Licencia para robar: sea usted colectivista!

Anoche leía el artículo de Juan Ramón  Rallo en LD, al que llegaba desde el blog de Albert Esplugas, sobre los planes fiscales de Zapatero. Ya saben, eso de aumentar la presión fiscal a los «ricos». Releyendo, y alejándome de los conceptos técnico-económicos -que no son lo mío-, se me ocurre que la medida debe de tener extasiado a todo socialdemócrata que se precie. Les parecerá que «ya era hora» y que «es lo más justo». Ocurre que olvidan un pequeño detalle: cuando tomamos algo de otro sin preguntarle si podemos hacerlo, estamos cometiendo un robo. Y cuando jaleamos a los pobres contra los ricos lo hacemos poniéndonos una de las caretas más feas del colectivismo radical. Además damos por hecho que los ricos no se han merecido alcanzar su bienestar (ninguno! nunca!) y que los pobres (ninguno! nunca!) no son en absoluto culpables de su situación. Es lo malo del colectivismo y las generalizaciones: es profundamente injusto … y criminal.

Ladrones!

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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15 comentarios

  1. El socialismo es la sistematización del robo, la planificación del Antiguo Régimen, el perfeccionamiento del latrocinio, mediante técnicas no tanto de violencia pura y manifiesta compulsión física sobre las personas (que no obstante permanece como última instancia ante los «deberes» impuestos desde el Poder socialista -la policía, la cárcel ante el incumplimiento de los deberes fiscales socialistas) sino a través de técnicas sicológicas, de reducción de la individualidad a masa, de la manipulación de la masa, de convertir lo blanco en negro, el embaucamiento, de apelar a los bajos instintos de la envidia y el egoísmo, etc, etc, etc.
    El socialismo es el cúlmen del desprecio por la dignidad humana. El que así siente sólo puede ordenar sus actos conforme a un sentido: la esclavización de los demás; hace para con los demás lo que no quisiera que los demás hicieran para con él.

  2. Por cierto. Si alguno de los de por aquí entiende de leyes, podría por favor decirnos si sería posible que, gracias al Estatut catalán famoso, podamos en breve tener un precedente en jurisprudencia para argumentar una objeción fiscal «sui generis»?

    Me explico. Una de las enseñas del Estatut fue que se debía garantizar a Cataluña que lo recaudado en Cataluña era devuelto íntegramente en forma de presupuestos a la misma. No sé si al final esto se quedó o se afeitó, pero, de quedarse, ¿no podría utilizarse para que, usado como precedente, otras personas, en este caso a mí me interesarían físicas, pudieran acogerse al mismo régimen y, si acaso no recibir partidas de presupuestos (que hombre, casi que paso), podrían, o bien no cobrar impuestos más que por los servicios públicos que se usasen, en el momento, o bien liquidar a fin da año una «cuenta» por servicios el primer año, y en referencia a ella en años posteriores utilizarlo como base para el «presupuesto asignado»?

  3. Ya puestos a teorizar voy a soltar una insinuación políticamente incorrecta.

    La socialdemocracia, más que la democracia per se, al no tener limitadas las funciones del estado tiene una tendencia irremisible a hacer que el aparato gubernamental crezca sin medida. En cada elección todos los partidos sin excepción se lanzan a prometer acciones que se sustentan en coger el dinero de todos vía impuestos y «solucionar» algo. Así que independientemente de quien gane, sobre todo en este país, en cada legislatura aumenta el número de funcionarios, la carga fiscal, etc, etc…
    El problema es que para cortar esta tendencia, limitar las funciones del estado e implementar un sistema de libertades…, la única fórmula que se me ocurre viable muy democrática no es… (y no, no es esa que estás pensando, bestia).
    Y por ello he dicho ya alguna vez que los liberales a lo más que podemos aspirar es a ser señales que indiquen el camino correcto. Difícil veo que el tejido social que nos rodea de el poder a una formación que le quite la teta a una mayoría establecida que tiene secuestrado el sistema…

  4. Jejejee

    Qué hacen dos liberales con una buena idea común? Discutir por los detalles aledaños…

    Por supuesto que son pegas, pero:

    1.Sí, me dejo fuera a los estudiantes a posta… Pero sólo a los que no trabajan a la vez. Ellos reciben el premio, los demás, bastante tienen con recibir formación sin tener que dedicarse a otra cosa (ojo, y yo fui de estos, pero considero que es un privilegio, no un estado maravilloso a promover). Ésta es una manera de incentivar el reconocer los estudios superiores como un privilegio, y no un derecho… Si te fijas, también daría voto a personas que ahora no lo tienen: jóvenes de 16 a 18 años que trabajen. A mi juicio, probablemente su experiencia de la vida sea mucho más válida que la de muchos estudiantes-rasca-pelotas de 25…

    2. A los rentistas. Cuáles? Los jubilados son el grupo 3…

    3. Economía sumergida. Bueno, eso es hacer trampas. Además, lo que intento es promover una sociedad donde la economía sumergida tenga poco sentido, no como ahora… A los que roban se les mete en la cárcel, creo que no dejarles votar por no pagar impuestos tampoco pasa nada…

    4. Los parados. Es que presupones que este modelo de sufragio es viable y compatible con el estado del bienestar, pero es justo lo contrario… Jejeje, igual que tu propuesta!

    5. No castigo a alguien por sus ideas, sólo dejo claro que participar ya han participado: hay mucha gente con opiniones igual o más válidas que la gente que nos enchufan y no se les da cancha. Bueno, pues vamos a ser justos: unos influyen de una manera y otros de otra. Además, probablemente disminuiría el número de militantes a los partidos, cosa buena a mi parecer… Mira que no he hablado de penalizar donaciones, ni evitar que sean anónimas…

    6. Objetores fiscales… Eso se permite? Porque yo me apunto oiga! Apuros económicos entran ya en la casuística infinita…

    Como he dicho, es muy polémico, y, por supuesto, es incompatible con la situación político-económico-fiscal española actual. La idea es que semejante cambio en la ley del sufragio te quita personas del censo electoral que, o bien tienen intrereses creados (léase lobbies), o bien no aportan a la sociedad y, por lo tanto a mi juicio, no deberían poder influir sobre ésta en cuanto a reparticiones de partidas de gasto (en el fondo es un lobby igual). La impresión que me da es que, indefectiblemente, el efecto es el mismo que tu propuesta: la gente ya no querría estar en el paro porque los partidos no generarían PERs y cosas del estilo, los sindicatos perderían poder, provocaría dinamizaciones del mercado laboral para poder trabajar, haría aflorar economía sumergida, y todo esto provocaría probablemente que políticas tipo socialistas no fuesen populares.

    Por supuesto todo es corrompible y el papel lo aguanta todo, pero cuanto más lo pienso, más me gusta…

  5. Muy buenas Geralt.

    En primer lugar, de intentar aplicar un contrato social individualizado los socialistas de todos los partidos saltarían como posesos tachándonos de insolidarios. Una de las razones de ser del estado para ellos es la mal-llamada redistribución de la riqueza. Y aparte, si de repente nos salimos de la cuenta, a ver quién mantiene el chiringuito tal y como lo tienen ya montado. Con lo que les ha costado montarlo a los pobres… Para empezar habría que mandar al mercado libre a un chorro de funcionarios. Y con el porcentaje de rémoras del presupuesto general del estado que tenemos en este país más el porcentaje de candidatos a serlo, no creo que sea algo viable sin que se produzca un cataclismo social.

    Tu última idea tiene un par de pegas así a bote pronto: te estás dejando atrás a los estudiantes, a los rentistas, a los que por el motivo que sea vivan en economía sumergida… Eso sin entrar en el castigo añadido que les estás metiendo a los parados, que en una economía tan intervenida se les puede echar en cara su voto, no su condición laboral… Ah, y si un partido es rico o popular, ¿castigas a todo el que trabaje para difundir sus ideas?
    Otra sugerencia por el estilo es que no puedan votar a los que no pagan sus impuestos, pero se deja fuera a los objetores fiscales y a los que simplemente tienen un apuro económico.
    A lo más que llega alguna democracia en este aspecto, creo, es a exigir que el que vote sepa leer y escribir. Y el razonamiento es simple y demoledor: su voto siempre dependerá de un tercero. Eso rompe el secreto y además es imposible controlar que el tercero no utilice ese poder para votar de más tantas veces como analfabetos acudan a él.
    Efectivamente, nada polémico, nada… 🙂

  6. A las buenas tras un tiempo out.

    Lo primero ‘¡Welcome Back, Luis!’.

    Lo segundo: Juano, apúntame a tu idea. Y un apunte:¿Qué pasaría si se formase un partido político que plantease esa posibilidad? Es decir, no la primera, para no cargarte el voto privado, si no la de #9.

    Lo tercero: El capitalismo de Estado es una pantomima, ya que es corporativismo de tipo fascista/nacionalsocialista, neochinomarxista. Vamos, que ni es capitalismo ni, mucho menos, liberal. El problema es que, en el momento en que la administración pública ASIGNA cualquier tipo de obra/concesión/X, se transforma en la única manera de viable de llevar adelante una empresa. En España, desgraciadamente, en mayor o menor medida todas las empresas hacen algo similar. Y si no, a ver qué pensáis que son las partidas de I+D+i de muchas, más que captación de fondos públicos…

    Lo cuarto: Volviendo a la interesante cuestión planteada por Juano, yo hace tiempo que llevo rumiando una idea. Hace tiempo amigos míos afirmaban que el sufragio universal como se concibe actualmente es una aberración: habría que hacer un examen de aptitud. A mí eso me rechinaba, y se lo comenté, porque esos exámenes pasarían de ser de aptitud a ser de «actitud» (el poder corrompe, blablabla…). Sin embargo, lo que sí que creo es que debería limitarse el voto, tras darle muchas vueltas, a población productiva. Me explico. Para mí, los votantes deberían poder ser ÚNICAMENTE:

    1. Amas de casa
    2. Trabajadores que en el último período interelectoral entre elecciones del mismo tipo hayan trabajado al menos durante el 75% del tiempo correspondiente a dicho período.
    3. Jubilados

    A estos tres grupos habría que restarles las personas pertenecientes a estos que hubieran hecho campañas oficiales activas y notorias en pro de alguno de los grupos en liza en la contienda electoral. Por eso de no permitir que una persona influya más que otra en el resultado: o votas o haces propaganda a favor de algo de manera oficial. Estoy pensando específicamente en militantes y «cejistas» claro.

    Como veis, todo muy inocuo y nada polémico! ;-P

  7. Spartan, si te parece bien simplifiquemos. Que cada uno vote lo que quiera y siga siendo secreto. Ciñamos el sistema al tipo impositivo a aplicar: si quieres entrar en los que «disfrutan» de seguridad social pública, educación, pensión, subvenciones, etc, etc…, tus cargas fiscales pasan a ser X% del IRPF, Y% de patrimonio, Z% de sucesión, XX% sobre beneficios, etc, etc. Ahora bien, si no quieres médico público, no quieres recibir ningún tipo de subvención, que quieres encargarte tú de tu pensión y de todas tus cosas…, entonces no pagas por patrimonio, ni por sucesión, sólo un x% por IRPF y un xx% por beneficios, muuuuuuyyyyy por debajo de los tipos socialistas. Pongamos que para la segunda opción los tipos no pueden ser nunca jamás superiores al 10%. Y para los indirectos un tope máximo del 15%, por poner una cifra más o menos a boleo…

    Es otra manera de enfocarlo. Así, aunque ganaran los socialistas los recursos estarían bastante limitados. Ya para que la cosa fuera seria de verdad habría que tener patrón oro y el tipo de interés fijado por el mercado. Pero bueno, al golpito… 😀

  8. Juano (#3),
    Me apunto a tu idea. Yo hace tiempo que vengo diciendo que esto del «estao» se arregla fácil haciendo partícipe al votante de las consecuencias de su voto. Me explico: Si voto PSOE y gana, quedo obligado por ley a sufragar los déficit en que pueda incurrir el gobierno y por supuesto, en caso contrario, a disfrutar de los beneficios que aporte. Si voto PSOE y no gana, no tengo consecuencias. Con ello, cada votante se cuidaría muy mucho de lo que harían o hacen sus supuestos «representantes» con la cosa de todos. Como lo que propongo soy consciente de que es impracticable, me sumo a tu propuesta «teórica».
    Discrepo de lo que indica Jordi de que el voto no cambiaría. Cuando la gente viera peligrar de verdad de patrimonio, se pondría las pilas inmediatamente, vamos.
    Saludos,

  9. Jordi, el voto socialista por norma busca beneficiarse del dinero de los demás. De aplicarse la medida sólo podrías sangrar a los que esperan el beneficio del estado, no a los que quieren buscarse la vida.
    Elucubrando un poco, habría dos efectos inmediatos: los progres verían como son sus bolsillos los que tienen que soportar el chiringuito de manera más directa y fácil que actualmente, no el prójimo al que siempre esperan esquilmar. Y por otro, los que actuaran sin la injerencia y el robo del estado progresarían muchísimo más que los dependientes (mejor educación, mejor medicina, más dinero en mano, mejores casas, coches… ¡y más barato!).

    No es lo mismo yo me lo guiso yo me lo como que tú me lo guisas y yo me lo como. Suena parecido, pero noslomismo… 😉

    De hecho si me dejaran firmar esas condiciones renunciando al derecho de voto…, sin mirar para atrás… 🙂

  10. Lo primero que se me ha ocurrido al leer el post es lo que dice Ijon en su #1. El capitalismo de estado es tan denunciable desde mi punto de vista como el colectivismo. Y es uno de los fallos de los liberales en nuestra «política de comunicación». ¿No os pasado nunca discutiendo con un progre que os critica por las empresas que reciben dinero u otras prebendas por parte de un gobierno? Y cuando le dices que un liberal también está en contra de eso, no se lo cree, y no hay manera (¿dónde está mi cheque de Exxon?). A parte de criticar a los sindicatos, creo que deberíamos dar caña también a todas las empresas que viven de la subvención, que tienen concesiones de los gobiernos (vamos, que son monopolios protegidos, y tratan a los usuarios como mierda, por falta de competencia), que se aprovechan de leyes ad-hoc, etc, etc.

    Y sobre lo que dice Juano (con la de curro que tengo y vosotros sacando temas interesantes, XD). Yo no lo veo claro. Un par de cosas:

    – ¿Qué pasa con el que no vota? ¿Mitad socialista, mitad liberal? Lo de que el que no vota, no puede opinar, no lo acepto. Si no hay ninguna opción que me seduzca, no voto (lo que no hago es como los batasunos que van llorando diciendo que les han dejado sin voz y esas martingalas)

    – Cuando votas a un partido….. ¿estas de acuerdo al 100% con su programa? Habría que indicar el porcentaje en la papeleta, ¿no? (o las partes del programa que apoyas)

  11. comentaba el siguiente ejercicio teórico:

    Dejando de lado la eliminacion de la privacidad del voto, no es acaso ya ese razonamiento logico el que precede a un voto? Que, a grandes trazos, eso llamado socialista tirara por la via de los impuestos mientras que eso llamado liberal tirara por el cada palo que aguante su vela es algo notorio, no? Por que esperariais que el voto cambiara? Porque yo no veo que esa explicacion vaya a hacer cambiar de parecer a demasiada gente, la verdad. Y luego esta el hecho de que esa estrategia tampoco evitaria que algunos votos (los del partido ganador) pueden implicar que el que no ha votado por la misma opcion tambien tenga su firma estampada en ese contrato social que no queria.

    Viva la teoria!

  12. En un comentario a otro artículo que no se ha publicado (?) (ah, y la pestaña de comentarios no funciona…), comentaba el siguiente ejercicio teórico:

    Entiendo que el secreto del voto tiene mucho sentido. Pero supongamos que al votar uno públicamente establece su contrato social con el colectivo. Sería algo así:
    -A ver…, usted vota socialista. Supongo que es consciente que eso conlleva que el tipo que se le aplicará en el IRPF será de un 70%, que sus hijos tienen que ir a un colegio público y aceptar la educación para la ciudadanía, que no puede contratar un seguro médico privado ni plan de pensiones, …, eso sí, tiene acceso a todas las subvenciones en las que su perfil cuadre, etc… ¿de acuerdo?. OK, ¡voto!

    -Vaya, un liberal. Su voto conlleva que le aplicaremos un 7% en el IRPF, no tiene derecho a sanidad pública, no tiene derecho a educación pública, no puede pedir subvenciones…, cualquier servicio lo tendrá que contratar usted salvo la justicia, la policía y cuatro cosas más. ¿Conforme? Perfecto, ¡voto!

    Sería interesante ver la evolución de los resultados electorales en un par de legislaturas…

    De repente no debería ser un ejercicio tan teórico… 😉

    • Me parecería una magnífica medida … desde la teoría. No creo que fuese practicable sin destrozar el principio sagrado de «todos iguales ante la ley». Pero sí, supongo que el voto de mucho variaría en poco tiempo 😉

      OT: la pestaña de comentarios en la página principal no chuta, un problema de incompatibilidades del plugin con la nueva versión de WordPress. En cuanto sea posible, lo soluciono.

  13. Pues yo sí que sería partidario, no ya de la subida de impuestos, sino de la expropiación de aquellas fortunas obtenidas a partir de la connivencia con el poder político y la legislación tramposa que haya consagrado un monopolio privado para posibilitar el enriquecimiento desmedido de algún que otro capo aniquilando el libre mercado. Estoy pensando en la tele de pago y el sr. Polanco, pero habrá más ejemplos…

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