Prejuicio (entrevista a Susan Fiske)

Prejuzgamos con pasmosa naturalidad, las más de las veces de forma inconsciente. Nuestras capacidades de raciocinio y comprensión, asociadas al lenguaje y a la consciencia, son un producto reciente de la evolución biológica. En general los seres vivos animados pasan su existencia muy atentos al peligro y a las oportunidades que se dan en un medio complejo, respondiendo deprisa a indicios conspicuos. Para ello el juicio instantáneo, que toma de toda la información entrante solamente unos pocos elementos característicos, es útil, pues puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Ante una figura oscura que se mueve entre el follaje conviene reaccionar deprisa. Del mismo modo no podemos demorarnos en tomar un fruto colorido y carnoso de la rama.

El medio humano es tanto natural como social. En este contexto en el que hay, además de las fuerzas de la naturaleza y otros agentes y pacientes biológicamente distintos, seres conscientes y autoconscientes de nuestra especie, que o bien colaboran o bien compiten con nosotros en el enmarañado juego social que hemos creado (según la circunstancia y los intereses respectivos “en juego”), el prejuicio sigue siendo una poderosa herramienta para juzgar rápidamente e impedir que se concreten peligros y se pierdan oportunidades. Pero no es un mecanismo perfecto, ni mucho menos. Como las ilusiones visuales, los prejuicios pueden ofrecer una imagen poco fiel de la realidad observada.

La realidad que más nos interesa es por lo general la que constituyen los organismos hechos “a nuestra imagen y semejanza”, siendo por tanto a la que más atención prestamos. Vivimos en un mundo de seres humanos, y aplicamos a ellos el mecanismo de juicio sumario: a partir de una serie de rasgos, gestos, sonidos, indumentaria, frases y otros detalles corporales, físicos, psicológicos y culturales elaboramos un bosquejo de la mente, circunstancia y valía de las demás personas en nuestros primeros encuentros, que en muchos casos, en esta sociedad multitudinaria, son los últimos. Prejuzgamos sobre los otros, y en ocasiones menospreciamos o sobrevaloramos a alguien por ser bajito o alto, oscuro o claro de piel, ir vestido elegantemente o con ropa informal o mono de trabajo, mirar tímida o desafiantemente o de forma neutral o con amable seguridad, decir una frase vulgar o ingeniosa…etc etc.

Al prejuzgar podemos dejar pasar oportunidades y correr peligros, de hecho. Pero aunque de manera bastante tosca, nuestros prejuicios se acoplan a la realidad y hacen que los aciertos sean en general mayores que los errores, o al menos la proporción de aciertos haya sido mayor en las cuestiones más relevantes y menor en otras de menor importancia. De otra forma el prejuicio habría sido progresivamente eliminado en la evolución de nuestro cerebro social, por supervivencia diferencial de los menos prejuzgadores.

Susan Fiske, Profesora de Psicología de la Universidad de Princeton, ha centrado su investigación en los prejuicios, los estereotipos, la discriminación y también en cómo competimos, colaboramos y buscamos el poder en nuestras sociedades. No sólo ha observado el comportamiento de las personas, sino también su cerebro. Gracias a las técnicas de neuroimagen ha podido observar qué zonas del cerebro se activan cuando alguien prejuzga a otro. Y con ello ha podido demostrar algo que en psicología ya se suponía desde hace tiempo: que consideramos y tratamos a ciertas personas, bajo determinadas circunstancias, como animales o como objetos. Quien sea el paria dependerá en parte de la cultura, pero cómo lo percibimos, lo juzgamos implícitamente y como nos relacionamos con él lo hará en gran parte nuestra naturaleza prejuzgadora, esa que nos ayudó a sobrevivir durante cientos de miles de años en un entorno de seres humanos potencialmente amigables u hostiles.

La Profesora Fiske, en medio de un viaje y un frenético trabajo ha sacado unos momentos para respondernos unas preguntas, lo cual le agradecemos. Agradezco también a Marzo, mi ángel de la guarda en estas entrevistas que aquí les presentamos, su esmerada traducción.

En ingles:

1.-What do you think is the evolutionary reason for prejudices and stereotypes? What role do you think they play?

People have always had to make rapid judgments of other people as individuals and as group members. The two critical decisions are (a) warmth: whether the other intends help or harm, and (b) competence: the capability to enact those intentions. People judge an individual face on these dimensions in less than half a second. People also judge social groups (e.g., immigrants) on these dimensions, assessing threat.

2.-What neural networks activate when we prejudge?

Amygdala activates to individual face perception, indicating emotional importance, especially negative, and triggering vigilance to untrustworthy faces, for example. In stereotyping social groups, the mPFC activates to the ingroup and to the moderate outgroups (e.g., old people, disabled people, who are warm but not competent; and rich people, professionals, who are not warm but are competent). However, the most extreme outgroups (homeless people, drug addicts), who are neither warm not competent, do not activate mPFC. This matters because mPFC activates when people think about other people’s minds: thoughts and feelings. So in effect the lowest of the low are dehumanized. People report that they cannot imagine the minds of homeless people, would not interact with them, etc. Because people also report disgust to these outcasts, they are viewing them as if they are garbage or rodents.

A different kind of dehumanization may occur for a group that may not be dehumanized as animals but instead as objects. Hostile sexist men (who view the genders as competing) deactivate the mPFC when they see bikini-clad women. These pictures activate tool-use areas of men’s brains as well as thoughts associated with acting on those pictures, rather than those pictured women as themselves initiating action. In other words, they are viewed more like objects than agents.

3.-How do we compete among us? How do males and females compete? Is there any possibility to canalize competition to make it softer?

Some people and social groups share our goals but others compete with us for resources . People compete for tangible resources but also symbolic resources such as social recognition . Men and women can cooperate or compete in three primary areas, each with a subjectively benevolent and hostile type:
· heterosexual intimacy (mutual pleasure vs. men dominating women for their own pleasure, which women might use to exploit men);
· social status (men should take care of women, who are helpless versus men should dominate women, who may challenge men’s status), and
· gender roles (men and women have separate roles, which makes everyone happy, versus women are competing to get into men’s roles).
Changes in these hostile and benevolent relationships happen when societies become more equal, according to cross-cultural comparisons in UN gender development measures (e.g., women’s education, jobs, health).

4.- Is man a political animal who looks for power, as Aristotle suggests?

People seek both liking and respect. Liking relates to social belonging, and respect relates to power and status. People want both social connection (liking) and control over their own outcomes (power).

5.-Are our reason and our morality only a thin shell over our irrational and egoist nature?

If I understand your question, both are important. I do not believe that human nature is fundamentally self-interested. People have evolved to survive as group members . Social isolation risks death. People strive to get along with other people. The simplistic view of evolution that people strive only for narrow self interest does not reflect the importance of people’s social niche.

6.-What are you working on now? What is your highest intellectual challenge? What mystery would you dream to unveil?

We are interested in what divides people from each other, envy toward those of higher status and scorn toward those of lower status. Social class is one example. I would like to learn how to bring people together across different levels of status.


En castellano:

1.-¿Cuál cree que es la razón evolutiva de los prejuicios y los estereotipos? ¿Qué función cree que desempeñan?

Las personas han necesitado siempre formar juicio con rapidez sobre otras personas como individuos y como miembros de un grupo. Las dos decisiones críticas son a) calidez: si el otro tiene intención de ayudar o de perjudicar, y b) competencia: su capacidad para llevar a cabo esas intenciones. Las personas juzgamos un rostro individual en estas dimensiones en menos de medio segundo. También juzgamos en estas dimensiones a grupos sociales (por ejemplo, inmigrantes), evaluando la amenaza.

2.-¿Qué redes neurales se activan cuando prejuzgamos?

La amígdala se activa durante la percepción de rostros individuales, lo que indica importancia emocional, especialmente negativa, y desencadena vigilancia ante rostros poco fiables, por ejemplo. Al estereotipar grupos sociales el córtex prefrontal medial (CPFm) se activa para endogrupos y exogrupos moderados (por ejemplo ancianos o discapacitados, que son cálidos pero no competentes, y personas ricas o profesionales, que no son cálidos pero sí competentes). Sin embargo, los exogrupos más extremos (personas sin hogar, drogadictos), que no son ni cálidos ni competentes, no activan el córtex prefrontal medial. Esto importa porque el CPFm se activa cuando las personas piensan sobre las mentes de otras personas: sus pensamientos y sentimientos. Así que en la práctica los ínfimos de entre los humildes quedan deshumanizados. La gente declara que no puede imaginarse las mentes de personas sin hogar, no trataría con ellos, etcétera. Dado que declara también desagrado ante estos marginados, los están viendo como si fueran basura o roedores.

Puede ocurrir otra clase de deshumanización: que se vea a un grupo no como a animales, sino como a objetos. Los varones sexistas hostiles (que ven a los géneros como mutuos competidores) desactivan el CPFm cuando ven mujeres en bikini. Estas imágenes activan áreas de uso de herramientas en los cerebros de los varones, además de pensamientos asociados con actuar sobre esas imágenes, más bien que con que las mujeres representadas inicien la acción. En otras palabras, se las ve más como objetos que como agentes.

3.-¿Cómo competimos entre nosotros? ¿Cómo compiten varones y mujeres? ¿Existe alguna posibilidad de canalizar la competencia para hacerla más suave?

Algunas personas y grupos sociales comparten nuestros objetivos pero otros compiten por recursos con nosotros. La gente compite por recursos tangibles pero también por recursos simbólicos como el reconocimiento social. Varones y mujeres pueden cooperar o competir en tres áreas principales, cada una con un tipo subjetivamente benevolente y uno hostil:

—intimidad heterosexual (placer recíproco, contra: los varones dominan a las mujeres para su propio placer, que las mujeres podrían usar para explotar a los varones);

—estatus social (los varones deberían proteger a las mujeres, que están indefensas, contra: los varones deberían dominar a las mujeres, que pueden amenazar el estatus de los varones), y

—papeles de género (varones y mujeres tienen papeles distintos, lo que hace felices a todos, contra: las mujeres están compitiendo para asumir los papeles de los varones).

Ocurren cambios en estas relaciones hostiles y benevolentes cuando las sociedades se hacen más igualitarias, según comparaciones interculturales de las medidas de desarrollo de género de la ONU (por ejemplo educación de las mujeres, trabajo, salud)

5.-¿Es el hombre un animal político que busca el poder, tal como sugirió Aristóteles?

Las personas buscan tanto gustar como ser respetadas. El gustar está relacionado con la integración social, y el respeto con el poder y el estatus. Las personas quieren tanto conexión social (gustar) como control sobre el desenlace de sus propias acciones (poder).

6. ¿Son nuestra razón y nuestra moralidad solamente una delgada capa por sobre nuestra irracional y egoísta naturaleza?

Si entiendo su pregunta, ambas son importantes. Yo no creo que la naturaleza humana sea fundamentalmente interesada. Las personas hemos evolucionado para sobrevivir como miembros de grupos. El aislamiento social supone un riesgo mortal. Las personas se esfuerzan en llevarse bien con otras personas. La visión simplista de la evolución de que las personas se esfuerzan sólo en pos de su propio estricto interés no refleja la importancia del nicho social de las personas.

7.-¿En qué esta trabajando ahora? ¿Cuál es su mayor reto intelectual? ¿Cuál el misterio que sueña con desvelar?

Nos interesa lo que separa a las personas entre sí, la envidia hacia los de un estatus más alto y el desdén hacia los de un estatus más bajo. La clase social es un ejemplo. Me gustaría aprender cómo unir a la gente entre diferentes niveles de estatus.

Germanico
Germanico

No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

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4 comentarios

  1. Excelente entrevista…Muy bien logradas las preguntas…y las respuestas por parte de Fiske muy puntuales y precisas…
    Soy estudiante de sexto semestre de psicologia y en uno de mis cursos estamos trabajando con esta autora…la lectura de esta entrevista me ha sido de gran ayuda…Muchas gracias viejo…

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