Cae el telón (sobre los actores)

La mayoría de los que van al paro ven la causa inmediata de su cambio de situación: la decisión de su jefe. La causa última queda oculta tras las apariencias. El empresario se convierte en el chivo expiatorio y el cabeza de turco de los malpensados.

 

Entre bastidores una serie de tramoyistas-burócratas de la función social sin escrúpulos se han dedicado a poner en dificultades a los actores para que desarrollen convenientemente sus respectivos papeles en la obra. De esta forma hacen imposible que el guión del intercambio se realice sobre el escenario, y los consumidores se ausentan de sus localidades o arrojan tomates rojos, muy rojos, a los actores que se ven obligados a hacer el papel de “malos”.

 

Veo el drama a mi alrededor, en mi propia empresa. Veo el temor y la preocupación en los rostros de los que aún sobreviven y la pesadumbre en los de los que han caído. No sé si todo, pero sin duda una gran parte se la debemos a ZP.

 

Así que muchas gracias, Presidente.

Germanico
Germanico

No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

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9 comentarios

  1. Si E, no hay que ser mojigatos tradicionalistas a ultranza ni locos quijotescos de lo nuevo. Pero en cualquier caso han de ser respetadas ciertas reglas de juego que impone la naturaleza misma de la cosas y nuestra propia naturaleza. Si no la única obra posible es Macbeth.

  2. Se ve la historia como un escenario móvil que lentamente va desarrollando sus diversos escenarios preparados para dar lugar a los diferentes cuadros del drama o una amplia escena, fija pero reformable cada vez pues ofrece un amplio ámbito para la acción, por el que cada personaje transita desempeñando su papel, que a veces se reduce a salir y pasar haciendo algún gesto o profiriendo alguna exclamación o una sentencia…

    Otras veces un personaje se detiene más y, siempre moviéndose, monologa o dialoga con otros personajes que igualmente pasan, asustados o curiosos; y alguna vez llega a cambiar el orden de los enseres que amueblan la escena, o la inunda (tal vez como parte de su papel). O ya fuera del mismo, la incendia y rasga sus bambalinas o sobre todo su forrillo, el telón del fondo.

    Rasgar el forrillo para dejar a la vista la tramoya suele ser la meta de algunos personajes en determinados momentos del drama, especialmente en el caso del drama de la historia real, y hace que toda la estructura del drama cambie.

    No suele ser un drama previamente escrito por alguien sino, más bien, como el de Pirandello: una serie de actores, que han de actuar por destino, en busca de autor… y a veces, alguno rasga el decorado, sobre todo el del fondo, en busca de ese autor que se les esconde. No se excluye que el paso por la escena sea para algunos personajes el proceso de búsqueda de algo o de alguien… yo también me he perdido, disculpas.

    A ver, quería decir que el estar en realidad de una colectividad, un grupo o un individuo su existir, su vivir su estar siendo, su paso por la historia, o sea, es siempre el tratar de progresar en una acción cuya orientación y aun cuyas reglas del juego han de ser deducidas por los actuantes, como dice el Orestes sartriano: “hombre soy y he de inventar mi propio camino…”; no le han sido dadas por naturaleza sino que se trata de un juego, valga la palabra, que se inventa cada vez y cuando no se inventa deja de ser «juego» y entonces aburre.

    Se convierte en rutina repetitiva que poco a poco va perdiendo sentido y asfixiando a los miembro de esa sociedad hasta que se comienza a idear otro juego que se considera creación genial, que hace época y entusiasman a los más progresistas y alarma a los conservadores, conservadores de lo bueno o de lo malo, y así crear nueva vigencias sociales que transforman el mundo de nuevo…

    Y “el mundo” son relaciones, procesos, asuntos, deberes, valores y sistemas de referentes…

    Estar en realidad, no es fácil, es difícil de cojones, quita eso, es complicado y, sobre todo, es arriesgado, pues hay que decidir y optar de modo tan creativo que rara vez se sabe se si debe y cómo. ¿Qué más me borrarán de este comentario?

    Hasta los criterios de valoración, en sociedades no tradicionales parecen potestativos; y no cabe atenerse a “los más seguros”, pues cerrarse, negarse a ir más allá, paralizarse en la fidelidad a conformismos, es el riesgo mayor, la mayor imprudencia.

    Es el error que cometen los prudentes cuando no son sinceros.

    Es decir, cuando no quieren ver las necesidades o males que en un momento dado claman por una solución. No inventan su camino, y así dejan de ser prudentes.

    Hay pues que elegir valor y sistemas, y procedimientos y modos activos y activadores de incidir prudentemente en el marrón, en lo que, guste o no, ya está en marcha, para remplazar otros modos que a lo mejor no gustan y hasta escandalizan e irritan, o matan, y han de se modificados.

    También se da el riesgo de naufragar en el cambio. Mas aferrarse a no cambiar es el peor naufragio imaginable, pues entonces es CIERTO el fracaso; máxime cuando el prurito de no cambiar obedece a poco presentables alianzas de interesas… personas, instituciones, pueblos se neurotizan, no quieren crecer sino permanecer en su apego a estructuras que ya no responden a las exigencias y necesidades del momento histórico y no me acuerdo de qué iba esto, mejor leer resistencia y sumisión de Bonhoeffer y un abrazo.

  3. Amigo tedesco, la verdad es que no se que haré. Pero empiezo a notar que mi coste de oportunidad en la privada es alto. Especialmente cuando uno se especializó en la construcción y papá estado le pone el caramelo de la oposición de secundaria delante. Además como digo, estoy construyendo un edificio para el estado. Y si continuo en la empresa en la que trabajo ahora, me temo que será Zapatero -o el que venga- el que nos dará de comer a costa de otros.

    Otra opción es cambiar de ramo profesional. CCOO me ha enviado una carta para un curso de robótica. Que monos, avisan de que los robots ya no quitan puestos de trabajo.

    Es un dilema. He dado clases particulares y no se me da mal. Y me gusta enseñar. Pero ser funcionario, cuando me paso el día cuestionándolos….. tengo la mala costumbre de plantearme mucho la coherencia de lo que hago.

  4. Cada uno independientemente ha de mirar lo mejor para sí mismo, amigo espartano. Otra cosa es que seamos conscientes de que para la sociedad no tienen porque ser buenas las mismas cosas que lo son para cada individuo particular. Había por ahí un economista liberal cuyo nombre no recuerdo que decía que su ideal era trabajar en un monopolio. A ser posible, añado yo, un monopolio que constituya una isla en un mar de liberalismo.

    ¡Me has descubierto, Ijon! Ni leo público ni veo la tele. Iré voluntariamente a la hoguera…pero que la enciendan con televisores y ejemplares de público!!!

  5. las catastróficas consecuencias para la economía de la pésima gestión gubernamental y tal.

    No hombre no, como se nota que no lees «Público» ni ves la tele (cualquier tele).

    La culpa de la crisis es de Bush y Aznar (no necesariamente por ese orden) y su capitalismo facha ultraliberal neocón.

    Y si no estamos peor es gracias a los votantes de Zapatero (por votarle, claro).

    ¿Cómo? ¿Que en la muy progre Dinamarca han reducido drásticamente las compensaciones por despido y tienen el índice de paro entre la tercera y cuarta parte que aquí?

    ¡¡¡¡Arghhhhhhh!!!! ¡¡Blasfemo!! ¡¡A la hoguera!! ¡¡Qué es eso de contraponer datos a la Verdad Revelada por ZP y su cohorte de sabios!!

  6. Yo estuve en el paro este verano y ahora afortunadamente tengo trabajo. Creo que incluso me comeré los turrones en la empresa. Luego, infojobs dirá.

    Y veremos si tengo luego tanta suerte de encontrar a un empresario solvente (oneroso, mas bién).

    Creo que voy a intentar ser funcionario liberal. Total, mi cliente es el estado……

  7. Deberían ser los que le votaron, para que hubiera una correlación satisfactoria entre la opción votada y la parte alícuota recibida de las catastróficas consecuencias para la economía de la pésima gestión gubernamental y tal.

    Pero la cara de pavor y angustia la tenemos todos por igual.

    Viva ZPARO!!!

  8. Una curiosidad, si me la permites: de los colegas de tu empresa los que peor cara tienen… ¿son los que no ven la forma de librarse del presidente Rodríguez, o los que le votaron?
    Saludos.
    YO NO LE VOTÉ: ^^

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