Amigos Ecolojetas, os están chuleando

Nuestro amable anfitrión, Luis, a menudo es una excepción a la regla aquélla que nos indica que “un pesimista es un optimista bien informado”. De su excelente información, nadie que pase por aquí puede dudar, y sin embargo, a veces se muestra optimista, como le señalaba en esta entrada, en relación con el tiempo que va a durar la milonga del CO2 y el cambio climático.

Guiado, en mi opinión, más por un “wishful thinking” que por otra cosa, consideraba que la honradez de la mayoría científica rigurosa se impondrá en breve a los intereses de los paniaguados, mamasubvenciones y troleros en general.

Uno cree sin embargo, que en el caso concreto del CO2, el montaje ha alcanzado unas dimensiones tales y genera tal cantidad de dinero (como veremos a continuación) que está destinado a durar.

Ya hemos comentado por aquí en más de una ocasión como todos los “Observatorios” de CO2 y cambio climático que en el mundo han florecido, poblados de algunos científicos y muchos chupatintas, difícilmente van a concluir de sus observaciones que no hay cambio climático o que, si lo hay, no está causado por el hombre y poco se puede hacer para evitarlo (se podrían hacer cosas para paliar sus efectos, pera ésa es otra historia). Tal conclusión equivaldría a la disolución del observatorio y el cese de la mamandurria y como los “modelos de simulación informática predictivos” siempre tienen alguna “k” variable a voluntad para adaptar los resultados a lo que se quiere que resulte, pues nada, intentarán seguir observando per saecula saeculorum.

Pero tampoco hay que sobreestimar la capacidad de los “científicos observadores” para perpetuarse en la trola sin padrinos. Aquí es donde queríamos llegar. ¿Conocéis algo de eso que se llama “comercio de derechos de emisiones”? En mi opinión, ahí está la clave.

Simplificando: Desde el protocolo de Kyoto, cada país tiene asignados unos derechos de emitir unas ciertas cantidades de CO2. Si un país ahorra en emisiones, puede vender en un mercado internacional creado al efecto, esos derechos a otro país que se exceda de los objetivos de emisión que tenía asignados. Un mercado creado artificiosamente para vender humo (nunca mejor dicho) y no para atender una necesidad real. Tal y como podéis suponer, este intercambio cuenta con la intermediación de “prestigiosas” empresas consultoras internacionales que se quedan con su correspondiente comisión (vamos como lo de los limones que tanto se critica pero a lo bestia).

Y aun hay más. Para aquéllos que se están pasando del límite y no están muy por la labor de comprar derechos, existen los llamados “Mecanismos de Flexibilidad” que consisten en invertir en planes de reducción de contaminación en otros países y así «ganar» derechos de emisión a través de estos proyectos. Proyectos que, naturalmente, deben ser auditados y verificados (y cobrados) por “prestigiosas” consultoras internacionales (éstas ya habían salido en el texto ¿no?) que han creado de la nada unos derechos con los que comerciar en el mercado internacional de emisiones. En muchos casos estas compañías son a la vez contables de emisiones, intermediarias de intercambios, auditoras de nuevos proyectos y consultoras en general.

Todo un negocio inventado de nuevas a partir de la nada.

Conociendo esto nos resultará más fácil explicarnos los motivos por los que ciertas compañías son fervientes defensoras del cambio climático y difunden sesudos estudios irrefutables sobre lo caliente que estará el planeta dentro de 100 años si seguimos emitiendo el maldito CO2 sin contar con esos bonitos protocolos que tanto dinerito dejan en sus arcas a base de vender aire y humo.

Hace unos días, con ocasión de la quiebra de Lehman Brothers, incluso los medios más progres y zapateriles (como el panfleto gratuito “dirigido” por “Estercolar” senior) hacían chanzas sobre los capitalistas malosos que predecían el clima a 100 años vista y, como los malos adivinos, no pudieron prever lo que iba a suceder a su empresa mañana. Naturalmente, lo que estos medios no comentaban eran los motivos (arriba expuestos) por los que estas compañías jalean con tanta alegría las milongas del CO2. Solo algún balsero inteligente daba las claves del asunto.

Todo este dinero en juego, sería suficiente motivo para sospechar que la estafa del CO2 va a ser duradera.

Si añadimos la jugada magistral desarrollada por estas compañías consiguiendo que la progresía ecolojeta mundial les sirva de ariete en su estrategia timadora, solo podemos concluir que tenemos Kyoto para rato.

Y es que, queridos ecolojetas sandía, antisistemas, devotos zapateriles y progres en general, cada vez que nos ponéis a caer de un burro a los que sinceramente expresamos nuestro escepticismo ante este asunto, les hacéis el caldo gordo a los verdaderos capitalistas dañinos: los especuladores del humo y la nada.

Os chulean y además, en la mayoría de los casos, les hacéis gratis el trabajo. Sois un chollo.

Ijon Tichy
Ijon Tichy

Profesional de la Energía desde hace 25 años, con especial dedicación a Cogeneración y Renovables, motivo por el que conoce bien las miserias que han conducido al sector al desastre actual.
El avatar no es casual. Procura seguir la inteligente máxima de Manolito ¿Cómo puede decir que es lindo si no sabe cuánto cuesta?

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37 comentarios

  1. Lete, es que la situación es todo lo contrario a lo que tú expones. En este país, si el mercado inmobiliario cae por los suelos, el contrato de hipoteca te subyuga y te obliga a unas condiciones que ignoran cualquier variación de las premisas a las que te enfrentas en el mundo real. Peeero, si la caída es tan fuerte que con la crisis hace pensar al banco que no podrás hacer frente a tus obligaciones y que su rentabilidad peligra, en este país, puede unilateralmente el banco incrementar el tipo de interés que soportas para compensar su riesgo. Osea, que todo está basado en proteger el escenario ideal en el que se supone que vive el que presta dinero, siempre a costa del escenario real que soporta el que lo recibe…

    Y ya si nos metemos con la naturaleza del dinero fiduciario y los coeficientes de caja es que entran hasta temblores.

    Así pues, sigo con la sensación de que el mercado financiero tal como está establecido es generador de crisis por su naturaleza. Y encima el nivel de intervención que soporta no sólo no compensa ese defecto, sino que lo amplifica enormemente…

  2. En cuando a lo segundo, Lete, sinceramente, sigo dándole vueltas y lo que dices no ayuda…

    Primero: Todos los que pagamos hipotecas en Occidente, incluido este país, lo hacemos a un tipo de interés compuesto, por lo que los intereses devengados generan intereses. Dime de qué ley hablas para ir echando leches al banco y a la prensa.

    Segundo: Si aplicara el ipc al cálculo del ejemplo la diferencia sería infinitamente mayor, no menor. He obviado el IPC por sencillez y por dejar claro cuan grande es la asimetría que se produce.

    Tercero: No creo que te cueste mucho encontrar a alguien que te preste un euro a un dos por ciento anual… Mándame los papeles a tu costa que yo te los firmo.

    El caso es que el que recibe el préstamo se enfrenta, además de a un sin fin de imprevistos que pueden hacer fallar sus cálculos de rendimientos, a una serie de cambios de las reglas del juego impuestas por el estado: incremento del coste de la mano de obra, encarecimiento del despido, impuestos, trabas arancelarias, etc, etc… Por lo tanto las condiciones bajo las que hizo su estimación y firmó el préstamo varían. Mientras que para el prestamista su inversión alternativa, que es la que el prestatario ha de compensar, queda inmune de cualquier cambio y se mantiene en el limbo de la perfección del rendimiento.

    Eso crea una distorsión en la confluencia de voluntades que se incrementa con la duración del contrato. Pues la inversión alternativa, en la realidad, tendría que enfrentarse, como mínimo, a las mismas vicisitudes…

    Así pues, amén de poder considerarse todos los contratos financieros viciados a partir de una determinada duración, estamos ante un ingrediente más que alimenta las crisis cíclicas. Pues mientras más alto es el nivel de financiación externa del tejido productivo y mientras más se incrementan los plazos vía refinanciación, más grande se hace la diferencia entre el rendimiento real y plausible con el que se ha de compensar en el paraíso perfecto de los banqueros…

  3. Lete, para que el individuo pueda ser libre precisa de un entorno (colectivo, sociedad) en el que poder desarrollarse con tranquilidad y estabilidad. Por lo que, si el entorno no es estable en el tiempo, de nada vale hablar de libertad cuando ésta va a sucumbir con el sistema que la sustenta.

    Por lo tanto no estoy en la línea de los regímenes autoritarios que justifican todo anteponiendo el colectivo al individuo. Sólo indico que sin ciertas medidas coercitivas, la estabilidad es inalcanzable. Y sin estabilidad, no hay libertad ni nada.

    Y hablar de una sociedad conformada por individuos libres sin más es totalmente utópico. Sin una serie de valores comunes la libertad individual sin control lleva al enfrentamiento y al individualismo, jamás a una estructura sólida y con un mínimo de orden. Es la ley del más fuerte, sin más.

  4. Juano, te equivocas has hecho el cuento del brujo, te explico:

    Primero..- La legislación española, por ejemplo, prohibe los intereses sobre los intereses.
    Segúndo..- No has tenido en cuenta la inflación… que salvo raros momentos, en la historia siempre es >2%
    Tercero..- ¿Donde puedo conseguir ese préstamo, chollo?

  5. Juanoç
    Si mi memoria no me falla y mi amor propio no me engaña con respecto a mi congruencia, verás que siempre que he discrepado contigo en cuanto a imposiciones de interés común mi argumentación se basa en el fortalecimiento y supervivencia del colectivo. a

    No se te das cuenta que lo que propones en el párrafo anterior, es la biblia de los regímenes autoritarios del siglo 20 » el bien de la sociedad por encima del bien del individuo.

    Yo sin embargo te propondría que el bien del individuo garantiza el bien de la sociedad, y si en ocasiones no lo parece es porque la sociedad se convierte en una dictadora que sojuzga al individuo.

  6. Pues más alto es posible, pero con mayor claridad, no. Se crea una necesidad que la gente no entiende, sólo un selecto grupo de gurúes reunidos por sí y ante sí (1.- el comité central decide); se provoca la necesidad (2.- el comité central le pasa la tarea al buró de agitprop correspondiente) y si es preciso se elimina la idea disidente (2bis.- se crea un gulag); se crea un mercado para la necesidad (3.- se planifica); y se regula el mercado (4.- se establece el correspondiente plan quinquenal). Paga la cuenta el de siempre. ¡Todo el poder a los soviets!

  7. Puede que lo de la masa monetaria mundial sea una exageración, pero, redondeando, 2E17 euros me parece una burrada… ¿Hay en circulación más de docientos mil billones de euros? 🙂

  8. Tomando un poco el rábano por las hojas, dado que el artículo toca el chulear y los comentarios han abierto expandido un tanto el tema, aprovecho para exponer una duda que me ha surgido al leer el siguiente artículo, sobre todo por los comentarios.

    Aquí creo que estamos todos de acuerdo en los efectos perniciosos del modelo monetario imperante. Pero nunca he visto hasta ahora un dialogo que cuestione las matemáticas financieras sobre las que se asienta todo el sistema occidental (recordemos que los musulmanes prohíben los intereses).
    El caso es que las premisas sobre las que se desarrollan los cálculos toman el mejor escenario posible favorable al prestamista y carga todo el coste posible al prestatario. En otras palabras: los cálculos de interés compuesto dan por sentado que el que presta el dinero, de no hacerlo, obtendría con toda certeza unos rendimientos constantes iguales al tipo pactado, por lo que el que recibe el dinero ha de compensar con sus pagos esa perfección sin par (que creo, obviamente, falaz).

    El ejemplo que se expone en uno de los comentarios del artículo me parece bastante ilustrativo: Si un banco nos hubiera prestado un euro en el primer año de nuestra era a un tipo de interés del 2% (comedido, ¿no?), a día de hoy ni con toda la masa monetaria mundial podríamos hacer frente al pago de tal compromiso. ¿Conocemos a alguna familia, entidad, país o lo que sea que desde los tiempos de Jesús haya generado tal riqueza?

    Por lo tanto nos encontramos ante un modelo aceptado que por un lado vicia la confluencia de voluntades contractuales y, por otro, genera una asimetría distorsionante en el mercado financiero.

    De repente alguno por aquí me da un cogotazo dialéctico y me hace ver que lo que me inquieta es una soberana estupidez. Pero ahora mismo, por más vueltas que le doy, me parece que es un charco en el que hay que meterse, pues no es tan simple como una contraposición entre intereses simples o compuestos. Se trata de replantear unas premisas lógicas y diría que hasta éticas, para luego traducirlas a matemáticas…

    Porque el caso es que los cálculos y negociaciones financieros se realizan de una manera bastante aséptica y teórica, cuando el caso es que el pagador ha de enfrentarse a bastantes más variables de las estimadas en el cálculo (como también habría de hacerlo el prestamista en caso de invertir el dinero en otra alternativa).

    En fin, ahí queda. De repente es una tontería, pero de repente no. A mi ya me lleva entretenido un buen rato…

  9. Lo que dice Otero, ese señor al cual tan a menudo cito, es que la psicología social tiene sus estabilizadores y lo que dice Juano es que también hay problemas,“cisnes negros” que se organizan por sí mismos, y se agravan como una plaga, con una intención y unas estrategias que seducen y esclavizan los ciudadanos, aunque no haya que atribuirlas necesariamente a ninguna clase de seres personales…

    Desde luego quien diseño esta vividura de los 70, 80 y sobre todo, los 90, esas décadas doradas de algunos, fue un enemigo publico de la joven humanidad y no pudo tener otro motivo que dejar fuera de combate a naciones enteras o a la masa social del futuro. Tenemos una juventud a más de escasa, anómica. Tenemos un TREINTA por ciento de fracaso escolar. No se sabe a quién beneficia, no se sabe para qué, “alomojó” para algo tan estúpido como venderles más cds.

    Pero puede que la cosa no sea tan sencilla y haya detrás intenciones hegemónicas de mayor calado.

    En fin, que el peor desquite imaginable es la venganza “a lo dios”: no frustrar los planes de tu enemigo sino dejarlos llegar hasta sus últimas consecuencias dialécticas. Vamos a hacer un «escurso» como dicen los finos:

    Tras burlar Prometeo su prohibición y subrepticiamente confíar el fuego a los hombres, Zeus multiplicó las necesidades de aquéllos formando a la mujer, Pandora, el don de todos, pues todos los dioses habían intervenido en su plasmación pluscuamatractiva y perfecta.

    La urna de las desdichas, al ser destapada por Pandora y Epimeteo, dejó escapar todas las calamidades que se desparramaron por la tierra…todas menos al esperanza, la única y peor calamidad que permanece en su poder.

    El atractivo de la mujer, la esperanza de ir siempre a progresar con cada cambio, y la técnica al servicio de esta esperanza, acabaron por desestabilizar la existencia del pobre hombre, que se prometió una serie de posibilidades de superar su naturaleza, entre las cuales alguna pudo desembocar en el absurdo y la autodestrucción.

    Fin del «escurso». Quizá tengamos los siglos contados, precisamente, tras aquel de la técnica y el progreso. Primero explicadme eso y después me habláis de crecimiento económico

  10. Señor (*) es cierto que a veces resulta difícil seguirle, pero siempre es un placer leerle.

    Todos los que tenemos unas nociones básicas de economía estamos de acuerdo en que el libre mercado crea riqueza.

    Pero hay más. Es también el mejor elemento para conseguir eso tan progre de la «redistribución de la riqueza».

    En situaciones de libre competencia, la riqueza creada se redistribuye sola. Nadie puede hacerse demasiado rico con un producto pues sus competidores se lo impiden. Por ello, los poderosos odian el libre mercado y adoran el intervencionismo. Buscan el privilegio y el monopolio (o al menos el oligopolio de precios pactados) pues de ahí es de donde salen las grandes fortunas.

  11. Rojirigo, estoy completamente de acuerdo con usted. El escepticismo con el asunto del cambio climático y, sobre todo, en caso de existir, con la capacidad del hombre para hacer algo al respecto (salvo paliar sus efectos), no puede estar reñido con el verdadero conservacionismo, evitar los derroches energéticos y usar racionalmente los recursos no renovables.

  12. Entre el 14º y el 15º falta un comentario, que estará en moderación o retenido como spam. Vaya mañanita he dado.

  13. (*), muchísimas gracias por los enlaces.

    Parte del problema es que desde el momento en el que la mayoría tiene cubiertos los dos primeros escalones de la pirámide de Maslow, lo que prima es el «juego social». Por lo que tanto en cuanto no se perciba peligrar lo fundamental, la razón queda suprimida por el interés y el largo plazo desaparece ante las recompensas inmediatas.
    Ha sido esta época de bonanza y paz la que nos ha hecho olvidar que lo fundamental siempre, absolutamente siempre, está en peligro. Y mucho más cuando lo descuidamos…

    Toda sociedad que ha centrado su identidad en las capas altas de la pirámide ha sucumbido ante el embate de corrientes que se basan en las bajas. Y es lógico, pues todo edificio que carece de, o descuida sus cimientos cae por muy alto que sea (de hecho, a más alto peor…).

  14. Luis, acepto gustoso la crítica. Creo que aquí todos estamos de acuerdo en que hay que trazar una línea y en el motivo de la existencia de tal línea. La discusión entre nosotros es dónde trazarla.

    Si mi memoria no me falla y mi amor propio no me engaña con respecto a mi congruencia, verás que siempre que he discrepado contigo en cuanto a imposiciones de interés común mi argumentación se basa en el fortalecimiento y supervivencia del colectivo. Y en campos en los que no emana negocio ni privilegio alguno… Pues estimo que hay, además de la libertad y de la propiedad privada, más principios fundamentales que deben imperar independientemente del apoyo popular que tengan. Amén de una dosis de pragmatismo, que la naturaleza humana no se suele guiar por la virtud…
    Otra discusión es si la mayoría aplastante está en contra de tales principios, lo cual nos obligaría o a la sumisión o a emigrar a otros parajes donde nuestro modelo sea viable. Pero para garantizar una sociedad libre y duradera es imprescindible imponer una serie de valores por el bien común de manera práctica.

    Aprovecho para recomendarles la miniserie de 7 capítulos que HBO ha sacado sobre John Adams. De alguna manera la mayoría de aquellos personajes históricos pasaron de una posición como la nuestra, de discutir sobre ideas al calor de una chimenea (nosotros de una pantalla 😉 ), a verse forzados por las circunstancias a ponerlas en práctica. Y obviamente, no es lo mismo 🙂

  15. Gracias Juano, muy interesantes tus dos observaciones.

    La tendencia del empresario chorizo es naturalmente evitar a toda costa la competencia, para lo que se basa bien en el privilegio político creado por el amigo de turno, bien en las prácticas oligopolísticas de acuerdo de precios.

    Al empresario emprendedor y honrado que compite en el libre mercado utilizando como armas su trabajo, su organización interna empresarial, su buena gestión, etc. habría que hacerle un monumento.

    En cuanto a los trabajos «inventados» en nuestra sociedad actual como el caso que comenta de las asesorías fiscales, no puedo estar más de acuerdo. En todos los sectores y actividades hay cosas así. Me gustaría algún día escribir algo al respecto, pero es muy complejo.

    (Disculpen los demás contertulios, hora de comer).

  16. Hola Carlos, conozco la noticia que comenta. No se preocupe por los ecolojetas en acción, dado su carácter altruista, probablemente renuncien a la prima y compitan en el mercado con sus watios fotovoltaicos para evitar que nos suban el recibo al resto de los mortales. Jejeje.

  17. Luis, tu tonto útil de cabecera es todo un personaje. Menudo masoca está hecho. Por muchos revolcones que reciba, siempre vuelve a por más.

  18. Estimado trollete de nick mutante, ya que ha dejado claro una vez más que su comprensión lectora está a la altura del CV académico de un pepiño de la vida, intentaré ser claro:

    Naturalmente que los ecolojetas antisistema progreformes critican el comercio de emisiones. Ya solo les falta avanzar un paso más y comprender que si ese comercio existe es gracias a que los mismos que se forran gracias a eso, mantienen la milonga del CO2 con la inestimable ayuda de personajes como usted.

    ¿O acaso cree usted en la ecuanimidad aséptica de los estudios climáticos a 100 años vista? Pues no, lo siento, los reyes son los padres.

    Por último, a mí lo que me mola es que vaya bien a mí. Si le va bien a una empresa, a base de competir de forma eficiente en condiciones de libre mercado y sin apoyarse en privilegios creados por el amiguete político de turno, tampoco me importa. Si una empresa se forra a base de vender humo inventándose una milonga y recibiendo pasta procedente de mis impuestos, me jode un montón.

  19. Caramba, cuanto comentario y de cuanta calidad (en general). Se despista uno un poco y se acumula el trabajo.

    Principio cero (curioso nick, ¿el de la termodinámica? ¿le gusta esa ciencia? si es así no se afilie al PSOE, no tendría futuro), cuando dice:

    Y el porqué está siempre ligado al dinero.

    Dice bien, siempre que nos refiramos a los que manejan el cotarro. Para los palmeros ecolojetas no es cuestión de dinero, solo de cortedad intelectual (eufemismo).

    Por otra parte, seguramente tenga razón en cuanto al consejo de no politizar. Si uno tuviera pretensiones más elevadas con estos articulillos, no dude que lo seguiría. Pero ya que la idea es sobre todo entretener al autor y las visitas e informar de esas cosillas que nunca ven la luz en los grandes medios, pues nos permitimos la licencia (al menos el que firma) de reírnos un poquito a costa de los analfabetos funcionales que conforman nuestra actual clase gobernante.

    Un saludo.

  20. Iba a decir algo más sobre la falta de «hombre»s pero ya es hora de que pìda dsiculpas por la proliferación de asteriscos presentes y pretéritos. En un blog te ocurre como en una prueba oral, que tu deseo es decir o repetirlo todo pero la realidad exige dar forma a un discurso (a menos que seas un asmático niño de mamá, introspectivo y demasiado imaginativo a quien, en el fondo, la da lo mismo la carrera, pero veo que me lanzo de nuevo…)

  21. Es un país muy friqui. Y ya dije otra ve que un friqui no es el que se hace un mahongg en minuto y medio y mientras habla por teléfono. Ni el adolescente solitario ni el informático ni el divorciado son necesariamente friquis.

    Pero cuando en la prolongada rutina del curso de las cosas han ido entrando el aturdimiento, la desgana, el aburrimiento, la desesperanza, entonces los resortes de reacción positiva parecen quedar «dados de sí». La vida «muelle», llevada demasiado lejos, ya no regresa a la posición inicial…

    Entonces sólo queda la real gana de aquello que más gratifica: la Play, las compras, las series e incluso el sexo, «ahogarse en el sudor de un cómplice cualquiera» como dice Cioran.

    Vivimos el tiempo de las insensateces, de la gente que se encierra en sus sesenta metros de hipoteca, y mientras buscan, a las cuatro de la mañana, unas botas más cuatro a la velocidad por un mundo que no existe, acaban convenciéndose de que las cosas son así y no cabe otra cosa…

    No tienen hambre, claro, y por eso no perciben valores, pero tampoco «hombre». Un hombre no se deja conducir a la guillotina. No ofrece el cuello.

    Nunca acaban de querer de verdad hacer todo lo que se puede para cambiar las cosas y siguen viviendo dentro del propio negativo, siervos de sí mismos, la mayor pérdida imaginable y la mayor falta de libertad. Una cadena sólo es tan fuerte como sus eslabones más débiles.

    Pese a todo, estamos a tiempo.

  22. Sabes lo que pasa, Luis, que Juano tiene razón. Juano es un señor que oye crecer la hierba y sabe que la cosa va a más. Las cosas pueden ponérsenos inevitable e insuperablemente mal, pero siempre hay un horizonte, aunque no se vea.

    Desde luego, los demás tienen sobre nosotros sólo el poder que les demos. Somos socialmente invulnerables, si así lo decidimos. Todo dependerá de nuestra opción de seguir siendo, y ésta a su vez depende de nuestra esperanza.

    Y esperar siempre es posible.

    Su enemiga es la impaciencia; es decir: “¡No soporto más, esto no es justo!”. ¿Por qué mezclar la justicia con el hecho de ir mal las cosas? ¿Y con qué patrón de medir decidimos que “no podemos más”?, (porque otros pueden y nosotros también hemos podido otras veces).

    Y se verá que hay situaciones además de la propia que resultan aún más insoportables.

    Hoy día es frecuente – casi lo ordinario – la impresión de inclemenecia, de hallarse a la intemperie, social y económica (o más amplia aún: sé de lo que hablo), de no tener a quién ni a dónde recurrir, pues todos se han vuelto inmisericordes, aun los más cercanos. Y puede esta inclemencia matizarse de de incomprensión, desprestigio, acoso, difamación y ridículo: facha, reaccionario…

    En la incomprensión resulta que los que tenían que prestar un apoyo o dar consejo se desentienden o palmariamente se equivocan por frivolidad o por desatención. Desinforman…

  23. Yo tengo la ventaja, Don (*), de tenerlos siempre en favoritos: cuelgan como cuadros en los pasillos de esta casa.
    A Juano sólo se le puede «reprochar» (más cuando discute conmigo sobre opciones «menosestatistas») que no aplique siempre el axioma que aquí descubre:

    Vemos como se implementan políticas que son perjudiciales para todos en lo económico, en lo político, en lo social. Pero se hace para defender un “bien común” impuesto por una serie de intereses particulares

    Lo cual es aplicable en el 90% de los casos.

  24. D. Luis, acabo de colocar el comentario 9º en Favoritos. De este blog, como del gorrino, se aprovecha todo.

  25. Los rojos estos, rurales, marxistoides (y tarados), que padecemos, en su lucha con Lucifer suelen plantear mayores exigencias a la clase media-baja que a los estratos de mayor nivel económico. Ni un super Juano les haría entender que los más económicamente fuertes, el diablo de su catecismo “neoprogre”, dada la amplitud de su campo lucrativo, incluso y principalmente fuera de las fronteras del estado, son los menos controlables por la hacienda pública y prácticamente sin posible control, pues tienen toda clase de medios y de recursos jurídicos y mercantiles para evadir los considerables impuestos que tendrían que pagar. En dos de las áreas más sensibles, administración de justicia y hacienda pública, es donde menos al político y sus hooligans le es posible ejercer la igualdad. Y si se quiere puede añadírsele la enseñanza.

    Siempre, y es algo completamente irremediable en una sociedad no dictatorial, los diablos del catecismo neoprogre se podrán permitir y se pagarán los mejores abogados, mejores profesores y centros de enseñanza para sus niños, mejores gestores para sus trapicheos, así como los mejores médicos y la mejores clínicas para mejorar sus pechos, barbillas y narices.

    Todo esto es palmariamente “injusto” si por justicia se entiende la traida y llevada igualdad para todos y todas y de todos y todas, pero esta desigualdad es absolutamente irremediable, a no ser que intenten una vez más el control dictatorial, que por todos los demás concetos no sería deseable. Y sería en su base injusto.

    Y no se podría evitar que se formase como en su querida URSS (“La izquierda se ha quedado huérfana”, Juan Luis Cebríán ante la caída del muro), una nomenklatura, una aristocracia de progreso que todavía mantendrá más desigualdades respecto del resto de la población y que levantará sus barricadas para que la masa no acceda a tal estatus, o siquiera al disfrute de medios de satisfacer sus necesidades o de ocio, de carácter aun más minoritario y privilegiado aun que en una democracia liberal y burguesa, que es la única posible, ahora que no me oye nadie.

    Simplemente la clase dominante, por decirlo en el argot de su iglesia, se habrá hecho más reducida, pero más poderosa, y la desigualdad habra aumentado, pero sin transparencia ni libertad. Sr. Juano, lea usted, si tiene tiempò, «El retorno de los césares«.

  26. Es curioso que los que se oponen al tramo único arguyendo la retahíla de la progresividad recaudatoria (a la cual no le veo lógica ninguna) no dicen nada de los impuestos indirectos universales. Sólo eso debería desmontar su argumentación… Y ya si sumamos que con el marco actual llega un punto en el que se te incentiva a ganar (generar, producir, rendir) menos, o que ante sistemas progresivos estimulas la creatividad para no pagar, difícil es entender cómo se mantienen los sistemas actuales…

    El caso es que ante el mayor alejamiento que se va produciendo entre poder y soberano (pueblo), son los lobbys que rondan los órganos de gobierno los que, con motivos encomiables o condenables, imponen sus intereses. De esta manera vemos que no es el interés general el que conforma la agenda de gobierno, sino que es la agenda de gobierno la que pretende dar forma al interés general. Supongo que es un reflejo de la medida en la que se van intercambiando los papeles el súbdito (gobierno) y el soberano (pueblo). Y lo peor de todo es que el pueblo lo asume con naturalidad. La milonga del calentamiento global es un ejemplo claro a más no poder. Vemos como se implementan políticas que son perjudiciales para todos en lo económico, en lo político, en lo social. Pero se hace para defender un «bien común» impuesto por una serie de intereses particulares. El mero hecho del contrasentido debería hacer que el pueblo reaccionara.

    La falta casi total de respuesta, pues aquí representamos una minoría ínfima, es lo que me lleva a pensar que no estamos en una crisis puntual, en un movimiento del péndulo que nos llevará al otro extremo en cuestión de tiempo. Estamos presenciando el desmoronamiento de una sociedad que ha colocado el placer en la cima de sus prioridades renunciando con ello a toda lucha o progreso, a toda responsabilidad, a todo movimiento de sacrificio y trabajo. Jamás las vacas gordas duraron tanto como ahora, hasta el punto en el que la mayoría ha creído que era ese el estado natural de las cosas. La última vez que una sociedad disfrutó de una bonanza comparable fue con el Imperio Romano. Y se ve que estamos empeñados en repetir la historia…

    Tenemos más información, conocimientos, medios y riqueza que nunca. Pero la naturaleza humana es invariable…

  27. La influencia antropogenica del clima es algo que aun nos falta mucho para estudiar y dar una respuesta de si o no, de la misma forma que en un sistema caotico (como el clima y la economia) un pequeño valor asi sea un 5% puede desencadenar cambios radicales, tambien puede hacer absolutamente nada, y esta influencia del hombre sobre el clima puede practicamente no existir, pero aun no se ha dicho nada concluyente, a mi parecer, pruebas que no esten encaminadas, a decir lo que mas les guste, si no a analizar con objetividad el sistema, no han sido concluyentes aun.

  28. «Extremadamente complejo» es la forma mas correcta de describir la situación, es indudable la existencia de partes alimentadas con intereses «hipocritas por dinero», tanto en derecha como en izquierda, y hasta centro (las hay), es dificil, mantenerse con la mente abierta y empezar a caer hacia la parcialidad que nos obliga a creer lo primero que se diga y que nos guste, asi sus pruebas sean mediocres. Personalmente me parece un error caer en ese circulo vicioso de la demonizacion de la parte contraria asi en «algunos» casos suceda, por que se empieza poco a poco a perder la perspectiva. Lo que creo como conclusiones que mi logica apoya, es que el clima, (como la economia- ya han visto lo que paso) es un sistema, extremadamente caotico sujeto a gran cantidad de variables y las predicciones tanto de enfriamiento como de calentamiento, con los pocos datos que medimos y contamos, llegan a ser tan acertadas como la lectura de un horoscopo o de cartas de tarot, cuando ni siquiera podemos predecir si mañana llovera con certeza, nos ponemos a afirmar con mano dura que las predicciones con los pocos datos que tenemos son 100% veraces y en años. En este tipo de problemas tenemos que tener la mente abierta, y estudiar las partes, con la mayor objetividad posible sin cerrar las puertas a lo que no nos guste.
    No creo en el calentamiento global que en 100 años derretira los polos, por que las pruebas aun me parecen pobres, de la misma forma tampoco en el enfriamiento que nos llevara a una edad de hielo por lo mismo, de la misma forma no les cierro las puertas, aunque en sus datos, incluyan falacias cientificas, incluyen a su vez datos reales. Es importante que el hombre proteja el ambiente, los arboles(las especies de animales es algo muy relativo de lo que no hablare :P, los pandas no me gustan que se mueran ^^, bromeo), y reduzca la contaminacion, por simple logica y cuestion de salud (acaso crees que el humo en tu cara no te hace nada, o la desaparicion de los bosques?), la influencia en el clima es algo mucho mas dificil de probar, asi como de negar, (en sistemas caoticos asi sea un valor 5% puede alterar todo el funcionamiento del sistema).

  29. Muy acertado el artículo. Algo parecido ocurre también con las políticas fiscales: Si se simplificaran a un tramo único y una regla de tres, a ver qué hacía el ejército de asesores fiscales que inundan nuestras ciudades…

    Si hablamos de empresarios en general, son ellos los más intervencionistas y proteccionistas de todo el mapa social. Habría pues que empezar a diferenciar entre empresarios de verdad y aprovechados y fomentadores de las imperfecciones del mercado vía intervención y protección…

  30. Bueno Ijon, en el caso de Ecologistas en Acción hay que matizar si quiera un pelín. Se han metido en el negocio de la producción de fotovoltaica. Aunque les han dado un disgusto con el último Real Decreto que regula las primas a la producción y de limitación de potencia.

  31. Tontos últiles, Ijon, puedes decirlo en voz alta. Mira el amigo Manin, todavía no se ha enterado que esta entrada no la he escrito yo… cómo se va a enterar de nada más?

    No os perdais esto que me pasan por e-mail 😀

  32. Joder macho, con lo que te gusta que les vaya bien a las empresas, cada día creo que estas peor de la cabeza. Espero que tengas tiempo entre tonteria y tonteria de informarte que losecologistas ya se te han adelantado poniendo a caer de un burro el comercio de emisiones. En fin, que cruz con él…

  33. Señor Blog:
    “Comercio de derechos de emisiones”: Me gusta. Huele bien. Huele a dinero. Como le decía hace poco al señor Blog principal, no es el «qué» (el calentamiento global antropogénico) lo que está en cuestión, entre otras cosas porque ni sabemos si existe, ni, más aún, sabemos si será bueno o malo. La cuestión principal es el «por qué». Y el porqué está siempre ligado al dinero.
    Y otra cosa: No politicen el tema. Ellos lo hacen, y si ustedes les siguen en ese juego conseguirán que ellos siempre ganen. Y podrán decir: No creen, porque son de derechas. No creen, porque son ultraliberales al servicio de las multinacionales.

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