La “ciencia búlgara” (o la ciencia miente, como la tele y los políticos)

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El discurso del mundo posmoderno sobre ciencia tiene una característica muy novedosa. Novedosa para el pensamiento sobre ciencia. Nunca afirma que tal teoría o tal científico “dice que” -y entonces tu juicio depende de la firmeza que le concedas a esa teoría o científico- sino que siempre lo plantean como que “la ciencia dice”.  Se basa en la idea (política) del consenso. La teoría no se contrasta con la realidad, sino con el consenso. Si hay consenso es verdad, y entonces es “la ciencia”. Solo que ese “la ciencia” a menudo es mentira.

Ciencia búlgara. Obsesionada siempre por superar la barrera mágica del 90%, ante cuyo efecto devastador el raciocinio se suspende. Y ya nadie se pregunta de dónde diablos ha salido la cifra. Es como la bomba atómica, destrucción mutua asegurada, y tal. Se acabó la discusión. Se acabó hasta el pensar.

La ciencia del Calentamiento Global Acojonante es “la ciencia” por antonomasia de la posmodernidad. No existe nada más seguro ni nada más “la ciencia” que el CGA.

obama-cambio-climaticoObsérvese que no es “la ciencia” la que dice que la gravedad existe, sino tu propio peso. Y sobre cómo funciona, tampoco lo dice “la ciencia”, sino Galileo y Newton. Lo mismo pasa con la tierra redonda. Nadie afirma que “la ciencia” dice que la tierra es redonda, sino que lo sabemos, desde Eratóstenes, y porque los aviones llegan a Auckland. Por ejemplo. Sin embargo, que el cambio climático está ocurriendo es algo que te lo dice “la ciencia”.

Y búlgara. Y como en Bulgaria –cuando o como Ceaucescu- el resultado es falso. Obama enlaza al estudio  de la payasada del 97%. Este:

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Obsévese:

– No dice nada de “dangerous”, que se lo ha inventado Obama.

– Dice “stating a position“, no “finding a result“.  Los autores, básicamente unos payasos activistas que todavía no han entregado los datos para que el trabajo se puede replicar, deciden que los estudios en cuyo resumen se asume el Calentamiento Global Acojonante (para estudiar otra cosa), en realidad están afirmando el CGA. No es cierto, y en ese 97% figuran muchos trabajos de notables “negacionistas”. Pero si lo fuera, afirmar es una opinión, no ciencia. La ciencia es lo que estudia de verdad ese trabajo, por ejemplo la población futura del pato colorado en el caso de que ocurriera el CGA. Pero en el caso de que solo es un “escenario”,  no es “la ciencia”.

– Lo de we are the cause necesita una cuantificación. Y solo el 1,3% de los trabajos estudiaban la causa del calentamiento global, cuantificando.

En resumen, ese estudio que cita Obama como la prueba del CGA (y para muchos lo es –>) no prueba nada de lo que pretende. Hay un calentamiento, y ese calentamiento podría tener el CO2 que emitimos como causa principal (o no), sin que eso tenga por qué preocuparle a nadie. Porque medido con los termómetros mas antiguos que tenemos (Inglaterra central) solo son 0,7ºC desde lo que llaman “época pre-industrial” (1750)

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Mentira búlgara. Abundan en la ciencia del Calentamiento Global Aconjonante. Vamos a rematar otro resultado búlgaro que avanzamos el otro día [–>]. Esta vez no se trata de unos payasos, sin del mismísimo IPCC.

Michael Oppenheimer es uno de los principales elaboradores del último gran informe del IPCC (2013). Coordinating Lead Author. Está por encima de los directores de cada sección (lead authors). El periodista le pregunta [ver vídeo –> ] sobre el informe nuevo recién salido:

Cuando decís haber pasado de un “muy probable” a “extremadamente probable”, eso tiene una precisión científica?

¿A qué certeza se refiere? Lo explica el IPCC mismo:

It is extremely likely that human influence has been the dominant cause of the observed warming since the mid-20th century. [–>]

Vale, es “extremadamente probable” que la influencia humana haya sido la causa dominante del calentamiento observado desde la mitad del siglo XX. Y en su jerga, extremadamente probable quiere decir una probabilidad mayor que el 95%. Bulgaria otra vez. Bulgaria, porque sabes que no hay forma humana de afirmar ni medir tal cosa.  Tendrían que saber qué hace el clima naturalmente, y qué hace bajo el efecto del CO2. Y si supieran eso, no hubieran hecho una predicción -la primera que hacen- de calentamiento para las dos primeras décadas del siglo XXI, a razón de 0,2ºC por década, cuando no ha habido nada.

Los científicos críticos pueden hacer un comentario jocoso, pero no siguen el caso de buscar de dónde sale ese 95%. Saben que es una fantasía. Los periodistas, como si les hablan en chino. Y ni siquiera les interesa. Algunos blogueros les hemos dado un poco la lata en Twitter a los científicos más asequibles de la línea IPCC. Como Richard Betts.  Y ha resultado. Contestó. Es un tío majo y legal Betts.

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A lo que no me ha contestado, y le he preguntado dos veces, es a esto:

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Me explico. El enlace lleva a la típica fantasmada de Gavin Schmidt en Real Climate. Que “explica” (oscurece) lo ya absurdamente farragoso que pone en el tocho del IPCC [10.3.1.1.3 –>]. Farragososos los meandros, la conclusión es meridiana. Los modelos que usan, con unos rangos de incertidumbre de infarto, solo producen menos de un 5% de casos en que la actividad humana no sea la causa principal del calentamiento observado desde 1951. Por lo tanto, ¡están seguros al 95%! Claro, eso sería cierto si los modelos fueran la realidad. Para tener una certidumbre del 95% de que la causa principal del calentamiento es el hombre, tendrían que demostrar que los modelos en los que se basa la idea son correctos. ¡Pero no que según los modelos la certidumbre es el 95%! Eso es Bulgaria.

En el tuit de arriba se ve como Paul Matthews (Universidad de Nottingham, matemática aplicada, sistemas no lineales y métodos numéricos)  le dice a Betts que se trata de divagaciones, afirmaciones y modelos.

Gavin Schmidt le contesta que para hacer la atribución son necesarios modelos.

A mi se me ocurre que entonces la atribución será lo buena que sean esos modelos. Y Pielke lleva años diciéndolo [–>]:

When they write

 ”……we detect the influence of greenhouse gases, aerosols and natural forcings in the observed temperature record”

they more accurately should state

“…….we detect IN THE MODEL the influence of greenhouse gases, aerosols and natural forcings WHEN COMPARED WITH the observed temperature record.

At some point, the entire climate science community is going to realize that models are just hypotheses; e.g. see

Que aplicado el último informe del IPCC, quedaría:

Cuando dicen:

Es extremadamente seguro que la influencia humana ha sido la causa dominante del calentamiento observado desde mitad del siglo XX

Deberían poner:

Según nuestros modelos es extremadamente probable que la influencia humana ha sido la causa dominante del calentamiento observado desde mitad del siglo XX

Que es una afirmación completamente diferente. Porque es como decir, si tuviéramos razón, entonces … Y el problema es que no hay ningún motivo para pensar que tengan especial razón.

En resumen, el 97% es mentira, y el 95% es mentira tal y como lo proponen. Tan mentira como unas elecciones de Ceaucescu. Y lo de pasar de una “muy probable” a una “extremadamente probable”, entre el informe anterior (2007) y este, es una mentira que ya hemos comentado, y que hasta Gavin Schmidt confiesa [–>]:

 Interestingly, the attribution of most of the trend to GHGs alone would still remain very likely (as in AR4)

Interestingly, entonces el IPCC está vendiendo otra cosa que no es, y que ha salido por toda la prensa [–>]. El aumento de la certidumbre en la atribución del calentamiento al CO2.

Y un detalle final, perfectamente típico de la ciencia posmoderna, o búlgara:

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¿Y quién coño les ha dicho a Richard Betts o Gavin Schmidt que Paul Matthews tiene que evaluar cuánto calentamiento se debe al hombre, para que la evaluación del IPCC valga o no valga un pimiento? Es el argumento de que se trata de la mejor ciencia que tenemos. ¡Joder, si es una falacia lógica descrita desde Artistóteles!  La ciencia tiene que demostrar su validez para que se le haga caso, no tiene que demostrar que “no hay otra mejor”. La mejor puede perfectamente ser una mierda, si no ha demostrado no serlo.  ¿Tomarías una medicina que no se ha comprobado si mata o cura, solo porque no hay otra mejor? Pero al parecer, pretenden que se les tome en serio.

Así que cuando los posmodernos te hablen de “la ciencia”, ya sabes. Es como la tele o los políticos. Miente. Tampoco les exigen responsabilidades cuando fallan, así que no pasa nada. Es gratis. Menos para ti, que la luz te va a costar un ojo de la cara … como prolegómeno a todo lo demás.

plazaeme
plazaeme

Negacionista. Que no se sabe muy bien si quiere decir que niego que exista el clima; que niego que el clima cambie; que niego que el clima esté cambiando actualmente de forma que no se haya visto antes; o que niego que hayan mostrado que se trata de un problema real, y no imaginario. Nunca me lo explican, y sigo esperando.

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9 comentarios

  1. Hoy comentaba con mi hija de 14 años sobre la redondez de la tierra, yo le preguntaba que como estaba tan segura de ello y me contesta; «Bueno, hay pruebas científicas». Si, le contesto, pero tu no las conoces.

    Nadie duda hoy en día de la esfericidad de la tierra a pesar de ser una de las cosas menos evidentes y mas difíciles de percibir en la vida cotidiana. Pero la gente está convencida de que su conocimiento de ello es empírico y que se basa en claras pruebas científicas que el mismo puede detectar, y suele reírse de la gente que antaño creía que la tierra era plana. ¡Que estúpidas eran las personas en el pasado! ¿Como podían creer eso? Si es evidente que es redonda…

    La realidad es que la mayoría «sabe» que la tierra es redonda por pura fe, porque lo dice así la autoridad competente (El libro de ciencias naturales o el último documental que vio en la 2 de TVE). Precisamente las mismas razones por las que un hombre de hace 500 años creía que era plana. (Lo dice la biblia o el cura del pueblo, que sabe mucho)

    Pero la gente de antes era mas sabia, conscientes de su ignorancia, al menos sabían que sus creencias se basaban en la fe, y en la aceptación de la palabra de los sabios. Los de hoy están convencidos de saber la ciencia suficiente para respaldar sus «conocimientos» que en el fondo no son mas que prejuicios. Y además, prejuicios de otros.

    Pocos de los que afirman con absoluto convencimiento que la tierra es redonda se han parado a hacer por si mismos alguna de las observaciones que lo pueden demostrar, y pocos de los que defienden a muerte el calentamiento global por causas antrópicas han dedicado un solo minuto a contrastar las «pruebas» de la tesis que defienden.

    Pero no olvidemos que la Fe mueve montañas. También puede calentar el globo, ¿quien sabe? 😉

    • Hmmm …, yo tengo mis matices, José. Por una parte, algo parecido a la mitad de la población no se cree el cuento del clima. Aproximadamente. Y por otra, no hay nadie que deje de pensar que la tierra es redonda. ¿Dónde está la diferencia? Yo creo que no en la fe, ni en la autoridad. Donde dices que no tienen un conocimiento empírico de la redondez de la tierra, yo creo que sí lo tienen. Al «modo humano»; en equipo. Aunque no hay tanta gente que ha dado la vuelta a la tierra por sí misma, todo el mundo tiene referencias fiables (conoce a alguien que conoce a alguien) que lo ha hecho. Y ve las fotos del Meteosat, etc.

      Yo creo que tu hija es lista, pero no le apetecía meterse en ese jardín. Y ha calculado: La tierra es redonda es un conocimiento de los más seguros que se tienen, a juzgar por lo que dicen. Los conocimientos más seguros, a juzgar por lo que dicen, son los que «hay pruebas científicas». Luego tiene que haber pruebas científicas – aunque yo no las recuerde. Solo quiere decir que está usando correctamente las herramientas que tiene a su alcance, para darte un capotazo. Yo hubiera hecho lo mismo, a su edad. 😉

      Por cierto, la idea de que hace 500 años no supieran que la tierra era redonda es un mito moderno. La discusión era su tamaño, no su forma. No discutían si se iban a caer por un barranco, sino si podían llegar hasta Asia antes de morirse de hambre o sed. Y no podían. Y la discusión era cómo diablos volver, si para ir usaban una autopista con el viento siempre a favor. La discusión con los marineros era si nos damos la vuelta ya, o seguimos adelante. Los víveres. Colón no tenía razón en lo primero. Hubieran muerto antes de llegar a Asia. Pero era un gran navegante, y demostró tener razón en lo segundo. Se podía volver. No sólo eso; llegó a donde quiso (Galicia). Un mérito que no suele apreciarse hoy.

      • Tienes razón en que mi hija es lista, y también en lo del capotazo 😉

        Probablemente me he alargado mucho y de forma innecesaria en mi explicación, es un mal vicio que tengo.

        Solo quería ilustrar la idea de que, aunque la mayoría creemos tener buenas razones científicas para nuestras creencias, la mayoría de ellas no se basan realmente en la ciencia, no de verdad. El verdadero motor de lo que creemos es la fe, como lo ha sido siempre, antes era la fe en la religión o en las costumbres o en la tradición y hoy es en la ciencia y los científicos. Y que ese es el problema con el calentamiento global, que la mayoría creen en el con fe, no usando el método científico.

        Y si, ya se que es un mito lo de la edad media y la tierra plana, pero como está tan extendido me pareció que se entendería mejor. Lo mismo me equivoqué. 😉

        Por cierto, no te había felicitado por el artículo. No conocía este sitio y me estoy empapando a fondo en el. Enhorabuena a los que lo lleváis, me parece muy bueno.

        • Si buscas un culpable de la cosa, aquí el «alma mater» es Luis I Gómez. El de la barba, como con cara de sabio alemán – por contagio. 😉

  2. Lo gracioso del consenso no sólo es que es circular – la tierra es plana, TODO el mundo está de acuerdo, por tanto cómo va a ser un error!- sino que, a vista de pájaro de la historia, si de algo se puede estar seguro es de que «infinito es el número de los necios», es decir, que si tooodo el mundo piensa algo, apuesta toda tu pasta, que ganas, a que es una chorrada sin más fundamento que la costumbre de imaginarlo así.

    Y luego está ese extraño poder del artículo, que vuelve una especie de dios a cualquier concepto. LA- Ciencia, por obra y gracia del artículo indefinido, se vuelve un sustantivo inmaterial, es decir, un dios. LA-Evolución, LA-Naturaleza, El-Hombre, y así todo seguido. Basta, para quitarle su poder, preguntar ¿Qué ciencia, qué naturaleza, qué hombre?

    Y sí, es muy triste observar la decadencia casi completa del llamado «pensamiento científico», que empezó muy bien gritando «empiria y método!», luego pasó a ese fantoche de la estadística- donde sus valores representativos y supuestamente eficientes son precisamente los que no existen, como «la media»- y la probabilidad y ahora andan pariendo entes ficticios y puramente verbales por todas partes, confunden la energía con una sustancia ( que transportan y transfieren como si fuera un líquido, etc.) imaginan cargas sin masa – ven galopares sin caballo los tíos- y su discurso ya es prácticamente indistinguible, con sólo hacer unas mínimas traducciones, del de un chamán, un cura o un predicador new age. Nada nuevo desde Babilonia por otra parte. La «verdad social» o idola tribu siempre ha sido y será la base para las reglas de sí y no de un grupo cualquiera, vulgo política.

  3. Platón proponía el gobierno de los sabios como el mejor posible, eso hoy se interpretaría como el gobierno de los científicos, que se considera equivalente al «sabios» que usaba Platón. Por algún motivo la idea ha cuajado en los últimos 50 años en la mente del pueblo, quizás como consecuencia de la época en que los científicos pusieron de moda el silogismo de «lo sabemos TODO y lo que aún no sabemos, lo sabremos pronto».

    De ahí que los políticos se abalen cada vez mas con ese «La Ciencia dice» que comentas, y que debe terminar de raíz con cualquier oposición a su proyecto o idea. Si lo dice La Ciencia, con mayúscula, ya no puede haber dudas al respecto. Es una especie de gobierno de los sabios aunque ejercido a través de los políticos. A mucha gente eso le gusta, lo sienten como una garantía de que están bien gobernados después de todo, ya saben que de los políticos no se pueden fiar, pero si lo dicen los científicos….

    Pero, por un lado, el científico moderno no es, para nada, sinónimo del «sabio» al que nuestro filósofo griego se refería. la sabiduría del «sabio» de Platón abarca todas las ramas del saber y pretende la comprensión de la totalidad de la existencia, otorgando de ese modo al «sabio» una visión holística de la realidad, muy alejada de la percepción que de esta tiene el moderno científico quien, salvo honrosísimas excepciones, está superespecializada y centrada exclusivamente en su especialidad y poco mas, por lo que su visión global es, cuanto menos, miope.

    Quizás el «sabio» de Platón pudiese gobernarnos con bondad, justicia y visión, pero los científicos modernos, desde luego, no están cualificados para ello.

    Pero es que, por otro lado, parece que Platón supone que los sabios están exentos de la posibilidad de ser comprados, sobornados, seducidos, engañados, arrastrados por las modas y las falacias o por el miedo a salirse del consenso general y convertirse en malditos. Y esta opinión parece haber impregnado la conciencia del ciudadano medio hoy en día con respecto a los científicos. Pero claro, son tan humanos como cualquiera y, por tanto, susceptibles a todo ello. Ejemplos hay a montones.

    A estas alturas por tanto, el «La Ciencia dice» sin mas, debería estar absolutamente desacreditado entre la opinión pública, pero este tema del calentamiento global, entre otros, demuestra que sigue funcionando de maravilla.

    Para que luego digan que nadie hace caso de los filósofos 😉

    • Bien visto.

      Se le puede añadir que es un chollo. Si cambiamos «prueba» (por ejemplo predicciones acertadas) por «consenso», y el consenso sin duda lo dirige el que paga (ahora, básicamente los gobiernos), tienes el mundo perfecto. EL gobierno indiscutible.

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