La Holanda de Geert Wilders

Geert WildersLas pasadas elecciones generales en Holanda dejaron el parlamento orange muy fraccionado y una ligera victoria del centro-derecha. La incertidumbre en torno al posible gobierno de coalición entre democristianos, liberal-conservadores y conservadores de Wilders parece haber dado paso esta semana a la certeza mediante un contrato de coalición y una claúsula de consentimiento. La coalición está formada por los liberal-conservadores (verdaderos ganadores de los comicios) y los malparados democristianos. Al partido de Wilders se le consiente … los holandeses sabrán qué es eso.

El caso es que el nuevo pacto reúne a los tres partidos bajo el motto «libertad y responsabilidad» y aún no está perfectamente cerrado. Hoy se celebra el congreso general del partido democristiano, durante el cual los compromisarios votarán el contrato de gobierno. Un capítulo aparte merece la claúsula de consentimiento, que se votará por separado. A pesar de ello, la impronta de Wilders ha quedado marcada en el contrato de coalición y las líneas generales de gobierno, independienemente de que su partido sea finalmente «consentido» o no.

Uno de los núcleos del nuevo programa de gobierno está conformado por un paquete de medidas económicas encaminadas a reducir el gasto del estado en 18 mil millones de euros.  Se reducirán la cantidad asignada por Holanda a la Unión Europea y  las ayudas al desarrollo en mil millones cada una. Recortes drásticos en el funcionariado y la eliminación de numerosas subvenciones estatales redondearán el paquete de medidas del gobierno dirigido por Mark Rutte.

También forman parte del programa de gobierno cambios sustanciales en la política de inmigración. Se endurecerán los criterios de entrada al país y permanencia en él para inmigrantes y se prohibirán la burka y el nikab. Nuevas barreras legales dificultarán el acceso de familiares de inmigrantes  y la llegada de personal no cualificado. Quien quiera permanecer en Holanda deberá realizar cursos de integración, pagados de su bolsillo. Quien no supere estos cursos será devuelto a su país. Se prohibirá llevar chador o similar en edificios públicos. Los inmigrantes que cometan delitos perderán su permiso de residencia. Se aumentarán las fuerzas de seguridad del estado en 3000 nuevos policías. Se mejoran las ayudas sociales para los menos privilegiados y se aumenta la edad de jubilación a los 67 años.

Un capítulo especial en el contrato de coalición está dedicado a la emancipación y derechos de los homosexuales. El fortalecimiento de los derechos de la población homosexual responde a las contínuas agresiones que este colectivo padece por parte de jóvenes musulanes.

Maxime Verhagen, jefe de los cristianodemócratas y muy probablemente próximo vicepresidente del gobierno, afirma que se trata de defender los derechos de la ciudadanía para todos los ciudadanos, sean hombres, mujeres, cristianos o musulmanes. Quien no acepte esos derechos como fundamentales, habrá perdido el privilegio de la proteccion del estado.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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7 comentarios

  1. Es necesario un Wilders y otros como él en Europa.La sociedad islámica está pisando fuerte  en  occidente y permitiéndose el lujo de acosar al cristiano porque éste no es de su ideología político-religiosa. Fijense en Inglaterra, Suecia, Holanda y en otros países occidentales en donde hay una mayoria de musulmanes que ya dominan los territorios que pisan. Y no digamos en Estados Unidos.
    Si usted conoce el Islam de cerca, ¿ serían necesarios partidos nacionales que pudieran acabar con una supuesta islamización europea?
     

  2. «En cuanto a nosotros, pensamos que el Estado no es o no debería ser otra cosa que la fuerza común instituida no para ser entre todos los ciudadanos un instrumento de opresión y de expoliación recíproca sino, por el contrario, para garantizar a cada uno lo suyo y hacer reinar la justicia y la seguridad.»

    • No es necesario un Geert Wilders, basta que un partido, un político, se marque como meta defender la lbertad, la propiedad y la vida de las personas frente a cualquier acto criminal, venga este de donde venga.
      Lo mejor: que el estado nos devolviese la responsabilidad de ser nosotros los que velemos por la integridad de aquello que somos y que poseemos.
      Pero me da igual si el liberticida es musulmán, socialista, conservador, cristiano, hombre o mujer. Crimen es crimen.

  3. Espero que Wilders forme gobierno y lleve a cabo sus espectativas para el pueblo holandes.

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