La superstición como base del crecimiento de las instituciones del Estado

Friedrich August von Hayek estaba dándole los últimos repasos a su gran obra, The Fatal Conceit, ultimando el capítulo final sobre el papel de la religión en las sociedades, cuando uno de sus correctores le propuso la lectura de un librito de Sir James Frazer titulado “Psyche’s Task”, que ya había sido publicado 1909.

psychestaskdisco00frazuoft_0009Von Hayek leyó las observaciones de Frazer sobre el papel de las supersticiones en la formación de gobiernos, definición de propiedad privada, matrimonio y derechos humanos. Quedó completamente fascinado. Sin conocerse y de forma totalmente independiente, un premio Nobel de economía y uno de los mejores expertos en temas religiosos de principios del siglo XX habían alcanzado prácticamente las mismas conclusiones!

En el epílogo de su libro, Hayek nos refiere el hecho y escribe que, de haber sido posible, hubiese dejado imprimir la obra de Frazer completa en su libro, como el mejor complemento posible.

Nunca llegó a realizarse el deseo de Hayek, con lo que el puente intuído entre la crítica a la economía teledirigida y a la religión quedó a medio construir.

Les cuento todo esto porque la obra de Frazer es accesible on-line. Ya no hay disculpa para no leerla:

Psyche’s task : a discourse concerning the influence of superstition on the growth of institutions

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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3 comentarios

  1. Siguiendo con mi lista….Ahora acabo de comenzar Derecho, Legislación y Libertad y, vaya cómo se explaya con la Evolución el Señor Hayek. Una perspectiva amplia y profunda de la evolución de las distintas formas de entender la evolución en ámbitos diversos, como la moral, el derecho, la política, ….y por supuesto la biología.

    Lectura obligada para cualquier…evolucionista.

  2. Yo había oído maravillas de un libro de Frazer, concretamente La Rama Dorada. Este otro ensayo no lo conocía. Ahora pongo en mi larga lista de grandes lecturas para realizar antes de jubilarme de todo una línea: «Obras de Frazer».

    De Hayek, del que sí he leído algunas cosas (no todas, muchas están en la lista) me encanta su perspectiva evolucionista a la hora de analizar el desarrollo de las instituciones. No recuerdo haberle leído mencionar a Darwin, pero lo mismo me da: la misma idea de orden espontáneo es bastante «darwinista». Al final el conocimiento y la organización en la sociedad son fenómenos «colectivos» pero no como los entendería un colectivista, sino justo al contrario: nada de grandes hermanos o líderes del pueblo, nada de directores técnicos ni grandes sabios platónicos organizándolo todo, antes bien muchas mentes pensando y muchos individuos actuando cada uno siguiendo más o menos su propio norte e interactuando para lograr sus respectivos objetivos. Así se van creando costumbres, ritos, instituciones, ….sociedad. Pienso que el planteamiento es bastante «darwinista» porque se basa en uno de los principios básicos sobre los que opera la llamada selección natural: la diversidad. En lugar de particularismos y particiones, que sería como tratar de crear líneas de purasangres, cada vez más distintos y distantes unos de otros, hasta el punto que terminan por no poder intercambiar ni genes, mezcla, intercambio, cruzamiento, hibridación….y luego selección.

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