Lo primero que ha de hacer todo blogger que se precie es dilucidar si «sus» feministas son «defensoras de los derechos de las mujeres» o, por el contrario, «feministas radicales». Las primeras se escandalizan cuando se las confunde con las segundas. Las segundas no dudan en mostrar su decepción si se las tóma sólo como parte de las primeras. Para un perfecto discernimiento basta con mantener siempre presente la filosofía de ambos bandos:
– Mujer defensora de los derechos de las mujeres: La mujer es tratada injustamente por y en la sociedad. Hemos de hacer todo lo posible por alcanzar la igualdad de la mujer adaptando las leyes allí donde fuese necesario.
– Feminista radical: Los hombres son unos cerdos.
Las mujeres defensoras de los derechos de la mujer luchan por la eliminación de una injusticia. En su quehacer diario desarrollan una creatividad inusitada en la utilización de las nuevas tecnologías, y están dispuestas además a informarse sin ayuda de nadie. Ellas son quienes han propuesto propiciar la integración laboral del ama de casa a través de internet. No deja de ser una propuesta interesante, pero discutir sobre su efectividad conduciría inevitablemente a tocar otros temas delicados y a que subiese el tono de la discusión. No escriba sobre internet si su público está dominado por dichas señoras. Si alguna vez una de ellas le propone el tema, murmulle algo sobre sus próximas vacaciones en Timbuctú.

Si está seguro de escribir para feministas radicales.
Éste sí es el grupo ideal! En serio. Aquí no necesita perder una palabra sobre derroche de dinero público: los impuestos, ya se sabe, los manejan los hombres y por ello terminan siempre en canales oscuros. Fácil. Tampoco le causará problemas el tema de la nuevas tecnologías: si la ingeniería genética es un arma de los hombres para librarse de la mujeres, qué puede haber de bueno en otras tecnologías?
Concéntrese en el sexo, y no olvide mencionar cada dos líneas, que el internet es utilizado por el doble de hombres que de mujeres. Ése es su argumento básico a la hora de defender que todos los problemas que han sido generados, se generan y se generarán en internet son culpa de los hombres y no de las mujeres. Sus lectoras gritarán de alegría. Yo lo formularía más o menos así:
Internet es, sin duda, una tecnología de hombres para los hombres, cuya única meta es la manipulación de las mujeres como objetos del deseo para esos tarados mentales del género masculino.

Hay que mostrarse cuidadoso, sin embargo, con un par de cuestiones. Piense, querido blogger, que el número de mujeres activas en internet aumenta a pasos agigantados. Esto destrozaría su argumentación desde un principio. Hay dos métodos para evitarlo:

– «La torre de marfil». Puesto que las mujeres anglosajonas cada día cobran un papel más relevante en la red, permanezca siempre lo más localista posible en sus elucubraciones sobre la mujer. Si no menciona pues, cómo evoluciona Internet en el extranjero, se asegura un horizonte corto y fácil de manejar. Si las mujeres cayesen en la cuenta de que no están solas en la red, adoptarían pronto la llamada «actitud gallinero». No mencione siquiera que Internet es internacional. Por qué dar curvas amplias, si la oportunidad periodística se encuentra en las estrechas?
– «La profecía autocomplaciente». Si repite continuamente que en internet no hay apenas presencia femenina y que la que hay es puramente la sexista y pornográfica, tal vez consiga que a ninguna de sus lectoras se le ocurra abrir nunca un explorador de internet más allá de su blog y los cuatro enlaces que recomienda.Así sienta las bases para un público fiel.

Si escribe para miembros de una Iglesia.

Aquí necesitará muchísimo tacto. Se trata de lectores que se escandalizan (y el escándalo es bueno, vende) normalmente cuando se habla de sexo, pero que se asustan ante demasiados contenidos sexuales, lo cual le haría perder lectores. Hable del tema pero no enseñe fotos. Los textos, por favor, siempre dentro de la decencia. Un aspecto que puede ser tenido en cuenta aquí es hecho de que, a través de internet, es posible contactar con ideas de otras religiones. Háblele de ello a los fundamentalistas (de cualquier religión) y encontrará un público dócil y de fácil aplauso. Para este grupo, temas como derroche de dinero público o nuevas tecnologías, no son de gran importancia. Piense en la escasa literatura que hay sobre el tema «internet y la Iglesia», por ejemplo. No es un público, pues, recomendable si lo que persigue es un aumento significativo en las visitas del blog.

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Mañana el Capítulo 2, en el que hablaremos de cómo escribir sobre el tema si sus lectores son intelectuales de izquierdas y daremos un par de consejos generales.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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