Camino de servidumbre. Yo no estaré a su lado

friedrich-hayekLa hiperburocratización asfixiante del estado moderno y la cada vez más acusada huída de los individuos frente a sus responsabilidades conforman el círculo vicioso, el remolino implacable que nos arrastra al totalitarismo de los sistemas políticos occidentales. Una ola inmensa de leyes, normas y reglas inundan nuestra cotidianeidad imposibilitando el acto responsable del ciudadano. Al mismo tiempo, cada vez son más quienes se lanzan ingenuamente a los brazos del estado paternalista de bienestar -desde la cuna hasta el lecho de muerte- a cambio de coche, casa y comida. Y quienes realmente deciden asumir su responsabilidad respecto a sí mismos, sus familias o sus empresas, se encuentra inevitablemente coartados por el gigantesco aparato administrativo y sus interminables normativas. Las normas y leyes, que hoy se inmiscuyen en todas las facetas de nuestras vidas, no consiguen sin embargo, y contrariamente a lo que nos publicitan los políticos, aumentar nuestra seguridad ni nos convierten en mejores personas por asumir esta forma moderna de vasallaje.

Parece mentira, pero escribía estas líneas en Octubre de 2007. Lamento tener que recordarles que hay cosas que no cambian con el tiempo. Mucho antes, en 1944 escribía Hayek su «Camino de Servidumbre». Vean el vídeo y cambien «guerra» por «crisis económica», cambien «enemigo del país» por «capitalistas, banqueros y neoliberales» y verán lo sorprendentemente actual que es la obra:

El Camino de la Servidumbre de Friedrich A. Hayek – nos cuenta Adolfo Rivero-  fue un libro que no encontró difusión ni popularidad en Occidente tras su aparición en 1944. El ambiente ideológico imperante le era francamente hostil: era el mismo que existía en Cuba en la época prerrevolucionaria. El mismo que no pudo ofrecer prácticamente ninguna resistencia a que Fidel Castro llegara al poder e  instituyera el comunismo en Cuba. ¿Qué ambiente era ese? ¿Cuál se pensaba entonces que era el camino del progreso y el desarrollo? Pero ¿qué decía la experiencia histórica sobre el mismo?

Lean un resumen en fomato .pdf que el propio Rivero confeccionó en su día para la revista HACER: «El Camino de la servidumbre»

No, conmigo no cuenten para este tipo de experimentos. Y usted, estimado lector, qué opina?

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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3 comentarios

  1. Este parrafo del art. es esencial pare entender lo que se plantea en el debate Estado si- estado no:
    «Obviamente, el funcionamiento de la competencia requiere , y depende, de condiciones que nunca pueden ser totalmente garantizadas por la empresa privada. La intervención estatal siempre es necesaria pero la planificación y la competencia sólo pueden combinarse cuando se planifica para la competencia, no en contra de ella».
    Haciendo un simil deportivo, es la simple constación de que la competencia deportiva no está garantizada por la simple actuación y voluntad de los contendientes dado que es evidente que los intereses deportivos de los mismos son antagónicos y que por tanto se necesita de un árbitro (Estado) cuya intervención se debe limitar a facilitar la competencia, y no en ir contra la misma.

  2. Pues en respuesta a la pregunta, creo que lo que comentas es muy cierto y que genera una sociedad idiotizada, servil y sumisa; a la que se le sustituye la libertad y la opción de crecer por el espejismo del consumo. Detesto el papel paternalista del Estado: ni son mis padres, ni yo un recién nacido.
    ¡Saludos!

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