Cinespañol:The End

Eso dicen en el periódico neoliberal (risas) El Mundo. La cuestión es si necesitábamos algo llamado cinespañol en estepaís llamado expaña (si, en minúscula y con x)  ¡Que pena!

Los acreedores no se fían de nosotros y la bolsa cae en picado, pero a algunos todavía les preocupa la supervivencia de esa especie llamada cinespañol, que no se extinga, que se le insufle aire de subvención para que siga la fiesta de las mismas caras de siempre vendiendo los mismos contravalores de siempre o copiando, en ocasiones, incluso el tipo de cine que se hace y hacía en la industria americana, de la que, es obvio, nos queremos distinguir, al crear un producto nacional. Pero esto no es una nación, y los que quieren dinero para lo cinespañólico, o no se sienten españoles (por universalistas socialistas o nacionalistas provincianos) o sienten que ser español es todo menos defender la idea de nación, quejarse de la guerra de Irak y no de ETA. Dicen defender la cultura, se erigen en sus padrinos. Pero no son más que una subcultura de mendigos vestidos de príncipes del pueblo, de primus inter pares en su democracia ideal, del pueblo, de izquierdas. Si pudieran pasaría de vendernos (con poca audiencia) sus contravalores a imponerlos por la fuerza, con la política. Propaganda primero, puño de hierro después. Y si van juntas pues mejor. Su propaganda encubierta se convertiría en NODO.

Pues bien, cuando podáis ejercer vuestro padrinazgo mafioso, cuando vuelvan los «vuestros» y vayáis a pedirles «lo vuestro», volveremos a hablar de cinespañol. Mientras tanto, colgad un cartel de cartón delante de un escenario lleno de mobiliario de cartón piedra cubierto de polvo con un The End. Mejor en inglés ¿no?

No creo, de todas formas, que sea sencillo librarse de vosotros. Los parásitos sois bichos con muchos recursos.

¿Qué mejor música que la de Jim Morrison, ese amante del séptimo arte, para deciros adiós, o, mejor, hasta siempre?

Germanico
Germanico

No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

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10 comentarios

  1. Y además las televisiones privadas tienen que destinar un porcentaje de beneficios al cine.
    Pero la desfachatez es el insulto constante a su público potencial. No entro ya en el tema ideológico, que ya es incluso risible (hasta Santiago Segura dijo aquello de «hombre, una película española ambientada en la guerra civil…»). Es que hasta el más cutre te dice que lo que él hace es arte, y que si la gente no va a verlo es porque somos poco menos que analfabetos. Así que la solución es vivir de los impuestos de los demás y poner aranceles a las películas extranjeras…
    Por cierto, cosa graciosa la envidia que destila el mundillo: no desaprovechan la ocasión para menospreciar la industria americana, pero se vuelven locos de gusto si tienen la oportunidad de viajar por aquellas latitudes por cualquier chorrada.

    • U Óscar o nada. La zorra y las uvas. Es mejor se socialista con una cuenta corriente bien abultada.
       

  2. En realidad, el gran problema de esa cosa llamada cine español,  y por cierto, creo que nos dejamos lo que se subvencionan vía TV públicas, que es mucho, tanto en cine como en series de TV, es que la subvención no da para más. Y en general, la gente está cansada siempre de los recurrentes temas habituales con los que nos suelen aburrir.

    El problema es que ellos exigen diversos mecanismos – excepción cultural o subvenciones – para que puedan seguir haciendo  bodrios – ojo, no todos – a costa del dinero que ninguna persona les entregaría voluntariamente.

    • El problema; Drizzt,  es que si tuvieran que vivir del veredicto de las taquillas serían nimileuristas.  Tengo que hablar de un curso de inglés en el que me han metido los del servicio nacional de empleo. Lo de estepaís es asombroso. Pero a eso le dedicaré un post.

      • Hace poco mi hermana me contaba las bondades de un curso similar que le metieron a ella … impartido por la UGT.

        Por cierto, otro familiar me comentaba que un profesor de uno de esos cursos «levantaba» casi 4000 castañas al mes con el tema  

        • Yo ya he tomado medidas. Afortunadamente tengo contactos en el lugar del curso. Pero creo que los sindicacos aquí no están metidos. Es cosa de empresitas y de concursos para llevarse los cursos, y, bueno, ya te puedes imaginar, de reducir costes manteniendo el ratio calidad precio constante….

  3. Para mi el Cine Español murió hace mucho tiempo, desde que me empecé a sentir indirectamente insultado por su moralinas de fuego de campamento, y directamente insultado por sus shows partidistas y sectarios del pensamiento único. En fin, que hace mucho tiempo que no veo cine estatal, y sin embargo sigo disfrutando con el Cine Español en general, que salvo contadas excepciones, viene de los primeros ochenta para atrás.

    Como dices en el artículo, desactivar a esta gente es muy dificil, si fueran gente honrada y verdaderos artistas, ya no digo intelectuales porque me sangran los oídos, hace tiempo que se habrían desactivado solos al ver sus sucesivos fracasos en la taquilla. Pero típico de la progresía, en vez de hacer un mínimo de autocrítica, se dedican a lloriquear, a verter (más) propaganda, y a pedir más pasta. Eso si, siempre por nuestro bien general como país  y por salvar la cultura. Qué les den dos duros, pero ni uno más.

     

    • Creo que van a pasar del arte de plañideros al llanto de la depresión. No está mal que sepan que hay un mundo en crisis ahí fuera….de sus pantallas.

  4. This is the end, beautiful friends….

    El Mundo es al liberalismo lo que el autodenominado «mundo de la cultura» es a la cultura.

  5. Joder con el artículo del ultraneoextremoliberal El Mundo. Una perla así es difícil de encontrar incluso en Público o el Plural.

    Parafraseando al espadón aquél, yo, cuando oigo la palabra «cultura», echo mano a la cartera. 

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