Sobre lo urgente y lo importante

Muchas veces, en este y otros sitios, dedicamos horas a discutir temas de actualidad intensa o pormenores teóricos de todo tipo sobre la política, el hombre y la sociedad muy condicionados por los asuntos que impone la lucha política diaria. No es que no sean importantes, pero menos veces nos centramos en asuntos de calado apasionante pero que no tienen el brillo de lo urgente. Hoy aparece en la prensa uno de esos temas, trascendentes, importantes, fascinantes en su esencia, que nunca tendrá la oportunidad de una gran batalla en las páginas de la opinión pública. Para los que creemos firmemente en la ciencia y el progreso de la razón (el secuestro de la idea de progreso por el socialismo oficial, el izquierdismo ramplón y la intelectualidad a la violeta parece una batalla perdida para los ciudadanos de estirpe liberal) este es uno de los temas serios de la vida de nuestro país. Más en estos tiempos en los que la ignorancia de la población puebla la cotidianeidad de superstición y, perdonen la expresión, de memez, una amenaza de retorno del oscurantismo. Elvira Lindo dice hoy en El País, a propósito de las ideas sobre el diseño inteligente y una curiosa forma de protesta en Nueva York (la cola para ver una exposición sobre Darwin) que «los tiempos que vivimos nos demuestran que nunca hay que dar el progreso por supuesto». Sea esta noticia que reproduzco una invitación a la reflexión de uno de esos temas recurrentes sobre nuestro desarrollo (o retraso) no estrictamente económico, sino intelectual, todo un síntoma de una mentalidad que, no seamos catastrofistas, mejora pero que nunca parece que lo haga de forma suficiente. Es urgente e importante:

El crecimiento de España en el sector biotecnológico es cuatro veces más rápido que en resto de Europa, pero aún así el potencial de nuestros científicos no se aprovecha. «La capacidad de generar patentes es decepcionante», declaraba ayer el director general de la Fundación Genoma España, José Luis Jorcano. Y lo hacía con los datos en la mano: un 4% de la contribución científica mundial tiene firma española, pero sólo la llevan el 0,16% de las patentes concedidas en la Unión Europea, el trámite que permitiría el desarrollo de los productos y tecnologías en las empresas.

(…)

Jorcano resumió en cinco puntos las medidas que debieran tomarse para alcanzar ese objetivo: aumentar la inversión privada, coordinar los programas que están apareciendo a nivel estatal y autonómico, incentivar las patentes, crear consorcios públicos y privados y aprobar un Plan Estratégico para la Biotecnología. «España necesita hacer un esfuerzo, debe crecer cinco puntos por encima de la UE para poder converger dentro de 20 años con el entorno europeo», sentenciaba Antonio Pulido, del Instituto Klein de la Autónoma de Madrid.

Veinte años no es nada, dice el tango. Parece un empeño del gobierno vigente el incentivo del desarrollo científico y su traslado a la vida económica, esa viejísima asignatura en la que España fracasa desde hace siglos. Parece que incluso mejoramos en lo que dedicamos a la «ciencia», pero no terminamos de conseguir que la sociedad civil lo crea y que el mundo emprendedor encuentre esta tarea como una misión que merece la pena. Déjenme ponerme romántico: ¿para cuándo organizaremos una manifestación, una campaña de firmas, una movilización de actores, un programa en televisión que prestigie a científicos y emprendedores frente a charlatanes y vagos?.

El resto, en el diario El Mundo ($).

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

Artículos: 3201

3 comentarios

  1. no hace falta ‘apagar e irse’ sino ‘pagar y volver’…eso es otro de los problemas que arrastra la donna españa.. son tantos los lastres que arrastra la donna iberica que a duras penas puede satisfacer a todos los meritorios que quieren destronarla de su corona real!!.

  2. españa no necesita ciencia, no nos engañemos, todo el montaje academico-cientifico que hay en españa es un engaña-bobos, sin credibilidad ninguna, que para lo unico qe sirve es para que crear algunos puestos de trabajo, lo cual es una utilidad social sin duda alguna… españa es folclore, sol, playa y plato de jamon, y todo lo que se vaya de ese approach hace aguas…la ciencia necesita de un poso cultural e historico que españa no tiene y que su sistema academico lo hace inviable…no olvidemos, como ya se ha dicho en este foro, que la universidad española es el organo castrador de la sociedad española y evidentemente una sociedad castrada no puede hacer ciencia, porque hacer ciencia requiere, aparte de cerebro, de huevos para hacerla y defenderla!!.

Los comentarios están cerrados.