Eduardo «manostijeras»

El “Sunnyboy” John Edwards ha vuelto a levantar la voz.
¿Quién era este John Edwards? Si hombre!, es el pobrecito que le preguntó a Dios si podría convertirse en Vicepresidente de EEUU, a lo que Dios respondió con un escueto: «Nope!» En el fondo una pena. Me gustaba Johnny porque siempre prestó gran atención a su imagen. Nunca olvidaré el videoclip, en el que durante 5 minutos sorprendentes y armado de un miniespejo intentaba colocarse el pelo poco antes de una aparición en televisión. Con tal belleza deslumbrante, no entiendo cómo no salió elegido en su día, aunque creo que la culpa de todo la tuvo el rostro marcado de Kerry, que asustó a muchos americanos.

Creo que me he perdido. ¿Por qué había sacado yo el tema? Ah sí, ahora me acuerdo. Hablaba de John de Edwards, ese gallito orgulloso, cuya perfectamente peinada cabeza salió tan mal parada en las elecciones del pasado noviembre. 6 Meses más tarde el gallito sin cabeza corretea todavía por ahí cantando mañanadas sin sentido. Para entenderle se exige un mínimo de concentración.

Hillary Clinton como cabeza de lista el 2008? Bobadas, dice Edwards. Valiente, su forma de negar secretos a gritos. Supongo que también habría dicho que no a Condoleeza o Gonzales y, no le hablen de John Bolten como embajador en la ONU. Perfecto, es su opinión, pero: a quién diablos le importa? Cree realmente que alguien tiene interés por lo que cuente el segundo gran perdedor del 2004? Los demócratas (en ocasiones creo que más bien son « memocrátas ») no terminan de caerse del guindo. El partido se encuentra a sólo un paso de la implosión y siguen comportándose como si tuviesen el mando. Dale que te pego al árbol republicano, que es de goma!

Yo creo que si Hillary fuese nominada, las probabilidades de que la derrota demócrata en las próximas elecciones americanas no fuese catatrófica serían menores.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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Un comentario

  1. A diferencia del resto de enfermos mentales que habla con Dios, este por lo menos ha tenido el detalle de aceptar el «modesto papel» que le ha dado el Señor… En el fondo supone una novedad…

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