¿Es la estupidez humana infinita?

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Son muchos los científicos que consideran que lo que hace sapiens al Homo es el lenguaje. Dicha herramienta cognitiva expresa el pensamiento simbólico que nos permite vencer al mundo a través de su división en cómodas categorías conceptuales. Sirve además, el lenguaje, para tejer la red social con la que afrontamos y suavizamos los rigores del medio natural.

Manejamos los conceptos y significados siguiendo unas reglas sintácticas. Con éstas se combinan elementos de la realidad de formas antes no percibidas ni experimentadas. En el ejercicio de la emergente facultad de la imaginación, se crean nuevos escenarios: los hipotéticos y los ficticios. Los primeros se ajustan mejor a la realidad, a lo que es posible, que los segundos. Sirven mejor a la ciencia y a la predicción, mientras que los otros lo hacen más  al mito y a la locura. La frontera entre ambos tipos de escenario, no obstante, no es perfectamente nítida.

Durante la larga historia natural que precedió al pensamiento simbólico evolucionaron las adaptaciones, es decir, se fueron perfeccionando. El gran descubrimiento de Charles Darwin consistió en comprobar la sintaxis en esa economía de la naturaleza. La fisiología y morfología de los organismos vivos constituyen sutiles adaptaciones al medio ecológico, con sus flujos de energía. La escasez dio origen a la forma y a la función.

Pueden leerlo en Libertad Digital

Germanico
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No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

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7 comentarios

  1. Mill podrías decirme el libro de Einstein me interesa mucho leerlo. Mil gracias.

  2. Lo que ha sucedido en este caso es más elemental aún, creo yo, que delegar la responsabilidad individual en el grupo. Es simplemente consecuencia de un exceso de confianza en la fuerza de un grupo concreto formado en una situación concreta y sin una cohesión particular entre sus miembros. En cierto modo fueron en rebaño a la matanza, o como lemmings al precipicio. Pero su falta de atención no es prueba de una gran estupidez, o no al menos una mucho mayor que la que pueda tener cualquier adolescente o beodo o iluso o adulto despistado cualquiera en unas circunstancias concretas. Lo correcto hubiera sido cruzar por donde está establecido porque, aunque el riesgo de ser arrollado es por lo general bajo, existe, y las consecuencias son tan catastróficas que no merece la pena arriesgarse ni siquiera ese poco. Así que probablemente lo más estúpido fue cruzar por la vía y, una vez en ello, hacerlo en manada y a lo loco.

    En fin, muy lamentable, un horror. Si hubiera sucedido en la Comunidad de Madrid no quiero ni imaginar la que hubieran montado. ¡¡Espe asesina!!!

  3. En el caso de Castelldefels, imagino que uno se puso a cruzar sin ver venir tren alguno y un grupo más o menos amplio lo siguió pensando todos y cada uno de ellos que otro habría mirado en su lugar, no haciéndolo nadie, en realidad.

    Efectivamente ese puede ser el motivo. Delegar la responsabilidad individual en terceros de manera no consensuada, unilateral y estúpida… el no reflexionar sobre los pros y los contras de una determinada acción. Cuando hablan del accidente en los medios, insisten sobre la prohibición que existe de cruzar las vías en ese punto. Bueno, eso en sí ya es un indicativo… pero lo realmente grave es lo que has descrito: que unos por otros, crean una situación en la que ponen en peligro sus vidas y las de los demás. Se me ocurre que en esas mismas circunstancias, un grupo organizado y dirigido por la razón, aún saltándose la norma, podría haber establecido un sistema efectivo para conseguir su propósito; por ejem. elegir dos vigilantes para situarlos en los flancos para aumentar la visibilidad… y a la hora de cruzar, ajustar un flujo de personas con un «caudal» que en que en caso de peligro no colapse la retirada convirtiendo el lugar en una ratonera.

    Considero que delegar la responsabilidad personal en terceros, junto a la incapacidad de evaluar los pros y contras de una actuación concreta, son manifestaciones de lo más representativas de la estupidez contemporánea. Todos hemos visto al típico estúpido que en una situación de tráfico denso se juega su vida y la de los demás para ganar 15 minutos de viaje… En cuanto a la responsabilidad personal ya se encarga «papa» Estado, de potenciar la tutela externa: Tú no te tienes que preocupar de ti… ya me encargo yo de establecer leyes y buscar a alguien que se ocupe de ti.

    Había un entrevistado que se quejaba de que los guardias no habían llegado… ¡¡¡Qué estolidez!!!

    Pero vamos que la cosa quedará ahí sin mucho más (espero que no se utilice). No quiero imaginar si en lugar de Zapatero y Blanco estuvieran Aznar y Trillo… y unas elecciones próximas. Las teles progres machacando con imágenes terribles de cuerpos destrozados… testimonios cocinados entre los pasajeros… testigos… familiares… Los nunca mais… Los queremos saber la verdad… La pureza genética en los restos humanos…

  4. Yo también había pensado en lo de Castelldefels y la sutil relación con mi artículo. No obstante lo que sugiero en el artículo es notablemente distinto a lo que dice Cipolla. Creo que la estupidez humana se caracteriza precisamente por seguir ciegamente una coherencia o razón en sus actos. Lo que sucede es que esa razón es equivocada.

    En el caso de Castelldefels, imagino que uno se puso a cruzar sin ver venir tren alguno y un grupo más o menos amplio lo siguió pensando todos y cada uno de ellos que otro habría mirado en su lugar, no haciéndolo nadie, en realidad. La seguridad del grupo, y tal. De pronto una luz se les acercó a gran velocidad y no tuvieron tiempo de reacción. Un suceso muy lamentable, confluencia de muchas diversas circunstancias adversas, incluida una pequeña gran dosis de estupidez por parte de los atropellados. En ningún caso va a evitarse en un futuro algo así con más medidades de prevención de las que ya de por sí existen. Si no es un atropello será otra cosa. A veces las tragedias se producen.

  5. Posiblemente el beneficio evolutivo del estúpido sea su capacidad de alinearse con un grupo de estúpidos o una causa estúpida sin la necesidad de entrar en grandes conflictos con sus creencias: el estúpido, según Cipolla, se caracteriza por no seguir coherencia o razón en sus actos.

    Se me ocurre que este estado casi hipnótico en un grupo gregario puede ser beneficioso para la supervivencia del grupo al mantener la unidad del grupo que sigue sin rechistar las indicaciones de un líder. La decisión de permanecer polarizados puede ser más determinante que el acierto de las decisiones del líder.

    Se me viene a la mente el trágico accidente ferroviario de Castelldefels. Ahora los técnicos hacen el paripé midiendo las dimensiones del túnel y algún que otro dato más, a todas luces irrelevante si lo que se quiere es encontrar el motivo de la tragedia. Este no es otro que la estupidez humana, que al contrario que la inteligencia, esta crece geométricamente según aumenta el número de estúpidos.

    Para terminar dejo un link que he pillado googleando alusivo.

    http://www.personal.able.es/cm.perez/estupidezhumana.htm

  6. Una vez hojeé en una librería un libro de Einstein en el que contaba sus ideas acerca de la sociedad, la política, la guerra y la economía.
    Me quedé asombrado cuando leí sus idéas sobre economía. Básicamente el hombre era lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que el socialismo no funcionaba, cosa no tan frecuente entre los intelectuales de los años 50, pero mostraba una cándida creencia en las ideas keynesianas.

    Tratándose de uno de los hombres más inteligentes de la Historia, un 190 de CI, el mayor genio de la Física desde Newton, pensé que no compraría mercancía averiada. Pero está visto que no se puede ser un genio en todo.

    Saludos.

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