La verdad y las verdades esotéricas

«Cada uno de nosotros tiene su propia verdad y todas las verdades son iguales» … es, resumida, la máxima esotérica dominante en estos tiempos de relativismo en que vivimos. Además, es una máxima profundamente igualitarista, multiculturalista y CIERTA. Dicen.

Relativismo
Las verdades no existen, existe la verdad, aunque no la conozcamos

Verdad, en el sentido de «realmente existente», solo hay una. Y les puedo asegurar que la desconozco. Lo demás son interpretaciones, opiniones, posiciones, puntos de vista …. Sin embargo, todo lo que decimos debe, o debería, presentar una exigencia de ser verdad. Si yo digo «esa es su verdad, no la mía» pretendo decir algo decididamente verdadero. Siempre pretendemos decir algo decididamente verdadero, a no ser que decidamos mentir. Todo lo que decimos sin pretensión de ser decididamente verdadero es apenas ruido. Eso no quiere decir que una frase pronunciada con pretensiones de ser verdadera genere o descubra o formule una VERDAD. Por otro lado, si hablamos siempre de «verdades» en lugar de «la verdad», nos situamos – y situamos a nuestros  interlocutores – al borde de la nada argumental. Por ello, el «usted con su verdad y yo con la mía» es muy utilizado para abandonar o ahogar una discusión. Todos lo hacemos, exceptuando probablemente al fanático de algo.

El relativismo esotérico de la verdad nace por dos razones:

1. El desencanto de los filósofos, que ven cómo su ciencia no es capaz de alcanzar resultados indiscutibles en su búsqueda de «la verdad»

2. Las ideologías, siempre en busca del mejor método para destrozar cualquier atisbo de oposición, incluída la argumental.

Todo es relativo, menos el sistema., que siempre tiene razón. No importa si hablamos de Ecodictaduras o de Redistribución Obligatoria: es lo que tiene que ser, ahí no cabe lo de «cada uno tiene su verdad».

Karl Popper escribió en su día una hermosa metáfora: «Imagine una montaña, cuya cima está envuelta en  niebla. Sabemos que la cumbre ha de estar ahí, pero no la vemos. » Algo así ocurre también con la verdad. Todo lo que podemos hacer es discutir. Debemos discutir afirmando estar convencidos de que nuestro punto de vista está muy cerca de la verdad, pero dispuestos a escuchar al otro sin ningún otro medio para convencerle que el uso del argumento. Nunca se ha alcanzado una verdad mediante la imposición violenta de un argumento.

Lo ciertamente terrible del realitivsmo esotérico es que es un engaño. Es una mentira en sí mismo. Las verdades dejan de ser plurales, iguales y todas válidas cuando desobedecen las máximas dictadas por LA VERDAD del esotérico dominante. Pueden hacer ustedes mismos la prueba de manera muy sencilla: cuando hablen en Twitter o en Facebook con algún esotérico de las verdades, plantéenle preguntas concretas:

–  Claro, no debemos oponernos a las ablaciones de las mujeres porque ellas viven  verdades diferentes a las nuestras, pero entonces, ¿Podemos castigar a alguien cuya verdad es “no se deben pagar impuestos” si no los paga?

– Sí, el colonialismo ideológico occidental mutila el desarrollo de otras formas de acercarse a la verdad, entonces yo que vivo en la verdad «el calentamiento global antropogénico es una forma de manipular voluntades», ¿puedo ducharme todo el tiempo que quiera con agua tan caliente como quiera?

… y terminan con la prueba del algodón:

Supongamos que la afirmación de que todo el mundo tiene su propia verdad es objetivamente cierta: ¿Puede alguien cuya verdad propia es que «todos seríamos más felices con su verdad», imponer a los demás esa verdad por la fuerza, incluso con armas?

Si la respuesta es , tenemos una justificación para el terrorismo islamista, o cualquiera de las otras formas de terror que ustedes elijan. Si la respuesta es no, entonces tenemos, por fin, una verdad (es decir, la verdad ética de que uno no debe imponer por la fuerza su punto de vista).

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

Artículos: 3201

Un comentario

Los comentarios están cerrados.