Una «teoría cuántica» del negacionismo.

Las ocurrencias de los alarmistas a la hora de intentar desprestigiar a sus críticos caen casi siempre en el absurdo más atroz. Al ser incapaces de zafarse de los clichés y del discurso falaz, hay ocasiones en las que al administrar las consignas oficiales, sin querer, quedan en absoluta evidencia. Y este es un caso especialmente ilustrativo de este efecto.

Como todo el tinglado de la climastrología está montado sobre su cientificismo («es ciencia asentada…», «la ciencia dice…», «la mayoría de los científicos cree…»), no es extraño que se apele a otras teorías científicas para ilustrar los (averiados) mensajes que nos quieren endilgar. Y esta vez le ha tocado a la Mecánica Cuántica y a las posiciones escépticas: The Quantum Theory of Climate Denial (BlHuffington PostunSkeptical Science), una «teoría» que «explica» el comportamiento de los escépticos, o como a ellos les gusta llamarlos, «negacionistas». Ni que decir tiene que los argumentos presentados no tienen nada que ver con la Ciencia, ni tampoco con las críticas al alarmismo, y que al final no es más que una (otra) majadería.

Boris Karloff - MadScientist

El autor del versículo es John Cook, un dibujante de historietas y evangelista confeso, famoso por ser el creador de Skeptical Science, un sitio dónde se cocinan respuestas a los argumentos escépticos en base a (y sólo a) los papers más alarmistas que se excretan (con dinero público por supuesto) a lo largo y ancho del «consenso» oficial.

Utiliza en este caso para denigrar las posturas escépticas un efecto cuántico conocido como el colapso de la función de onda, una característica fundamental de la mecánica cuántica (i.e. de la naturaleza) que implica que no es posible conocer el estado preciso de un sistema cuántico hasta que no se hace una medida, hasta entonces solo podemos acceder a una distribución de probabilidad del valor de determinados parámetros físicos de ese sistema. En este sentido es famosa la paradoja del gato de Schrödinger, un experimento imaginario que intenta poner de relieve los inconvenientes (macroscópicos) que supone esta lectura probabilística del mundo subatómico, que implicaría consecuencias extravagantes como la mezcla de estados (|gato vivo> y |gato muerto>) antes de abrir la caja (efectuar la medida), que solo se materializa en un estado determinado (|gato vivo> o |gato muerto>) en el momento de abrir la caja (efectuar la medida). Entiendo que resumir las implicaciones de la Mecánica Cuántica en unas pocas líneas es descabellado, si alguien quiere profundizar algo más, y si me permitís la auto cita, podéis leer este artículo en estas mismas páginas, que resume algo más a fondo el asunto: Un repaso a la Mecánica Cuántica para entender el Premio Nobel de Física 2012.

Para Cook esta característica de la naturaleza «no tiene sentido» (a pesar que tiene detrás casi un siglo de validaciones empíricas), y entonces asocia el comportamiento de los escépticos (así en bloque homogéneo, tanto a ellos como a sus argumentos) con una especie de estados cuánticos que «colapsan» en un estado determinado cuando son expuestos a un «estímulo» en forma de «evidencia científica». Dice el artista:

Aplíquese un estímulo (por ejemplo, se les muestra alguna evidencia científica) y se colapsan en uno de los tres estados de la negación. Esto permite a un negacionista existir en un estado de negación, después evolucionar a un estado contradictorio, y finalmente saltar al primer estado de la negación de nuevo.

 

"Estados negacionistas"

La estupidez es tan inmensa que casi duele profundizar en ella. El principal error lógico en su argumentación es un monumental hombre de paja, que consiste en asumir que las críticas principales de los escépticos son exclusiva (e intercambiablemente) tres: que el Calentamiento Global no está ocurriendo, que está ocurriendo pero no somos nosotros, y que está ocurriendo y somos nosotros pero no es perjudicial. Por supuesto no es así y hay distintas pegas para distintas afirmaciones alarmistas dependiendo del contexto. Lubos Motl lo explicó muy bien en su blog y me he tomado la licencia de traducir su comentario al respecto:

No hay, por supuesto, ninguna inconsistencia. Yo hago mías las tres reclamaciones en algún momento: «que no está sucediendo en absoluto», «que está ocurriendo, pero no principalmente por nuestra culpa», y que «está pasando y somos nosotros, pero no es malo». Y es correcto, porque la palabra «it» tiene distintos significados en diferentes sentencias. Por ejemplo, «el calentamiento global como una tendencia desde mediados de la década de 1990» no está ocurriendo para nada, «el calentamiento global es una tendencia desde el año 1800» está ocurriendo, pero no somos la causa de ello, «el aumento de CO2 en la atmósfera» está ocurriendo y somos nosotros, pero es beneficioso. Y hay muchos otros significados de «it» que podrían añadirse.

Hay millones de diferentes «it» parecidos -todos ellos tienen diferentes explicaciones y distintos grados de veracidad. Este punto específico es algo totalmente incomprensible para los mini-cerebros alarmistas como `Kook John´ – porque todo su cerebro está completamente consumido por un solo «it«. Ellos creen en un majestuoso «IT» y este «IT» es el responsable de todo en el mundo y todos tenemos que adorar este «IT«. Este «IT» de ellos es exactamente igual a Dios – está igualmente mal definido, es igualmente omnipresente, omnisciente y omnipotente – en fin, es Dios en esteroides. 😉

En el mundo real, este omnipotente «IT» no existe. En cambio, hay millones de «its» – millones de posibles interpretaciones de los términos «calentamiento global» o «cambio climático» – y ninguno de ellos es realmente importante en ningún sentido.

Poco más se puede decir, si acaso resaltar lo clarificador que es ver como los alarmistas profesionales están tan imbuidos en su propia fe, que son incapaces de afrontar las críticas, que se basan casi exclusivamente en el uso y abuso de la propaganda (oficial: globalchange.gov, mediática: yearsoflivingdangerously.com, e incluso grotescamente sectorial: Why Should Evangelical Christians Care About Climate Change?), y en la vergonzante utilización de la argumentación falaz (diversas modalidades de las falacias de autoridad que apelan al consenso de los científicos, hombres de paja que tergiversan los argumentos escépticos y ad-hominem que desacreditan a los críticos con el alarmismo climático). Una basura intelectual y científica que dejará profundas heridas en la historia de la Ciencia occidental, pero que terminará cayendo por su propio peso, o más concretamente, por su ausencia de peso.

Eclectikus
Eclectikus

Geofísico, analista de Sistemas de Información Geográfica, bloguero. Librepensador.

Quedo a su disposición.

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7 comentarios

  1. En primer lugar, gracias Eclectikus, por tu artículo (y todos sus enlaces). Desde que más o menos me enteré de la vida, siempre envidié a matemáticos y físicos. Creo que están en la base del conocimiento y eso es de admirar. Tampoco me aclaro con la Mecánica Cuántica pero me fascinan sus implicaciones y suelo volver de vez en cuando al intento sin mayor éxito. Lo mejor es que funciona. A parte de ello, como dice TSPY, esta gente no habla para los científicos, ni les interesan sus argumentos. Son embaucadores que saben que viven de ello y todo lo demás les da igual. Están también por todos los territorios (por ejemplo los charlatanes de la pedagogía), y trabajan como los brujos de antaño: se disfrazan de lo que sea que pueda impresionar a la gente, agitan sus plumas adaptadas a los tiempos y dicen cosas que impresionan la imaginación del común (distintas versiones del apocalipsis, en definitiva). Siempre los habrá. Se trata de su pan y el de sus hijos, en definitiva, y con eso no se juega. Eso sí, parece que a la razón no hay manera de domeñarla, pero según avanza, ellos se adaptan y cambian el disfraz. Existirán mientras existan los humanos.

    • Gracias a ti JJI por leernos… Y claro que la Mecánica Cuántica funciona, si no funcionara no existiríamos, quizá sea difícil de entender porque estamos en un mundo macroscópico en el que sus características parecen en extravagantes, pero el asunto funciona.

      Lo de la pedagogía, y la neurociencia (en su versión pseudocientífica que resulta ser la predominante para los legos) es de traca, y tan peligrosa como científicamente irrelevante… pero son los restos del posmodernismo del siglo XX, se sufre también el el Arte, la Filosofía, etc… vamos, que estamos ante una pandemia tridimensional, afecta a casi todos los países, en casi todos los sectores, y por tanto perjudica a todas las dimensiones humanas… Hay que convivir con ello, eso si, sin rendirse 😉

  2. El problema de fondo de todo esto es que a pesar de que el mensaje no aguante un mínimo análisis, hay demasiada gente dispuesta a aceptarlo simplemente porque defiende su nueva fe.

    En una conversación reciente sobre el tema con un amigo me intentaba convencer de la existencia del problema del cambio climático, y yo le desmontaba todos sus argumentos (gracias sobre todo a lo que he leído en este blog). La discusión terminó con un «pues yo sí creo que exista un problema y algo habrá que hacer» por su parte.

    La ciencia, la lógica o el sentido común ya no tienen nada que hacer: ellos creen que hay un problema y nada se puede hacer para que reflexionen.

    Y luego los negacionistas somos nosotros

    • pues yo sí creo que exista un problema y algo habrá que hacer

      Eso tiene una respuesta fácil, tspy.

      – Si tú crees que tienes un problema, entonces tendrás que hacer algo … tú.

    • Hay gente a la que se puede dar por perdida en este debate (y en otros adyacentes). Pero hay otra mucha gente que termina haciéndose las preguntas correctas y por tanto llega a una posición escéptica de manera casi natural. Creo que el asunto, Ciencia aparte, tiene mucho de sentido común y de análisis crítico de la realidad, y observar las manipulaciones de los alarmistas como las evoluciones de un escarabajo en un terrario, te debe llevar casi sin escapatoria a una posición contraria a cualquier tipo de alarmismo: no es que se les vea el plumero, es que lo agitan compulsivamente para vender su mercancía. Y todo sin ni siquiera entrar en los contenidos científicos.

  3. Muy claro, Elípticus. Y muy obvio.

    – No está ocurriendo (ningún calentamiento que se salga de la variación natural del clima).

    – Está ocurriendo (un ligero calentamiento, como otras veces ocurre un enfriamiento), sin que tenga (fudamentalmente) que ver con nosotros.

    – Está ocurriendo (un ligero calentamiento), y (en teoría), un parte del mismo debería de tener que ver con nosotros. Pero esa parte es irrelevante, y el calentamiento una cosa buena, por todo lo que sabemos del pasado.

    No hay la menor incompatibilidad.

    Y si encima tienen la caradura, como señalas, de decir «está / no está ocurriendo», sin ponerle fechas, es como tomar a la gente por subnormal. Porque …

    – Desde 6.000 ac no está ocurriendo.
    – Desde 1000 dc no está ocurriendo.
    – Desde 1650 sí está ocurriendo.
    – Desde 1998 no está ocurriendo.

    Pero yo diría que si quieren quedar como idiotas integrales, no es mi problema.

    • Exacto Plaza, por eso precisamente lo he resaltado. Cuando leí el artículo a través de un comentario en The Reference Frame me pareció absurdo. Cuando contestó Lubos me partí el pecho porque era exactamente lo que yo había pensado. Y al final me he decidido a publicarlo porque es un magnífico ejemplo del funcionamiento de esta gente, son varias falacias en una para un objetivo tan seudocientífico como es ridiculizar a los críticos. Son una pura vergüenza 🙂

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