Don Boudreaux: Por qué soy un libertario

Don Boudreaux es blogger en Cafe Hayek , trabaja para el Cato Institute, y es profesor de Ciencias Económicas en la George Mason University.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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4 comentarios

  1. Más que las reglas, PVL, la razón de la necesaria existencia del Estado está en el hecho de su origen. Siguiendo con el ejemplo del futbol.
     
    Una panda de chicos (un grupo humano) decide que va a jugar al futbol, van a la “pista” como la llamábamos en mi infancia (primero: decisión de ir a jugar al futbol), y se ponen a decidir los equipos (segundo: decisión del cómo organizarse eligiendo dos líderes para el caso y sus respectivos equipos) de manera que una vez elegidos quienes los va a distribuir, ninguno de los demás miembros del grupo tiene más que aceptar la decisión comunal (cuarto: sumisión al grupo) de tal manera que quien no quisiera jugar porque no le gusta con quien le ha tocado…. es expulsado del grupo (quinto: decisión sobre lo que implica el cumplimiento de las normas) de tal manera que si, por un cabreo o berrinche, el expulsado se empeña en permanecer en el terreno de juego (territorio) sin participar y sólo jorobando la marrana se le expulsará violentamente si llega el caso (sexto, expresión del dominio del grupo sobre un territorio, el campo de juego, de tal manera que los expulsados del grupo son igualmente expulsados del territorio expresión física de las normas del grupo y, por definición, del propio grupo).
     
    No sólo eso, el deseo de jugar siempre en esas pistas, nos lleva al hecho de tomar para el grupo posesión de ellas frente a los demás, (la pandilla defiende su territorio, el pueblo, constituido en ejército defiende su territorio)
     
    Grupo.
     
    Territorio.
     
    Defensa del territorio y defensa de los miembros del grupo.
     
    Normas por las que la pertenencia de acentúa y la no pertenencia por el desacato a las normas implica expulsión.
     
    Asunción del liderazgo par la resolución de conflictos y la organización básica….
     
    El Estado no es un opresor. El socialismo lo ha convertido en opresor.
     
    Es hora que recuperemos al Estado para garantizar nuestra libertad.

  2. Hola Bastiat: estoy completamente de acuerdo con tu comentario: sin Estado ni hay posibilidad de sociedad liberal ni hay posibilidad de nada que sea algo algo más complejo o simplemente igual de complejo que una tribu. De hecho, creo que es perfectamente correcto decir que una tribu es simplemente el Estado de menor entidad posible y que en cualquier tribu podemos encontrar básicamente los mismos problemas a los que se enfrenta cualquier Estado moderno: empezando por la supervivencia de los miembros tanto a nivel individual como a nivel de la propia tribu, siguiendo por la forma de organización, la forma de elección de los líderes, la cuestión de la jerarquía etc etc. En este sentido, el liberalismo yo lo considero simplemente como una herramienta útil para afrontar los problemas de la sociedad en la que habito: igual que no se me ocurre que sea aplicable para resolver los problemas de una tribu, tampoco se me ocurre que la forma de organización tribal sea aplicable a la sociedad que nos ha tocado vivir.
    Personalmente, me ha sido de bastante utilidad la analogía entre las competiciones deportivas y lo que propugna el liberalismo: por ejemplo, es evidente que si hablamos de fútbol, existen NECESARIAMENTE unas reglas mínimas. Si comparamos un partido de fútbol de 1ª división y un grupo de niños jugando al fútbol en un patio de colegio, vemos que se parecen en una serie de cosas (básicamente que juegan dando patadas a una pelota que es la regla mínima que caracteriza al fútbol) y que difieren en otras que no hace falta exponer por evidentes.  ¿Tendría sentido aplicar la totalidad de reglas y organización características de un partido de la 1ª división al futbol de un patio de colegio? Rotundamente NO. A la inversa ¿podría existir una 1ª división de fútbol con las «reglas» del patio de colegio? Rotundamente No.
    Pues bien, para mí el liberalismo, es la herramienta ideológica-intelectual más eficaz para analizar la reglas, averiguar y aplicar las más útiles  y en definitiva maximizar la eficacia y satisfacción de la mayoría de los que intervienen tanto en un partido de patio de colegio como en un partido de la 1a división: y desde luego me resulta igual de evidente que en ambos es necesaria unas reglas de funcionamiento y una estructura que posibiliten su aplicación (que son la característica esencial de cualquier Estado).   
     

  3. Eso, PVL, si sólo analizas la cuestión del nombre. si profundizas un poco… lo cierto es que el término libertario está ahí para disimular la cuestión anarquista.

    Y eso no es baladí.

    La negativa por parte de una cantidad no despreciable de liberales a aceptar la existencia del Estado, no de «este Estado» sino del concepto Estado, como institución creado y generada por la sociedad a lo largo del tiempo y de cuyos concepto básico fundamentales y fundacionales son imposible de evadir intelectualmente. Sobre todo cuando los argumentos para atacar al Estado se fundamentan en las perversiones del actual estado pero que ignoran sistemáticamente dichos fundamentos.

    Estos son, la existencia de grupo, la existencia del territorio en el que dicho grupo humano se asienta, de lo que se deriva la existencia de relaciones interpersonales sobre territorios comunales y aspectos comunales, tales como la defensa de dicho territorio, imposible llevarlo a cabo de manera individualizada no por el interés del individuo si no por la indiferencia del atacante ante quien sí y quien no quiere defender su tierra particular y quien estaría deseoso de someterse al nuevo invasor (en el caso anarquista directamente un fracaso del propio concepto de anarquismo), y, sobre todo la necesaria existencia de autoridad para solventar los pleitos inter personales y, sobre todo, para actuar en casos de delitos penales.

    Es por ello, además de cuestiones morales varias, por las que siento cierto reparo en aceptar al Plib como partido liberal.

  4. Hace poco le pedí a un representante del Partido de la Libertad individual que me aclarara porque del apelativo de libertario en vez de simplemente liberal. Amablemente me dio algunas razones, de las cuales la única que me convenció fué que en el contexto norteamericano, el término «liberal» es utilizado como sinónimo de izquierdista. Yo le repliqué que personalmente, y dado que mi contexto cultural es evidentemente europeo, me quedo con el término «liberal» a secas, entre otras razones porque lo de «libertario» me suena demasiado a «anarquista», que está en la práctica en las antípodas de lo que yo entiendo por «liberalismo». Así pues, comprendo que los yankis prefieran el término libertario, para referirse a lo que los europeos llamamos liberalismo.

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