Rajoy: dos meses, y ni un día más.

Dados los plazos y los festivos el nuevo gobierno de Rajoy no estará operativo hasta después de Reyes Magos. Teniendo en cuenta que llevamos seis meses de gobierno interino no creo que los mercados ni la UE nos den ni dos semanas antes del rescate. En fin dos meses después del 20-N Rajoy puede convertirse en un presidente marioneta de Bruselas.

Por otro lado el PSOE no está ni mucho menos acabado, es simplemente una fiera herida y ansiosa de venganza. Su oposición va a ser brutal desde el primer minuto.

Yo ya he dicho varias veces que nos quedan diez años (bueno ahora ya son nueve) para que la desaparición de la nación española sea irreversible.

Puede que a corto plazo Rajoy, o mejor dicho España, salga de esta, pero eso no significará nada si miramos al medio plazo. Contra lo que dicen el año que viene no necesitamos un ajuste fiscal de 30.000 M€ para cumplir con el objetivo de déficit del 4,4 % del PIB y no es así, porque el sistema de pensiones del la Seguridad Social generará más de 40.000 M€ de compromisos de pago más de lo que recaudará. Si a esa deuda oculta se la deja acumular hasta el final de está década estaremos acabados.

Las reformas, aunque se antojen ambiciosas y generen enormes conflictos, ya no son suficientes. Se le tiene que decir a la gente que el sistema del Estado del Bienestar ha fracasado totalmente y que hay que desmontarlo. El Estado del Bienestar, el enésimo experimento socialista, no se puede reformar.

Nadie lo va a hacer porque en el fondo todos son socialdemócratas en el mejor de los casos. Y si la cosa no cambia seguiremos con parches hasta la descomposición total del sistema.

Pero fijandonos en el corto plazo y como dije más arriba Rajoy tiene hasta mediados de enero para presentar un plan creíble. De lo contrario nos intervendrán. Y si presenta algo mínimamente consistente las iras de la izquierda extrema, que en España es toda, y de los sindicatos y de los mass media se desatarán.

Y los nacionalistas están esperando la debilidad de la Nación española para proclamar la independencia. Tengan por seguro que si se traslada los presos etarras al Pais Vasco al día siguiente se declarará la independencia. Y los nacionalistas catalanes siguen haciendo «pedagogía» culpando de los recortes a Madrid.

Aunque ya saben, la solución de todo está al alcance de la mano: eurobonos (o como los quieran llamar), es decir imprimir euros y crear otra burbuja para salir de esta. Total en USA ya lo están haciendo.

Y en Europa el próximo en caer será Bélgica.

Arturo Taibo
Arturo Taibo

Economista. Liberal. Cansado de ver como se engaña a la gente y como se desperdician las posibilidades de desarrollo económico. Intentando que la gente aprenda un poco de Economía.

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11 comentarios

  1. Tengo una pregunta,¿si se acabara con las pensiones vitalicias de los politicos por trabajar que obtienen por trabajar un corto periodo de tiempo no se lograria una reduccion del deficit del estado? o solo sirve acabar por completo la seguridad social?

    • A Name*
      De acuerdo con la documentación publicada por el Congreso, las pensiones reconocidas a excongresistas y exsenadores suman un importe total de 91.054,11 € al mes, salvo error de cálculo y a fecha de Octubre de 2011. Teniendo en cuenta que el importe de las pensiones contributivas de la Seguridad Social, a 31 de Diciembre de 2010 (Memoria del año 2010 del INSS, página 225), fue de casi 7.000 millones de euros, de los que unos 4.500 millones corresponden a pensiones de jubilación, me atrevo a afirmar que las pensiones vitalicias a los políticos no ponen en peligro la solvencia de la Seguridad Social ni, por supuesto, la del Estado. Por cierto, parece ser que los exparlamentarios reciben doce mensualidades, cuando la norma general son catorce, si no recuerdo mal.
      Tampoco creo que nadie vaya a acabar con la Seguridad Social, sino que, como señala Mill, el Estado del Bienestar se dirige irremediablemente a la quiebra. Y esto se sabe, por lo menos, desde el año 1995, año en que PSOE y PP firmaron el Pacto de Toledo.
      Y creo que la causa se halla en que la mayoría de los españoles defienden el Estado del Bienestar porque piensan que les favorece (económicamente, digo), sin caer en la cuenta de que el Estado se lleva la mitad o más del sueldo de un trabajador… y aún no es suficiente.

  2. El problema de desmontar el estado de bienestar es que lo están haciendo a pasos agigantados, pero eso no se traduce en una reducción de los impuestos que pagamos.
    Cada vez pagaremos más y tendremos menos beneficios.

  3. En mi opinión estamos llegando al peor escenario económico posible: es aquel en el que los dirigentes políticos reconocen de facto (por la fuerza de los hechos) el fracaso de las diferentes políticas (practicadas absolutamente por todos los partidos, aunque en distinto grado de ineficacia) basadas en eso que llamamos «estado del bienestar» que consiste básicamente en que el Estado recauda impuestos y a cambio de esos impuestos ofrece servicios públicos al ciudadano: pues bien, por la razones que sean (ineficacia, imposibilidad material, etc, etc). pura y llanamente los políticos están empezando a reconocer que el Estado no es capaz de ofrecer servicios públicos adecuados al ciudadano a cambio de los impuestos que recauda. ¿Por qué digo que estamos ante la peor situación posible? Pues sencillamente porque los políticos, en vez de sacar las conclusiones correctas y lógicas de su incapacidad para  ofrecer servicios públicos adecuados al ciudadano a cambio de los impuestos que recauda, en vez de dar un paso atrás y decir: «Vale nos hemos equivocado: el Estado no es capaz de cumplir con su parte del contrato social en el que se fundamenta el estado del Bienestar (servicios públicos a cambio de impuestos), así que vamos a reducir todo lo posible el tamaño y la actuación del Estado y vamos a dejar que la sociedad a través del mecanismo del libre mercado se haga cargo de determinarlos servicios que demanda y el coste que está dispuesta a pagar para adquirirlos (justo como lo hace en todo aquello en lo que el intervencionismos estatal se lo ha permitido)» resulta que en la práctica están yendo en la dirección contraria: «Oigan ustedes, ciudadanos, que sepan que puesto que el Estado (es decir, básicamente nosotros los políticos y los organismos públicos que hemos cerado) somos incapaces de  ofrecerles los servicios públicos que supuestamente pagan con sus impuestos, a partir de ahora el que quiera servicios que los pague (si puede) de su bolsillo, pero por supuesto, por otro lado deberá seguir pagando los mismos impuestos (o más) que hasta ahora».
    Para mí, de seguir por esta vía, estamos ni más ni menos que a las puertas del derrumbamiento de nuestra civilización, porque no tengo la más mínima duda de que si el Estado del bienestar era inviable por ineficaz, el seudoEstado del Bienestar que lo va a sustituir es aún más inviable: hasta ahora uno podía aceptar más o menos resignado pegarse 1 año en una lista de espera de un hospital público porque «era gratis» (si nos olvidamos por un momento de los impuestos). ¿Quien coño va a aceptar resignado pegarse ese mismo año en lista de espera si encima le obligan a pagar directamente en el hospital el tratamiento y si no a la puta calle? Uno puede tragarse, hasta cierto punto que en un restaurante la comida que le sireven (los servicios públicos9 no sea acorde con el precio que paga (los impuestos), ¿pero quien coño va a aceptar que le cobren por no servirle comida alguna o que le cobren dos veces la misma comida?
     

    • Lo que le toleramos al Estado, a las administraciones públicas, al sector público en general, no se lo toleraríamos a una entidad privada: diríamos que son unos mafiosos, unos ladrones, y con razón. Mal está que te obliguen a pagar por un servicio que no has solicitado voluntariamente (eso se llama extorsión), pero que además te enseñen la puerta para que vayas a otro sitio (al mercado), mientras extienden la mano para que pagues la factura de su tinglado mal gestionado, eso ya es de «apaga y vámonos».
       
      Afortunadamente, al menos la alimentación y el vestido no quedan en manos de esta gente. Agradezco que a nadie se le haya ocurrido convertirlo en un «derecho social». Será que ni siquiera a los amigos de los «derechos sociales» les atrae la idea de usar cartilla de racionamiento.
       
      Imaginemos el discurso: «¡Oigan, que la alimentación es un derecho social más básico aún que la atención sanitaria y la educación! ¡Vamos a socializarla!»
       
      ¡Ejem! Será mejor no dar ideas…
       
       

      • Completamente de acuerdo en todo lo que ha expuesto: ese simple razonamiento que ha hecho ¿y por que no la alimentación como «derecho social»?desmonta por completo esa entelequia supuestamente intocable y «sagrada» de nuestros tiempos llamada «estado del bienestar» . Y genial la coletilla final de «mejor no dar ideas…»

  4. «El sistema del Estado del Bienestar ha fracasado totalmente». Y empiezan a oírse propuestas ridículas: Cataluña plantea imponer la contratación de seguros sanitarios privados. ¿Y por qué es ridícula? Porque la intención de la medida es, en mi opinión, restringir el acceso a la sanidad pública… ¡universal!
    ¿Y se acuerdan de cuando un ministro socialista aconsejaba la contratación de un Plan de Pensiones privado?
    PS: Por cierto, el Tribunal Supremo de los EE. UU. ha admitido una demanda contra el ObamaCare por, entre otras cosas, imponer la obligación de contratar un seguro sanitario privado.

    • Ente «aconsejar» e «imponer» hay una gran diferencia.
       
      En cuanto a la «imposición», entiendo que se trata de apartar a los ciudadanos más solventes de la sanidad pública, pero no de su financiación. Es decir, tendrán que pagar la sanidad pública vía impuestos, más el seguro obligatorio con una aseguradora privada. La noticia no lo explica muy bien. Además, creo que quienes se lo pueden permitir tienen ya, casi todos, un seguro sanitario privado, sin necesidad de que el poder político les obligue a ello.

      • ¿»Aconsejar» o «imponer»? He hecho un chequeo rápido en diversos medios digitales (El País, La Vanguardia, La Razón, Abc), y todos ellos citan a Ruiz (Consejero de Salud de la Generalidad catalana) «planteando» un «seguro obligatorio». En ABC hay incluso un desmentido del Consejero, quien afirma que sólo comentaba uno de los «modelos posibles (el holandés)». Tal vez, otro de los modelos posibles sea «aconsejar» y no «imponer».
        En principio, me pareció un globo sonda (como señala Luis Quintero en Libertad Digital), pero si el Consejero hizo una exposición de varios modelos distintos, podría no serlo.
        Por si alguien tiene dudas sobre los motivos de Ruiz, la noticia de ABC termina con este párrafo: «En la jornada se ha destacado que la aceleración del gasto sanitario público en Cataluña durante los años de expansión económica contrasta con la dinámica de países como Alemania y que en un escenario de crecimiento económico muy débil se revela como uno de los factores causantes de la actual situación de contracción».

      • Bueno, mi redacción no ha sido muy afortunada. Son varios los periódicos que afirman que el Consejero «plantea» un seguro privado (es una noticia de Agencia, de Europa Press). Por lo que he leído, el Consejero dijo que era «partidario» del seguro privado obligatorio.

  5. Desafortunadamente no creo que tarden los eurobonos hoy ya se comentaba sobre la creación de unos bonos de élite (incluyendo los países de triple A). ¿Qué manera de reforzarse es esa? A Francia ya lo están amenazando con perder su triple A, así que será inútil. Es más, la creación de eurobonos en conjunto lo único que conseguirá será que los países de la perifería continuen despilfarrando a sus anchas sin acometer ninguno de los recortes ni reformas necesarias.

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