Ideas imperfectas en competencia

Si haces una búsqueda en Google de una palabra o de una frase, encuentras una cantidad enorme de información y opinión sobre las mismas. Originariamente google se inventó para poner en contacto a compradores con vendedores, esto es, como mercado. Y ha resultado ser un mercado fantástico, que, además de permitir ese contacto originario para transacciones de bienes y servicios, ha resultado conformarse como un auténtico mercado de las ideas. El orden espontáneo de este gran mercado virtual que es Internet y del que google es solamente una poderosa herramienta, supone que desde millones de lugares y en diversos momentos se expresan las más variadas ideas y opiniones, que entran en interacción dinámicamente en debates variados. Unas veces uno juega en casa, si es que tiene página propia o que por costumbre de entrar y participar en ella considera como propia, otra es visitante. Algo que sorprende bastante en Internet, por ser contraintuitivo, es su inubicuidad. Está en todas partes y en ninguna. Nuestra mente, tal como sugirió Kant y tal como apostilla Pinker en El Mundo de las Palabras, lo ve todo a través de la mirilla del espacio y del tiempo. Por eso nos resulta tan llamativa esa red que no tiene centro ni lugar concreto en el mundo.

web1vsweb2.pngAlgunos bloggers sugieren que Internet, tal como funciona hoy, con libertad, es un entorno óptimo para el debate de las ideas más “duras”, las científicas. Los consensos se pueden romper fácilmente en este entorno vivificante. El debate es permanente por inevitable. La red es una democracia auténtica porque es un orden espontáneo auténtico. Por supuesto los liberticidas lo saben y detestan esta realidad. Hacen lo de siempre: bendicen las ventajas y las oportunidades que brinda la herramienta tecnológica, hablan genéricamente de la libertad, y tratan, al final, de cercenar la libertad de los otros y de convertir la herramienta en un arma para imponer su criterio.

Mientras dure este oasis de libertad, mientras los totalitarios encubiertos de demócratas no pongan puertas al campo, el debate de ideas será una realidad omnipresente en Internet (y lo de omnipresente no es una fórmula retórica). Y el conocimiento en general y la ciencia en particular (no confundir ambos) se beneficiarán de ello. Un mercado de muchos oferentes y muchos demandantes: ¿no es eso la competencia perfecta?

Probablemente no, porque afortunadamente no hablamos de un producto homogéneo ni de agentes que actúan de una sola y predecible manera. ¿Pero es que hay algo perfecto o claramente previsible en este mundo?

Germanico
Germanico

No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

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2 comentarios

  1. Hola Jinete,

    Yo poco a poco me he ido enterando, pero no creas que ha sido cosa fácil. Por supuesto tengo pensado hablar más en detalle de ese libro, pero lo haré como prefacio a algo muy interesante…..

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