¿Estamos ante la salida de la crisis de deuda en Europa?

¿Estamos ante el final de la crisis de deuda en la zona euro?

Desde luego el plan de Merkozy (más de Merkel que de Sarkozy) tiene aspectos positivos dado que se ha centrado en controlar los déficits públicos de los paises de la eurozona y ha evitado la «solución» de los eurobonos y la consiguiente monetarización (más o menos encubierta) de la deuda. También se ha garantizado a los acreedores privados que no sufrirán más quitas ante posibles quiebras como la griega, aunque no está claro con qué dinero.

Pero el problema es que los inversores ya no se creen nada más que lo que ven.

Por ejemplo si el gobierno de España no presenta un plan de reducción del déficit de al menos 30.000 M€ para el año que viene, y lo cumple desde el minuto uno, seguiremos pagando unos intereses por la deuda simplemente insoportables (de seguir así acabaremos pagando más de 50.000 M€ al año sólo de intereses ).

Para que lo entiendan si el nuevo gobierno del PP no disminuye drásticamente el déficit público de inmediato estaremos condenados a la quiebra porque no acabaremos pudiendo pagar los intereses y arrastraremos al euro porque no hay suficiente dinero como para cumplir con la promesa de que no habrá quitas.

Y lo mismo acurre con los demás gobiernos de la eurozona.

Todo se trata de hechos, los inversores (o malvados especuladores, llámenlo como quieran) ya no aceptan otra cosa.

El problema es que reducir drásticamente el déficit de inmediato sólo se puede hacer disminuyendo gastos, los famosos recortes, o subiendo impuestos, o ambas cosas a la vez. Eso lo entiende cualquiera.

Si los dirigentes económicos siguen presos del paradigma keynesiano la via que eligirán será la de subir impuestos. Para los keynesianos toda disminución del gasto público lleva aparejada una reducción de la demanda agregada y la consiguiente recesión. Así que la «solución menos dañina», para ellos, es aumentar los impuestos, aunque aumentar los impuestos también suponga disminuir la demanda privada porque la gente tendrá menos dinero, aunque ya se sabe que para los keynesianos la gente no sabe gastar su dinero tan bien como el Estado.

Pero sea de la manera que se haga, a corto plazo, una reducción drástica del déficit va a provocar una pequeña recesión. Una pequeña recesión que puede convertirse en una depresión si no dejamos que los factores de producción se adapten. Y para eso necesitamos deflación.

Pero, por sorprendente que pueda parecer, la deflación, es decir que los precios bajen, es un anatema para casi todos los economistas. Dado que enfocan la economía sólo desde la demanda, unos menores precios sólo pueden ser debidos a una atonía o una recesión de la misma, nunca seran vistos unos menores precios fruto de un aumento de la productividad o de un ajuste de los factores de producción.

Sin embargo la ÚNICA manera de que salgamos de ésta es con un fuerte crecimiento del empleo y del PIB que permita reducir el déficit sin entrar en depresión permanente. Y sólo podemos crear empleo y aumentar el PIB creciendo en el sector exportador y nuevamente la UNICA manera de hacerlo a corto plazo es disminuyendo costes, es decir con deflación.

Sin crecimiento económico y creación de empleo entraremos en el círculo vicioso de medidas para reducir el déficit, recesión o depresión, menor recaudación, más déficit y nuevas medidas para reducir el déficit…

Con dos millones de puestos de trabajo se puede reducir los pagos en prestaciones por desempleo en más de 15.000 M€ y se aumentaría la recaudación fiscal por diferentes conceptos en unos 20.000 M€, con eso una mayor eficacia en el gasto público y reduciendo los pagos por intereses es fáctible reducir el déficit por debajo del 2 % del PIB. Sin esos dos millones de puestos de trabajo estamos condenados a la quiebra.

Aún así, no estamos contabilizando el déficit oculto del sistema de pensiones que es de entre 30.000 M€ y 50.000 M€ anuales, según se ajusten las futuras pensiones, y que nos llevará a la quiebra en nueve años, incluso con esos dos millones de empleos, pero esa es otra historia.

Arturo Taibo
Arturo Taibo

Economista. Liberal. Cansado de ver como se engaña a la gente y como se desperdician las posibilidades de desarrollo económico. Intentando que la gente aprenda un poco de Economía.

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5 comentarios

  1. Estoy de acuerdo con Mill: una de las falacias que más a menudo se escuchan es esa de que en una época de crisis no existe mercado (es decir compradores): por ejemplo para el mercado de la vivienda. Por supuesto que si el precio es atractivo, hay compradores para casi cualquier cosa que podamos imaginar: sean viviendas, servicios turísticos, coches, restaurantes o lo que sea. Más allá de las virguerías del marketing y demás inventos, es evidente que en el 90 % de los casos el precio de los bienes es determinante para establecer la demanda posible y real de los mismos. ¿O alguien tiene dudas de que si los Ferraris se vendieran aprecio de SEAT se venderían como churros?. Cosa completamente distinta es si a Ferrari le interesa a medio o largo plazo, o si podría, vender sus coches a precio de SEAT (que seguro que no). Luego el problema de la deflación, no es la bajada de precios en sí misma (que podrías compensar vendiendo más), sino por el contrario si estás obligado a bajar precios con los mismo costes que antes y encima vendes lo mismo o menos que antes: ese es el peligro. Pero ese, no es otro que el peligro de cualquier inversión o de cualquier negocio: ¿acaso no es una deflación para el accionista cuando se reduce el dividendo que remunera sus acciones? ¿no es una deflación absoluta cuando un negocio quiebra y se va al garete?. Lo bueno de la burbuja inmobiliaria es que más allá de la palabrería y tecnicismos económicos al uso puso de manifiesto verdades económicas de perogrullo que parece que muchos olvidan: durante el boom inmobiliario TODO el que participaba de una manera u otra en ese sector (empresarios, trabajadores, inversionistas profesionales y aficionados, gobiernos,etc, etc) vieron como sus activos respectivos (empresas, mano de obra, dinero invertido, impuestos, etc, etc) se multiplicaba y crecía. Ahora estamos justo en la situación contraria, luego por pura lógica económica todos esos «agentes»  deben obligatoriamente «deflacionar» los activos que obtenían de esa actividada: bien por las buenas (voluntariamente) o bien por las malas. Por supuesto TODOS se resisten a hacerlo: desde el 1º al último. Y por supuesto la manera más «fácil» que tienen (tenemos) todos para evitar palmar dinero en esta situación es endosarle nuestras perdidas a un 3º. Lo que sea con tal de no ver nuestros activos deflaccionarse.

  2.    Respondiendo a las cuestiones:

      1.- Wallenstein 77: sea o no sea voluntarismo lo cierto es que sin esos 2 millones de puestos de trabajo estamos condenados a la quiebra y arrastraremos al euro en nuestra caída.

    2.- Caribbeanomics: obviamente lo deseable es que saliéramos de la crisis creando empleos en sectores o empresas de alta tecnología o con productos diferenciados, y a la larga esa es nuestra única opción,  pero nos encontramos ante una presión de tiempo insoportable. Los inversores no van a esperar a que desarrollemos ese tipo de empresas. Necesitamos desesperadamente crear esos dos millones de puestos de trabajo y volver a crecimientos del PIB del 3%.

    3.- Bastiat: efectivamente es necesario liberalizar el mercado de trabajo. El que en medio de una crisis terrorífica y con más del 20 % de paro los salarios sigan subiendo al 3% refleja que el mercado laboral es insensible al paro. Si queremos deflación tenemos que liberalizar el mercado de trabajo para que la recesión y el desempleo se traduzcan en rebajas salariales. No se trata de bajar salarios por decreto sino de que bajen fruto de la liberalización y de la propia crisis.

         En cualquier caso, y lo siento por la pesadez,  pero apenas tenemos tiempo. Con el ritmo de endeudamiento que tenemos y al precio que pagamos la deuda, apenas hay  ya opciones.

       Saludos y gracias por leerme.

        

  3. Vamos a ver…. que la crisis se ha generado por una acumulación de malas decisiones políticas creo que es un hecho probado. Dejando claro que el alterar el precio del dinero, el gastarse el dinero en obras faraónicas y endeudarse hasta las cejas (^ ^) son decisiones políticas.
     
    Ahora bien, salir de la crisis sólo requiere una acertada, para mi, decisión política… Liberalizar.
     
    En el momento en el que se de eso será la sociedad la que vaya generando riqueza por aquello de que cada uno trabajando para si gana para todos, la dichosa mano invisible y la benevolencia del cervecero. Pensar que si hay que bajar lo salarios o hay que devaluar es pensar en que el política tiene que hacer lo uno o lo otro. Será la sociedad libre la que acabe tomando la decisión de bajar los sueldos de aquellas actividades que para continuar tengan que hacerlo y subirán en aquellas que sus beneficios acaben reclamando a los mejores trabajadores.
     
    Tanto lo uno como lo otro sería tratarnos a todos por igual, muy socialista ello, en vez de facilitar el ajuste del mercado por la vía de la libertad de mercado.

  4. Creo que pretender salir de la crisis via exportaciones abaratando costes empieza a ser también una idea «antigua», en el fondo no es tan distinto de lo que defienden los inflacionistas que abogan por una moneda mas débil. En un mundo que se aproxima al libre comecio, por mucho que abaratemos costes (0 devaluemos la moneda) dificilmente llegaremos a los niveles de costes de producción de los «BRICS», o Polonía o la República Checa sin irnos tan lejos. De lo que se trata es de producir y/o diseñar bienes o prestar servicios diferentes o mejores. Un ejemplo: los salarios, costes de materias primas, energia…no son mas bajos en DANONE de lo que son (eran) en CLESA, pero Danone por calidad, innovación, gestión (y hasta marketing) puede vender su producto mucho mas caro.

  5. Hola a todos:
    Muy buen articulo. Solo un pero. Creo que es un ejercicio de voluntarismo de crear dos millones de trabajadores, asi sin mas. Me recuerda a la predicción de Gonzalez Pons (perdon por la comparacion). Un deseo compartido, pero que no veo como se puede lograr, por desgracia, asi tan rapido.

    Un saludo a todos.

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