Informes becarios. Digo… bancarios

No se asusten. Aunque voy a criticar dúramente los informes publicados ayer sobre las necesidades de recapitalización de la banca española, creo que han cumplido su función. Han dado la excusa a unos mercados financieros, aburridos de malas noticias, para que se calmen un poco.

Nos han salido baratos, baratos. Un millón de euros cada informe de poco más de 30 páginas. Un mes de trabajo de dos consultoras. Cualquiera que haya trabajado con consultoras de este tipo, y haya pedido un informe de similar repercusión, sabe lo que significa en términos de recursos utilizados: Cuatro becarios y un socio supervisor, más gastos de desplazamiento, papelería, manutención, etc…

Con esos antecedentes, es perfectamente entendible que hayan cometido dos errores de bulto. El primero que ni se han molestado en pisar un banco. Han cogido los datos que les ha dado Banco de España.  En el disclaimer de una de ellas dice claramente que ni han comprobado ni han intentado comprobar los datos con los que han trabajado.

Respeto tremendamente el trabajo de los inspectores de Banco de España, y conozco cómo trabajan. Desde luego, no se fían de los datos que les proporcionan ni la cuarta parte de lo que han hecho estas cojoconsultoras.

El segundo es que trabajan con datos agregados, cuando casi todo el problema está en una parte del sistema. De esta forma, aunque citan que una parte del sistema estará libre de recapitalizaciones, el trabajo con datos agregados (que citan explícitamente), lleva a infravalorar las estimaciones de recapitalización.

Esto es así porque las necesidades de capitalización provienen de pérdidas latentes, que pueden ser compensadas con reservas o beneficios no distribuídos, pero de la misma entidad. Los beneficios del Santander no compensarán pérdidas de Bankia.

Hay dos errores más. Estos, esperables y «perdonables»:

– Unas proyecciones bursátiles y macroeconómicas tremendamente optimistas. Prevén que la Bolsa suba un 25% hasta fin de año, lo que se oculta tras decir que bajará un 12% este año. Si tenemos en cuenta que ya ha caído alrededor de un 30%, necesitaremos una impresionante subida para que se cumpla ese escenario.  Esto es entendible tan sólo porque nadie se atreve a probar escenarios extremos. Un descenso del 12% es bastante agresivo en condiciones normales, pero mirar dónde estamos ahora mismo no debería haber sido mala idea.

Un stress test con escenarios conservadores tiene para mí poca validez. El escenario de crecimiento es posible tras los anuncios de la cumbre de hoy http://tinyurl.com/7kz8cvu , pero optimista frente a un descenso del PIB que podía haber llegado al 4% este año, o el próximo.

– Un segundo error es el de basarse en series históricas de los últimos 30 años para prever fallidos, cuando las circunstancias han cambiado, y también la estructura de los sectores productivos. (Y no creo que los becarios tengan que ver con el IPCC)

Así que las necesidades de recpaitalización no son 12.000- 62.000 millones. Partamos de los entre 110.000 y 190.000 millones de posibles pérdidas globales que se desprende de cifras escritas en letra pequeña. Digamos que unos 40-50-000 los aborberán los bancos «sanos» y otros 20.000 serán con cargo a beneficios futuros y reservas ya constituídas de las cajas. Es mucho más razonable que estimemos las necesidades de recapitalización entre 50.000 y 130.000 millones, según el escenario en los próximos 3-4 años. Duro, pero asumible.

Aunque lo más probable es que nadie se lea el informe de forma crítica y cuele directamente.

Los informes:

http://estaticos.elmundo.es/documentos/2012/06/21/rolandberger.pdf

http://estaticos.elmundo.es/documentos/2012/06/21/wyman.pdf

Siempre hay que tener un poco de fé en la incapacidad de los banqueros de inversión para tragarse demasiados informes. No creo que ninguno le dedique más tiempo del que le he dedicado yo. El disclaimer no lo van a mirar, por lo que pueden tomar los datos como buenos. Irán al resultado y no se van a parar a pensar en los detalles.

El mercado tiene un importante componente psicológico y de confianza. Estamos todos aburridos de escuchar malas noticias, y deseando que salga una buena. No importan los detalles.

Yo peco de excesivamente puntilloso para los mercados financieros. Ninguno, de los que tomarán decisiones basadas en estos informes, va a dedicar más de 10 minutos a su lectura. Ya estamos saturados de informes sobre lo mismo. Así que soy optimista sobre sus efectos.

Otro enfoque sobre el informe. También tremendamente crítico, por motivos diferentes.. http://tinyurl.com/cghzxs3 . Será interesante ver lo que cuenta Daniel Lacalle sobre el perticular este fin de semana.

Sefuela
Sefuela

Analista financiero. Economista. Buceando en los mercados financieros desde principios de los 80.
Se de lo que hablo y procuro hablar sólo de lo que se. Al menos, en el blog. En Twitter puedo expresar opiniones puramente personales sobre otros temas.

Artículos anteriores a mi etapa en DEE pueden verse aquí http://plazamoyua.com/category/sefuela/

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2 comentarios

  1. Creo que esto es una gran noticia. Lacalle ha sacado exactamente las conclusiones que esperaba que sacasen los traders serios http://tinyurl.com/74k8m4t .
    Le tengo por un trader con un mayor componente de análisis serio que la media. Al leer su comentario, tengo la impresión de que le ha pasado lo que a mí: Ha sido incapaz de aguantar más de diez minutos de lectura de los informes.
    Y si, ni él ni yo lo hacemos, casi nadie va a leer más de esos diez minutos. Así que las conclusiones van a ser exactamente las que convienen (aunque no tengo muy claro que el gobierno supiera que estaba buscando eso): Alguien de fuera corrobora que aquí no tenemos montado el caos, sino que las necesidades de capitalización son limitadas y asumibles.
    Incluso en el peor de los escenarios manejados (y con la idea profunda en las mentes de los traders de que la verdad superará a estas previsiones en 20.000 millones) se puede manejar el problema.
    La realidad que venga dentro de tres años importa bastante poco. Ahora mismo importan las sensaciones, y estas son de que las cosas no están tan mal como podían estar. Supone un importantísimo respiro. Y cambiar esta nueva idea requeriría enfrentarnos a nuevos datos realmente negativos, que no son de esperar, al menos, en un par de meses.

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