La reyerta electoral

Dos y dos son cuatro. El sol sale por el este. La tierra es redonda (casi). El maleducado termina a voces. El no educado a hostias.

Perogrulladas con categoría de ley fundamental. Porque se cumplen siempre y siempre son ciertas. La clase política española ha conseguido, tras treinta años de arduo trabajo y profundización en los principios del borreguismo, la mediocridad, el pesebrismo y la miseria moral, ser protagonista del mayor espectáculo de macarras del mundo occidental. Cada vez un poco más cerca del tribalismo babeante.

Los homínidos del BNG y ERC, los homúnculos de ETA y los zombies de todo color se han lanzado de nuevo al ring electoral al grito de «yo la tengo más larga»! Lo más suave que se oye es un «la libertad lingüística supone confrontación, mira que si no haces lo que yo quiero habrá más que palabras». De ahí hacia arriba en la escala abyecta de improperios y amenazas encontramos de todo. Curas (fachas) a los que hay que tapar la boca, mejor, quemar las iglesias. Ciudadanos normales, de los que van a trabajar y pagan impuestos, acompañan su quehacer con la música de las bombitas, el crepitar de los basureros ardiendo y el claq de las botas amenazando abandonar el suelo para terminar en sus bocas (y no mires mal, no mires siquiera, no vayas a terminar en una lista). Políticos amordazados por piquetes «estudiantiles» al grito de «ojalá te maten», cobardes hasta para gritar un «te voy a dar matarile, facha de mierda!»

Y de fondo la alegría. Los titiriteros deambulando por la pista central mostrándonos sus narices pintadas de rojo y sus cejas levantadas, no vaya a ser que muchos se percaten de lo que pasa entre bambalinas (o incluso de lo que no pasa) y terminen saliendo de su ensoñación, arrojando tomates al director de pista. No teman: el trabajo bien hecho tiene siempre recompensa. Los homínidos, homúnculos y zombies -nos lo enseñan en la escuela, nos lo dicen en la tele-, son víctimas de la obsesión liberticida, racista, xenófoba, proyankee, antiecológica, católica, señorita y franquista de la «otra españa», por fin claramente identificada gracias a la ingente labor delatoria e informativa de los Zapatero, de la Vega, Blanco y co.

Y es que, en España, no hay enemigos políticos, no hay contrincante dialéctico, sólo hay buenos y malos, nosotros y ellos. La izquierda y el nacionalismo excluyente, XENÓFOBOS apenas son ya una parodia de todo aquello que dicen combatir. Tiene fobia a lo que les es extraño, fobia a la individualidad, fobia al paso cambiado, fobia al mérito, fobia a la libertad. Y de la xenofobia a la violencia apenas hay un suspiro.
En un país en el que unas lenguas se rescatan por decreto homicida de las otras, en el que se corean desde la «cultura y la intelectualidad» las bravatas iletradas del cualquiera de turno, en el que se abusa del gobierno (el de todos) para consagrar los privilegios de unos pocos, en el que los foros políticos y los de fútbol parecen diccionarios de Camilo José Cela -antologías del insulto-, en el que la amenaza ni se denuncia ni se persigue por la ley, en el que la ley se ignora o simplemente se pervierte, en el que los niños aprenden más sobre sumisiones a lo políticamente correcto que matemáticas o historia. En un país así, el final sule ser siempre el mismo: terminaremos a hostias. Es de perogrullo.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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4 comentarios

  1. La izquierda que manda ahora no ha asimilado ninguna lección del pasado ni asume las consecuencias de sus actos: es incapaz de autocrítica y, para que ella sea hiperlegítima, convierte a los demás en escoria.

  2. a) Los listos de escolar.net -como el multinick de La Frase Progre- se dicen que esta crispación es útil para imposibilitar el entendimiento de las «dos españas»; de derecha e izquierda, pero Españas todavía.

    Una de las dos Españas, la que recibe, es vista como obstáculo en el proceso confederalizador y alianzador y la otra, la que da, no desea que la conciencia de ninguno de sus votantes interfiera en el proyecto.

    E…s que ya hubo problemas de conciencia en los años 90 por unos asesinatitos de nada y eso es intolerable, no se puede repetir, para lo cual repitan conmigo; LA DERECHA -española- ES EL MAAAAAAAAL. TÚ, CÁLLATE. SE SIENTEN COGNO. ¿Quién tiene parte en el asunto? Las partes confederadas y/o alianzadas.

    b) Los tontos estafados, los niños o ex niños deseducados que vigialn el telediario de la Primera, los chistes de La Sexta y hasta las homilías progres de la musical KISS fm, ya van siendo conscientes de que bajo el ruido, nada hay para ellos, y al ser incapaces de ver el futuro con optimismo, sin educaciónn, sin perspectivas de ninguna clase, reaccionan como niños autistas: el mutismo, la inacción o los estallidos de violencia, políticamente correcta, eso sí.

    c) Los demás a currar, a callar o a cobrar.

  3. ¿Será esto algo inherente a ser español? Sánchez Dragó lo decía el sábado pasado. A lo largo de la Historia creo que no hay país, al menos del mundo occidental, que nos gane a número de guerras civiles, al grito de

    «si no haces lo que yo quiero habrá más que palabras»

    ¡Qué lastima! ¿no?

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