Que alguien le haga callar

Así titula José Javier Esparza su artículo en El Semanal Digital.

«Mi patria es la libertad». Lo ha dicho ZP. No exactamente así, sino de manera algo más confusa. No hay, pues, atenuante sintáctica que disculpe el delito de cursilería. El contexto de la rimbombante declaración era el Estatuto catalán y la flaqueza conceptual de la nación española. Otra vez.
(…)
¿Acaso ZP ha sido original? Tampoco. A bote pronto, la genealogía del campanudo zapaterismo nos lleva hasta Benjamín Franklin, aquel gordito masón, pastoso filósofo y escritor ocurrente que, entre otras conquistas, dedujo la teoría del pararrayos y creo un cuerpo de bomberos. Su rostro adorna los billetes de 100 dólares. La frase de Franklin era de esta guisa: «Allá donde está mi libertad, allá está mi patria». Franklin venía de una familia puritana inglesa que tuvo que abandonar las islas por razones religiosas. Las anchas tierras de América fueron el nuevo Israel de los proscritos. En ese sentido, Franklin sabía lo que decía. Pero ZP no está en la misma situación, ¿verdad?
(…)
Si en España es tan difícil hablar de patriotismo, es por aquella estúpida identificación de Nación y franquismo, recurrente en la izquierda española desde los años sesenta, que pasó intacta al baúl de tópicos de la transición. Nada expresa mejor el tabú que su risible eufemismo: «Este país». La española es la única izquierda europea que se manifiesta deliberadamente anti-nacional (ni siquiera la alemana incurre en tal dislate). Por eso cuando un socialista se envuelve en la rojigualda, como hace Bono, le quedan al aire los gayumbos.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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4 comentarios

  1. Si es lo que pienso, creo que deberiamos empezar a hacernos con un arsenal, por que va ser la única forma de defendernos de la izquierda liberticida.

  2. Tengo una duda cuasi existencial, Manu… si no te gustan los «reaccionarios» (voy a entender que aplicas ese término a quienes frecuentamos este blog), por qué nos visitas tan asiduamente?
    Te provocamos paranoia, te provocamos aversión, quieres callarnos, no te sentirías más cómodo en los foros de la SER? Eres masoquista? O es que hay en un rincón de tu profundo subconsciente, un nanogramo de coherencia que pugna por abrirse camino entre las toneladas de insensatez que gobiernan tus pensamientos?
    Hasta ahora quienes han actuado como reaccionarios han sido y son aquellos que abrevan en las mismas fuentes ideológicas que tú.
    Aquellos que hablan de libertad, mientras la coartan.
    Aquellos que hablan de democracia, mientras instauran la dictadura partitocrática.
    Aquellos que hablan de libertad de expresión, mientras intentan amordazar a quienes piensan distinto.
    Aquellos que juraron defender a España, mientras se dedican sistemáticamente a destruirla.

  3. Exbloger, deberías darnos tu definiciónde «reaccionario». No sea que me de por aludido sin motivos, lo cual sería sólo muestra de mi soberbia.

  4. Yo haría callar a tanto reaccionario como hay suelto en España (y en Alemania…). Cuestión de preferncias…

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