La recuperación del Vasallaje como sistema social

Llevo muchas semanas completamente absorto en mi trabajo, lejos de la red y sus lugares comunes. El blog de mis entretelas, los colegas de Twitter o Facebook, mis amigos en las listas de correo … todos están siendo objeto de un abandono involuntario, pero necesario si piensan que de lo que uno vive no es del blog, ni de los agudos comentarios en Twitter. Yo vivo de mi trabajo y las circunstancias me obligan a dedicarle en estos momentos la máxima atención.

Vivo de mi trabajo… de momento. Porque me dejan. Me lo consiente la normativa europea para la regulación de productos médicos. Me lo consiente la ley alemana sobre el mismo tema. Me lo consiente el ayuntamiento de Leipzig. Me lo consiente el Ministerio de Trabajo, la inspección de hacienda, la inspección del sistema de seguros laborales, el secretario de sanidad de Sajonia y la Cámara de Médicos germana. La normativa europea me dice qué puedo y qué no puedo hacer. La ley alemana cómo puedo y cómo no debo hacerlo. El Ayuntamiento de Leizig me dice dónde puedo hacerlo. El Ministerio de Trabajo y la Berufsgenossenschaft Chemie me dicen con quién puedo hacerlo, y cómo deben hacerlo quienes para mí trabajen. La Cámara de Médicos me permite vender el fruto de mi trabajo a sus «asociados protegidos», el secretario de Sanidad se reserva el derecho de permitirme ofrecer mi trabajo además a otros no protegidos por la Cámara de Médicos. Hacienda, finalmente, me recuerda cada fin de mes lo caro que resulta ponerse a trabajar y ganar dinero con tu trabajo.

Enciendo  la radio y oigo cómo desde el Partido Liberal alemán se ha conseguido, tras muchísimas horas de discusiones y reuniones de trabajo, que la coalición que gobierna en estos momentos el país donde vivo apruebe un plan de reducción  de impuestos para el 2013. Reduccción de la que se benefiarían, sobre todo, los sueldos bajos y medios. Herejía! Anatema! Los socialistas de todos los partidos, desde los democristianos de «derechas» más radicales de la bávara CSU (en castellano Unión Social Cristiana… el nombre lo dice todo) hasta los comunistas más nostálgicos herederos del nefando SED (Partido Socialista Unitario Alemán) de la antigua RDA (República Democrática Alemana) han puesto el grito en el cielo ante semejante barbaridad. Bajar impuestos! A quién se le ocurre, en estos tiempos de crisis y deudas del ESTADO. Cómo se atenderán las deudas de los municipios en bancarrota encubierta? Y la CULTURA? Podremos atender debidamente, con menos ingresos, las demandas SOCIALES vigentes? Y las que nos inventamos o autoatribuímos? Cómo hacer política con MENOS dinero? Es imposible y además no se puede hacer, dicen los Verdes en tono amenazante. Al nuevo líder de los liberales alemanes -Philipp Rössler-  ya le llaman el samurai descerebrado. Samurai por el uso de la espada de los recortes, descerebrado porque corta sin ton ni son. Claro, reducir los ingresos por Impuesto sobre Renta es devolver el dinero a los ciudadanos que, o bien no tienen ni idea de cómo gastarlo mejor que los funcionarios (que son expertos en gastar dinero, más si el dinero es de otros), o bien son unos egoístas que lo guardan todo para ellos y lo gastan en unas vacaciones en el Caribe, ropa de marca, coches asesinos del clima y seguros privados de pensiones y enfermedad. Esquiroles! Capitalistas! Egoístas avariciosos! Los «indignados» de CDU-CSU-SPD-Verdes-Linke levantan la voz y sus correveidiles del  Stern-Spiegel-Zeit-SZ-FAZ-ARD-ZDF-Pro7 se encargan de que la gente, el «pueblo», se de perfectamente cuenta de lo que realmente esconde una bajada de impuestos: cierre de teatros locales –esos que dan dos representaciones al año ante 50 espectadores, pero que son claves en el mantenimiento del panorama cultural del barrio-, fin de las subvenciones a músicos y titiriteros -dito-, recortes en las ayudas sociales a los parados vocacionales – después de todo, es «lógico» y muy digno negarse a aceptar un puesto de trabajo 3, 4 ó 5 veces si lo que le ofrecen a uno supone trabajar –  y, aquí viene la marimorena, la madre de todas las desventuras, el meollo de la cuestión… además de todo eso está esto otro:

Cómo diablos vamos a pagar los objetivos fijados para salvar el clima? Cómo obligaremos a fabricar y comprar más coches eléctricos sin subvención? Cómo vamos a suplir los déficits energéticos tras el cierre de la Nucleares sin los incentivos pecuniarios que la industria solar-eólica-alternativa-verde tanto necesita?

Un desastre, se lo digo yo. El Estado alemán, en su capacidad de acción política, parece una rata de laboratorio perdida en un laberinto sin fin, transtornada por tantos y tan variados tests:

  • Primero fue el lobby internacional: los derrotados han de sufrir la derrota. Siempre.
  • Luego llegó el lobby capitalista-patrolero-acerero-industrial, substituído en buena parte por el lobby socialista-democristiano-Bismarkesnuestrohéroe-estadosocialparatodos. Hasta los 90.
  • Y ahí llegaron los nuevos, los Verdes. Que son los que mandan ahora, claro.

Los ciudadanos alemanes han pasado de trabajar como burros hambrientos para reconstrir un país destrozado por la guerra a trabajar como burros bien alimentados para desarrollar un tejido industrial envidiable  para terminar trabajando lo menos posible en el seno de un estado carísimo que cubre TODAS las contrariedades. Eso sí, de forma sostenible y ecológica. Porque ellos lo valen, que para eso les obligan a pagar la «Gran Apuesta Por un Mundo Mejor-Solidario-Sostenible-Igualitario-Socijusto-Ecológico y un Clima Estable».

Apago la radio. Trabajo…. (intento no pensar en estas cosas que les escribo ahora… la motivación, ya saben). Llego a casa y cuando me quedo solo, a eso de la medianoche, me doy una vuelta por el Teletexto de la ARD. Las Naciones Unidas (sí, la ONU) presentan de forma expontánea –y sin que tenga nada que ver, no seamos paranoicos! con el anuncio de la bajada de impuestos en Alemania- un avance de su informe anual sobre asuntos SOCIALES en el mundo. Las críticas a las políticas sociales germanas son demoledoras: medidas insuficientes para corregir las bolsas de pobreza, extranjeros discriminados, barreras insalvables en las escuelas parta los niños de los inmigrantes. Plaf! En toda la cara! Lo ven? Ven cómo no se pueden bajar los impuestos? Ven cómo el Estado DEBE aún mejorar, afianzar, reedificar la red social alemana? No lo ven? Eso es porque son unos fascistas neocapitalistas libeggales! Pero si hasta la ONU lo dice! Lo que la ONU no dice es que para ser pobre en Alemania los ingresos han de ser menores de 930 € al mes (para una familia de 4 personas, 1950 € mensuales) y que «solo» el 15% de los alemanes se encuentran oficialmente en esas cifras. Por debajo de ellas apenas un 8% Un mileurista alemán es pobre, tomen nota.

Lo que no dice la ONU es que entre los extranjeros de religión musulmana, por ejemplo, sólo el 43% aboga por una completa integración en la sociedad y cultura germanas, mientras que el 37% prefiere mantenerse en los barrios de mayoría no europea, para no perder sus tradiciones. Lo que no dice la ONU es que en Alemania, el porcentaje de escolares de origen foráneo es del 10%, en algunas escuelas de más del 60%, que el 20% de los escolares extranjeros abandonan el sistema escolar sin ningún tipo de titulación o antes de concluir el ciclo. Pero claro, eso es culpa de los alemanes, obviamente.

La solución? Más dinero en programas sociales, en programas de integración, en escuelas especiales. Cómo se le ocurre a alguien recortar impuestos? Cómo se le puede pasar a alguien por la cabeza que de los 961.000 escolares no alemanes 355.570 tal vez escuchen en casa, día tras día lo de «no importa que no aprendas alemán o matemáticas, tu reza»? (ya verán cómo alguno de nuestros lectores me pregunta de dónde salen estas dos últimas cifras) Pues eso, que estas cosas se soluciona con gasto, caballeros. Gasto del estado, claro está.

En la época medieval los «ciudadanos» (que no eran tales) se ponían al sevicio de un «señor» a cambio de protección. O esa era la teoría, porque la realidad era bien otra. Había unos señores que eran los dueños de todo, incluídos los habitantes de su señorío y que pasaban a ser propiedad del señor por el hecho de haber nacido en esta choza y no en la otra –que era propiedad de otro señor, claro-  Cierto es que el vasallaje como tal nace de abajo hacia arriba: un «hombre» se ofrecía en vasallaje a otro de rango o poder superior a cambio de protección. El vasallo recibía el usufructo de un feudo, para que lo trabajase y obtuviese beneficios, que debía compartir en mayor o menor porcentaje –dependiendo de si el señorera un tipo majo o un borde- con su protector. Era un sistema piramidal. Se lo explico:

Un hombre decide –o no, depende; en europa no es decisión libre: el nacido en Alemania es alemán- acogerse en vasallaje al Alcalde de Leipzig, quien le concede el derecho de trabajar en su feudo. En ese momento, llegan otros señores, que trabajan estrechamente con el alcalde de Leipzig, y te dicen qué puedes hacer, cómo, cuándo y por cuánto venderlo. Para que todo tenga su correcto orden pagas parte del fruto de tu trabajo a tus protectores y asesores. Pero resulta que estos se acogen a la protección de otro señor: el Presidente de Sajonia. Tras muchos intentos frustrados de que el  Alcalde de Leipzig page su parte al Presidente de Sajonia, ambos deciden que lo mejor es que el Presidente de Sajonia cobre también una parte del fruto de mi trabajo. Esta no puede ir en detrimento de lo que cobra el Alcalde de Leipzig, por supuesto! Sumamos. Un buen día al Presidente de Sajonia le parece una gran idea ponerse bajo la protección del Presidente de Alemania, gran señor donde los hubiere y muy, muy poderoso. Sus labores de protección y mejora cuestan lo suyo, de manera que el Presidente de Sajonia ha de subir la cuota de protección a sus protegidos en Leipzig. Si bien el tema de la protección está clarito -policía, ejército, sistema legal y penitenciario, … – lo de la «mejora» no lo está tanto. Qué se mejora o qué es digno de mejora depende de en qué compañia el Pte. de Alemania tome su desayuno, depende de lo que le recomienden sus consejeros y visires. Y lo que estos opinan depende en no pocos casos de qué gremio está en condiciones de pagar una buena prima a cuantos más visires y consejeros mejor. El caso es que el Pte. de Alemania decide ponerse bajo la protección del Consejo de Europa,  no porque este sea la repera, sino porque se lo inventa con otros 4 ó 5 presidentes listillos para «coordinar» –así lo llaman ellos, otros dirían influenciar, incluso dirigir- las políticas de protección y mejora emprendidas. Todo por el bien de los vasallos, claro está. El Consejo de Europa, a la vista de que su ámbito de influencia es reducido, deciede a su vez acogerse bajo la protección de las Naciones Unidas, un organismo muy interesante, en el que los grandes entre los grandes deciden qué deben hacer los otros grandes (o sea, los 191, vamos). De esta forma queda redondeado el esfuerzo protector y asesor de los señores, que ya no deben pasar noches enteras en vela preocupados por si sus vasallos pueden irse a trabajar a otro sitio implorando la protección de otro señor y reduciendo así la cuantía  de sus ingresos.

Y este esfuerzo protector-asesor-coordinador-GLOBAL quién lo paga? Los vasallos, claro está. Usted y yo.

Bienvenidos al paraíso de la libertad!

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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18 comentarios

  1. Gracias por el articulo, me parece muy preciso y genial en algnos aspectos. Conozco un poco Alemania y te felicito por haber elegido ese pais para exiliarte. Suerte.

  2. Bien el artículo, pero me sorprende que no os hayáis dado cuenta antes (lo digo por los comentarios también).

  3. Divino artículo Luís. Por cierto, tu ponencia en el pasado congreso de Madrid (júntamente con tus otros dos compañeros), fue excelente.
    Un cordial saludo
    Pablo el herrero

  4. Con esa lucidez de análisis, ¿cómo no te va a ir bien en el curro?
    Un abrazo

  5. Sólo puedo decirte amigo que espero que tu trabajo de sus frutos. Lo de cambiar el sistema me  temo que es imposible.
    La crisis de nuestra Civilización, que es mucho más que la crisis económica, sigue su curso imparable y creo que sólo nos escucharán cuando el Estado, los Estados comiencen a resquebrajarse. Puede que entonces sea demasiado tarde y el tecnosocialismo (palabro que tengo que explicar algún día) sea ya imparable.
    Saludos y mucha suerte Luis, porque seguro que tu trabajo es de primera.
    PD: Vivo una época especialmente feliz de mi vida y tengo pendientes temas en el blog como el de la energía nuclear o mi libro «Comprendiendo…» pero no voy a dejar nada a medias. Perdón por el retraso.

    • Querido MILL, disfruta la felicidad que te regala la vida. No suele ser generosa.

      El tecnosocialismo, como tú lo llamas, es la evolución natural de lo que estamos viviendo. No habrá fractura por ese lado. La única esperanza es que cada vez más gente se de cuenta de que cambiar libertad por seguridad no nos hace felices. Pero… qué es ser feliz?

  6. ¿Recuperación?
     
    Nunca hemos dejado de ser vasallos, y no precisamente «de los mercados», «del capital», «de los lobbys» o de esas cosas que tanto indignan ahora.
     
    Me alegro mucho de verte por aquí.
     
    Saludos. E.

    • E., recuperación porque, de seguir así, no te quepa la menor duda de que la analogía dejará de serlo para convertirse en la triste realidad: vasallos de la voluntad política y no al revés: la política al servicio de los libres.

  7. Luis….. como casi siempre bueno, muy bueno….

    pero tu a lo tuyo que es producir esas cosas que haces.

    Lo necesitamos mas.

    Aqui se está defndiendo el fuerte de manera notable.

    • Bastiat, en Desde el exilio hay gente de sobra, autores y comentaristas, como para mantener un grandísimo nivel sin necesidad de que yo ande por estos lares. Estoy a lo mío… sprint final, espero!

  8. Menudo desahogo!

    Eso sí, más que de vasallos, hay que hablar de siervos de la gleba.

    • Y no veas lo bien que he quedado, Ijon.

      Si nos atenemos a los condicionamientos geográficos (lugar de nacimiento y territorio señorial) sí podríamos hablar de siervos. Pero aún no hemos llegado al punto de que podamos decir que somos propiedad de un estado…. o tal vez sí?

    • Gracias. En cuanto tenga tiempo miraré tu blog 🙂 Un saludo

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