Lo que es y lo que no es el Liberalismo.

LIBERTADDel mismo modo que hay muchos ateos estos días interesados en quién será el próximo Papa de Roma también hay muchos socialistas que se empeñan en definir lo que es  y lo que no es el Liberalismo. Recientemente he recibido el siguiente mensaje:

 

“No sé si se da cuenta, pero en el fondo tiene gracia: el liberalismo es pura fantasía. Ni siquiera la más antigua democracia del mundo es liberal: su estado es elefantiásico, lo es cada vez más, y lo es porque así lo quieren la mayoría de sus ciudadanos tras llevar más de 200 años votando. ¿Por qué?…”

 

Nos dice el autor que el liberalismo es una “pura fantasía” y que ni siquiera en la más antigua democracia del mundo (supongo que se refiere a USA) es liberal y que tiene un estado elefantiásico, y esto último es cierto, y que esto es así porque la gente lo ha votado.

Lo malo de esa argumentación es que hasta hace poco más de un siglo se podría haber dicho lo mismo de la democracia con voto universal (sin excluir a las mujeres). Y no digamos si nos retrotraemos hasta hace 300 años cuando la democracia no pasaba de ser una construcción filosófica.

La Economía es una Ciencia, la Ciencia no necesita de consensos ni de mayorías. La Ciencia no son cien científicos votando y siendo  correcta la idea que obtiene más votos, la ciencia son cien científicos en el que cada uno presenta su idea con sus argumentos y pruebas y la correcta es la idea que presenta argumentos más lógicos y pruebas más sólidas… mientras no llegue alguien con una idea mejor. Si por votaciones fuera la Tierra probablemente seguiría siendo plana.

El autor pasa a argumentar por qué el liberalismo es imposible:

“Porque el liberalismo doctrinario que ustedes defienden aquí es absurdo. No se sostiene: se contradice a sí mismo.

Mire: según su propio liberalismo, el estado no debe planificar ni intervenir en la economía jamás, porque los ciudadanos no somos borregos incapaces de tomar nuestras decisiones, sino seres inteligentes que podemos tomar las decisiones más adecuadas por nosotros mismos, en cualquier momento y para todo.”

En este blog no tenemos una postura unánime de lo que es liberalismo, aunque como es obvio compartimos unas ideas básicas, pero personalmente en absoluto comparto que el Estado no deba intervenir jamás en economía.

En cuanto a la inteligencia o preparación de la gente pues hay de todo desde borregos hasta genios, supongo que en un conjunto de población suficientemente grande habrá de todo. En cualquier caso nadie conoce mejor que uno mismo lo que quiere, ni nadie va a hacer las cosas por uno mismo. Puede que lo que a mi me parezca una tontería a otros les parezca algo muy deseable.

Pero continuemos con la argumentación del autor:

“Y entonces, una y otra vez, cuando hay elecciones nuestra decisión (inmensamente mayoritaria) es que el estado reparta y planifique en buena parte nuestra economía. ¿Cómo es posible?

Solo hay dos respuestas. Una, que la gente es mayoritariamente “tonta” y elige por error más planificación estatal en vez de más libertad económica, pero eso contradice el postulado liberal sobre la supuesta inteligencia de los ciudadanos para tomar decisiones. La otra respuesta es, obviamente, que la gente es “inteligente”, tal y como afirma el liberalismo, pero que su inteligencia le lleva a rechazar esa total libertad económica y la ausencia de planificación y reparto.”

 

Yo no presupongo que la gente sea infalible. La gente unas veces acierta y otras se equivoca, incluso los más «inteligentes». Tampoco estoy en contra de un cierto sistema de reparto.

En “Comprendiendo la Economía”  sólo propongo cuatro postulados sobre los que se debe basar cualquier sistema social. Uno de esos postulados es:

 “Todos los seres humanos cometen errores.”

Siguiendo el razonamiento del autor ¿La gente ha sido tonta durante toda la Historia hasta la llegada del Estado del bienestar? ¿O simplemente ha cometido y comete errores?

Otro de los postulados que propongo es:

 “Todo el mundo intenta conseguir lo que considera sus intereses particulares”

No creo, ni mucho menos pretendo, que la gente siempre intente conseguir un sistema liberal, puede que consideren que un sistema estatista es mejor para sus propios intereses que uno liberal y actúen en consecuencia y de hecho eso sucede en la realidad.

La gente comete errores y a veces elige la opción equivocada, otras elige el intervencionismo acertadamente porque se van a beneficiar de él y otras simplemente está mal informada.

Lo curioso es que la reiterada elección de la gente del intervencionismo estatal parece que no ha dado muy buenos resultados a la vista de la crisis que padecemos.

Los procesos sociales no se producen ni se resuelven en unos pocos años. Durante siglos en la Tierra han prevalecido regímenes autoritarios aunque con bastante consenso social, los agricultores y los artesanos llevaban su vida de subsistencia y soportaban a sus señores a cambio de que estos los defendieran de otros señores. Esta situación empezó a cambiar cuando la Ciencia introdujo mejoras en el nivel de vida y se vio que estas reformas funcionaban sobre todo en las naciones dónde más libertad había. Y la gente  defiende lo que cree que son sus propios intereses y lo de mejorar su nivel de vida y la libertad pareció coincidir con sus intereses.

En poco más de cien años (siglo XIX) los avances científicos y un proceso de liberalización y globalización de la economía mejoraron el nivel de vida de la gente de forma inimaginable hasta entonces. Pero siempre hay, y siempre va a haber, gente que piensa que las cosas funcionarían mejor sin libertad y que ellos son los que saben lo que le interesa a la gente y lo que se debe de hacer. El socialismo es precisamente la ideología de los que piensan que sin libertad las cosas funcionarían mejor y que, por supuesto, ellos saben como se deben hacer las cosas.

El intervencionismo, el Estado del bienestar, no es sino un socialismo aparentemente benévolo pero que como todos los demás no es más que un totalitarismo. Pero no quiero entrar en una discusión más profunda simplemente decir que la Historia no se ha acabado y que al contrario de lo que piensa el autor el Estado del bienestar no tiene pinta de perdurar.

Se han cometido a lo largo de la Historia enormes errores colectivos, el comunismo hace 40 años se había impuesto claramente al capitalismo y era el futuro, basta repasar lo que se decía entonces. Antes durante la gran depresión diversos sistemas socialistas se habían impuesto en USA (New Deal), Alemania (Nacionalsocialismo), Italia (Fascismo) y ya ve al final todos fracasaron. Durante el siglo pasado se han intentado toda clase de sistemas socialismos y se siguen intentando durante este.

Otro de los postulados que propongo es que:

“La gente puede cambiar sus intereses particulares.”

Por increíble que le parezca al autor la gente puede darse cuenta de que el Estado del bienestar no funciona y acabar eligiendo el liberalismo, cosas más raras se han visto. Puede que a algunos les gustase que no hubiera voces discrepantes para denunciar las mentiras sistemáticas del intervencionismo y para proponer alternativas.

Sigamos con el mensaje:

“Se elija la respuesta que se elija, se demuestra que el liberalismo que ustedes defienden aquí es absurdo, se contradice a sí mismo y siempre es rechazado cuando se aplica su gran paradigma (el “derecho a decidir”) a los ciudadanos: ellos siempre deciden que no lo quieren. Siempre. Es como el comunismo: siempre que se ofrece como posible opción es rechazado por la mayoría. Ya sabe: teorías correctas, especie equivocada. O en un lenguaje más familiar: los experimentos en casa y con gaseosa.”

Es “su» liberalismo el que es absurdo no el mío. Yo no tengo tanta confianza en la especie humana como para pensar que siempre van a elegir lo mejor, sobre todo si la inmensa mayoría han sufrido un lavado de cerebro durante toda su vida y si mucha gente se ha beneficiado y se beneficia objetivamente del Estado del bienestar.

“Eso no quiere decir que en determinados momentos, o en determinados asuntos, no sea beneficioso tomar medidas liberalizadoras. ¡Cómo no! Pero tampoco significa lo contrario en otro momento o en otro asunto. Lo difícil, y es ahí donde está la gracia del juego, es saber cuándo y dónde conviene una u otra. Pero ustedes, como los comunistas, no tienen esos problemas: con un simple renglón doctrinal solucionan los problemas del país, del mundo y de lo que se ponga por delante. Y eso, amigo mío, a estas alturas de la Historia, ya no se lo cree nadie. Bueno, algunos sí: esos 2076 ilusos de los que nos habla arriba.”

Es enternecedor lo magnánimo que se muestra concediendo y denegando libertades. Supongo que es usted el que sabe cuando conviene y no conviene conceder libertades. Yo personalmente creo que  la libertad es un derecho inalienable del ser humano y que esa libertad sólo se puede limitar cuando se usa para perjudicar a otra persona. Pero además la libertad individual beneficia a toda la sociedad aunque algunos hagan mal uso de ella perjudicándose a sí mismos. Cuando se empieza a justificar la limitación de las libertades porque los resultados no son los que les gustarían a los políticos de turno la linea con la tiranía se vuelve muy delgada. Una democracia que no tienen limitados sus poderes no es mas que la dictadura de una mayoría y a veces ni eso: es la dictadura de una minoría lo suficientemente grande.

De lo que me alegro es de que reconozca que no es precisamente el liberalismo lo que dirige el mundo, porque, créame, si de algo estoy harto es de que nos hagan culpables a los liberales de los desastres de los estatistas.

Por último, otro de los postulados que defiendo:

«Todos los seres humanos son diferentes e irrepetibles.»

No pretendo que todo el mundo piense como yo, sólo pretendo que una mayoría no me diga lo que tengo que hacer.

Arturo Taibo
Arturo Taibo

Economista. Liberal. Cansado de ver como se engaña a la gente y como se desperdician las posibilidades de desarrollo económico. Intentando que la gente aprenda un poco de Economía.

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29 comentarios

  1. Los sistemas socialistas funcionan estupendamente cuando hay riqueza que repartir. Así vemos que Noruega mantiene un nivel de estado de bienestar bastante amplio gracias a mucho petróleo poca población. Tenemos el estupendo ejemplo de Nauru, donde el comunismo triunfó hasta que se acabaron los fosfatos…

    En nuestro entorno es falaz validar el sistema en base a lo que decida una mayoría. Primero porque por definición la mayoría no da la razón más allá que la de la ley del más fuerte (menudo criterio «democrático»). Y segundo porque la mayoría ha votado para recibir más de lo que daban sin entrar a analizar que eso no es posible sin robar. Ahora que no queda nada más que robar y la burocracia dificulta la generación de nuevas fuentes de riqueza donde meter la zarpa, el sistema no funciona, esa es la crisis que tenemos.

    El liberalismo es admitir que puedes fracasar, que eso no te da derecho a nada, que tienes que trabajar para comer, que tu casa es tu reino y que no tienes derecho a meterte en asuntos ajenos en los que no has sido invitado. En el liberalismo el fin no justifica los medios, sino los medios justifican el fin…

    Lo bueno de esta crisis es que a la larga -puede que demasiado para nuestro gusto- la única salida viable es la que propone el liberalismo: trabajar y dejarse de pedir que le quiten a otro para que me lo den a mi.

    • En nuestro entorno es falaz validar el sistema en base a lo que decida una mayoría. Primero porque por definición la mayoría no da la razón más allá que la de la ley del más fuerte (menudo criterio “democrático”).

      Aquí estaré a la espera de un sistema menos malo (que no más bueno) al actual. ¿La República platónica? ¿Quién elige a los mejores si no son los mejores? ¿Como cribar a los mejores por el bien común de los dictadores (¿los criba la mayoría (dice usted que la mayoría no sirve)?)?

      Claro oiga, es que es curioso algunas posiciones aquí expuestas.
      La democracia no es demasiado buena porque el populacho no sabe qué tiene que votar (falta de conocimiento y preparación, imagino), éso sí, en cuanto el liberalismo triunfe, los mismos que no sabían que votar, gozarán de libertad y capacidad para poder actuar en base a criterios de contractualidad (¡¿estamos locos o qué?!).

      A continuación, y me repito en el quote, dice usted «la mayoría no da la razón más allá que la de la ley del más fuerte (menudo criterio “democrático”)». ¿Entonces quién da la razón? ¿Las minorías? Éso sí que es democrático según sus palabras sensu contrario.

      Si la razón la da la minoría, tenemos un problema. ¿Izquierda Unida es minoría? ¿UPyD es minoría? ¿Falange Española es minoría? ¿PLib es minoría?
      A qué minoría le damos la razón, ¿a la suya? Estoy seguro que el resto de minorías no aplaudiran esa idea.

      Métaselo en la cabeza, la elección mayoritaria es, a largo plazo, la menos mala (fíjese que no digo la más buena) de las opciones posibles.

  2. Desde mi punto de vista, la duda que no termino de dispar es la siguiente: ¿puede un Estado liberal y por tanto de tamaño reducido, tener el suficiente poder como para oponerse eficazmente a largo plazo a otros grupos adversarios (sean otros Estados, empresas, organizaciones políticas, grupos de individuos más o menos organizados, etc, etc)? Desgraciadamente no tengo claro que la respuesta pueda ser que si porque, sobre todo en épocas de crisis, casi por definición, existirán muchos colectivos cuyos intereses sean contrarios y enfrentados a los defendidos desde el sistema liberal. Dicho de otra forma: un Estado liberal reducido solo sería viable si es inmune a las crisis económicas, cosa que no veo posible. Por tanto, si la respuesta fuera no, la única solución práctica que encuentro a largo plazo como organización estatal eficaz y perdurable, es un Estado dictatorial en lo político y liberal en lo económico tipo China o Singapu: en años de vacas gordas, todos contentos (salvo los cuatro disidentes de siempre, a los que casi no es necesario ni reprimir) mientras que en años de vacas flacas todo el mundo obligado por las buenas o por las malas a hacer lo necesario para maximizar las oportunidades de salir del atolladero. En resumen, más o menos como funcionan los organismos biológicos.

    • Yo estoy convencido de que sí, y lo estoy por razones muy sólidas y con muchos números detrás. No tengo tiempo ni espacio aquí pero prometo volver sobre ello en otros post.

      • Pues a la espera quedo Mill, porque siempre me han parecido muy interesantes y atinadas tus ideas, lo cual no quier decir que las comparta al 100%.

  3. Desde luego saber lo que es el liberalismo no es fácil. De hecho parece imposible. Por lo menos leyéndole a usted, Mr Mill:

    Dice usted que es liberal y que «siempre hay, y siempre va a haber, gente que piensa que las cosas funcionarían mejor sin libertad y que ellos son los que saben lo que le interesa a la gente y lo que se debe de hacer»

    Pues sí, estoy de acuerdo: siempre los hay, y de hecho usted es uno de ellos cuando dice que «personalmente en absoluto comparto que el Estado no deba intervenir jamás en economía.» O cuando dice: «Tampoco estoy en contra de un cierto sistema de reparto»

    Pero como usted sí sabe cómo deben hacerse las cosas (o lo que es lo mismo, usted al parecer sí sabe cuándo, cuánto y cómo se coarta desde el estado esa libertad de la que habla tan pomposamente) por lo que usted mismo aparentemente se declara socialista: «El socialismo es precisamente la ideología de los que piensan que sin libertad las cosas funcionarían mejor y que, por supuesto, ellos saben como se deben hacer las cosas.»

    Y luego encima me acusa: «Es enternecedor lo magnánimo que se muestra concediendo y denegando libertades. Supongo que es usted el que sabe cuando conviene y no conviene conceder libertades.»

    En vista de lo visto, yo diría que lo sabemos los dos.

    Y para terminar, y puesto que me acusa de algo así como de repartir carnets, quisirea referirme a esa pomposa frase suya que me imagino que estará en su carnet liberal: «Yo personalmente creo que la libertad (…) sólo se puede limitar cuando se usa para perjudicar a otra persona». Es una frase vacía, sin contenido, Sr. Mill. Por ejemplo: para un comunista el derecho a la propiedad privada perjudica a las personas, así que hasta ellos la cumplen. Absurdo.

    • Utiliza, sr. Don Nadie un truco viejísimo y un debate que ya he tenido mil veces. Quiere definirme a mí mi propio concepto de liberal. Como su concepto de liberal se corresponde con un anarcocapitalista y yo no soy anarcocapitalista pues me adjudica contradicciones que sólo están en su cabeza.
      Cuando debato con anarcocapitalistas me llaman socialista y cuando debato con socialistas tengo que ser anarcocapitalista, mire usted: pues no. Tengo derecho a definir mi propia idea de liberalismo… que por otro lado coincide básicamente con el liberalismo clásico de toda la vida.

      Y mi idea, simplificando porque llevaría bastantes páginas:

      – Impuestos finalistas.
      – Gasto público limitado (max 10%)
      – Limitación endeudamiento.
      – Leyes iguales para todo el territorio.
      – Independencia judicial.
      – Limitación de leyes.

      Sobre eso se puede discutir. A lo mejor alguien propone un 11% de gasto público, vale se discute pero sobre la propiedad privada no merece la pena ni discutir porque usted puede decir que perjudica a la gente como otro puede decir que la gente que va con sombrero por la calle perjudica a la gente. Tonterías las mínimas. Y los puntos citados más arriba no son dichos al azar tienen mucha lógica y muchos números detrás.

      Saludos.

      • Limitación de leyes + mínima intervención del Estado… uff, cóctel peligroso donde los haya.

      • Se contradice usted otra vez, Sr Mill. Dice arriba «sobre la propiedad privada no merece la pena ni discutir porque usted puede decir que perjudica a la gente como otro puede decir que la gente que va con sombrero por la calle perjudica a la gente».

        Pero anteriormente usted opinaba que la propiedad privada es perjudicial cuando dice «Tampoco estoy en contra de un cierto sistema de reparto». Eso significa que usted está dispuesto a arrebatar parte de la propiedad privada de unas personas para dársela a otras, o lo que es lo mismo: respetar la propiedad privada de algunos perjudica a otros y debe usted arreglarlo. ¿Pero esto no era algo de lo que ni «vale la pena discutir»? Pues a mí me parece que es ahí donde está la madre del cordero, la «gracia» que le decía yo el otro día, pero que usted se niega a reconocerlo porque no suena liberal.

        Y por terminar, fíjese lo que nos decía: «Cuando se empieza a justificar la limitación de las libertades porque los resultados no son los que les gustarían a los políticos de turno la linea con la tiranía se vuelve muy delgada». No sé yo si la línea entre su liberalismo y el socialismo es aún más delgada…

        Qué difícil es librarse del socialismo ¿verdad? En realidad no se puede. Para conseguirlo hay que volverse anarco-capitalista, lo que es una locura. Ya se lo dije antes: el liberalismo es una fantasía. Solo podemos ser socialistas en mayor o menor grado.

        • Lo siento sr. Don Nadie pero no soy anarcocapitalista. Le aconsejo que busque un anarcocapitalista para debatir con él.

  4. Aunque estemos en el siglo XXI y a algunos nos sorprenda, lo cierto es que la inmensa mayoría no tiene nada claro que es el LIBERALISMO. Los más viejos enemigos del liberalismo, con las entidades bancarias, los bancos centrales y las empresas reguladas (agua, luz, gas, teléfono,etc,) a la cabeza tienen sus mejores y mayores aliados en las filas del socialismo.

    Para la masa el liberalismo es un concepto yu-yu, patxi-anguagua que provoca virulentas reacciones emotivas y que no les incita a preocuparse por saber lo que realmente siginifica. Es como si uno dice que el capitalismo es el sistema económico menos malo conocido aplicable a seres humanos, no ángelicales. Decir esto; aunque fuese cierto, es un error. Siempre hay que decir «economía de mercado libre verdadero sin socializacioens y adjudicaciones del «estado» a los amiguetes». A muchos las sílabas ca-pi-ta una detrás detrás de otra les producen yu-yu extremo y la posibilidad de un intercambio intelectual desparece. A menudo sucede con la palabra «liberal».

    Muchos confunden el «liberalismo» con ser pro-americano o pro-Margaret Tatcher o del Real Medrid Club de Fútbol… O dicen que el «liberalismo» ha fracasado y van y ponen como ejemplos de ese fracaso medidas super-estatistas, del socialismo puro y de la regulación total de los mercados, como las que ha producido los EE.UU. en los últimos años, p.ej. la estalización y aseguramiento de hipotecas para todo quisquí, normal que se den hipotecas basura; o la regulación por el estado de cual ha de ser el tipo de interés del dinero o del monopolio estatal de la emisión de papel-moneda de curso legal no cambiable en oro u otro activo (la última búrbuja, la actual).

    Los repetidos fallos del socialismo -especialmente en los EE.UU.- los achacan, con dos huevos, a la falta de regulación (hay que tener bemoles) estatal y a la falta de impuestos o tasas. Incluso aunque se trate de sectores mega-, híper-, ultra-, súper-regulados. Dicen que es un fallo del «liberalismo», del «libre mercado» internacional y que lo que necesitaban era más regulación. La masa se lo traga de golpe.

    Pocos ven que, una vez más y van…n+1, que son precisamente las «regulaciones» estatales (con buenísimas intenciones) obligando a dar hipotecas a todo cristo (Community Reinvestment Act) y asegurando el Estado las hipotecas dadas a todo cristo, y la titulación masiva de esas mismas hipotecas con seguros que no valían nada, y ,sobre todo y condición sine qua non siempre, el crédito y dinero barato creado de la nada por el banco central, los que acaban creando las burbujas que explotan. En España nadie ha echado las culpas a los políticos y sindicalsitas de las Cajas de Ahorros (bueno, salvo a algunas relacionadas con el PP), es más se les ha premiado con pre´jubilacioens y seguros del carallo.

    Tampoco entienden que un país, un «estado» pueda cambiar de políticas a lo largo del tiempo, haber surgido y crecido en épocas donde predominaba la libertad, la responsabildiad y la no estatalización, y que con el paso del tiempo un «estado» antes bastante liberal, lo sea cada vez menos.

    El poder y los sectores que se benefician de las ideas estatistas tienden hacia a políticas socialistas, a que el sector público asuma cada vez más. Todo siempre justificado con buenísimas intenciones por el «bien común»; aunque sea lo más ineficiente, caro e insostenible para todos. Anden ellos calientes y que se suban los impuestos más y más.

  5. ¿Te refieres a mi, Turón? Por el espacio de la pregunta, así parece. Si no es así, disculpa.

    ¿Un ejemplo de supresión inalienable de libertad por parte del grupo, sin que tenga que ver con perjudicar a otra persona? ¿Te parece adecuado el incesto, o prefieres totem y tabú? ¿Los sistemas de herencia y de patria potestad matrilineal y patrilineal? ¿Las casas de solteros polinesias? ¿Las normas alimentarias? ¿Obligar a las viudas a morir? ¿El «pater familias» que puede decidir sobre la vida y la muerte de todos los que están bajo su potestad? ¿Adorar a los dioses de la ciudad? ¿Los impuestos? ¿Una expropiación para hacer una carretera? ¿No poderle dar a un niño el cachete que se merece, porque hay progres a la vista? Creo que podría seguir toda la tarde.

    Te cuento una historia. Coges un grupo de chimpancés del zoo, y les pones un apetitoso plátano sobre una columna de madera nueva. Y cuando se acerca el primer chimpa, les pegas una ducha a todos. Repites la cosa unas cuentas veces, hasta que ves que los chimpas agreden a cualquiera que empiece a trepar por esa columna, con malas intenciones.

    Ahora vas cambiando los chimpas, uno por uno. Cada nuevo que llega, intenta subir a por el plátano, y se lleva un rapapolvo. Y él mismo participa de la bronca cuando se la montan al siguiente novato. Al final, tienes un grupo de chimpancés que ninguno ha recibido la ducha, pero todos prohíben que cualquiera se suba al palo, sin tener ni idea de por qué. Se llama cultura. El experimento se ha hecho muchas veces.

    • No me seas tramposo Plaza. Estamos en la modernidad, las historias de quemar a la viuda, que me da que perjudica a alguien, no creo que planteen dudas. Lo del cachete sólo los que no han tenido nunca un hijo piensan que muy de vez en cuando y cuando son muy críos no hay que darles un cachete. En cuanto a los impuestos que es la única cosa un poco seria que planteas es sencillo: impuestos finalistas y limite a la recaudación.

      • Estaremos en toda la modernidad que quieras, Mill, pero no somos diferentes. Solo he dado un repaso histórico, para mostrar una constante. Chimpancés, paleolítico, neolítico, Roma, Islam, revolución industrial, y lo que llamas modernidad.

        ¿Quieres hablar solo de la modernidad? Hablemos. ¿Crees que no hay una moral colectiva, con docenas de códigos de conducta? No, no lo crees, porque tienes ojos. Lo que no quieres ver es que esa moral colectiva no es otra cosa que el grupo suprimiendo (alguna) libertad, completamente ajena al caso de la libertad que se usa para perjudicar a otra persona. Lo que me parece curioso es esa idea de que el liberalismo está basado en la naturaleza humana, cuando luego prescinde por completo de toda la parte de la naturaleza humana que no le interesa. Eso sí que me parece tramposillo, la verdad.

        Me repito. Estoy convencido de que el liberalismo tiene ideas muy operativas, y muy buenas. Buenas en el sentido de hacer una sociedad más vivible. Y además me gusta, aunque es posible que sea porque no me gusta mucho la sociedad. Pero ninguna teoría social vale nada si empieza por no querer ver cómo somos. Me da la mismo que sea feminismo, el progresismo, el tradicionalismo, o el liberalismo entendido como Bien Superior. No lo es. Nada es un bien superior a nosotros mismos. A lo que somos, que es el único barro con el que se puede trabajar.

        El liberalismo entendido como una herramienta me parece entendible. Concebido como un fin, un Bien Superior, no consigo entenderlo. Ya lo siento.

        • Es que el Liberalismo es precisamente para superar esa idea de tribu con unos valores codificados por la tradición o las más de las veces por la estupidez humana.
          Tampoco se trata de abolir las culturas tradicionales o no tan tradicionales. A mi no me gustan los toros pero no entiendo que haya gente que pretenda prohibir las corridas de toros y así mil cosas. Por ejemplo a mi no me molesta que la gente hable en asturiano o bable o como lo llamen pero que no cuenten conmigo para hacerlo «oficial» que es la forma en la neolengua con que llaman a obligar.

  6. Bueno, perdón, pero yo no me he enterado muy bien de «lo que es y no es el liberalismo». Se desprende que debe ser lo contrario que el «intervencionismo estatal». Pero debe de haber grados, puesto que se puede ser liberal y explicar que «en absoluto comparto que el Estado no deba intervenir jamás en economía.»

    El argumento frente a que sea «pura fantasía» es que otras cosas que solo eran fantasía se han hecho realidad. Yo diría que eso no hace que no sea fantasía, sino que muestra que no todas las fantasías son imposibles. Y es cierto, pero no demuestra que una fantasía concreta sea posible. El caso es que no parece que haya sociedades económicamente desarrolladas y grandes, a las que los liberales puedan llamar liberales. Los pocos ejemplos que ponen suelen ser ciudades – estado que aprovechan la presencia de sociedades grandes y no liberales, y que no tendrían sentido sin ellas. Y además, tampoco son muy liberales en sentidos más allá del económico. En resumen, yo no tengo claro que no sea fantasía.

    La libertad es un derecho inalienable del ser humano. Entendido como un «deber ser» (hay ejemplos a patadas de lo contrario), puede tener algún sentido. Pero si lo contraponemos a: Suprimir (alguna) libertad es una necesidad inalienable de todo grupo, y más cuánto más grande, tendremos una máxima que no es menos cierta. Y estamos como estábamos.

    Y una cosa muy verosímil es que cuando ya hay un número suficiente de gente aprovechándose de un estado de bienestar no sostenible, simplemente van a seguir ganando votaciones para insistir en ello hasta el colapso final. No creo que se pueda descartar. Especialmente si aceptamos el postulado, en principio verosímil, de que “todo el mundo intenta conseguir lo que consideran sus intereses particulares”.

    • El problema es que la gente ni se plantea como serían las cosas con un Estado menos grande.
      .
      Si por ejemplo esos padres de las 3.000 viviendas de Sevilla tuvieran que pagar el colegio de sus hijos probablemente se volverían más exigentes pero como el Estado ya lo da todo hecho pues para qué se van a preocupar. Y si algo falla con pedir más medios, más profesores, en definitiva más gasto público…

      • Plaza yo no he dicho sólo:

        la libertad es un derecho inalienable del ser humano

        He dicho:

        creo que la libertad es un derecho inalienable del ser humano y que esa libertad sólo se puede limitar cuando se usa para perjudicar a otra persona.

        Y perdona, pero no es ni parecida una cosa a la otra.

        • Es verdad, pero no cambia nada. Era por abreviar. Mira:

          La libertad es un derecho inalienable del ser humano, y que esa libertad sólo se puede limitar cuando se usa para perjudicar a otra persona. Entendido como un “deber ser” (hay ejemplos a patadas de lo contrario), puede tener algún sentido. Pero si lo contraponemos a: Suprimir (alguna) libertad -ajena al caso de la libertad que se usa para perjudicar a otra persona- es una necesidad inalienable de todo grupo, y más cuánto más grande, tendremos una máxima que no es menos cierta. Y estamos como estábamos.

  7. El principal problema que tiene la gente con permitir un amplio margen de libertad individual frente a la imposición (que es lo que básicamente tienen en común todas las concepciones liberales), es el mismo que el que se tiene con la tenencia de armas: el miedo.

    Todo el mundo vería muy bien tener libertad para elegir todos los aspectos de su vida, porque todo el mundo se cree suficientemente capacitado para ello. Pero piensa que los demás no lo están, y le tiene pánico a que las malas elecciones de otros les perjudiquen, aunque sea de una manera genérica y abstracta. No hace mucho que discutía con una persona la posibilidad de elección del profesor por parte de los padres. Esta persona, por otra parte, bastante capacitada, me argumentaba que era un disparate que alguien de las 3000 viviendas (un barrio marginal de Sevilla) tuviera esa opción, porque significaría un desastre para sus hijos, y supongo que pensaba en un hundimiento cultural y ético de la sociedad.

    Esa ha sido la principal victoria del socialismo: incidir en el recelo al vecino, convencer a la gente que ese señor que va por la calle es tonto o malvado, y que si se le deja elegir, le perjudicará. Eso y asegurar que para eso, una minoría que controla el Estado lo hará todo para que su vida sea sencilla y tranquila, sin que tenga que preocuparse de decidir nada por sí mismo, ni de esforzarse para resolver conflictos de ningún tipo.

    En ese último aspecto, yo que soy bastante friki, me quedo con la frase de «300», cuando Jerjes le dice a Efialtes: «Leónidas es un rey cruel: te pide que te alces. Yo soy compasivo y sólo te pido que te arrodilles».

  8. El argumentario de este hombre es el de quien lo ve todo o negro o blanco, completamente equivocado porque no existe ningún sistema «puro». El liberalismo, socialismo, anarquismo, conservadurismo, etc son solo adjetivos, tendencias y posibles lineas de acción de la sociedad y los gobiernos. Con Margaret Thatcher el Reino unido tuvo una tendencia reformista de indole liberal.¿Cuando acabo Reino Unido era liberal según sus terminos?. No, era un poco más liberal simplemente.

    Una posible medida de cuanto de liberal es un país, seria medir el PIB que consume el estado y en que lo gasta. Un país que gastara un 0% sería anarquista puro, a otro que gastara el 100% seria comunista puro, socialismo y liberalismo serían los que bajasen del 50% o subieran del mismo respectivamente.

  9. Yo creo que hay cosas interesantes en ambas posturas, si desbrozamos un poco. Pero antes voy a ser (un poco) malo.

    la ciencia son cien científicos en el que cada uno presenta su idea con sus argumentos y pruebas y la correcta es la idea que presenta argumentos más lógicos y pruebas más sólidas… mientras no llegue alguien con una idea mejor.

    A mi eso me suena mucho más a filosofía.

    Luego vuelvo.

      • ¿Seguro, amigo mío? ¿Seguro que no acostumbra a presentar predicciones interesantes (difíciles), y que luego se pasan el día midiendo para ver si se confirman? Porque si es como dices tal vez podríamos ahorrarnos el CERN.

        • ¿Seguro, amigo mío? ¿Seguro que no acostumbra a presentar predicciones interesantes (difíciles), y que luego se pasan el día midiendo para ver si se confirman? Porque si es como dices tal vez podríamos ahorrarnos el CERN.

          la ciencia son cien científicos en el que cada uno presenta su idea con sus argumentos y pruebas (PREDICCIONES) y la correcta es la idea que presenta argumentos más lógicos y pruebas más sólidas (SE PASAN EL DÍA MIDIENDO PARA VER SI SE CONFIRMAN)… mientras no llegue alguien con una idea mejor

          Primero dices que tal definición -la segunda- se corresponde con filosofía -madre del empirismo, fundamento de la ciencia, por otra parte-, y luego me defines lo mismo con distintas palabras, para decirme que esa definición es la propia de la ciencia.

          Nos podríamos ahorrar muchas cosas.
          Los diccionarios por ejemplo, así no distinguiríamos entre -ciencia- teórica y -ciencia- práctica, porque cuando la teórica pasa a la práctica -porque la ciencia y la técnica nos lo permiten- deja de ser teórica -ojo, axioma propio de Gandía Shore-. Éso me lo explicaron en primero de física.

          • No, no te defino lo mismo con distintas palabras, sino algo completamente distinto. Que tú no lo entiendas no quiere decir que no sea distinto.

            Lo puedes intentar de otra forma. ¿Crees que el tipo de conocimiento y método de la filosofía es igual que el de la ciencia? Si crees que sí, crees lo contrario que la mayor parte de los que se han ocupado del problema, y deberías de poner tus razones sobre la mesa. Y además quiere decir que no sabes mucho sobre qué es la ciencia, tal y como la viene entendiendo el mundo los últimos siglos. Si crees que no son el mismo tipo de conocimiento y método, no tienes más que observar la diferencia para ver que está justamente en lo que estoy señalando.

            La filosofía no (solo) es la madre del empirismo. Es la madre de todo sistema de pensamiento racional organizado. Y al principio lo incluía todo. Cualquier conocimiento organizado que pudiera ser explicado racionalmente. Hasta el siglo XVII, lo que hoy llamamos «ciencias duras» se llamaba filosofía natural. No distinguían entre filosofía y ciencia. Hoy no es así, porque hay quien ha llegado a comprender que tienen una diferencia fundamental. La ciencia también es un conocimiento racional organizado, pero puede hacer explicaciones y predicciones comprobables sobre el universo, o partes de él. La física teórica puede hacer un modelo matemático (teoría) sin acercarse jamás a un laboratorio ni medición. Aunque normalmente sí usará mediciones que ya han hecho otros. Pero su producto es comprobable (al menos hipotéticamente) en el laboratorio o en la realidad. Y si la teoría producida por el físico teórico no es falsable, no es una teoría científica. Por mucho que la haya hecho un científico y con herramientas matemáticas. Probablemente, filosofía sí sería un término adecuado para ese producto.

            Fíjate la chorrada: Porque cuando la teórica pasa a la práctica -porque la ciencia y la técnica nos lo permiten- deja de ser teórica.

            ¿Y qué? Eso, o parte de una asunción falsa, o bien se está refiriendo a teoría científica (que es el caso). Porque habla de teoría susceptible de dejar de serlo – por pasar a ser práctica. Pero no toda teoría está en ese caso. Por ejemplo, la teoría filosófica. Un conocimiento (muy superficial) de la historia de la filosofía y de la historia de la ciencia, te habrían hecho darte cuenta.

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