Los ‘windfall profits’ no existen

Ya hemos comentado muchas veces en esta columna cómo funciona el mercado mayorista de electricidad en España, pero ha de reconocerse que no es cosa baladí ni trivial. Esa complejidad resulta ser un terreno especialmente abonado para la cosecha de intereses creados y teorías falaces que no aguantan un mínimo análisis. El de los windfall profits es otro de esos argumentos falsos que suelen utilizar los que abogan por la intervención total del mercado eléctrico y la expropiación de ganancias legítimas a ciertas tecnologías de producción.

Hay muchos grupos de presión, desde empresas privadas hasta grupos ecologistas, que esgrimen que las centrales nucleares e hidráulicas tienen beneficios «caídos del cielo», eso es lo que significa windfall profits. ¿Y por qué dicen esto? Pues, fundamentalmente, porque no entienden cómo funciona el mercado eléctrico ni la forma de ofertar de las distintas tecnologías en el mismo. La cosa, sin embargo, no es tan complicada. Imagine que cultiva usted patatas y, tras la cosecha, acude a un mercado donde tiene lugar una subasta en la que distintos agricultores venden las patatas. El funcionamiento de este mercado es tal que, independientemente del precio al que usted oferte sus patatas, siempre recibirá el mismo importe por ellas: el precio del último kilogramo de patatas que se venda. Si usted ha ofertado por debajo de ese precio, venderá sus patatas. Si ha ofertado por encima de ese precio, no las venderá y se volverá a casa con las patatas.

Imagine ahora que usted no quiere volver a casa con sus patatas y quiere estar totalmente seguro de que las va a vender, por ejemplo porque el camión del transporte de vuelta es muy caro. ¿A qué precio las ofertaría? La cosa está clara: las ofertaría a cero euros, las ofertaría gratis. De este modo es seguro que las vende y, teniendo en cuenta el funcionamiento del mercado, usted recibirá por sus patatas el precio de las últimas que se hayan vendido. Ahora bien, y aquí está el matiz clave, el que usted oferte sus patatas a cero no significa que le cueste cero producirlas. La producción le cuesta una cantidad significativa de dinero, pero las oferta gratis porque su coste de oportunidad es muy bajo. Esto quiere decir que, una vez que las patatas han sido cosechadas, o las vende o las tendrá que tirar. Y es mejor venderlas, aunque el precio obtenido sea muy bajo, ya que al menos recuperará algo de su inversión.

Y aquí viene la trampa. Como usted oferta las patatas a cero, algunos interesados dirán que usted produce las patatas casi gratis, que sus costes de producción son muy pequeños y que, por tanto, cuando a usted le pagan las patatas al precio marginal está recibiendo beneficios exorbitantes, beneficios inmerecidos, beneficios caídos del cielo, windfall profits. Pero todo es mentira. Usted no tiene unos costes de producción bajos, usted lo que tiene son unos costes de oportunidad bajos, que no es ni parecido. Usted lo que quiere es deshacerse de las patatas como sea y les baja el precio todo lo posible.

En el mercado eléctrico sucede lo mismo. Una central nuclear, por ejemplo, tiene un coste de oportunidad muy bajo porque sus costes de combustible son pequeños. Una central de gas, en cambio, tiene unos costes de oportunidad muy altos porque el precio del gas puede alcanzar el 70% del coste de operación de la central. Si el gas está muy caro, la central puede preferir no arrancar. A una nuclear, en cambio, siempre le merece la pena estar arrancada porque el coste del combustible no llega al 5% del total. Por eso las nucleares y las hidráulicas ofertan a cero, porque sus costes de oportunidad son muy bajos, no porque sus costes de producción lo sean. De hecho, en una central nuclear hay otros costes que son muy elevados, como la inversión en seguridad y equipos o la amortización del capital. Es decir, el coste total de producir electricidad con una central nuclear dista mucho de ser cero (de hecho es bastante cercano al del carbón).

¿Y si el mercado fuera diferente? ¿Y si a cada tecnología se le pagara el precio al que ha ofertado? Esto significaría cambiar un mercado marginalista por un mercado pay-as-bid. De acuerdo, aceptamos la moción, hagámoslo. ¿Qué pasaría entonces? Es muy sencillo ¿Qué hacen todos ustedes cuando quieren vender un piso, un coche o una cámara fotográfica de segunda mano? Miran a ver cómo está el mercado, estudian los anuncios en internet e intentan estimar un precio por el cual alguien en el mercado estaría dispuesto a comprar su casa o su coche. Es decir, intentan adivinar cuál es el precio marginal del mercado de casas, coches o cámaras.

En el mercado eléctrico pasaría exactamente lo mismo. Todas las centrales tratarían de adivinar a cuánto se iba a vender ese día el kWh marginal y todos tratarían de ofertar un poquito por debajo de ese precio. Es decir, las centrales nucleares ya no ofertarían a cero sino a un margen por debajo de lo que ellas creyeran que fuera a ser el precio marginal de ese día. Pues bien, la teoría económica nos dice que si hacemos esto, el precio resultante será prácticamente idéntico al de un mercado marginalista. Si cambiamos de modelo de mercado, el precio será el mismo. Por tanto, los windfall profits no existen ni son un artificio del mercado eléctrico para robarnos el dinero. Esto es tan cierto, de hecho, que hoy mismo los propietarios de la central nuclear de Santa María de Garoña han emitido un comunicado en el que renuncian a continuar con la explotación de la misma porque dejará de ser rentable si el Gobierno aprueba la subida de impuestos a las nucleares. ¿Dónde están los windfall profitssi la central dará pérdidas?

El mercado mayorista español de electricidad tiene como resultado uno de los kWh más baratos de Europa. En los cinco primeros meses de este año el mercado arrojó un precio de 48€ cada MWh mientras en nuestras casas lo estábamos pagando, con todo incluido, a más de 200€. ¿De dónde proviene la diferencia? El origen del drama eléctrico español no está en el mercado, no se equivoquen de sitio a la hora de hacer la caza de brujas.

Nota edición: artículo publicado originariamente en Libre Mercado.
Manuel Fernández Ordoñez
Manuel Fernández Ordoñez
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12 comentarios

  1. ¡Ah!, se me olvidaba. La liberalización del mercado eléctrico llevada a cabo en España a partir de 1997, permitió una reducción de las tarifas de un 40% en términos reales. Luego es mentira que con el «sistema público estábamos mejor».

  2. Comprendido, don Manuel. Ahora sólo falta que nos explique los costes desde los 48 euritos generados hasta los 200 declarados. No vale la excusa de las renovables, que solo explica una parte (pequeña) del problema.

    • Impuestos, peajes y costes de distribución y comercialización. De hecho, aproximadamente la mitad del precio final de la electricidad son impuestos y subvenciones.

      En cuanto a que las subvenciones a las energías renovables sólo son una pequeña contribución, puede ser, ya que son más o menos equivalentes al déficit tarifario. O no, dado que el déficit tarifario incluye otros conceptos como las ayudas al carbón y la compensación por insularidad.

      Por último, recordar que la mayor parte del déficit tarifario es financiado por las grandes compañías eléctricas.

    • Se me olvidaba decir que el precio final de la electricidad doméstica (la gran mayoría de las viviendas se suministran a tarifa) es establecida por Orden Ministerial.

    • No deja de ser curioso que lo más caro de la tarifa eléctrica sea el transporte, la distribución y la comercialización, con una red eléctrica más que amortizada. Es todo un misterio y no ayuda a calmar a los millones de ciudadanos que tienen que pagar una factura eléctrica que no deja de subir.

      A las grandes eléctricas les compensa generar barato, porque luego van a vender caro al consumidor final. Al gobierno todos los costes declarados, le parecen bien. A los ciudadanos, que han de sufrir una de las facturas eléctricas más caras de Europa, les parece mal.

      Conclusión: con el sistema público estábamos mejor. No había libre mercado, las tarifas las fijaba el gobierno y los ciudadanos teníamos la boca cerrada.

      Ahora no hay libre mercado, hay cuatro actores que dominan el mercado,las tarifas las sigue fijando el gobierno a gusto de los mismos, los sobrecostes son generalizados, los activos se han perdido y encima nos dicen que todavía les debemos pasta (y mucha). Para echarse a llorar… (a no ser que trabajes para una gran eléctrica)

      • Ha oido hablar usted de mas perdidas en linea? Cuantos kilovatios hay que producir para que llegue uno a su casa?

    • Me da vergüenza ajena tener que explicarte qué es el IVA, el IEE y los peajes, sobre todo porque sospecho que ya sabes lo que son. Así que no voy a explicártelo.

      Si quieres, puedes seguir con tu discursito de que las grandes eléctricas nos roban. Te comento. Desde hace más de un año, IBERDROLA incluye en sus facturas un gráfico dividiendo el importe de la factura entre 1) impuestos, recargos y otros conceptos, y 2) costes suministro eléctrico. De forma sistemática, el importe de la factura se divide aproximadamente a partes iguales entre ambos conceptos. Sólo cabe decir que creo que los peajes están incluidos en el número 1.

      Tampoco te voy a dar clases sobre qué es la amortización. Si quieres, ve a una clase de contabilidad.

      Si quieres libre mercado, sólo tienes que renunciar a tu contrato de tarifa. No es obligatorio contratar a tarifa. Hay unas 25 comercializadoras.

      En estos momentos, el gran problema del sector eléctrico español no es el precio de la electricidad, sino el déficit tarifario, y el elemento más importante del déficit tarifario son las subvenciones a las energías renovables.

      Hay algo que me entra en la cabeza: supongamos que las grandes eléctricas me roban. ¿Por qué no exigir que me lo devuelvan a mí? ¿Por qué exigir que, en su lugar, se subvencionen las renovables?

      Esa mentalidad del cambalache llevará a España a la ruina.

  3. Hablando de patatas y otras cosas primitivas y originarias como el tubérculo, pienso que quizás un día de estos pueda Sefuela darnos una lección magistral sobre commodities.

  4. Eso de las patatas me trae a la mente precisamente a las patatas. Otros beneficios caídos del cielo son los de los intermediarios entre el agricultor que cultiva la patata y el cliente final que compra en el supermercado. El precio de la patata ¡se multiplica por un huevo! Así que toca tomar patatas con huevos fritos a precio de escándalo. Nadie entiende que es un bien perecedero, que se transporta, que se almacena, etc. Pero en fin, ya que hablamos de la energía eléctrica generada por centrales térmicas, de ciclo combinado, hidráulicas y nucleares y no de la quimica generada por el proceso digestivo en nuestros organismos, diré que en circunstancias ideales el precio es igual al coste de oportunidad, y que si hubiera windfall profits en un negocio, sea de distribución eléctrica o alimentaria, siempre el mercado -si no media impedimento gubernamental o de otra índole de fuerza mayor- se encargaría de arbitrar semejante arbitrariedad. Y poco más puedo decir, aparte de que el artículo es excelente.

    • Si los malvados intermediarios ganasen tanto dinero porque los banqueros, editores de programas informaticos o dueńos de compańias petroliferas no venden sus negocios para ponerse de intermediarios en productos alimenticios? Pues porque en realidad no ganan tanto.

      Y es que la gente o no entiende nada sobre la formacion de precios o es victima de demagogos que lo entienden muy bién pero que manipulan con fines politicos (me acuerdo de una pelicula de un realizador franncés comunista de los ańos treinta o sea cuando Stalin que era un monumento de manipulacion).

      Tomemos un kilo de tomates espańoles pagados a un euro el kilo. Llevemoslo a la ciudad El transporte no es un precio multiplicativo sino aditivo: cuesta lo mismo transportar un kilo de tomates que un kilo de oro (en realidad si no fuese por la necesidad de una escolta el kilo de oro es mas barato de transportar que el de una mercancia fragil y perecedera como el tomate). Supongamos que el salario del camionero, la gasolina y el desgaste del camion son dos euros por kilo de mercancia. El precio del kilo de oro pasa de tropescientos mil a tropecientos mil y dos. El precio del kilo de tomates pasa de uno a tres euros el kilo. Y eso sin que el transportista haya ganado un centimo. Despues ya sea en el camion o en la tienda la mitad de los tomates se echan a perder. O sea que hacen falta dos kilos de esos tomates a tres euros para poner un kilo en la cesta del consumidor. Lo cual quiere decir que no es posible venderlos por menos de seis euros. Oye, el precio se ha multiplicado por seis pese a que ningun malvado intermediario ha ganado un centimo! Y todavia no hemos llegado a la tienda. Aqui lo que entra en juego es una division: los gastos del dueñ de la tienda divididos por la cantidad que ve,nde y el resultado viene a ańtildeisre a nuestro precio de seix euros. Al ser el precio unitario relativamente bajo el efecto va a será «demoledor». Supongamos que el dueñ o se ha fijado un minimo vital de mil euros a los que hay que ańadir otros mil por alquiler, gastos para aprovisionarse en tomates, seguros sociales, etc. Y que vende quinientos kilos de tomates al més. O sea que tiene que añadir cuatro euros el kilo a los seis mencionados. O sea que no puede vender su tomates por debajop de los diez euros el kilo. O sea que apesar de que tenemos un transportista que ha acceptado no ganr un centimo y un verdulero que accepta levantarse a las cuatro de la mańana para terminar mileurista pues el precio se ha multipmicado por diez! Donde está el ladrón? En realidad no lo hay: el, ladron esta en que ls costos no multiplican sino que ańaden y en bienes de escaso valor unitario el precio minimo al que es posible ve,nderlos, en seguida se dispara.

      La otra observacion es que si vives en Siberia Oriental en vez de quejarte porque los tomates espñoles cuestan un huevo harias mejor en renunciar a los tomates sean o no espańoles y comer productos de regiones mas proximas los cuales no solo estaran menos gravados por el transporte sino que una menor proporcion se estropeara entre la huerta y tu cesta.

  5. Perdone pero el razonamiento economico no se sostiene: si usted ofrece sus patatas por cero euros usted no va a recibir el precio del mercado sino que habra listos que se las comparan a cero euros y usted se volvera casa con los bolsillos vacios.

    El mecanismo que usted describe se aplica a mercados en diferido como el mercado de valores que es un mercado en el que usted instruye a su agente para que venda sus acciones siempre que el precio sea al menos de X euros (también puede instruirle para que venda al precio que sea o sea que el minimo es cero o que compre al precio que sea: teoricamente el infinito). La bolsa efectua una comparacion entre las ofertas y las demandas clasificadas en orden ascendente y descendente respectivamente (las ventas y compras «al precio que sea» tienen prioridad) para establecer un precio en el que compras y ventas tienen un volumen igual. Los que han acceptado vender a ese precio o menos reciben ese precio. Los que han acceptado de comprar por ese precio o mas pagan ese precio. Los que no han acceptado ni compran ni venden. Observe como es la naturaleza «‘diferida» la que hace que los compradores no se agolpen en torno al «tonto» que vende a cualquier precio y que en un mercado en directo este estaria subiendo sus precios hasta que empezasen a ir al de al lado.. También que en un mercado en diferido las ventas «a cualquier precio» son mas bien: «la accion se esta cotizando a 2 euros, tengo prisa y no quiero fijar un precio minimo arriesgandome a no venderlas pero pienso que por muy mal que vayan las cosas se venderan a 1 euro cincuenta», es decir que en un mercado en directo el vendedor nunca las habria propuesto por cero euros.

    En cuanto al precio minimo, creo que el mezclar costes de oportunidad (que son lo que usted ganaria ejerciendo otra actividad), costes marginales y costes variable solo enturbia las cosas. Una epresa puede acceptar por cierto tiempo de vnder por debajo del coste de produccion siempre que el precio sea superior al coste variable ya que reduce la perdida respecto a dejar sus maquinas paradas. Pero si el precio es inferior al coste variable entonces producir solo aumenta las perdidas. El coste marginal interviene para determinar el volumen de produccion (en el caso de que sea crecinte desde la primera unidad entonces el el coste de la primera unidad el que determina si producimo o nó)

    • «Si usted ofrece sus patatas por cero euros usted no va a recibir el precio del mercado sino que habra listos que se las comparan a cero euros y usted se volvera casa con los bolsillos vacios.»

      Si el mercado es marginalista, no. Otra cosa es que TODOS los productores oferten a cero, entonces sí. Eso pasa en el mercado eléctrico algunas horas al año. Si la demanda se cubre totalmente con oferentes a precio cero, el valor resultante del mercado será cero. De hecho, las nucleares regalan la energía ciertas horas del año.

      La lonja del pescado funciona de este modo. Es marginalista.

      Si el mercado no fuera marginalista, obviamente, no ofertaré a precio cero. Lo haré un poco por debajo de mi estimación del marginal. Eso es lo que se dice en el artículo.

      Saludos.

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