Juicio

Según la RAE:
juicio.
(Del lat. iudicĭum).
1. m. Facultad del alma, por la que el hombre puede distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso.
2. m. Estado de sana razón opuesto a locura o delirio. Está en su juicio. Está fuera de juicio.
3. m. Opinión, parecer o dictamen.
4. m. Seso, asiento y cordura. Hombre de juicio.
5. m. Pronóstico que los astrólogos hacían de los sucesos del año.
6. m. Der. Conocimiento de una causa en la cual el juez ha de pronunciar la sentencia.
7. m. Fil. Operación del entendimiento, que consiste en comparar dos ideas para conocer y determinar sus relaciones.
8. m. Rel. El que Dios hace del alma en el instante en que se separa del cuerpo.
9. m. Rel. Juicio Universal.
ORTOGR. Escr. con may. inicial.
10. m. Ur. Breve evaluación conceptual por escrito de la actuación de un estudiante.
y todas las posibilidades que la palabra permite en el campo de las leyes.

No creo caer en un error serio al presuponerle a todo liberal un mínimo grado de capacidad objetiva. El objetivismo y sus leyes nos permiten en la mayoría de las ocasiones presentar nuestros argumentos desnudos de emocion y querencias subjetivas. No siempre es fácil mantenerse fiel al dictado de las normas dictadas por Ayn Rand, errare humanum est y nadie está libre de su humanidad. Yo soy el primero en proclamar mi falta de objetividad cuando se trata de «elucubrar» sobre la Nación española. Todos tenemos nuestros puntos débiles, supongo.

Lo que la objetividad y el decoro me prohíben de forma radical es emitir juicios de valor sobre mis compañeros de HispaLibertas o de Red Liberal, pues considero que, de haber motivos para la discusión, la clarificación de los mismos son del ámbito exclusivo que quienes generan con sus actos o escritos tal conflicto. Es por ello que si, por ejemplo, un buen día a mi amigo y compañero de bitácora AMDG se le ocurriese escribir aquí algo considerado por mí como una barbaridad, jamás se lo reprocharía en público. Para eso está la comunicación directa. Tampoco consentiría que nadie en mi nombre aventurase una explicación, una objeción o una valoración. Tampoco vería bien que nadie valorase las decisiones que yo tomase al respecto desde la ignorancia de los hechos que me motivasen, pues, como ya he dicho, jamás los haría públicos.

Manel anunció ayer su deseo de abandonar Red Liberal. No explicó (supongo que por decoro) los motivos personales que le mueven a ello. Tal y como le dije a él personalmente, es su decisión y no necesita justificarla. Puede hacerlo, pero no lo necesita. Es más, sus motivos personales no nos han de interesar a ninguno de los que no estamos involucrados en ellos. Ni en lo más mínimo. No es de nuestra incumbencia. No estamos en disposición de juzgar sobre su decisión. No objetivamente.

No dejará de haber quien se pregunte por qué escribo este post. La explicación es muy sencilla. De un lado no me toca a mí (no lo hago) dar explicaciones sobre las decisiones de otros. Pero por otro lado me veo en la obligación de matizar algunas afirmaciones que he podido leer en las últimas horas. Es normal, pues se critican dos medios de los que formo parte con mayor o menor acierto y en mayor o menor medida.

Red Liberal es una idea maravillosa. Yo llegué muy tarde a este invento, por lo que no puedo hablar de cómo fueron los orígenes, pero no importa. La dinámica que imponen el tiempo y la maduración de ideas es un hilo argumentativo al que uno puede subirse cuando las circunstancias lo permiten. Yo me siento orgulloso de formar parte activa de tal dinámica, y estoy por ello agradecido a quienes lo hicieron posible en su día.

El debate sobre la calidad es un eufemismo que nos autoimponemos cuando no queremos reconocer que no todo lo que escribimos en RL es «ortodoxamente liberal». Yo el primero, ojo! Ya hablé más arriba de la debilidad del espíritu en lo referido a según qué temas. Considero que en lugar de «añorar discusiones de fondo y calidad» deberíamos, en un debate interno, plantearnos los motivos por los que no somos capaces (no creo que ello sea a sí, pero bueno) de generar de nuevo aquéllos debates de fondo que algunos tanto echan de menos. Justamente quienes usan tales argumentos son aquellos a quienes yo, desde mi limitada percepción, más capaces considero a la hora de plantear temas de peso ideológico. Paradójico?

Por alusiones: es imposible que HispaLibertas haya ganado visitas gracias a mi aportación. En muchas ocasiones inmadura, precipitada y de un más que discutible nivel de calidad. La vanidad no es aquí un argumento demostrable, ni siquiera planteable. Es, sencillamente, absurdo.

«Desde el exilio» seguirá en Red Liberal siempre que su presencia sea bienvenida. Me consta que lo es. Y no sólo nos limitaremos a estar presentes, si no que intentaremos aportar nuestro granito de arena en ese salto cualitativo que empieza a convertirse en clamor entre nosotros. Por respeto a nuestros lectores y por respeto a nosotros mismos.

Para terminar una pseudo-parábola: mañana me voy de mi club de golf. Mi handicap es muy bueno y sé que a mis compañeros de equipo no les va sentar nada bien mi decisión. Pero mis motivos (la discusión que tuve con el presidente del club por echarle los tejos a mi mujer) ya se los he expuesto al interesado y no considero que deba dar más explicaciones en el tablón de anuncios del club.

PD: Queridos lectores de esta casa, por favor no dejen de leer los últimos 5 ó 6 posts de FMH en su FERBLOG. Si lo que buscamos es calidad, la tenemos a raudales y no siempre la descubrimos. Menciono Ferblog por ser nuevo, que los vetranos de RL no necesitan publicidad ;-).