Jessica Springsteen y los que nunca pensaron que la crisis les afectaría a ellos.

 

La niña de sus ojos.

En mi juventud fui fan incondicional de Bruce Springsteen. Su sonido rock & roll sin complicaciones y su temática sobre el yanki de la clase media y trabajadora me encantaban.

Con los años la calidad de la música del Boss fue descendiendo (en mi opinión) a medida que su radicalización política iba en aumento.

Los últimos discos que compré fueron «Lucky town» y «Human Touch» (que sacó al mismo tiempo en vez de sacar un disco doble) a partir de ahí creo que ya no aportó nada que mereciera la pena.

Bruce Springteen se comprometió en la campaña de Barak Obama en 2008, y también apoya diversas causas: antinucleares, anticorporaciones, occupy Wall Street …

Pero Bruce también es multimillonario, no en vano ha vendido 200 millones de discos, ha hecho tropecientas giras mundiales y tiene casi cincuenta (50) años de carrera encima.

Y Bruce Springsteen también es padre, y ¿qué padre multimillonario le negaría un capricho a su hija, a la niña de sus ojos?  Y si la niña le gusta la equitación pues se le compra una finquita de un kilómetro cuadrado y con unos cuantos establos y caballos claro. Encima a Jessica Springsteen no se le da mal la cosa de los caballos.

Bruce Springsteen nació en una familia de clase media baja. Su padre era conductor de autobús y su madre secretaria. Empezó de cero tocando en garitos de New Jersey a los 16 años y con una guitarra que compró con un préstamo de $ 60 de la época.

Es la clásica historia de éxito capitalista: de cero al superexito trabajando duro. Pero Bruce es anticapitalista… es lo que mola.

Hay muchos como él, por eso no debe sorprendernos todo lo anterior.

Ser músico no te da necesariamente conocimientos de teoría económica, pero seguro que the Boss tiene un ejército de abogados y expertos financieros para asesorarle en como manejar sus dineros y quién sabe si parte de su fortuna no está en un paraíso fiscal como Delaware tan cercano a su New Jersey natal.
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Los que pensaron que nunca les afectaría la crisis.

Hay gente que pensó que a ellos nunca les afectaría la crisis, si no es imposible entender como siete millones de personas votaron al PSOE en las últimas elecciones.

Por ejemplo los trabajadores del SESPA (Servicio de Salud del Principado de Asturias) que ahora protestan airadamente porque les aumentan la jornada laboral de 35 horas a 37,5 horas. Aunque en realidad es todo una mascarada, los trabajadores del SESPA desde los cirujanos a las administrativas ya trabajaban 37,5 horas, lo que pasa es que las 2,5 horas semanales, diez horitas al mes,  las cobraban como horas extras. Ahora tendrán que trabajar lo mismo que antes… pero cobrando menos.

Pero los funcionarios parece que prefieren que se hunda el barco antes de que la crisis les afecte a ellos. Y si no vean lo que dice la presidenta de la Junta de personal del HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias), María José Fernández, que instó a sus compañeros a

«dejar de trabajar como chinos y hacerlo por la cuantía que nos pagan. Trabajamos a ritmo de orquesta, pero se tienen que enterar de que la orquesta se ha quedado muda».

Tampoco es nada nuevo. No hay más que leer a los presuntos funcionarios en los foros de internet:

«Yo me pasé años preparando unas oposiciones durísimas mientras otros ganaban 3.000 € al mes colocando ladrillos y ahora tengo derecho a…»

 

Nadie pensaría, viendo a los funcionarios en su trabajo, que «trabajan como chinos» pero ellos deben de creer que por sacar unas oposiciones ya tienen derecho a un sueldo y que si encima tienen que trabajar que les paguen otro.
De momento a los únicos funcionarios que he visto pasarse al sector privado es a los inspectores de Hacienda (y manteniendo la plaza en la excedencia).

Pero no son  los funcionarios, también los de educación, y los mineros los únicos  que se niegan a ver que estamos ante el fin de una época.

También están los trabajadores de Tyssenkrupp en Asturias que creen que una subida del 3,5 % de sus salarios es lo «justo». Con la que está cayendo y pidiendo subidas por encima de la inflación.

Los trabajadores de Duro Felguera que aún no han entendido que en un mercado global no son competitivos.

«Hay otras actividades que, por mucho que queramos no llegamos; estamos fuera de un mercado que se ha globalizado para todo el mundo»

Y finalmente los trabajadores de Arcelor Mittal que se enfrentan a un duro plan de ajuste. Y encima la electricidad se la vamos a tener que pagar nosotros a la multinacional.

Ahora que toda la aristocracia obrera siente la crisis es cuando toca «movilizarse». Y encima en las próximas elecciones votarán al PSOE o a IU.¿Aprenderemos alguna vez?

Cuanto más tiempo pase sin hacerse un cambio radical en la política económica más nos endeudaremos y más intereses tendremos que pagar. Si este año nos endeudamos en otros 70.000 M€, al 4 % de interés, son 2.800 M€ más de intereses al año… y será necesario otro recorte.

Es necesaria una deflación, ¿Se lo he dicho alguna vez? Pero el gobierno parece que quiere lo contrario subiendo el IVA.

 

 

 

Arturo Taibo
Arturo Taibo

Economista. Liberal. Cansado de ver como se engaña a la gente y como se desperdician las posibilidades de desarrollo económico. Intentando que la gente aprenda un poco de Economía.

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6 comentarios

  1. A proposito de Springsteen me gustó «The Rising» sobre los atentados del 11-S pero los millonarios progres que no sueltan un centimo para los necesitados me producen asco.

  2. Hola Mill. Estoy de acuerdo en la esencia de la entrada, pero creo que los tempos son importantes aquí. Estoy plenamente convencido que «ganar» una posición no te debe dar derecho a percibir un sueldo a cambio del cumplimiento de un horario, independientemente de tu producción. Es absurdo pero es lo que ahora hay, y la gente que ahora disfruta de esa gran ventaja, entró en la administración bajo ese acuerdo, y además la gran mayoría de ellos son mileuristas y los recortes les tocan muy directamente el bolsillo. Por eso pienso que la evolución a un sistema de función pública en el que esa garantía de estabilidad laboral esté vinculada a la producción y otros criterios de calidad, debe ser un proceso escalonado y no a golpe de decreto ley.

    Y luego deberíamos abrir también el melón de los «funcionarios» de la privada, que son casi de una especie aún más degradada si cabe. Gente con más de veinte años en la empresa y a los que despedir cuesta casi más que cerrar la empresa y mandar a tomar viento el negocio. Los hay a patadas, gente que se saben con la sartén por el mango, y vegetan en la empresa a jornada completa, y que están en una posición que incluso en el improbable caso de despido (con suculenta indemnización, dos años de paro y otros dos de subsidios varios) no sería una catástrofe vital definitiva. Y de estos casi no se habla.

    En resumidas cuentas, de acuerdo que debemos afrontar un cambio de paradigma económico y laboral, pero debemos ser equilibrados en el reparto de las cargas y en los tiempos de aplicación. Si no puede ser peor el remedio que la enfermedad.

      • Lo siento Eclectikus pero con el rollo de

        » … afrontar un cambio de paradigma económico y laboral, pero debemos ser equilibrados en el reparto de las cargas y en los tiempos de aplicación. Si no puede ser peor el remedio que la enfermedad.»

        llevamos décadas.

        En el 95 ya estábamos muertos y enterrados pero seguimos adelante con el sistema de la patada hacia adelante o el que venga detrás que arree.

        Después de que Felipe González endeudase España en 500.000 M€ de la época (medio billón de euros o 83 billones de pesetas) el equipo de Aznar Rato liquidó todo el sector público estatal desde bancos a petroleras y con la entrada en el euro y el desplome artificial de los tipos de interés dejó encarrilada la burbuja.

        Luego llegó Zapatero y si Aznar no hizo las reformas necesarias ZP se dedicó a la más delirante carrera de despilfarros secundado por las autonomías.

        ¿Cambiar el paradigma económico? ¡¡¡Si estabamos en la Champions League!!!

        Y llega la crisis y aquí nadie ni en el gobierno ni en la oposición quiso cambiar el paradigma todo lo más un parche aquí y otro allá.

        De verdad se que soy pesado y aburro y se que puedo parecer un pesimista pero estamos cayendo por el abismo, podemos agarrarnos a una de esas ramas que crecen en los acantilados pero si no el panorama es sencillo: nadie quiere renunciar a su statu quo ni volver a condiciones de la «época franquista» como se ha oído por ahí y se producirán disturbios, huelgas, manifestaciones y la inversión extranjera huirá despavorida y nadie nos prestará dinero si no es a un interés imposible y esos intereses exigirán nuevos recotes o más impuestos y aumentará el numero de parados y se producirá la secesión del País Vasco y de Cataluña y será imposible pagar a autonomías como la Andaluza o la Valenciana y faltarán medicamentos y los médicos y los profesores irán a huelgas indefinidas y nadie invertirá un duro por puro miedo y los bancos no podrán refinanciar los cientos de miles de millones de euros que deben al BCE… finalmente el Estado colapsará.

        Y en esa situación dices que el remedio puede ser peor que la enfermedad!!!

        Tenemos un cáncer terminal, fase 3, extendido por todo el cuerpo… ¿Puede ser peor el remedio?

        Saludos.

        • Jodó, asusta Mill 🙂 A mi me sale la vena pesimista con los optimistas, y la vena optimista con los pesimistas, pero la verdad es que en la intimidad pienso también que el panorama pinta mal, muy mal… Pero me consuela pensar que podría y puede ser peor, solo hace falta pensar en un cambio de gobierno en el que un Rubalcaba (o Chacón, o Tomás Gómez) estén a la cabeza del ejecutivo… su primera medida sería comerse las ramas esas de los acantilados, así que de momento «disfrutemos» de los asideros que nos quedan, y tengamos fe en que aguanten hasta que espabilen los políticos (o vengan otros con ideas nuevas). En el 94 había cierto margen, hoy ya no.

  3. Y llegado el momento, empezarán los que jalean que la deuda es «ilegítima» y propondrán su repudio, cuando no directamente la vuelta a la peseta en medio del mayor de los populismo, si es que no lo están haciendo ya. Algunos piensan que las impresoras de billetes arreglan todos los problemas económicos.

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